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Las doctoras Ana Roballo Y Magdalena Hermida nos cuentan sobre la obesidad, una enfermedad que ha sido denominada pandemia por la Organización Mundial de la Salud. Te invitamos a conocer más sobre las causas y consecuencias, los tipos de obesidad que existen y la importancia de educarnos para tener una alimentación saludable y beneficiosa. ¡No te pierdas esta entrevista!


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EA0992 – Entre Amigas –
Obesidad



Entrevista a Ana Roballo y Magdalena Hermida

Victoria: Amigas, bienvenidas a un nuevo programa de Entre Amigas. Hoy tenemos el gusto de recibir a la Dra. Ana Roballo, especialista en medicina familiar y comunitaria, y nos acompaña también la Dra. Magdalena Hermida. Vamos a estar hablando con ellas acerca de uno de los principales problemas de salud en la actualidad, la obesidad. Antes que nada quiero saludar a la Dra. Ana, ¿qué tal?

Ana: Hola a todos, muchas gracias por la invitación, es un placer compartir con ustedes acerca de este tema.

Victoria: Doctora, ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de obesidad?

Ana: Bueno, la obesidad es una enfermedad en sí misma y además es un factor de riesgo para el desarrollo de otras enfermedades crónicas no transmisibles como las enfermedades cardiovasculares y varios tipos de cáncer. Es una de las principales causas prevenibles de muerte y ha adquirido, a nivel mundial, proporciones epidémicas. Se destaca su rápido crecimiento y su extensión en los países pobres.

Victoria: Así que estamos hablando de una problemática que se considera a nivel mundial. Me llama la atención que en los países subdesarrollados se da tanto, porque uno muchas veces podría no asociarlo. ¿Cuál es la prevalencia de esta enfermedad, Doctora?

Ana: La obesidad ha sido declarada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como una pandemia mundial. Constituye uno de los mayores problemas de salud pública y afecta a países desarrollados o en vías de desarrollo. Hay más de 650 millones de personas afectadas en el mundo, lo que supone un 13% de la población mundial. En el caso de nuestro país, Uruguay reporta prevalencias por arriba del promedio regional. Estamos hablando de que un 65% de los adultos y un 39% de los niños padecen de sobrepeso o de obesidad en nuestro país. Estas son cifras realmente importantes, que nos preocupan muchísimo a quienes estamos trabajando en el primer nivel de atención y que nos generan un gran desafío cada día y a futuro.

Victoria: ¿Cómo se le diagnostica a alguien la obesidad?

Ana: Para el diagnóstico, si bien existen medidas específicas para cuantificar el exceso de grasa corporal remitidas a laboratorios de investigación, la medida clínica ampliamente usada y que tiene una buena correlación con la masa corporal es el índice de masa corporal. Es algo que podemos hacer en el consultorio y que no tiene costo agregado, es muy sencillo. También la medición de la circunferencia de la cintura completa el diagnóstico, indicando el tipo de obesidad y su posible vínculo con algunas enfermedades como la diabetes tipo 2, la insulinorresistencia o la hipertensión arterial.

Victoria: ¿Existe algún tipo de clasificación dentro de lo que es la obesidad?

Ana: Sí, existe una clasificación. Para realizarla nos basamos en el índice de masa corporal, que es la relación entre el peso y la talla al cuadrado de la persona. Son dos medidas muy sencillas de tomar en la consulta y eso nos va a permitir ver si esa persona tiene peso normal, si tiene sobre peso u obesidad. Estamos hablando de sobrepeso cuando el índice está entre 25 y 29,9, y obesidad cuando el índice está por sobre 30. A su vez se clasifican en: obesidad clase uno, si el índice está entre 30 y 34,9, clase dos si está entre 35 y 39,9, y clase tres si es mayor o igual a 40, en este caso ya es clínicamente severa. ¿Por qué hacer esta clasificación? Porque nos permite ver el riesgo que existe de mortalidad y de enfermedad cardiovascular asociado. Entonces desde allí podemos ver qué riesgo tiene esa persona en específico. Por eso es importante esta clasificación.

Victoria: Uno puede tender a pensar que la causa principal o la causa en sí de la obesidad es una mala alimentación, pero existen varias causas y varios factores que contribuyen al desarrollo de esta enfermedad, ¿verdad?

Ana: Con respecto a la etiología, a las causas, en la mayoría de los casos la obesidad tiene un origen multifactorial. Se reconocen factores genéticos, metabólicos, endocrinológicos y ambientales, y podemos afirmar que la obesidad exógena primaria o por sobrealimentación constituye la principal etiología. Aunque se ha avanzado muchísimo en el conocimiento del balance energético, las causas íntimas de la obesidad primaria son aún pobremente conocidas. Con respecto a la obesidad secundaria, es solamente un pequeño porcentaje de los casos, menos de un 5%, donde la obesidad se debe a alguna causa que sea identificable como la obesidad secundaria asintomática, patologías de origen endocrinológico, como lo son el hipotiroidismo, el síndrome de Cushing, hipogonadismo, ovarios poliquísticos, el uso de fármacos como los glucocorticoides, los antidepresivos tricíclicos, la insulina, etc.

Victoria: Doctora, ¿cuáles son las alteraciones que se asocian a la obesidad? ¿Cuáles son aquellas enfermedades que están asociadas directamente a la obesidad o aquellas a las que la obesidad contribuye?

Ana: Dentro de las alteraciones asociadas a la obesidad hay muchas, podemos mencionar tal vez solo las más conocidas. Dentro de las enfermedades cardiovasculares encontramos la hipertensión arterial, una enfermedad de alta prevalencia en nuestro medio, una enfermedad silente que muchas veces es diagnosticada de forma tardía. También la cardiopatía isquémica, o los accidentes vasculares encefálicos. Dentro de las complicaciones metabólicas encontramos la diabetes mellitus, las lipemias, la insulinorresistencia o el aumento de ácido úrico. Dentro de las enfermedades respiratorias puede estar la apnea obstructiva del sueño, dentro de los cánceres encontramos el de esófago, colon, mama, endometrio y próstata. Dentro de las alteraciones en la mujer pueden estar el síndrome de ovario poliquístico, la infertilidad o el aumento de riesgo perinatal. Dentro de las consecuencias sociales y psicológicas encontramos la depresión, baja autoestima, discriminación o estigmatización social. Esto dentro de otras muchas, como decía.

Victoria: ¿Cuál sería el tratamiento que se le plantea a una persona diagnosticada con una obesidad? ¿Cuándo puede comenzar y por dónde puede comenzar a atacar esta enfermedad?

Ana: Bueno, con respecto al abordaje terapéutico es complejo. Debe responder a factores individuales tales como la edad, el sexo, el índice de masa corporal del inicio, la historia nutricional, el número de intentos de adelgazamiento previos, si los hubo, y los resultados obtenidos, el grado de motivación y la presencia de patologías asociadas. Por eso debe hacerse con un equipo multidisciplinario. Los pilares terapéuticos comprenden siempre un plan de alimentación individualizado, actividad física y terapia de la conducta. Pero insisto, es necesario que el paciente, la persona, consulte a su médico de referencia y que luego se haga un abordaje multidisciplinario.

Victoria: Doctora, ¿cuáles son las recomendaciones en general para las personas que quieren prevenir sufrir de esta enfermedad?

Ana: Bueno, con respecto a las pautas generales el promover hábitos saludables, basado en dos pilares fundamentales que son la alimentación y la actividad física, es decir, comer de forma más saludable, reducir la ingesta calórica y adecuarla al gasto que se tiene. Con respecto a la actividad física, debe estar prescripta de acuerdo con la edad, la motivación y a la capacidad física del paciente. Esto, en el ámbito sanitario, desde la consulta con el paciente y con su familia, es necesario pero no es suficiente. Debe ser algo que se extienda a otros ámbitos como el ámbito de la educación, por ejemplo, o el ámbito comunitario, entre otros.

Victoria: Lo hemos venido conversando, doctora, pero quisiera hacer un hincapié en lo que es la obesidad infantil y en la importancia que hay, los cuidados que se deben tener con respecto a este tema y cuáles son las medidas o las campañas que se están llevando adelante para poder prevenirla.

Ana: Con respecto a la obesidad infantil, como ya mencionamos, la obesidad es una enfermedad crónica, compleja, multifactorial, que suele iniciarse en la infancia y/o adolescencia. El sobrepeso y la obesidad se asocian a problemas de salud en la infancia y representan un importante factor de riesgo temprano de morbilidad y mortalidad en la edad adulta. Los niños afectados presentan mayor riesgo de enfermedades relacionadas con la salud cardiovascular, alteraciones endócrinas, afectaciones respiratorias, alteraciones musculoesqueléticas, digestivas o psicológicas, entre otras. Por eso educar desde la infancia para promover hábitos alimenticios saludables y favorecer que los niños tengan a disposición alimentos y bebidas nutritivamente adecuadas es importante, así como promover juegos, actividad física, deporte.  Es importante evitar las actividades sedentarias y aprovechar espacios públicos para ejercicios recreativos al aire libre, o sea, fomentar el movimiento.

Victoria: Doctora Ana Roballo, especialista en medicina familiar y comunitaria, muchas gracias por estar con nosotras en Entre Amigas, gracias por todos los conocimientos vertidos en el programa de hoy, y vamos ahora a hablar con la Dra. Magdalena Armida para reflexionar juntas sobre cómo algo tan básico como la alimentación puede decir tanto e influir en las distintas áreas del ser humano. Bienvenida, Magdalena.

Magdalena: Bueno, muchísimas gracias, Victoria, muchísimas gracias, Ana, también, excelente tu exposición, como siempre. Estoy agradecida por la oportunidad de estar aquí, y pensando en todo lo compartido, lo que a mí más me preocupa y que me queda muy claro es el gran azote de la obesidad en los niños, niñas y adolescentes, y todo lo que esto va a determinar en su futro. Es como una nube negra que se ciñe sobre su futuro, si hoy tienen esta enfermedad de la obesidad. Y los responsables somos los cuidadores principales, los padres, tíos, abuelos que estamos a cargo y que tenemos que educar a nuestros niños en cómo alimentarse. Si ustedes recuerdan, en el libro de Deuteronomio Moisés enseña al pueblo que Dios manda a que les repitan estas leyes a sus hijos en la casa, en el camino, en el día y en la noche. Que las graben delante de sus ojos, que las tengan presentes. Y junto con todas estas leyes Dios también les dio leyes de cómo alimentarse. Dios les permitía una variedad de carnes magras, semillas, frutos disecados, legumbres, alimentación rica y saludable, mucha de ella con factores protectores, antioxidantes que pueden prevenir cáncer y otras enfermedades.

Así que Dios se preocupó del cuidado integral de sus hijos, dice en Deuteronomio 6 “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas”, o como dice en Mateo 22:39, “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. También dice que les enseñen la ley a sus hijos, todas las normas, todo lo que había diseñado con tanto amor para el cuidado de su pueblo. Hoy por hoy, queridos, tenemos el cuidado espiritual de nuestros niños y adolescentes pero también debemos aprender a cuidar su futuro porque este cuerpo es el templo del Espíritu Santo, y si este cuerpo funciona bien va a ayudar a que también todo lo otro funcione armónicamente, tanto las emociones como lo espiritual.

Así que enseñemos a nuestros hijos a comer. Existen las guías GABA, que ustedes las pueden bajar de internet, que son guías de alimentación basadas en los alimentos regionales, entonces para cada región existe una GABA. Para cada región del continente existe una guía basada en alimentos saludables producidos por cada país. Técnicas de elaboración, todo adecuado para que nosotros, los adultos, enseñemos desde un principio y alimentemos a nuestros niños bajo esas normas. Pero también nosotros, los adultos, tenemos que comer de la misma manera. Nos tenemos que cuidar porque tenemos que dar el ejemplo. Así que debemos aprender a comer saludablemente para poder transmitir esos conceptos de alimentación saludable a nuestros hijos, y sepan que ellos lo van a llevar siempre y así alimentarán también a sus hijos, porque se van a sentir bien, porque van a estar más saludables que el resto, y porque nosotros, junto con nuestra crianza afectiva, positiva, con apego, junto con transmitir los valores espirituales y anhelar que tengan un encuentro con Cristo, les estamos transmitiendo también cómo cuidar este cuerpo para que sea saludable, para que le vaya bien. Bueno, queridas, muchísimas gracias por oírme, gracias, Victoria, por esta oportunidad, y espero que esto también les sea útil. Muchas gracias.

Victoria: Gracias a la Dra. Magdalena Hermida, y a ustedes, amigas, las invitamos a que continúen escuchando Entre Amigas y que no se pierdan el próximo programa.

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