El proceso de espera de un hijo – Parte 1

Red de Intercesores – Parte 2
6 agosto, 2020
El proceso de espera de un hijo – Parte 2
6 agosto, 2020
Red de Intercesores – Parte 2
6 agosto, 2020
El proceso de espera de un hijo – Parte 2
6 agosto, 2020

Nelly Cardona nos cuenta su testimonio de espera para tener a su hijita. Nos cuenta sobre lo doloroso que puede llegar a ser este tiempo, pero que también es un tiempo en el que Dios forma nuestro carácter y fortalece nuestra fe. Te invitamos a conocer su historia, los tratamientos por los que pasó juntamente con su esposo y cómo están hoy en día. También nos da consejos para aquellos que conocemos a alguien que se encuentra en esta situación, ¡no te los pierdas!


DESCARGARLO AQUI:
EA0966 – Entre Amigas –
El proceso de espera de un hijo – Parte 1



Entrevista a Nelly Cardona

Laura: Bienvenidas queridas amigas, hoy en Entre Amigas contamos con la presencia de Nelly Cardona, una hermana y amiga que nos está acompañando para conversar un poco acerca de un tema que seguro que a muchas mujeres y amigas que nos están escuchando les puede tocar de cerca, ya sea por un caso personal o por un familiar cercano que está pasando por una situación de estas características. Nelly es cristiana, es médica, ella viene de Bolivia, vivió en Argentina donde se casó con su esposo Leonardo y ahora está viviendo acá en Uruguay, por eso la tenemos con nosotros en Entre Amigas, pero ya nos va a contar un poco más sobre ella. Te damos la bienvenida, Nelly, muchas gracias por tu presencia y por conversar con nosotros.

Nelly: Gracias Laura. La verdad es que me siento muy bendecida y estoy muy agradecida al Señor por estar acá contigo y compartir mi experiencia de toda esta búsqueda que Dios puso en nuestros corazones juntamente con Leonardo, mi esposo. Quiero contarles de la bendición de tener la búsqueda de un bebé, que a veces uno espera que venga rápido pero el Señor tiene sus tiempos, uno no se da cuenta pero cuando empieza a tardar la venida de ese bebé empieza a tener mucha ansiedad, mucha frustración, pero el Señor va tratando con cada uno, con su carácter, con la forma de ser y con la paciencia. Nosotros venimos buscando a nuestra bebé hace cuatro años más o menos, y en este tiempo el Señor fue tratando con nuestro carácter, especialmente con la paciencia, con la ansiedad, tanto mías como de mi esposo. Es muy importante que la pareja esté unida en este tiempo y nosotros vimos que gracias a la presencia de Dios en nuestras vidas fue que pudimos encontrar el camino, que fue largo y con muchas pruebas. Pero la gloria es de Dios y sabemos que Él nos dio la victoria. Ahora estoy embarazada de una nena y quería compartirles esa experiencia a las madres que están pasando por lo que estamos pasando nosotros, por esa espera que se dilata. Uno le pregunta al Señor por qué está pasando y a veces no encontramos una respuesta, solo escuchamos un silencio como le pasó a Elías. Después te das cuenta de que el Señor tiene todos los planes hechos y que todo es perfecto bajo la bendición y la voluntad del Señor. Que no se haga la voluntad de uno sino la voluntad de Dios. Así que quería compartirle eso a las mujeres que estén buscando tener un bebé, tener ese fruto que uno realmente desea con todo el corazón, que sigan adelante, que no bajen los brazos porque Dios va a hacer su voluntad, y su voluntad es perfecta y agradable.

A veces uno empieza a perder la fe pero Dios, en medio de todas estas pruebas, va poniendo gente en tu camino que es de mucha bendición. Él te da la fuerza para seguir adelante a pesar de todo. Como hablaba con Laura fuera de micrófonos, nosotros tuvimos una larga búsqueda y en medio de esta búsqueda encontramos gente que fue de mucha bendición. También del otro lado, hablar con hermanas o mujeres a las que les puede estar pasando que no estaban buscando al bebé y les llegó de golpe, o la primera vez que lo buscaron ya quedaron embarazadas, lo tuvieron muy fácil. Pero es una bendición, porque yo veía a mis amigas que quedaban embarazadas y decía “qué bendición que Dios les haya dado tan rápido el deseo de su corazón y que no pasen por lo que estoy pasando”. Porque fue una lucha muy fuerte. Pero al mismo tiempo eso fortaleció tanto mi matrimonio como mi fe en el Señor. Terminé teniendo mucha más fe, mucha más esperanza, y cuando supuestamente todo parecía apuntar a que no iba a quedar embarazada, cuando ya me había rendido, cuando ya le había entregado al Señor el sueño, me había despojado de todo, de toda ansiedad, de sentirme sola en este camino, porque a veces los demás no lo entienden, el Señor obró. Obró justo cuando yo entregué todo, cuando juntamente con mi esposo entregamos al Señor todo este sueño. Él respondió y la verdad que respondió a su tiempo. Después entendí que Él tiene los tiempos. Nosotros estábamos antes en Argentina y Él sabía que nos íbamos a mudar a Uruguay y que hubiera sido muy complejo tener a un bebé en medio de la mudanza. Cuando me enteré de que nos mudábamos a Uruguay le agradecí al Señor por no tener al bebé todavía. Después de que llegamos a Uruguay el Señor obró y la verdad es que nos cambió la vida. Ahora estoy de siete meses y medio, 29 semanas más o menos, y tengo la felicidad de tener a este milagro acá con nosotros. Es un milagro que Dios hizo en nuestras vidas, el sanar nuestros corazones también. Llegó un momento en el que le agradecimos por no tener un hijo o una hija, porque si era su voluntad que no pudiéramos tenerlo se lo íbamos a agradecer, en las buenas y en las malas, porque Él es soberano, Él es el Dios Supremo, Él tiene su voluntad y Él sabe el futuro. Por eso a lo último yo comprendí que Él tiene su plan, que si era su voluntad Él nos iba a dar este regalo y que si no, también nos iba a bendecir de otra manera y nosotros íbamos a ser de bendición para los demás.

Laura: Nelly, contanos un poco acerca de cómo fue el proceso. Porque es muy posible que haya del otro lado de la audiencia mujeres que están recién casadas y cuando uno recién se casa y lleva un tiempito, uno está con esa esperanza y con esa ilusión de que algún día van a ser una familia y que van a tener 2, 3, 4, 5 hijos. Contanos un poco sobre cómo viviste ese momento en el que se enteraron de que esa ilusión de ser papás y de ser una familia estaba en duda, ese momento en el que les dijeron que había un problema, un obstáculo que tal vez impediría que pudieran llegar a ser papás y que de pronto requeriría de un tratamiento médico, de una pequeña ayuda, o que era un obstáculo que no podía ser superado. ¿Cómo vivieron ese momento dentro del matrimonio, cuando se enteraron de que en definitiva había un obstáculo para poder ser papás y que iban a tener que entrar a transitar ese camino de la búsqueda, de la incertidumbre, del no saber ni cuándo, ni cómo, ni si iba a llegar a ser posible?

Nelly: Sí, fue muy duro porque yo soy médica, como tú dijiste, y empecé a buscar a mi bebé en una edad más o menos madura. Todos los médicos me decían que tenía que esperar un año. Los ginecólogos suelen decir que tenés que empezar a buscar a tu bebé durante un año sin hacerte estudios ni nada. Yo a los seis meses ya sospechaba algo, porque al primer mes ya estábamos con una ilusión impresionante y no pasó nada. Al segundo mes pasó igual, al tercero ya te agarra como una ansiedad. Así que fui, consulté, y me dijeron que seis meses era muy poco tiempo, que hay gente que se embaraza a los ocho o nueve meses y que tenía que esperar un año para recién hacerme algún estudio, tanto yo como mi marido. Después del año empecé a ver a otra especialista que me hizo todos los análisis y todo dio bien. De casualidad mi esposo se hizo algunos estudios y resultó que había un problema en la morfología de los espermatozoides. Él tenía todo bien, la cantidad, la motilidad, todo, pero lo que se llama el índice de Kruger, que es la morfología de los espermatozoides, estaba bajita, y eso era lo que evitaba que entraran al óvulo. Por eso le dieron medicación. Pero costó mucho que él aceptara ir al médico, costó mucho que él aceptara hacerse el estudio, porque a los hombres les cuesta mucho aceptarlo. Aun así lo tomó muy bien, oramos el día en el que nos enteramos de ese diagnóstico, y le pedimos al Señor juntos que todo saliera bien. Mi esposo tomó la medicación que le dieron durante seis meses más y en medio de eso nos agarró la mudanza a Uruguay. Así que vimos que era del Señor, porque no podríamos haber tenido un hijo en medio de todo eso. En este tiempo se fortaleció mucho la pareja porque él se echaba la culpa pero yo no creía que fuera así, y sé que si me hubiera pasado a mí, si yo hubiera tenido algún problema, él me hubiera apoyado. Por eso lo apoyé en todo sentido y después de seis meses de tomar la medicación mejoró ese índice. El doctor le dijo que ya estaba bien, que era muy leve lo que tenía y que nosotros dos teníamos todo bien, que probablemente podíamos tener un bebé, pero que iba a ser más difícil, que por ahí en lugar de tardar uno o dos meses en quedar embarazados íbamos a tardar uno o dos años en tener al bebé. El doctor nos recomendó, por la edad que teníamos, que no esperemos más.

En Uruguay no conocía a nadie, por eso tenía miedo de que no salieran bien las cosas. Pero orando y poniéndonos de acuerdo, mi esposo se puso firme y me dijo: vamos a un médico en Uruguay. Así que me puse a buscar, encontré a una médica ginecóloga que me recomendó un doctor, y la verdad es que fue una bendición. Todo el tiempo nos trataron tan bien que yo veía claramente la mano del Señor. En el consultorio la secretaria nos abrazó, el doctor era súper cálido y honesto, nos dijo todas las probabilidades que teníamos, que eran un 20%, entonces tampoco nos daba una falsa esperanza. Al final el Señor respondió las oraciones y mi esposo estuvo a mi lado, lo que yo creo que también jugó mucho a favor, que Leo estuviera acá conmigo, que fuera a todas las ecografías, que me viera en el proceso de pincharme, que viera como me iba cambiando el cuerpo, y bueno, el resultado dio positivo. Yo no lo podía creer y él tampoco, porque ya veníamos de dos negativos y el doctor nos había dicho que solo había un 20% de probabilidad, o sea, el 80% era el negativo. Pero bueno, cuando tiene que ser el Señor va en contra de la ciencia misma. Después de que dio positivo empezamos a hacer todos los estudios, las ecografías, y en cada ecografía el Señor nos iba mostrando a la bebé que iba creciendo. La verdad es que fue una bendición. Después de tanta lucha se dio la victoria, gracias a Dios.

Laura: Y ahora estamos viendo ese milagro en una pancita hermosa y bien redondita. Nelly, como para ir redondeando un poco, ¿qué podemos decirles a las personas que están alrededor de alguien que está pasando por ese proceso de buscar a un hijo o de la infertilidad, de los tratamientos médicos, de la desesperanza? ¿Qué podemos decirles a quienes están alrededor, hermanos en la iglesia, familiares, mamás, papás, hermanos, amigos, que saben que ese matrimonio está pasando por ese proceso? ¿Cómo se puede ayudar, cómo se puede ser parte, cómo se puede alentar, cómo podemos colaborar los que estamos alrededor?

Nelly: Es una muy buena pregunta. La verdad es que es muy duro, porque el estar del otro lado, estar buscando un bebé y no tenerlo, y que venga todo el mundo a preguntar “¿Y para cuándo el bebé?” es difícil. Siempre está esa pregunta y uno a veces está muy sensible y trata de que los demás no se den cuenta de que está en esa búsqueda. Yo trataba de que no me llegue, pero llegó un momento en el que sí, me afectaba mucho. Lo que recomendaría es escuchar, escuchar al otro, y si el otro se abre, orar, hablar con esa persona, escucharla, y no juzgarla. También había mucha gente que pensaba que nosotros éramos egoístas y que no queríamos tener a la bebé porque somos profesionales y estábamos metidos cada uno en la nuestra. Realmente el dolor era inmenso y lo teníamos oculto nosotros dos, hasta de nuestra familia. Porque había comentarios muy dolorosos, por ejemplo mi padre una vez me dijo “ustedes son una tortuga”, o cosas así, y realmente era muy frustrante porque había comentarios también de gente que ni había buscado tener un bebé y lo había tenido, y decían cosas como “lastimosamente soy muy fértil”, y yo casi me muero porque estaba hace dos años tratando de tener un bebé, así que le dije a esa persona: “¿no te das cuenta de que tenés una bendición? ¿Que Dios te mandó un bebé y no tuviste que hacer nada, no tuviste que andar buscando, no tuviste que estar haciendo tratamientos, nada? Tenés que agradecer”. No todo el mundo sabía que estábamos buscando, pero hay que ser cuidadosos en eso, en tratar de no hacer comentarios dañinos, y como decía Laura, orar. Orar en silencio con la persona, por la pareja, estar con la persona y escucharla. Orar para que Dios le de la sabiduría para todo, para poder tomar la decisión correcta.

Laura: Y finalmente la gran conclusión es que la vida es un milagro, ¿no?

Nelly: Sí, totalmente.

Laura: Es algo que definitivamente sucede, es el Señor el que siempre tiene la última palabra y el que hace ese milagro. Esa es la esperanza de las personas que nos escuchan y que están en ese proceso, que están buscando un hijo. El milagro de la vida siempre termina siendo algo que viene del Señor.

Nelly: El Señor lo hace, a pesar de que la ciencia te diga que no, el Señor te va a mandar ese milagro, si tenés fe. En un momento yo le dije al Señor: “yo no tengo fe, Dios”. Pero me vino a la mente que sí tenía fe, aunque sea como un grano de mostaza, que es como una punta de un alfiler. Esa poquita fe que tenés es suficiente para hacer el milagro, a pesar de que la ciencia te diga que no. El Señor es el que abre el paso a la vida, el que da el aliento de vida, el embrión lo va formando Él y Él va haciendo el milagro. Así que mucha fe, mucha fuerza, levanten los brazos, no tiren la toalla. Tengan fe en Cristo porque él es el dador de la vida.

Laura: Muchísimas gracias, Nelly, por habernos acompañado en este programa de Entre Amigas. Nos vamos a volver a encontrar en un próximo programa hablando del post, porque hablamos del pre, pero vamos a estar hablando un poco de lo que es el embarazo y de cómo se viven estos tiempos tan lindos cuando ya está el bebé ahí. ¡Hasta el próximo programa!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Elija su moneda
UYU Peso uruguayo