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Autor: Esteban Beitze

Elías fue un hombre igual que nosotros, que inclusive entró en una profunda depresión. Pero no quedó allí, sino que con la ayuda de Dios pudo salir y seguir siendo de gran bendición. Mi oración es que esta pueda también ser tu realidad.


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PE2801- Estudio Bíblico
Elías: La depresión en la Biblia (22ª parte)



La depresión en la Biblia

Hola, queridos hermanos. Estamos estudiando la vida de Elías, específicamente el momento en el que cayó en una profunda depresión. Después de un éxito rotundo en el monte Carmelo sobre los sacerdotes de Baal y Asera, frente al rey y a todo el pueblo, cae en una depresión. Elías era un hombre sujeto a pasiones iguales que las nuestras, por lo que podemos identificarnos también con él.

Leemos en 1ª Reyes 19:1-19 esta historia: “Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había hecho, y de cómo había matado a espada a todos los profetas. Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos. Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come. Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse.

Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta. Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios. Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida. El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.

Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías? El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida”. Y le dijo Jehová: Vé, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria. A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar. Y el que escapare de la espada de Hazael, Jehú lo matará; y el que escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo matará. Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron. Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto”.

Elías, entonces, entró en la depresión. No es un tema menor en la Biblia, hay muchos personajes bíblicos que pasaron por diferentes depresiones. Ahora, justamente a través de esta historia y en líneas generales, uno se puede preguntar ¿Cómo se puede ayudar a una persona depresiva? O, ¿Cómo puedo salir de una depresión? Para responder estas preguntas tenemos que ver cómo actuó Dios con Elías:

  • Primero, se fijó en lo físico. Dejó que descansara, una de las razones de la depresión, y luego le proveyó el alimento necesario para sentirse otra vez físicamente saludable (vs.5-8).
  • Luego empezó a entablar una conversación con Elías a través de la cual pudo descargar su frustración y la razón de su desánimo (vs.9,10). Lo mejor de esto, era que pudo hablar con Dios mismo. Recibió la ayuda más profesional que podría existir.
  • Dios se le presenta como el Todopoderoso (vs.11, 12). Dios hizo que Elías ya no se mirara a sí mismo y sus circunstancias sino al Señor.
  • Elías experimenta la consolación de la cercanía del Señor (vs.12, 13a).
  • Dios cambia el foco de sus pensamientos. Ahora ya no importa lo que Elías está pasando, sino que hay algo diferente en que pensar. Hay una obra que necesita toda la atención de Elías (vs.15, 16).
  • Dios le muestra a Elías que todavía es muy útil para Él: “ungirás” fue la orden que recibió respecto a varias personas (vs.15,16).
  • Le muestra también que no se encontraba solo, que habían 7 mil más que no habían doblado sus rodillas delante de Baal (v.18).
  • Y también le consigue a alguien le consigue alguien que estaría con él continuamente hasta su partida. Este sería su sucesor: Eliseo (v.19).

Entonces podemos decir que para ayudar a una persona depresiva es necesario:

  • Escuchar, o, si es uno mismo el que está en una situación así, no aislarse sino buscar un oído atento, una persona espiritual con la cual poder hablar.
  • Orar por y con esta persona. Incentivarla a que ella misma presente su situación frente al Señor, así como lo hizo Elías frente a Dios.
  • De Dios aprendemos que hay que demostrar comprensión. Estar cerca, pero sin crear dependencia.
  • Hay que animar y felicitar por todo avance o días sin depresión.
  • Hay que asegurarle que habrá una salida del túnel.
  • Y también sería muy útil la ayuda profesional, pero que sea de cristianos.

¿Qué se le puede aconsejar a una persona que se encuentra en depresión?

  • Que evite estar sola. Lo peor que pudo hacer Elías fue irse al desierto. De la depresión pasó a un intento de suicidio.
  • Muchas veces hay problemas alimenticios. Hay que fomentar una buena alimentación.
  • Que descanse bien.
  • Que llame a alguien cuando está mal.
  • Algo que ayuda mucho es que cante o escuche canciones de gratitud y alabanza. Cuanto más grande se haga Dios, más pequeñas las circunstancias. Vemos en la depresión que sufrió Saúl, que a través de las canciones y la música de David esto se cambiaba.  (1Sam.16:14-23).
  • Hay que incentivarla a que alabe y agradezca a Dios, aun cuando no lo sienta hacer (1Ts.5:18).
  • Que procure evitar pensar en lo que siente y en sus circunstancias adversas.
  • Que dirija sus pensamientos a Dios y a cosas positivas (Sl.119:25; 1P.5:7; Fil.4:4-8).
  • Que aprenda a confiar en las promesas de Dios. De los 150 Salmos hay 48 que tratan justamente esta situación: 6, 13, 18, 23, 25, 27, 31, 32, 34, 37, 38, 39, 40, 42, 43, 46, 51, 55, 57, 62, 63, 69, 71, 73, 77, 84, 86, 90, 91, 94, 95, 103, 104, 107, 110, 116, 118, 121, 123, 124, 130, 138, 139, 141, 142, 143, 146 y 147. Son salmos que podríamos aconsejar que lean en voz alta. Son oraciones de David, quien pasó muchos momentos en los que estaba muy decaído. Orarlos, leerlos como una oración.
  • Que tenga siempre presente que tiene un Dios vivo como razón de su esperanza (Sl.42:5,6).
  • Que canalice sus energías en algo que le guste y se sienta útil. Quizás, iniciar alguna actividad interesante, pero, sobre todo, también buscar ayudar a personas. Esto es muy útil. Canalizar la energía, los pensamientos, a las necesidades de otras personas. Entonces, al ver la necesidad en otros, uno se da cuenta, quizás, que la propia necesidad no es nada en comparación con lo que otros están pasando.

Entonces, Aunque alguna vez entres en depresión, ¡acuérdate de que tienes un Dios todopoderoso al cual siempre podrás acudir y el cual siempre te puede ayudar! David decía: “¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío. Dios mío, mi alma está abatida en mí; Me acordaré, por tanto, de ti…” (Sal.42:5, 6a). En el Salmo 119:25,28 encontramos uno de los remedios más eficaces contra la depresión: “Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra. Se deshace mi alma de ansiedad; Susténtame según tu palabra”. Y en Romanos 15:13 Pablo escribe: “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo”. Tenemos al Espíritu Santo, tenemos al Señor, tenemos la Palabra y tenemos hermanos en Cristo. Elías fue un hombre igual que nosotros, que inclusive entró en una profunda depresión. Pero no quedó allí, sino que con la ayuda de Dios pudo salir y seguir siendo de gran bendición. Mi oración es que esta pueda también ser tu realidad, o que, a través tuyo, sea la situación de otras personas que están pasando por esta situación. Que Dios te bendiga.

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