Los efectos del agradecimiento y la alabanza (1ª parte)

La canción y la música
30 noviembre, 2020
Los efectos del agradecimiento y la alabanza (2ª parte)
2 diciembre, 2020
La canción y la música
30 noviembre, 2020
Los efectos del agradecimiento y la alabanza (2ª parte)
2 diciembre, 2020

Autor: Wim Malgo

La gratitud profunda lleva a la alabanza, y con esto a cumplir con el propósito de Dios con tu vida. A la vez es el mejor antídoto contra el egocentrismo, te ayuda a no compararte con otros, te abre los ojos a la salvación de Dios y abre el camino a la contestación de Dios.


DESCARGARLO AQUÍ
PE2616 – Estudio Bíblico
Los efectos del agradecimiento y la alabanza (1ª parte)



Salmos 139:14 dice: «Te alabaré, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien«. ¡Somos obra de Dios! ¡Dios crea originales! No existen dos hombres en esta tierra que se parezcan completamente en todo. También a ti, así como eres, con todas tus limitaciones, diferentes características y dones, te ha hecho asombrosa y maravillosamente. ¿Ya Le has agradecido por ello? No eres de ninguna manera un producto de la casualidad o una criatura malograda en Su mano. Al contrario. Efesios 2:10 dice: «Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas«. Esto es maravilloso, es motivo de alabanza y de agradecimiento, que nosotros – tú y yo – no estamos entregados a la casualidad, a la mala suerte o al destino. Antes bien, Dios ha planeado nuestras vidas, la tuya como la mía, hasta la meta final. Por lo tanto, ¿no quieres agradecerle porque te ha hecho como eres y por el plan que Él tiene para ti?

Siendo que Dios crea originales, nunca repite. También tú eres un original, tanto exterior como interiormente. Pero mediante tu agradecimiento y tu alabanza, Le das el espacio necesario para que te pueda transformar por Su Palabra y por Su Espíritu, como lo dice 2 Corintios 3:18: «Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor«. ¿Qué está siendo transformado? Tu ser, o sea, tu carácter. Un niño recién nacido, si es sano, aumenta poco a poco en talla y peso. Si no fuera el caso, estaría enfermo y moriría. La vida requiere crecimiento.

Es así también en la vida espiritual: Cuando un hombre ha nacido de nuevo por la Palabra de Dios y Su Espíritu, normalmente tendría que crecer y no quedar estancado espiritualmente en la edad de un bebé. La voluntad de Dios es que nosotros, como renacidos, crezcamos hasta llegar a ser un varón perfecto en Jesucristo. Efesios 4:13-14 nos dice: «hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, hasta ser un hombre de plena madurez, hasta la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Esto, para que ya no seamos niños, sacudidos a la deriva y llevados a dondequiera por todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar, emplean con astucia las artimañas del error

Este crecimiento sano de la vida espiritual, o sea, el ser transformado a la imagen del Hijo de Dios, se realiza especialmente por el ilimitado agradecimiento y la alabanza sin reservas. Pues si no sólo agradecemos por la manera cómo Él nos ha hecho, sino también por lo que hace con nosotros, aceptamos por fin lo que dice Efesios 5:20: «Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo«. Esto, pues, quiere decir: ¡agradecer a Dios sin interrupción (siempre) y por todo (ninguna cosa excluida)! ¿Ya lo has hecho? ¿Ya Le has agradecido también por tus dolores y decepciones y por los abismos por las cuales justamente te está conduciendo?

Agradecer a Dios siempre y por todo, solamente lo puedes hacer si crees realmente que el Señor quiere tu bien, como está escrito en Romanos 8:28: «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas (también lo más difícil) les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados» Dios el Señor tiene justamente para ti tal plan muy personal, pues también cuando forma la vida del individuo, El nunca repite. Por eso, es extremamente necio si comparas Su guía en tu vida con la de otro creyente, como Pedro lo hizo en aquel entonces.

Cuando el Señor resucitado había restablecido a Pedro en su ministerio y le había perdonado todo, le predijo un camino difícil. Leemos en Juan 21:18: «De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras«. Con estas palabras, el Señor Jesús describió a Pedro su difícil camino personal: «…dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios«. Y luego, Jesús lo invitó: «Sígueme«. ¿Pedro, pues, Le dio gracias al Señor por su camino muy personal? No, sino que hizo lo más necio, lo que muchísimos después de él también han hecho: Comparó su camino con el de otro. En Juan 21:20-22 leemos al respecto: «Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús…Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú«. ¡Con esto, el Señor rechaza toda comparación con el camino de otro como oposición contra Su guía personal!

Justamente esta comparación que haces una y otra vez, preguntándole: Señor, ¿por qué yo no, pero él o ella sí?, o: ¿Por qué justamente yo y él o ella no?, muestra tu rebelión contra Su camino muy personal por el cual quiere andar contigo. Por eso, no te preguntes más: ¿Por qué tiene él o ella este trabajo y yo no? ¿Por qué es casado él o ella y yo no? ¿Por qué tengo que sufrir justamente yo esta enfermedad y los otros no? Por estas preguntas, que muestran la rebelión contra el plan de Dios para tu vida, tu carácter no será transformado para lo bueno, sino que cada vez más mostrará síntomas de decadencia como compasión de sí mismo y celos. De los celos, sin embargo, nace la desconfianza, de la desconfianza el distanciamiento, del distanciamiento el odio – ¡y el diablo se alegra! Por eso, ¡deja por fin de torturarte a ti mismo con estas preguntas! Antes bien, ¡comienza a agradecer al Señor por el camino por el cual Él te guía, pues es para ti el mejor camino de todos! Y esto es lo maravilloso, la gran sabiduría de Dios: que El guía a cada uno exactamente por el camino que precisa.

Cuando dices: «Padre, te agradezco que éste es tu camino para mí y que me sirve para lo mejor«, entonces te pones contento, entonces estás por encima de las cosas, sean decepciones, malas noticias, enfermedades o dolores. El agradecer abre los ojos para la salvación de Dios. Pero, preguntas, ¿será posible agradecerle a Dios siempre y por todo? Piensa un momento en Job: ¿No es esto exactamente lo que hizo Job? Cuando supo que toda su existencia se había venido abajo y que sus diez hijos adultos habían muerto en un día. Esto leemos en Job 1:20-22: «Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volver‚ allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno«.

¿No será que por aceptar con agradecimiento tu camino, o sea, la guía de Dios en tu vida, se abrirá también para ti el camino hacia bendiciones completamente nuevas, de las cuales el otro, al cual envidias, nunca podrá participar? Leamos Salmos 50:23: «El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino, le mostraré la salvación de Dios«. Ya sea muy profunda la depresión en la que te encuentres, o sea que no tengas perspectiva ni esperanza, pero si en esta penosa situación comienzas a agradecer y a alabar, el Señor te dará luz completamente nueva y nuevas bendiciones, de manera que tu corazón se llenará de júbilo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Elija su moneda
UYU Peso uruguayo