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Autor: Ernesto Kraft

Elías nos enseña lo que significa creer. Él estaba siempre en la presencia del Señor, y eso le daba autoridad y éxito delante del pueblo. Debemos buscar a Dios para que Él nos dé la visión correcta de las cosas. Haga como Elías: entréguese a Dios por entero y sin restricciones.


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PE2773- Estudio Bíblico
Héroes de la fe (18ª parte)



Elías

Queridos amigos, nos encontramos en un estudio sobre los Héroes de la fe de hebreos 11. En el verso 32, se nombran, entre otros, a los profetas. En esta oportunidad comenzaremos a ver uno de ellos, el más renombrado, nos referimos a Elías. Su nombre significa “Jehová es mi Dios”. Leemos sobre él en 1 Reyes 17:1: “Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra”.

La fe verdadera nace de la comunión con Dios, y es duradera mientras permanecemos en contacto con Él. Es imposible creer sin leer la Biblia, orar o tener comunión con Dios. La fe tiende a secarse cuando no nos alimentamos con frecuencia en la Palabra de Dios. Cuando Jesús visitó la casa de María y Marta dijo que la primera eligió la buena parte, pues se sentó a Sus pies para oír lo que tenía que decir, mientras la segunda trabajaba.

Es necesario e importante dar atención al trabajo y a las actividades diarias, pero es mucho mejor y mucho más importante buscar la presencia de Dios en oración y lectura de la Palabra antes de iniciar el día. Elías no dijo: “Cierto día estaba delante del Señor,” sino: “Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy”. ¿Procuramos la presencia de Dios como lo más importante en nuestra vida, o lo dejamos de un día para otro como si somos esclavos del trabajo? Podemos tener mucho éxito en nuestra vida profesional, ¿pero será que lo mismo vale para nuestra vida de fe? Procurar el silencio para oír a Dios jamás es pérdida de tiempo.

Spurgeon cuenta respecto de un hombre que trabajaba cortando trozos de madera. Se esforzaba exhaustivamente en su tarea, pero no lograba avanzar. La razón era que la sierra no estaba afilada, pues no lo habían hecho. Le preguntaron al hombre por qué no afilaba su sierra antes de empezar su trabajo, a lo que contestó: “No tengo tiempo, el trabajo me llama”. Orar es ganar tiempo.

En la oración recibimos sabiduría y orientación con respecto a lo que debemos hacer, y así podemos ganar tiempo durante el día. Por la oración se ven soluciones donde antes solamente había problemas. Elías estaba siempre en la presencia del Señor, y eso le daba autoridad y éxito delante del pueblo. Debemos buscar a Dios para que Él nos dé la visión correcta de las cosas. Así, no habrá negligencia en su relación con Dios. ¡Le traerá mucha bendición!

Nuestra relación con Dios hace que nuestro testimonio tenga poder delante de las personas. Elías enseñaba dónde estaban los errores en 1 Reyes 18:21 leemos que dijo: “Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra”. Para creer y crecer en la fe es necesario dejar la idolatría 1 Juan 2:15, 17 dice: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él (…) Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”.

No podemos unir a Dios con los valores del mundo. La Biblia dice en Mateo 6:24: “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”. El pueblo de Israel mostraba tener indecisión, no decía ni sí ni no, vivía siempre en el “término medio”. Estaba lejos de Dios y su fe ya no funcionaba.

Jesucristo dice en Apocalipsis 3 que el término medio, la tibieza, es la peor situación. Es mejor ser frío o caliente, pues Dios no tolera lo tibio. Quien sigue al Señor con todo su corazón es bendecido, mientras los indecisos pasan por muchas tristezas y aflicciones, están siempre derrotados y viven luchando con el enemigo, pues no se deciden claramente por Dios. Cuando Pedro siguió a Jesús a la distancia, acabó cayendo.

En 2 Pedro 1:10 dice: “Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás”. Quien se entrega a Dios solo a la mitad causa su propio sufrimiento. Haga como Elías: entréguese a Dios por entero y sin restricciones. El día de hoy, en todas las circunstancias que enfrentemos, nos requerirá una decisión: ¿a quién deberemos ceder, a la voluntad de Dios o a los deseos del mundo? Romanos 6:16 en la Nueva Traducción Viviente dice: “¿No se dan cuenta de que uno se convierte en esclavo de todo lo que decide obedecer? Uno puede ser esclavo del pecado, lo cual lleva a la muerte, o puede decidir obedecer a Dios, lo cual lleva a una vida recta”.

¡Deje la indecisión a un lado, decídase por entero a Jesucristo y usted será bendecido! Elías enseña lo que significa creer. Cuando levantó el altar y colocó el holocausto sobre la leña, dio una orden que solamente un verdadero creyente podría dar. Leemos sobre eso en 1 Reyes 18:33-34: “Preparó luego la leña, y cortó el buey en pedazos, y lo puso sobre la leña. Y dijo: llenad cuatro cántaros de agua, y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Y dijo: hacedlo otra vez; y otra vez lo hicieron. Dijo aún: hacedlo la tercera vez; y lo hicieron la tercera vez”. Con eso, se creó una situación imposible de resolver: no habría fuego humano que pudiera quemar el sacrificio. Elías no creía en hechos y capacidades humanas, sino solamente en Dios, que todo lo puede. ¿Está usted preocupado y ocupado pensando en su difícil situación? Entonces usted debe dejar las preocupaciones a un lado y ver la fe de Elías que el texto nos presenta aquí. Cuando Dios hace una promesa, la cumple. Nada cambia el actuar de Dios, aun cuando su situación difícil esté siendo regada con agua.

Dios prometió que daría un hijo a Abraham. Sin embargo, Abraham veía cómo él y su esposa eran cada vez más ancianos y más frágiles. ¿Cómo podrían engendrar él y concebir ella a un niño en esas condiciones? Pero eso no impidió que Dios cumpliera Su promesa. Es lo mismo como cuando usted experimenta, como María y Marta, que sus oraciones no son atendidas y que la situación de su hermano, marido o hijos solamente empeora. Con todo eso, Jesús no está impedido de actuar.

Jesús contestó a Marta en Juan 11:40: “¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?”. En sus momentos más penosos, Job también se vio hundiéndose. Parecía que no paraba de caer agua sobre él, y su salud solamente empeoraba. Sin embargo, por la fe, superó esta situación y dice en Job 42:2: “Yo sé bien que tú lo puedes todo, que no es posible frustrar ninguno de tus planes”. El libro de Cantares dice que Dios es mayor que las muchas aguas (y eso vale también para las que son derramadas sobre nuestra vida). Cantares 8:7 dice: “Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos”.

Si usted cree en Dios y en Su Palabra, no se deje desanimar por las aguas sobre su vida. El punto fuerte de Elías era su búsqueda por la presencia de Dios y para poder decir delante de los hombres y Dios lo que dijo en 1 Reyes 18:36: “… por mandato tuyo he hecho todas estas cosas”. Actuaba de acuerdo con la voluntad de Dios y por eso el Señor lo respaldó. Eso también vale para nosotros, pues cuando oramos de acuerdo con la voluntad divina, nuestras oraciones son contestadas.

En 1 Juan 5:14b-15 leemos: “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho”. Elías fue un hombre como nosotros, y por eso, ¡nosotros también podemos esperar grandes cosas de Dios! Si confiamos en Dios y nos basamos en Sus promesas, seremos oídos.

1 Comment

  1. Jose V Diaz dice:

    Amén mis hermanos que bello mensaje que es de mucho ánimo EL SEÑOR JESÚS los siga bendiciendo en esta linda labor de llevar la PALABRA DEL SEÑOR a todo el mundo.

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