El proceso de espera de un hijo – Parte 2

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Continuamos hablando con la Dra. Nelly Cardona, en esta ocasión sobre el milagro de la vida. Nelly nos cuenta sobre cómo fue su embarazo después de luchar con la infertilidad por varios años. Aprendemos sobre cómo el bebé va creciendo en el vientre y cómo Dios va formando cada parte. Te invitamos a conocer más sobre este hermoso milagro y sobre el testimonio de fe de Nelly, incluso cuando las noticias fueron negativas.


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EA0967 – Entre Amigas –
El proceso de espera de un hijo – Parte 2



Entrevista a Nelly Cardona

Laura: Bienvenidas, amigas, a este programa de Entre Amigas. En el programa anterior estuvimos conversando con Nelly Cardona y hoy continuaremos en esta charla. Para aquellos que se prenden hoy al programa y no llegaron a escuchar la edición pasada, les contamos que Nelly es médica, es de Bolivia, vivió en Argentina y ahora está viviendo en Uruguay. Ella pasó por un período, junto con su esposo, de la búsqueda de un hijo, y durante unos cuantos años estuvieron en esa búsqueda, orando al Señor, haciendo tratamientos médicos y esperando, sobre todo. Pero el milagro sucedió y el Señor les ha regalado la bendición de que Nelly hoy está embarazada, ya de siete meses y medio, así que ya están en la dulce espera de conocer a su hija. Nelly nos estuvo contando acercada de esa experiencia en el programa anterior pero en esta ocasión nos va a estar contando acerca de lo que es ese milagro de la vida, el desarrollo del embarazo, y cómo se vive, cómo se ve desde la medicina el desarrollo del embrión en el vientre materno.

Nosotros, además de poder mirarlo desde el punto de vista médico, también lo vemos desde el punto de vista del Creador, de Dios, quien es el que crea, da la vida y trae esas vidas al mundo. Gracias, Nelly, por acompañarnos nuevamente.

Nelly: Gracias a vos, Laura, por permitirme estar y por darme esta oportunidad de hablar con otros hermanos en el mundo y contarles mi experiencia tanto en la búsqueda como en el milagro de la vida, el milagro que Dios nos dio con la llegada de nuestra hija. La verdad es que es una bendición muy grande. Nosotros la buscamos por muchos años y ahora gracias a Dios tenemos la bendición de tenerla y de ver cómo Dios la va haciendo, cómo va formando a ese embrión. Yo hice un tratamiento y por eso pude tener más ecografías que otras mujeres. Me hicieron una ecografía a las seis semanas en la que ya se veía un saquito gestacional con una cosita que parecía un granito de arroz que latía, y era el corazón. Yo me quedé helada, porque todavía no estaba formado el bebé, el embrión, nada. Era un puñado de células, pero ya estaba latiendo el corazón de ese bebé. Nos emocionamos muchísimo con mi esposo. Después el doctor nos hizo otra ecografía a las ocho semanas, en la que ya podíamos escuchar su corazón. Fue muy loco y es algo muy impactante, poder ver ese embrión, poder distinguir la cabecita, lo que van a ser los brazos y las piernitas. Ya tenía una forma y ya tenía un corazón que latía fuerte. Le agradecí muchísimo en ese momento al Señor porque habían pasado solo dos semanas desde la última ecografía y ya se habían formado un montón de cosas nuevas. Ni siquiera se me notaba la panza, pero ella ya estaba ahí. También pensaba en todo este tema que se ha empezado a debatir en todo el mundo, el tema del aborto, y yo pensaba que a las 8 semanas ya tiene un corazón y un cuerpito, es una vida. Entonces yo decía que es muy loco que hay tanta gente que dice que solo es un conjunto de células y que no tiene vida, pero tiene sí, tiene vida desde el principio y podemos ver cómo el Señor va haciendo esa obra y cómo el cuerpo se va acomodando, las hormonas, una misma va cambiando, todo. Por suerte yo no llegué a tener náuseas, pero tengo muchas conocidas que empiezan con los vómitos, con los mareos. Lo que sí me pasó fue que me dio mucho sueño, porque hay una hormona que es la hormona de la gonadotrofina coriónica humana, y es la hormona que tira mucho y te da mucho sueño. El cuerpo como que te está preparando para albergar a ese bebé. Y bueno, después de las ocho semanas nos hicimos una ecografía que es importantísima, se llama la trasnucal en la que le ven la nuca al bebé y a partir de eso ven si hay alguna malformación, ven el corazón, ven si están bien los bracitos, la columna, todo, y gracias al Señor estaba todo bien, estaba bien formada. Ya podías verla toda, muy completa. A partir de las 11 o 12 semanas ya el bebé está bien formado, muy chiquitito pero bien formado. Ahí medía unos centímetros nada más. Después empezó a crecer y pudimos ir viendo los cambios fisiológicos que se ven más que nada a partir del cuarto, quinto mes. El bebé va creciendo pero no lo sentís hasta más o menos la semana 20.

Hay otro estudio que se llama estructural, en el que le ven todos los órganos al bebé, se le ve el cerebro, se le ven los ojitos, las manitos, la nariz, se ve todo en detalle. Uno ve en cada ecografía cómo va creciendo y cómo el Señor se encarga de darle vida a eso y de hacer que crezca ese pedacito de células, que era como un grano de arroz, y llega a ser una personita que tiene vida, que se mueve. Es realmente un milagro. Es el milagro del Señor adentro de una. Yo a veces le hablaba a mi hija y le decía: “el Señor te está formando, y aunque yo no te vea, el Señor te ve”. Porque en el libro de Salmos dice “mi embrión vieron tus ojos”. El Señor la ve, la está formando, la está cuidando. La verdad es que el milagro de la vida es impresionante, es impresionante cómo va creciendo. Ahora ya estoy de casi 30 semanas y se mueve, patea, ella me siente a mí y yo la siento a ella. Cuando yo me río ella me empieza a patear, como que comparte mis alegrías, comparte todo. Llega el papá, escucha su voz y empieza a patear. Yo esas cosas no las podía creer antes, cuando la gente me contaba, pero es así, es muy lindo verla crecer y que el Señor haga el milagro de la vida en ella. Es el milagro de Dios, a pesar de la lucha o de lo que sea. Hay mujeres que a veces se quejan de que un bebé les vino de sorpresa, de que no lo deseaban, pero Dios sabe por qué te lo envió, Dios sabe por qué está ese bebé en tu vida. Ese bebé va a necesitar de vos y vos vas a ser de bendición para ese bebé. Dios te va a preparar, no tengas miedo. Una de las cosas a las que le podemos tener miedo, sobre todo ahora que ya estoy entrando en el último trimestre, es al parto. Todas le tienen miedo al parto y la verdad es que es importante estar preparada y orar al Señor, pedirle al Señor que en ese momento esté contigo. Yo tengo a mis padres en Bolivia y a mis suegros en Argentina, y probablemente no estén conmigo ese día, entonces hablé con el Señor y lo vi por el lado positivo, vino una voz a mi corazón con mucha paz y me dijo que Él está conmigo. Eso me trajo una paz total. Podemos estar completamente solos pero Él siempre está ahí con su paz y con su amor. Lo único que le pedí al Señor fue que esté conmigo en el momento del parto, que me de fuerzas, que me de ánimo, porque te puede fallar el ser humano, lastimosamente a veces los padres no pueden estar, pero el Señor nunca te va a fallar. El Señor siempre va a estar contigo y si vos tenés algún problema con la familia, si te quedaste embarazada sin que tus padres quisieran, si estás sola, el Señor está contigo. El Señor te va a dar las fuerzas. No pienses en abortar porque estás desesperada, yo lo sé, pero el Señor te trajo esa vida para que vos la cuides y para que seas de bendición para esa vida. Vas a ver que esa vida va a ser de bendición, no te vas a arrepentir nunca de tenerla. El Señor te va a dar esa vida para que vos la cuides siempre. Luchá a pesar de todo, porque aunque tu padre y tu madre te dejen Dios está contigo. Aunque te juzguen, Dios está contigo, Dios te va a dar las fuerzas y el ánimo. No decaigas, el Señor sabe por qué, el Señor tiene sus planes. Esa vida te va a ser de mucha bendición y vas a ver que el Señor te va a bendecir y te va a dar todo lo que necesites. Por ahí estás desesperada ahora pero el Señor va a proveer, en el momento justo en el que vos necesites, el Señor te va a proveer y va a poner a gente buena a tu lado, gente que te quiera, gente que te de la fuerza y eso es lo que también a mí me está pasando.

Yo estoy sola acá en Uruguay con mi esposo, y hablaba con Laura de que el Señor puso a la gente de la iglesia para que sean como mi familia. Aunque no tenga familia de sangre acá, Dios me puso a todos los hermanos de la iglesia como mi familia, y a veces los hermanos en Cristo son más que familia, más que la familia de sangre. El Señor siempre va a poner a gente de bendición a tu lado y vas a ser de bendición para ese bebé, para esa nueva vida que patea con fuerza y que te dice “acá estoy, quiero conocerte, quiero verte”. Eso es lo que yo le digo a Dios, que quiero conocer a mi bebé, quiero amarla y bendecirla. Como decía Laura en la entrevista anterior, nuestros hijos son como flechas, nosotros tenemos que guiarlos bajo la Palabra, bajo la bendición del Señor, y que ellos lleguen a conocer a Dios y que lo lleguen a amar, que sepan que su amigo Jesús está con ellos desde que nacen, desde antes incluso. Desde antes de que mi hija naciera ella ya estaba programada, querida, amada y deseada por Dios y por sus padres. El Señor va a dar fuerzas en ese momento del parto, Él tiene todo bajo control.

Laura: Ahora que hablabas acerca de tantos casos que se pueden dar de personas que nos están escuchando, ya sean mamás que quizás están solas, mamás muy jóvenes, o tal vez parejas que no estaban esperando tener un bebé y se encontraron en esa situación, también pueden haber personas que nos estén escuchando que hayan tenido un diagnóstico acerca de su bebé, que tiene un problema, que puede estar enfermo, que puede necesitar algún tratamiento, aun mientras está en el útero, o incluso un bebé que viene con un problema que no tiene una solución a ojos médicos. De pronto hay papás que están desesperados pensando en qué van a ser, en cómo van a enfrentarse a todo eso. Qué lindo poder tener la esperanza de que, así como Dios trajo esa vida, Él también nos va a dar fuerza para cuidarla, y el Señor va a estar ahí siempre para ayudarnos. Si esa es su voluntad, es lo mejor, si Él hace esto, es con algún motivo, con algún propósito.

Nelly: Sí, tal cual. Yo me olvidé de contar que en este proceso en el que tanto buscamos a la bebé un día me fui a hacer una ecografía normal y le vieron algo raro. La doctora se puso nerviosa y me empezó a decir que la bebé tenía algo raro y que podía tener alguna trisomía, alguna cosa que esté mal. Yo soy médica y no se lo había contado a la doctora, entonces salí muy mal del consultorio y realmente decaída con esa noticia, porque uno está esperando tener un bebé sano, que no tenga nada, que esté bien, pero cuando te dicen que hay un problema te agarra una desesperación que ni te la puedo explicar, es inexplicable porque sentís que a esa personita que está indefensa sos vos la que la tiene que cuidar, la que la tiene que ayudar, pero no lo podés hacer. La verdad es que Dios usó mucho a mi esposo en este tiempo, muchísimo. Porque yo soy bastante negativa, pero él se puso firme y me dijo: “la buscamos tanto, y si es la voluntad del Señor, si el Señor quiere darnos una nena con capacidades especiales, la vamos a amar igual”. Si era una nena especial la íbamos a querer igual a que si fuera una nena normal. La verdad es que fue una semana muy dura porque es difícil aceptarlo, uno busca que esté todo bien, que el bebé esté sano, pero después uno se da cuenta de que Dios le envía a este ser para que uno lo cuide. Y estos seres que son especiales también necesitan de papás especiales, papás fuertes, papás con mucho amor, es difícil recibir una noticia así pero el Señor te va a dar las fuerzas. Yo tengo una hermana con capacidades especiales y veo en mi papá y en mi mamá que el Señor hace la obra. Ella salió adelante a pesar de los pronósticos de los médicos, es una persona autónoma y me demuestra que Jesús está, porque cada vez que hablo con ella me dice que Jesús es su amigo, que Jesús la ama, que Jesús nos ama, y la verdad es que yo la veo como una bendición.

Así que si les toca este tema, que es muy duro, no sientan que como pareja les cayó una cosa mala, sino tómenlo como una bendición. El Señor les dio este hijo porque Él sabe que ustedes lo van a poder amar, lo van a poder cuidar, lo van a poder bendecir. Siempre tengan fe, no pierdan la fe a pesar de los pronósticos médicos. A mí me dijeron que tenía ese problema y después de orar 15 días con mi marido me fui a un médico que es uno de los mejores de Uruguay y me dijo que la bebé no tenía nada. Fue un milagro para mí. Yo hablaba con el Señor y le decía “Señor, ya pasé por cuatro años de búsqueda y ahora me pasa esto, ¿qué hago?” Agradecer, en todo momento, porque Dios sabe por qué nos manda las cosas que manda y Él siempre nos va a dar lo mejor. Esa criatura va a ser tu corona, cuando la tengas en tus brazos se te van a pasar todos los miedos, todas las incertidumbres, y vas a agradecerle al Señor por esa vida. Esa vida te va a dar muchas lecciones.

Laura: Buenísimo Nelly, muchas gracias por haber compartido durante estos dos programas tu experiencia con el Señor y con tu esposo. Te deseamos que tengas un excelente parto y ya volveremos a hablar en algún otro momento en un programa de Entre Amigas, quizás ya con tu hija nacida y hablando acerca de la crianza de los hijos, por ejemplo, por qué no.

Nelly: Eso estaría muy bueno. Vamos paso a paso, el Señor es fiel. Te agradezco por darme esta oportunidad tan grande de compartir mi testimonio con gente que por ahí no conozco. Espero poder ser de bendición para ellos, muchas gracias.

Laura: Gracias a ti, Nelly.

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