Hogar de niños en Haití – Parte 2

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Continuamos hablando con Vanny Rodríguez acerca del trabajo que realiza en un hogar de niños en Haití. Hoy aprendemos sobre las distintas necesidades que enfrentan los haitianos diariamente, tanto materiales como espirituales. En el hogar se trabaja con niños con discapacidades, con sida, niños huérfanos a causa del terremoto, o niños cuyos padres no tienen los recursos suficientes para darles una educación. Te invitamos a conocer cómo Dios ha cambiado sus vidas y la obra que se está haciendo entre las personas allí.


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EA0869 – Entre Amigas –
Hogar de niños en Haití – Parte 2



Entrevista a Vanny Rodriguez

Victoria: ¿Qué tal amigas? Es un gusto estar con ustedes compartiendo nuevamente este espacio de la entrevista. Hoy vamos a seguir hablando con Vanny Rodríguez. Ella está en Haití y nos contaba acerca de su llegada, de cuál fue esa misión que ella fue a hacer y que está haciendo hace 5 años en Haití. Estuvimos hablando del choque cultural también. Te agradecemos mucho, Vanny por continuar con nosotros en el programa de hoy. Nos gustaría que nos contaras cuál es la situación actual del hogar, cómo están esos primeros niños que ingresaron y, en la comunidad, en los lugares en los que están moviendo, ¿Cómo se los conoce? ¿Han podido integrarse? ¿Cuáles han sido de las cosas más lindas que te han pasado allí? ¿La gente se interesa por la cultura de Uruguay?

Vanny: Bueno, hay por hoy ya tenemos 30 niños y 7 bebés. Tenemos niños con discapacidades, niños con sida, y hemos ampliado mucho la visión de lo que habíamos pensado en un principio. Recibimos muchos niños, no solo de los que viven acá sino que también de los que viven en la montaña, niños que necesitan educación pero los padres no pueden pagar una escuela, entonces los recibimos en la escuela que tenemos acá, que es gratuita. También tenemos talleres de salubridad para las mujeres y para los niños, para que aprendan sobre la higiene. Que aprendan a lavarse los dientes, a bañarse, a lavarse las manos, lo básico. Todas las semanas cada voluntario tiene un día para poder salir a un pueblo cercano y compartir algo con ellos. En mi caso yo les enseño español y compartimos sobre nuestras culturas, hablamos y nos vamos así integrando de a poco. Todos lo viernes me reciben con mucho amor, con mucha atención, siempre dispuestos a hablar, a compartir, a aprender, a escuchar. Así hemos estado metiéndonos en su cultura para poder hablarles del amor de Cristo también. Porque aunque el 99% de los haitianos se considera cristiano y en las escuelas oran, aprenden versículos bíblicos y cantan, pero realmente hemos comprobado que hay un mínimo de cristianos reales en Haití. Tienen un cristianismo que es más una costumbre que traen desde sus ancestros. Van todos los domingos a la iglesia, pero a veces luego de terminar el culto les preguntás de qué habló el pastor, y no saben. También sus vidas muestran que no viven lo que aprenden en la iglesia. Tienen muchísima mezcla con el vudú, y al final terminan practicando más el vudú que el cristianismo. Entonces es un poco difícil pero a su vez es gratificante ver cómo van conociendo a Cristo.

Una de las cosas más lindas es ver a estos niños, ver como están creciendo. Sobre todo los que vinieron acá de bebés, verlos ya con 4, 5 años, ver niños agradecidos, niños que tienen otra mentalidad, niños que anhelan ayudar a otros niños, la verdad es que es un placer. Eso es lo que reconforta, lo que ayuda en los momentos en los que uno se desanima, pero Dios realmente reconforta nuestra alma al ver como estos niños han crecido, niños que tenían odio y resentimiento por la muerte de sus padres ahora son niños que están llenos de amor, de gozo, y que dicen que tienen una familia adentro de este hogar.

Victoria: Sin duda que debe ser una gran satisfacción ver el fruto de este trabajo y sobre todo el fruto de la Palabra de Dios, que no solo transforma las vidas y los corazones sino que también da un sentido de esperanza y motiva. Estuvimos hablando de las carencias que hay en esa área de Haití. ¿Cómo es el tema de la electricidad, el agua potable, las comunicaciones, todo eso? En el común de un joven o un niño haitiano, ¿cuáles son las aspiraciones que puede llegar a tener para la vida? Nos hablabas de estos chicos que están en el hogar y que aspiran a poder ayudar a otros. Pero en el común de la sociedad, ¿cuál es el sentir? ¿Cuáles son las expectativas y los proyectos de vida? ¿Los hay?

Vanny: Bueno, con respecto a los servicios básicos, tanto la luz como el agua es muy diferente a cómo funciona en Uruguay. Acá la electricidad tiene acceso solo a unas pequeñas partes de la población que han hecho sus propias conexiones a las columnas del estado, y cuando el estado dispone les da corriente. Puede ser a las 5 de la tarde por 2 o 3 horas, puede ser tres veces a la semana, o puede ser todos los días. Al no haber un sistema regulado de control de los hogares y control de la gente, todo eso es muy desordenado. Entonces la gente no puede reclamar un servicio cuando no hay orden ni hay impuestos que se paguen y se controlen. Hay solo una mínima parte de la población que tiene acceso a la electricidad, y solo cuando el estado lo dispone. En cuanto al agua potable, hay empresas privadas que tienen su propia potabilizadora de agua y la venden. Tres o cuatro veces a la semana pasan camiones por los barrios y las personas que quieren comprar van con su bidón y lo llenan con agua. Esa es la forma en la que se consigue agua potable. Para lavar la ropa o bañarse utilizan el agua que tienen en pozos que se comparten con el barrio. Personas que no tienen acceso al pozo tienen canaletas a los costados de las rutas, y que tienen agua dulce que baja de las montañas pero mucha gente la utiliza y termina no siendo muy potable.

En cuanto a los jóvenes, algo que escucho en la mayoría de ellos es que su anhelo es estudiar o salir del país y buscar una mejor vida en otro lugar. Lamentablemente se les hace difícil ir a la universidad, los costos de la educación en Haití son casi imposibles, entonces la expectativa que tiene el que puede acceder a ella es salir del país, sea a República Dominicana, a Estados Unidos o a Chile. Es muy normal que aspire irse a otro país. Muchos de los que aprenden español conmigo lo hacen para poder irse a Chile o a República Dominicana. Hay países que han abierto las puertas y así es una forma que encuentran de encontrar un porvenir mejor. Pero para nuestra mentalidad y para lo que nosotros creemos es mejor quedarse aquí y seguir peleando para que este país progrese y salga adelante. Aún así hay muchos jóvenes que no han encontrado en Haití lo que necesitan, lo que quieren, lo que ven en televisión, lo que les enseñan los libros, entonces su mentalidad es salir. También hay una gran parte de los jóvenes que viven como venga, que no tienen aspiraciones para sus vidas.

Victoria: Bien Vanny, ya para ir terminando, me gustaría que nos contaras o que pudieras expresar para las personas que tal vez no entienden mucho la visión de este hogar o la motivación que los mueve. ¿Qué es lo que pasa por la mente de una persona que deja su cultura, que deja su tierra, la vida que tenía, para ir a un lugar tan lejano? ¿Cuál es la riqueza en estar con estas personas? ¿Cómo te ha ayudado esto a crecer? ¿Qué es lo que ellos te han brindado desde el punto de vista humano? ¿Y desde el punto de vista espiritual? Y la última pregunta es si tenés planes de quedarte por allí o si tenés planes de retornar en algún momento, o cuáles son los planes que hay para el futuro del hogar.

Vanny: Muchas personas se han enamorado del trabajo que nosotros hacemos viendo la página de Facebook, escuchando nuestros testimonios, y han decidido venir a estar una semana, un mes con nosotros. Pero cuando vienen y ven la realidad de Haití, la realidad en la que vivimos, siempre se sorprenden. Lo que nos mueve a estar acá, a vivir así, es solamente la Palabra de Dios. No hay otra razón, no hay otro motivo, es como ver la necesidad de Dios llamando, diciendo ¿quién va a ir a ayudar a esa gente? Y uno dice “Heme aquí”. No hay una explicación racional, no hay una remuneración económica, lo que hacemos acá es todo por amor a Dios. Realmente no hay otra explicación. No es que lo hacemos porque en mi currículum va a figurar que estuve trabajando en Haití. Tampoco hacemos las cosas esperando algo de los haitianos, porque muchos haitianos se han ido de nuestro lado al ver que nosotros no teníamos nada material para darles. Como una misión llena de gente voluntaria, no tenemos algo material para poder regalarles o para poder darles. Si no hacemos todo este trabajo con los ojos puestos en lo que viene, en lo eterno, muchas veces nos vamos a desanimar, porque tanto los niños como los grandes pueden ser desagradecidos muchas veces. Entonces la verdadera motivación de nuestros corazones a hacer este trabajo, habiendo dejado a nuestra familia, sin haber vuelto a Uruguay en estos 5 años, habiendo dejado nuestra profesión, nuestro trabajo, todo, realmente tiene que ser Dios el que motiva nuestros corazones para estar acá, para seguir adelante, para la misión. Tiene que ser Dios el que nos levante cada mañana. No hay otra palabra, no hay otra explicación, porque lo que hacemos es tan difícil y lo que hacemos es tan opuesto a lo que nosotros estamos acostumbrados, que no hay otra explicación para tanto amor y tanta entrega en este lugar. Anhelamos llegar a 100 niños, la verdad no sabemos cómo lo vamos a hacer, pero es nuestro anhelo. Niños con discapacidades, con sida, con problemas físicos, como sea que Dios los mande, estamos dispuestos a recibirlos y sabemos que Dios nos va a ayudar a hacer realidad ese sueño. Como meta personal, anhelo regresar a Uruguay para ver a mi familia, para conocer a mis sobrinos, para pasar tiempo en Uruguay. Pero sin dudas luego quiero regresar acá, a Haití.

Victoria: Bueno, Vanny, agradecemos muchísimo tu tiempo, gracias por la amabilidad con la que nos has atendido, y en el momento en el que estés por aquí, por Uruguay, nos gustaría también poder tenerte por los estudios de Llamada de Medianoche. Gracias también por tu paciencia en cuanto a algunos temitas técnicos que tuvimos para esta comunicación, y esperamos que el trabajo siga dando fruto por allí y que pronto podamos tener más noticias.

Vanny: Muchísimas gracias por todo, gracias por esta oportunidad de poder compartir con ustedes, y bueno, sepan que estoy a las órdenes.

Victoria: A ustedes, amigas, las invitamos a que sigan escuchando Entre Amigas y no se pierdan de más entrevistas y enseñanzas que tenemos para ustedes. ¡Hasta la próxima!

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