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El psicólogo y especialista en adicciones Eduardo Torres Tello nos comparte acerca de su ministerio “Parlamento y Fe”, que se dedica a llevarle el evangelio a políticos y autoridades de Perú. Te invitamos a conocer sus anécdotas con algunos políticos peruanos, y cómo Dios obra en ellos por medio del estudio de la Palabra y de la oración.


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EA794 – Entre Amigas –
Parlamento y Fe



Entrevista a Edurardo Torres Tello

Sandra: Bueno, hemos llegado al tiempo de la entrevista, y qué importante que es eso, porque es el momento de recibir las visitas acá en el programa. En este caso queremos darle la bienvenida a Entre Amigas nuevamente a Eduardo “Lalo” Torres
Tello, él es de Perú, de la ciudad de Trujillo, y nos ha visitado ya en otra ocasión para hablar de su tarea en la prevención del consumo de drogas. Pero hoy lo hemos invitado con otro objetivo. Bienvenido, Lalo, ¿cómo estás?

Eduardo: Muy buenos días, es un gusto saludarte. Estoy feliz de estar con ustedes nuevamente, aprovechando mi estadía aquí, es muy agradable estar con ustedes.

Sandra: Muchas gracias. Lalo también es colaborador en el ministerio Parlamento y Fe, que se desarrolla en varios países, pero en este caso en su país, en Perú. Menuda tarea trabajar con los políticos, ¿no? Hay que tener una pasta especial.

Eduardo: Sí, exacto. Como decimos nosotros, el propósito de Parlamento y Fe es llevar el evangelio del Señor Jesucristo a las autoridades. Dicen que el principio de la sabiduría es el temor a Jehová, el temor a Dios. Y lo primero que hacen los políticos es totalmente lo contrario, por eso hay tanta desilusión, tanta decepción en tantos países. Entonces uno de los propósitos del ministerio de Parlamento y Fe es ese, llegar a las autoridades que están en mando. Hablamos de políticos, de intendentes, de gobernadores, de alcaldes, de senadores, de congresistas, de diputados, llegar a ellos.

Sandra: ¿Han investigado cuál es el problema con los políticos? ¿Es el poder? ¿Son los compromisos? ¿Por qué siempre se trastorna el asunto cuando llegan al puesto público? Hay muchas promesas antes de llegar al puesto, hay, a lo mejor, buenas intenciones, pero cuando llegan allí parece que todo cambia, las promesas no se cumplen, hay dificultades, y la población se termina desilusionando, una y otra vez.

Eduardo: Yo como especialista en lo que es adicciones, en la psicoterapia, yo no puedo pensar como ellos piensan. Tengo que ver la realidad como es. Hay frases que son muy ciertas: El poder envilece, el poder llama a más poder, el dinero llama a más dinero. Entonces cuando una persona apunta a un cargo político público, a un cargo alto, no apunta al servir, sino que apunta a aprovecharse del cargo. Eso es lo que hacen la mayoría de ellos.

Sandra: Qué interesante, porque Dios, que tiene todo el poder, nos dio otro ejemplo. Él vino a servir, y se puso a nuestros pies, entregó todo, entregó su vida, se puso realmente en una actitud de servidor, y el servidor público debería hacerlo también, ¿no?

Eduardo: Así es. Nosotros decíamos que los políticos deberían ganar el sueldo de los profesores y los profesores ganar como los políticos. Pero si fuera así, la política no existiría, porque te das cuenta de que van por intereses, no por el deseo de servir. Realmente tener en tu corazón el deseo de servir es toda una enseñanza, y esa enseñanza viene cuando tu comienzas a ver a Dios. Tu tienes que mirar a Dios. Dicen que los marineros cuando están en altamar y quieren saber cuál es su posición, miran al Sol, y de acuerdo con la posición del Sol, saben donde se encuentran. Nosotros tenemos que pensar en cómo estamos moralmente, mirando a Dios. Si estamos de acuerdo con los caminos de Dios, estamos en una buena posición. Si no, estamos mal.

Sandra: ¿Cómo lo reciben ellos cuando ustedes les plantean ideas así? ¿Qué hace el político? ¿Los escuchan?

Eduardo: Son políticos. Y el político es protocolar, te escucha.

Sandra: Queda bien con todos.

Eduardo: Claro, te da la reunión, te escucha, te habla, te felicita, pero sigue su propósito. Ellos egoístamente, ególatramente, se miran a ellos, no miran a Dios.

Sandra: Yo pienso que todavía el político no ha descubierto que también es una protección ir con Dios adelante, mirar a Dios como norte, porque no debe ser fácil, me imagino. Muchos hechos de corrupción aparecen por compromisos creados que los deben poner en un brete, ¿no? Eso de tener que decidir qué hacer, solamente al que tiene las cosas claras, al que tiene un norte claro le debe ser fácil resolver esa situación. Si no, debe ser muy difícil.

Eduardo: Claro, y yo siempre he dicho: Si tu tienes rabo de paja, no puedes confrontar a nadie, no puedes hablar de moral o de ética, porque ¿con qué derecho vas a hablar si no tienes la capacidad moral para hacerlo? Definitivamente, yo no voy a juzgar a nadie, porque no estamos para juzgar sino que estamos para que ellos puedan conocer al Señor, conocer la Biblia. Lo único que hacemos nosotros es leer la Palabra, compartirla.

Sandra: Que la Palabra actúe por si sola.

Eduardo: Claro, exacto. Compartir el evangelio con ellos, que nos den un espacio para sentarnos, conversar, tomar un texto bíblico y estudiarlo.

Yo soy líder de un estudio bíblico en una zona muy pobre en las afueras de Trujillo, ya hace 8 años. Allí va gente humilde y de otros niveles sociales, y yo siempre les digo: Lo que hacemos acá es solamente escudriñar la Palabra, nada más, no le agregamos ni le quitamos nada.

Sandra: Eduardo, contanos alguna anécdota. ¿Qué personalidad política llegaste a conocer en estas andadas de Parlamento y Fe, que te haya llamado la atención?

Eduardo: Bueno, Trujillo es una ciudad donde hay muchas familias conocidas, entonces prevalece una clase social media-alta, y un estatus social medio-alto también. Yo tenía un tío que fue senador en tres gobiernos, y por él conocí el Congreso de la República, conocí todo por dentro y conocí a muchas personas llegadas a la política. Nosotros hemos tenido relaciones sociales con congresistas o personas que han estado en posiciones de autoridad, y son amigos nuestros.

Sandra: Así que no te llamó la atención el contacto, no fue una novedad.

Eduardo: Correcto, exacto. Yo conozco a mucha gente que está en posiciones de autoridad. Me reuní con el alcalde de Trujillo, quien fue policía y luego entró a la política. Nos conocíamos porque en dos oportunidades ya había estado con él y habíamos formado una amistad, él sabía quien era yo por mi familia. Cuando fui a hablar, le expliqué quién era, y me recibió. En Trujillo es una de las personas más importantes, primero viene el Gobernador, después viene el alcalde. Todos me decían que no me iba a recibir, que tenía que sacar una cita, llamar por teléfono, pero él me recibió. Me recibió con buena gana, sonriente, entonces yo le dije que quería conversar con él. Él me preguntó cómo me iba con mi trabajo, porque sabe que yo trabajo con adictos, y yo tenía la Biblia en la mano. Me puse a conversar con él, le hablé del ministerio de Parlamento y Fe, le hablé de Jesucristo, le hablé de lo que el Señor había hecho en mi vida, lo que era necesario para Trujillo, lo que era necesario para su vida y lo que iba a ser necesario para mucha gente que a través de él llegara a conocer al Señor. Él me miró, se sonrió, y me dijo: espere un momentito. Llamó a la secretaria y le dijo: Por favor, prepárame dos cafés y que nadie me interrumpa. Fue una linda anécdota, muy positiva. Nos quedamos hablando como una hora y media, y al final me dijo: Te felicito por todo lo que estás haciendo, yo voy a ir a tu iglesia. Y fue a la iglesia con su esposa, después fue a otra iglesia, una pentecostal.

Sandra: Pero se acercó al evangelio.

Eduardo: Sí, exacto. Y lo que yo le pedí fue que me diera una fecha para que cada 15 días nos sentáramos una hora a estudiar la Palabra.

Sandra: ¿Aceptó?

Eduardo: Aceptó. Mi familia allí en Trujillo me ha dado la facilidad de llegar a distintos políticos, porque somos conocidos. Las relaciones en una provincia así pesan mucho. Así que esa es la misión que estoy haciendo ahora.

Sandra: Así que esa es la tarea, poder encontrarse, tener un tiempo, estudiar la Biblia y dejar que la Biblia impacte en la vida y en el pensamiento de quienes conducen la nación.

Eduardo: Yo aprendí con la Palabra. Lo dice en Isaías 55:11, Dios envía su Palabra, y su palabra nunca vuelve vacía. Es simplemente compartir la Palabra.

Sandra: Y confiar en esta promesa.

Eduardo: Sí, y el Señor va a hacer la obra.

Sandra: ¿Qué pasa con la oración? Porque es algo que la Biblia nos pide, que oremos por las autoridades. ¿Hay algún equipo de Parlamento y Fe orando? ¿O ustedes mismos como trabajadores del ministerio lo hacen?

Eduardo: Bueno, yo congrego una iglesia de los Hermanos Libres en Perú, y nosotros todos los jueves tenemos culto de oración, donde ponemos en oración a las autoridades. Oramos por eso como iglesia, y todos los días ponemos en oración el Ministerio de Parlamento y Fe, para que el Señor siga tocando las vidas de las autoridades.

Sandra: Cuando ven que uno va en un rumbo equivocado, igualmente hay que orar por él para que enderece sus pasos. ¿No les dan ganas de no orar, o de no apoyarlo porque es corrupto? ¿No surge esa reacción humana, como una forma de no respaldarlo?

Eduardo: La intención viene a veces, pero más es superar la tentación que el pecado. Entonces simplemente lo oro más aún, es más desafiante orar por personas así, pero el Señor va a obrar. Hay una frase que dice: Tus palabras no me dejan escuchar lo que tú haces. Tu puedes decir muchas cosas, pero hacer otras. Ahí tiene que haber una coherencia en tu vida, con tus actos. Entonces realmente me encuentro con gente difícil que me dice que no tiene tiempo para mí, pero yo regreso y regreso hasta que me da paso. Por perseverancia me reciben. Cuando conversamos les cuento anécdotas, hablamos, y terminan abriendo su corazón.

Sandra: Es que algo que a veces nos olvidamos, es que los políticos son seres humanos al igual que todos nosotros, con las mismas necesidades. Es cuestión de llegar a una relación de confianza, de comunicación. Cuando se logra ese vínculo se puede encontrar la llave del corazón de esa persona.

Eduardo: Por supuesto. Tú, sin Dios, no eres nada. Dios, sin ti, sigue siendo Dios. Solamente busca a Dios, con Dios todo es posible.

Sandra: Bueno, yo quiero agradecerles públicamente por todo este trabajo que están haciendo en Parlamento y Fe, porque es muy importante. No hay mucha gente que se ocupe de los políticos, parece que ellos tienen que ocuparse de nosotros pero nosotros no de ellos, así que agradezco mucho este trabajo y este tiempo que se toman en visitar a las autoridades, estudiar la Biblia con ellos, orar con ellos.

Eduardo: Y orar por ellos y por sus familias también.

Sandra: Exactamente.

Eduardo: Yo lo primero que digo cuando los veo es: Estoy orando por tu familia y por ti.

Sandra: Así que muchas gracias, y que el Señor prospere este ministerio. Gracias Lalo por tu visita nuevamente.

Eduardo: Gracias a ti por entrevistarme, gracias también a Sonja por haberme permitido conocerlas, y de corazón les deseo lo mejor de los éxitos, y que este programa siga creciendo y llegando a mucha gente. Bendiciones.

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