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Noemí Leivas nos cuenta acerca de sus experiencias como misionera, tanto en el interior del país como en otros países de América también. Noemí nos comparte sobre cómo recibió el llamado a las misiones y cuál fue su preparación. Te invitamos a conocer más de su testimonio y de sus planes futuros para viajar a otros países y compartir el mensaje del evangelio.


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EA810 – Entre Amigas –
Proyectándose en misiones



Entrevista a Noemí Leivas

Victoria: Muy bien amigas, es un placer poder compartir nuevamente este momento de la entrevista. Estamos hablando de mujeres en las misiones, y hoy tenemos a una invitada que ya ha estado con nosotros en Entre Amigas, pero nos estuvo contando de su hermano Marcio que actualmente es misionero en Guatemala. Ahora llegó el momento de Noemí y de aprender de su experiencia misionera. Es un gusto, Noe, poder tenerte en Entre Amigas.

Noemí: Gracias por invitarme, es un gusto para mí compartir con vos y con las amigas.

Victoria: Noemí, contanos, ¿cómo fue que surgió en vos el tema de interesarte por las misiones?

Noemí: En realidad surgió casi sin darme cuenta. Desde los 16 años que tuve un interés, pensaba en las personas que nunca habían escuchado de Jesús, y estaba en mi corazón orar por ellos, pero nunca había considerado ir. Yo personalmente no pensaba mucho en eso. Cuando terminé el liceo, que tenía 17 años, Dios me empezó a mover, y me fui a una escuela de misiones por 6 meses. En realidad fui porque Dios me lo pedía, pero no estaba entendiendo muy bien que ya estaba ese sentir de las misiones en mi corazón. Fue más bien ese proceso de darme cuenta de algo que Dios había puesto en mi corazón desde que era chica, pero en sí podría decir que desde los 18 que se que tengo el llamado a las misiones.

Victoria: Bien, hay algunas historias que quizás yo conozco porque somos amigas hace mucho tiempo con Noemí, pero vos decías que es algo que Dios puso en tu corazón desde que eras chica, y vemos un llamado desde los 18 años. En el medio, a pesar de haber nacido en un hogar cristiano, vos tuviste un encuentro con Jesús.

Noemí: Sí. En realidad nací en un hogar cristiano, en una familia cristiana, pero recién a los 16 conocí a Jesús de verdad, después de pasar por varias situaciones. Desde ese momento, empecé a pensar no solamente en mí misma, sino en todas las personas que no conocían a Jesús. Desde ese momento empecé a considerar las misiones, no como algo de salir a otro país, sino como la necesidad de puntual de pensar en que yo necesito a Jesús, pero hay otras personas que también lo necesitan, y tengo que hacer algo por ellos.

Victoria: Tuviste otras experiencias desde ese momento. Ahora, puntualmente, estás proyectando un viaje del que vamos a hablar un poquito más adelante, pero ya has tenido experiencias dentro de Uruguay, y también fuera de fronteras.

Noemí: Sí. Dentro de Uruguay, en el interior sobre todo. Mi primer viaje misionero fue a Tacuarembó, cuando estaba en la escuela de misiones en el 2013. Fuimos a Tacuarembó y estuvimos en dos barrios de campaña, donde no hay nada. Ahí fue cuando decidí que quería dedicar mi vida a hacer eso. La primera experiencia transcultural fue en Río de Janeiro, también en ese año, y estuvimos trabajando en dos favelas. Una fue Ciudad de Dios, que es bastante conocida, y otra se llama Puerta del Cielo. Esas fueron las primeras experiencias. Después de eso el Señor abrió las puertas, tuve la oportunidad de ir a Guatemala donde está mi hermano, y ayudar un poco en lo que él estaba haciendo. También fui a Estados Unidos, donde en realidad me sumé al trabajo que estaban haciendo otras personas alrededor del mundo, y ahí tuvimos la oportunidad de cooperar con gente de varios lugares, de Rusia, de Rumania, de India, y eso fue increíble, no solo ver lo que Dios está haciendo acá, sino alrededor del mundo.

Victoria: Hablabas de tu experiencia en Estados Unidos, y se habla muchas veces de que las misiones no es solamente ir, hay quienes van, hay quienes oran, y hay quienes apoyan. Y en este caso te tocó escuchar la experiencia de algún misionero que está hace años afuera, y saber un poco de a qué te ibas a estar enfrentando.

Noemí: Sí, creo que Dios me llevó puntualmente a ese lugar para poder ver cómo Él trabaja, cómo Él es, y cómo sustenta a las personas. Fue impresionante. Me acuerdo de que conocí a un misionero puntual que era de Turquía, y que trabajaba con el pueblo kurdo. Allí tenían una iglesia escondida, y ver la fe que ellos tenían y cómo Dios los había sustentado, fue como Dios diciéndome que confiara en Él, que Él se iba a hacer cargo. También pude ver la importancia de que uno nunca hace nada solo, en realidad Dios nos llama en conjunto, por algo está la iglesia, por algo se nos dio una comunidad. Todos estos misioneros siempre hablaban de lo importante que fue para ellos la existencia de alguien que estuviera orando por ellos, de gente que los estuviera apoyando, y para mí eso fue como ver la mano de Dios, no solamente en mi vida sino en la vida de otras personas que tienen mucha más experiencia, y que han estado en otras situaciones.

Victoria: ¿Cómo fue tu preparación para las misiones?

Noemí: Bueno, en realidad mi preparación empezó a los 18 en la escuela de misiones, pero desde antes había empezado a estudiar inglés, hice un curso intensivo de ingles por un año. También en la escuela de misiones tuve la oportunidad de seguir aprendiendo porque había gente de diferentes países, de Estados Unidos, de Brasil y de varios países más. Ahí empecé a trabajar como traductora, lo que me puso la presión de seguir aprendiendo. Cuando fui a Estados Unidos también trabajé como traductora, y el inglés fue algo que abrió muchas puertas en ese tema, porque claro, vos te vas a un lugar, y por más que no sepas la lengua natal, podés comunicarte en inglés porque se habla en todos lados. Eso fue muy importante, no solo el estudio de inglés sino el de portugués también.

Después también tuve la oportunidad de estudiar artes en la escuela misionera, hice un curso de teatro que también me dio la oportunidad de acercarme a personas que venían de un contexto diferente al mío. En Brasil, por ejemplo, las personas con las que estuvimos trabajando eran muy diferentes a nosotros, y la herramienta del arte nos ayudó mucho para acercarnos a ellos. Y hasta ahora sigo estudiando, estoy estudiando teatro con un profesor cristiano que nos da muchos recursos, no solo por el lado artístico sino también para acercarnos a personas que no creen, y es tremenda excusa para poder acercarte y hablarles de Jesús.

Victoria: Y eso lo estás compartiendo con los demás también. Yo he sido alumna de Noemí en algunos de los talleres. Además ya estás recibida, ¿no?

Noemí: Sí, hace un mes que me recibí de enfermera. Eso también es otra cosa que no estaba en mis planes. Yo había hecho sexto de derecho para poder estudiar traductorado público, pero cuando arranqué por todo lo de las misiones me pregunté si esa carrera de verdad me iba a servir. Llega un momento en el que todo en tu vida se enfoca en lo mismo. Entonces decidí que quería estudiar algo que me sirviera para acercarme a otras personas, y en ese tiempo empecé a orar, y algo que Dios puso en mi corazón desde que era niña es trabajar con adultos mayores. Así que sentí que Dios quería que estudiara enfermería, que no tiene nada que ver con derecho, pero bueno. Arranqué a estudiar y hace un mes que terminé, gracias a Dios. Se que en un momento me va a servir como una herramienta o como una excusa para acercarme a otras personas. Incluso para entrar a un país en donde no se permite predicar el evangelio, tenés la oportunidad de entrar como un profesional. Además como enfermera voy a estar cerca de personas en situaciones vulnerables y es una buena oportunidad.

Victoria: Bien, ya para ir terminando, queremos que nos cuentes de tu experiencia futura. Alemania ya estaba hace tiempo en tu corazón y en tus planes, pero decidiste hacer un viaje en los próximos meses.

Noemí: Sí, el 10 de octubre voy a estar viajando a Alemania. Como vos decías, es algo que está en mi corazón hace mucho, Dios puso una carga en mí para orar por ese lugar. Yo no esperaba ir, pero hay determinadas situaciones que se están dando ahora en Alemania, como la crisis política y social, hay un millón y medio de refugiados en este momento, sobre todo musulmanes. A finales del año pasado se armaron pequeños enfrentamientos entre musulmanes y cristianos, y se está dando una crisis. Incluso hace poco hubo un atentado en Múnich, entonces es una situación bastante complicada. Pero Dios abrió las puertas para que pueda hacer un viaje exploratorio por seis semanas. Voy a estar viajando a Berlín, y vamos a estar explorando, conociendo dónde están los refugiados, pero no voy solo por los refugiados sino que también por los alemanes. Berlín es la ciudad más atea de toda Europa, entonces están los refugiados que no conocen a Jesús porque son musulmanes, pero tampoco hay un pueblo activo que les predique el evangelio. La idea es conocer cómo están, cómo son, y ahí poder armar un proyecto. Mi idea es hacer un proyecto con artes porque es lo que estudié, y quiero ver la forma de poder acercarme a ellos. Esa es mi idea, pero una vez que vaya ahí me voy a dar cuenta cómo son ellos y qué es lo que mejor se ajusta.

Victoria: Bueno, Noemí, ha sido un gusto tenerte con nosotros en este programa de Entre Amigas. Estaremos orando por tu viaje, y para las amigas que nos estén escuchando, también las invitamos a que nos acompañen en el próximo programa. ¡Gracias Noemí!

Noemí: Gracias a ustedes.

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