Mis ojos te ven – Parte 1
3 agosto, 2020
Embassadors: Alcanzando familias a través del fútbol
3 agosto, 2020
Mis ojos te ven – Parte 1
3 agosto, 2020
Embassadors: Alcanzando familias a través del fútbol
3 agosto, 2020

Continuamos hablando con Cinthya Doglio acerca de su nuevo disco Mis ojos te ven. Hoy nos cuenta sobre lo que la motivó a sacar el disco: el fallecimiento de su novio. Cinthya comparte cómo vive el duelo, y de qué forma Dios la ayudó a enfrentar la situación, recordando que por medio de Cristo ya somos más que vencedores. También nos da consejos para ayudar a quienes estén pasando por esta situación.


DESCARGARLO AQUI:
EA0871 – Entre Amigas –
Mis ojos te ven – Parte 2



Entrevista a Cinthya Doglio

Victoria: Hola amigas, ha llegado nuevamente el momento de la entrevista. Nos acompaña hoy también Cinthya Doglio, quien ha estado hablando con nosotros de su disco Mis ojos te ven. Ha estado compartiendo de sus influencias musicales desde una temprana edad, y de lo importante que es cuidar lo que escuchamos. Muchas gracias, Cinthya, por continuar con nosotros.

Cinthya: Es un gusto estar otra vez aquí.

Victoria: Una de las cosas en las que hablábamos en el programa anterior era acerca del título de este disco. Tiene que ver con el versículo de Job, “De oídas te había oído, mas ahora mis ojos te ven”. Contanos de esto.

Cinthya: Justamente era lo que decíamos en el programa anterior acerca de la importancia que Dios tiene en nuestra vida, y el carácter que toma cuando se vuelve real en nuestra vida. No es suficiente con saber de Dios, no es suficiente con haber oído, ni siquiera con haber leído de Él. Si Dios no se hace real en tu vida, entonces nada ha cambiado, tu vida sigue siendo la misma de antes y por lo tanto el cristianismo que puedas tener o no, no es real. Es simplemente una religiosidad. Eso fue justamente lo que Dios me mostró después de años de creyente, después de años de haber vivido bajo lo que su palabra decía, bajo lo que Dios mandaba. Eso de cumplir con ciertas obligaciones cristianas, ir a la iglesia, escuchar, participar, cantar, compartir tantas cosas con tantas personas, y vivir acomodado o acostumbrado a eso. Y bueno, cuando sucede que Dios rompe todas tus estructuras y va tirando abajo a aquellas personas en las que tu pusiste tu confianza, porque mi fe siempre forjada por mi mamá y mi papá, y cuando Dios me mostró que mamá y papá también son seres humanos y que también fallan, entonces la cosa cambia. Puede pasar con los padres, con un pastor, con cualquier persona.

Victoria: Con uno mismo también. Cuántas veces uno se termina defraudando de uno mismo.

Cinthya: Exactamente. Y bueno, lamentablemente muchas veces los seres humanos tenemos ese error de poner nuestra fe en el testimonio de alguien y no en quien es realmente el forjador de nuestra fe. Fue lo que efectivamente sucedió. Dios se fue encargando de derribar todas aquellas cosas de las que yo me agarraba, y un día me vi en esa instancia en la que yo solamente lo veía a Él, y me di cuenta de que en el día de hoy o mañana cuando me toque partir, voy a tener que dar cuenta delante de Él por todo lo que yo haga aquí. Entonces ahí es cuando uno empieza a temblar, cuando se da cuenta de que no va a haber nadie que abogue por mí si no es Cristo. Ahí es cuando Dios realmente se empieza a mostrar. Se muestra como un padre, se muestra como un amigo. Y cuando sucede el momento de la pérdida del que hablábamos el programa anterior, cuando sucede el momento del quiebre, de la angustia, Jesús es el único que puede sacarte de la desesperación y de ese pozo tan profundo de lo que puede ser una depresión, de lo que puede ser las ganas de morir, todo eso yo lo sentí.

Victoria: Y cómo uno puede ver a través de esas experiencias, mirando para atrás, mientras uno estaba desesperado ve que el Señor nunca nos abandonó.

Cinthya: Exacto, vemos que nunca falla y que siempre es fiel. Aprendemos que Dios es bueno en todo tiempo. Eso es importantísimo, saber que Dios es bueno en todo tiempo, aun cuando las circunstancias nos digan que no, tenemos que saber que en esos momentos en los que nos sentimos tan vulnerables y abandonados, esos momentos ya fueron clavados en la cruz. Eso es lo importante, tener esa visión, de que ya fue vencido eso, y que no podemos dejar que eso nos venza a nosotros.

Victoria: Cinthya, en la entrevista anterior nos hablabas de tus influencias y de lo que fue Christian, que era tu novio, para ti. Quisiera que nos contaras un poco de esa experiencia para que nuestras amigas puedan conocerte un poco más.

Cinthya: Por supuesto. Yo conocí a Christian en un colegio porque soy profesora de inglés y él también era profesor. Era un colegio cristiano, y cuando nos conocimos y nos pusimos de novios, todo estaba perfecto pero había algo que no nos dejaba dormir, y era una enfermedad. Él estaba enfermo de cáncer. Tuvimos un año de noviazgo en el que yo viví todo el proceso. Cada quimioterapia, cada consulta, cada momento médico yo estaba ahí con él, acompañándolo para arriba y para abajo durante toda su experiencia con esa enfermedad, y siempre confiando en Dios, siempre depositando nuestros sueños y nuestros proyectos en Él, sabiendo que Él era fiel, que Él podía revertir la situación, que Él era ese Dios poderoso, ese Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, y siempre orábamos pidiendo que Dios manifestara ese poder y que sanara a Christian. En realidad te puedo decir ahora que Dios nunca dejó de mostrar su poder. El punto es que a veces la voluntad de Dios no está de acuerdo con los deseos, o no va ligada a los deseos de nuestro corazón, y son cosas que no podemos entender. Él es nuestro padre, Él es Dios, Él tiene la cosmovisión de las cosas, la visión amplia de las cosas, y es como dice la canción de Mis ojos te ven, dice “tus caminos son más altos que los míos”. O sea, desde donde Él está ve toda nuestra vida. El antes, el durante y el después. Y Él tiene la respuesta a todos nuestros pedidos, a todas nuestras circunstancias. Dios decidió llevarse a Christian un año más tarde. Dios siempre me preparó de antemano. Me preparaba con una palabra o con un pensamiento. Estar haciendo mis cosas y de repente sentir un pensamiento muy fuerte de que me tenía que preparar porque Dios se lo iba a llevar. Esas cosas así no son fáciles de contar, no son fáciles de vivir, y son cosas que en realidad nos desarman. Nos desarman en el sentido de que no hay algo de lo que tu te puedas agarrar en ese momento y puedas decir que vas a poder soportar ese momento. Y bueno, realmente fue así. En un día particular fuimos al oncólogo y él nos había dicho que ya no había más nada para hacer, que el cáncer estaba en su hígado, y cuando dijo eso fue claro que quedaba muy poco tiempo, y él también lo supo. Si bien jamás fue una persona que se dejara vencer, nunca, siempre tuvo una actitud muy fuerte contra la enfermedad. Ese día de angustia, ese día en el que yo me veía a futuro y veía que iba a ser muy fuerte lo que iba a tener que vivir, ese día Dios me dio una canción: Se Dios en mí. Es una canción que es única, es muy especial, está en el disco y es una canción en la que yo me entrego a Dios en un peligro de auxilio, de oración para que Él sea el que me permita soportar la situación, porque yo sabía que sola no iba a poder.

Realmente cuando pasan estas cosas, uno atina a decir: Bueno, Dios, si me hacés esto acá se termina mi fe. Realmente se jugaban muchas cosas en toda esta situación, sus papás no son creyentes, y yo cuando oraba le decía a Dios: Señor, ¿qué les voy a decir a ellos si tú dejás que Christian parta? ¿Qué puedo hacer? ¿Qué palabras les puedo dar a ellos ahora? Pero bueno, Dios fue ordenando todas las cosas, si bien el momento fue muy fuerte, vino la depresión, vinieron esas ganas de querer morir, de no querer hacer más nada, todo eso estuvo ahí y el diablo estuvo acechando sin dudas, y en esos momentos tan fuertes te puedo decir que de lo único que me pude agarrar fue de Jesús, y de ese Jesús crucificado peleando por mí y dándome la victoria. Porque eso es de lo que muchas veces no somos conscientes, de que Jesús ya nos dio la victoria en estas situaciones. Momentos fuertes hubo muchos, y Dios estuvo en cada uno de ellos, para hacer de cada momento de desesperación un testimonio, para hacer de cada momento de angustia una esperanza para otros. Así fue.

Victoria: Cuando hablás de la victoria que Jesús tuvo para nosotros, es también un desarmar y un armar de nuevo, ¿no? Porque nuestra idea de victoria o nuestra idea de logro puede ser completamente distinta, y sin embargo él viene, se presenta y nos da la victoria.

Cinthya: Así es.

Victoria: Estuvimos hablando de esta situación del desarme, pero quisiera que me contaras cómo fue esta vuelta a armar en base a esta verdad que me estás contando, la victoria de Jesús.

Cinthya: Bueno, en realidad fue muy difícil.

Victoria: Es todo un proceso.

Cinthya: Fue muy, muy difícil, y no te puedo explicar lo que fue el primer día, levantarse, despertar y pensar que tengo que empezar de vuelta. Pero ¿cómo? No hay una receta, no hay una receta para lo que es la depresión, la angustia, no hay una receta para el duelo. Lo que sí te puedo decir es que Dios me enseñó a vivirlo con total naturalidad. Es algo que a veces nos cuesta mucho entender a los que estamos afuera, a los que queremos ayudar a esa persona que está pasando por un duelo. ¿Cómo la ayudamos? Yo te puedo decir que todo lo que más me servía era lo contrario a lo que la gente pensaba. La gente evitaba hablar de Christian conmigo, y a mí eso era lo que me hacía mal, que no lo hicieran, que no me preguntaran. Era como que había ciertos tabúes que en realidad a mí me hacían mal. Yo siempre me manejé clara con mis amigos y familiares y siempre les pedí que fueran naturales, que si tenían ganas de hablar de él, que yo quería hablar, quería reír, quería llorar, había momentos en los que si así lo sentía, así lo vivía. Y Dios fue sanando mi corazón por medio de eso, por medio de la naturalidad de la experiencia. No ponerme esas trabas de no hablarlo porque es doloroso, hablar es justamente lo que hace bien.

Victoria: Y también en esos casos, en el caso del duelo, está lo que puede llegar a ser políticamente correcto. Que tanto los que están por fuera como a los que les toca vivir el duelo muchas veces están sujetos a eso, y no permite que uno lo viva con naturalidad y que Dios pueda obrar en medio del dolor.

Cinthya: Así es. Una de las cosas que muchas veces tenemos mal aprendidas es el famoso “no preguntes por qué, sino el para qué”. Y en realidad es algo que es totalmente antibíblico. Hasta el propio Jesús preguntó por qué cuando estaba en la cruz, y esas cosas yo las aprendí en ese momento y no antes. Pasé cientos, miles de veces por ese pasaje en el que Jesús dice “Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”, y nunca me detuve a pensar que el propio Jesús preguntó al Padre por qué. Ahí uno entiende que Jesús realmente tomó nuestro lugar, él se sintió como nosotros.

Victoria: Y también la relación, ¿no?

Cinthya: Así es. Cuando dice que tomó nuestro lugar, fue así. Hay un pasaje que dice que él estaba triste hasta la muerte. Y es algo que es muy fuerte, es una angustia muy profunda, Jesús también estuvo ahí, también estuvo en ese pozo. Entonces cuando vemos que nuestro salvador es el salvador en todas las áreas de nuestra vida, ahí es cuando todo vuelve a cobrar sentido. Yo conocí a Cristo en esta experiencia de forma única, que no lo podría haber conocido de otra forma. Y tal vez si no hubiese pasado por esta experiencia seguiría hablando de un evangelio rutinario, de un evangelio al que me acomodé, que me gustó, pero nada de realidad. Muchas veces Dios nos da experiencias y nos da quiebres para mostrarse realmente cómo él es.

Victoria: Cinthya, quiero realmente agradecerte mucho por este tiempo, gracias por la entrevista y sin dudas que este disco tiene un hilo conductor. Esperamos que realmente sea de bendición para muchas personas.

Cinthya: Así es. Cada una de las canciones tiene un tema para cada experiencia, cada momento. Espero que realmente pueda ser de bendición. Te agradezco mucho por la invitación, por la oportunidad. Que Dios siga obrando en nuestras vidas.

Victoria: Muchas gracias a ti. Amigas, continuamos en Entre Amigas en el programa siguiente, ¡no se lo pierdan!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Elija su moneda
UYU Peso uruguayo