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Continuamos hablando con Sandra Mora, maestra y pastora, acerca de cómo instruir a nuestros hijos en la Palabra de Dios. Hoy recibimos consejos importantísimos acerca de cómo evitar la rebeldía en nuestros hijos, cambios que debemos tener en nuestras actitudes, la importancia de tener una relación genuina con Dios, y muchísimo más. Te invitamos a aprender más sobre este tema tan importante.


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EA761 – Entre Amigas –
Dirigiendo a nuestros hijos – Parte 2



Entrevista a Sandra Mora

Victoria: Estamos en Entre Amigas, en el momento de la entrevista, y nos está visitando Sandra Mora, que es maestra y que junto a su esposo Esteban está pastoreando la iglesia Pan de Vida. También es profesora de seminario y mamá. Sandra nos estaba compartiendo algunos consejos para poder enseñar la Palabra de Dios a los más chicos de la casa, a los hijos. Gracias, Sandra, por estar nuevamente con nosotras.

Sandra: Buenos días, gracias.

Victoria: Nos habíamos quedado en qué es lo que pasa cuando la situación no es la más favorable, cuando en la casa hay un camino tomado, y es muy difícil comenzar a aplicar la palabra de Dios allí. Pero hay esperanza todavía, ¿no?

Sandra: Claro que sí. Podemos pedir ayuda, siempre hay gente que va a estar dispuesta a ayudarnos. Si nos estamos congregando en algún lugar, va a haber alguien, pueden ser los pastores, o puede ser alguna amiga que conozca la Palabra. Pidamos la ayuda que necesitamos para poder cambiar la situación. Porque primero hay que querer hacerlo, y después hay que buscar la ayuda correcta, la ayuda que nos va a cambiar la dirección en la que estábamos yendo. Justamente para eso, tenemos que ser humildes y entender que a veces en nuestro hogar mezclamos nuestras tradiciones, nuestros pensamientos, y lo queremos entreverar con la Palabra. Eso confunde también, que hay un conocimiento de la Biblia, pero no es tan correcto. Cuando vamos a enseñar, cuando vamos a corregir, aplicamos lo que hicieron nuestros padres, que quizás se equivocaron, y hacemos lo que ellos dijeron y no lo que dice la Biblia. Eso confunde a nuestros hijos también. Porque si ellos de nuestra parte ven violencia, ven algo que está mal, y de repente les decimos lo que la Biblia dice, esa dualidad confunde. El problema que hubo fue esa dualidad, que entreveramos. Otras veces se quieren aplicar principios bíblicos de una manera muy religiosa, y no se es espiritual, no hay una vida de relación con Dios. Eso los niños lo perciben, entonces por más que los hagamos leer o memorizar, si de pronto les gritamos o les decimos otras cosas que no concuerdan con lo que dice la Biblia, eso puede ocasionar confusión, y se generan niños incluso más rebeldes.

Victoria: Y puede hasta generar rechazo, en lugar de acercarlos a la Palabra de Dios, los termina alejando.

Sandra: Sí, a veces dicen que Dios es malo porque sus padres los tratan mal, y empiezan a ver mal a todo lo que es de Dios. Por eso la responsabilidad radica en nuestro ejemplo. Para instruir, para enseñar, para direccionar, para formar nuevas generaciones para Dios, tenemos que aplicar la Palabra nosotros primero. Quizás no sepamos mucho, no seamos grandes teólogos, perlo lo que sabemos lo tenemos que aplicar cada día en nuestra vida, para que nuestros hijos puedan verlo. No quiere decir que no haya problemas, no quiere decir que no haya momentos tensos, pero siempre hay lugar para el perdón, para decir que me equivoqué, que estuve mal, que yo no quiero que sufran, ser genuinos, y ser sensibles también. Entonces, esa palabra va a llegar a ellos. Así que no se preocupen esas mujeres que tienen que criar solas a sus hijos, que piensan que no pueden, que no saben, que no tuvieron el estudio suficiente, pero si tienen una relación con Dios, si quieren cambiar y si aman a sus hijos, van a poder instruirles, van a poder guiarlos, y van a poder enseñarles. Empezando por lo pequeño y simple, sin complicar las cosas.

Victoria: Tal vez hay alguna amiga que nos esté escuchando y diga: Bueno, yo nunca tuve un acercamiento a la Biblia porque no la entiendo, pero estamos hablando de que la Biblia muchas veces tiene respuestas y dirección para las cosas que nos pasan todos los días. ¿Qué les podemos decir? ¿Cómo puede empezar a acercarse esa mamá a la Biblia?

Sandra: Hay varias traducciones de la Biblia, algunas mas simples. Dios Habla Hoy, por ejemplo, es una versión de la Biblia que se puede leer de una manera más simple, que se puede leer con un lenguaje actual. También puede empezar leyendo los Salmos, o los evangelios, por ejemplo, el evangelio de Marcos. Alguien que no sabe mucho de la Palabra puede acercarse y ver cómo Jesús hacía las cosas, acercarse a su persona, y de a poco tratar de buscarle en oración. Primero es eso, porque después Dios va añadiendo otras cosas. El acercarse a Dios de una manera sencilla, con una oración, oración es simplemente hablar con Dios, así como hablo con un amigo, pedirle que me ayude, que me enseñe. Quizás al principio no entiendas mucho, pero creo que los evangelios se pueden leer fácilmente, y hablan de Jesús, que es la persona que nos ayuda a cambiar y a encaminar nuestra vida.

Victoria: Hace unos momentos hablábamos del tema de la disciplina, que muchas veces hace mucha falta en los hogares, y por falta de tiempo de los padres, compensan permitiéndole a sus hijos hacer lo que quieran.

Sandra: Claro, estamos en un tiempo de la crisis de la autoridad, donde el respeto por la persona que te está enseñando en tu casa o en la escuela, se está perdiendo. Ya no hay disciplina, ya por el “respeto” a los niños, que a veces se lo lleva a un extremo, no se los guía, no se les enseña, no se les disciplina y se les da demasiado. El tema es que ellos después se forman rebeldes. A veces decimos que lo que no tuvimos, queremos que ellos lo tengan, pero no es tan así. Ellos tienen que aprender que todas las cosas llevan un esfuerzo, que todo cuesta y que no todo es tan simple. Uno va a un supermercado, va a un comercio, y ve a los niños haciendo berrinches, desde chiquitos, gritando porque quieren algo, y los padres van y se lo dan. Esto no coincide con lo que dice la Palabra del Señor acerca de la enseñanza, del respeto, de orar, hasta aún el tema de la comida. La forma en la que los niños se nutren, con comida chatarra, compran cosas que no tienen que comprar. Son invadidos por la tecnología, por el celular, la computadora, la televisión, entonces se van formando niños con carencia de valores, con falta de disciplina, y nosotros en ese mundo tan complicado, tenemos que marcar la diferencia. Y marcamos la diferencia en nuestro hogar. Debemos quitar de nuestra vida esos malos hábitos de suplir con cosas el tiempo que no tenemos con ellos.

Victoria: Y dedicar tiempo también para pensar y para planificar cómo se pueden organizar todas esas cosas. Hablabas de el internet, hablabas de la televisión, son cosas que, con determinado cuidado, pueden incluso enseñarnos cosas, pero también pueden ser muy destructivas para la mente de los niños.

Sandra: Claro. Todas esas cosas hay que usarlas con un límite. Tiene que haber horarios, horarios para dormir, para comer, no tiene que ser un cuartel, pero si tiene que haber momentos para conversar en familia, que eso se va perdiendo con el celular, incluso en la mesa. A veces ya ni hay oraciones cuando se habla, solo palabras sueltas o gestos, y la comunicación se va perdiendo. Y es en la comunicación en la que uno puede instruir y compartir con los hijos.

Victoria: También advertir si hay algún problema, si hay alguna situación de la que tal vez no nos enteramos porque estamos desconectados.

Sandra: Exactamente. Es importante saber con quiénes están nuestros hijos, qué les pasa a nuestros hijos. Comenzábamos hablando sobre las adicciones. Cuando observamos a los jóvenes que están metidos en adicciones, podemos ver ya, aún desde la niñez o en la escuela, que comienzan a drogarse, y los padres no se dan cuenta. Ya vienen con el efecto de la droga, pero el padre o la madre están tan cansados, que le dan su comida, lo que necesita y no le prestan atención. Estuvieron todo el día en la casa de la amiga, del amigo, y no saben quién es la madre, dónde está la casa, qué hacen, si ven pornografía en la computadora, porque a donde sea que vayan, van a ver cosas que no son agradables, van a recibir información que no es la mejor, entonces nosotros tenemos que darle la mejor información respecto a su sexualidad, respecto a quiénes son para el Señor, y eso necesita tiempo y comunicación en la casa.

Victoria: Las explicaciones. Vos hablabas de la edad entre los 3 y los 5 años. A esa edad, la pregunta del “¿por qué?” está presente todo el tiempo. Porque hay cosas que se necesitan entender, y qué bueno que es involucrar la Palabra de Dios en todas esas preguntas y respuestas.

¿Cómo les podemos explicar a nuestros hijos la importancia de ir a la Iglesia, y la diferencia en contraposición con todas las otras actividades que tienen, como ir a la escuela, o ir al club? No es simplemente una actividad más.

Sandra: Claro. Eso de que no es una actividad más da a entender de que no es algo cotidiano, algo natural. Tendría que ser una actividad más, en el sentido de que tiene que ser natural para el niño ir a la casa de Dios. Van a cantarle al Dios que ellos aman, van a adorar, no debe ser una cosa religiosa, sino que debe ser algo que quieran hacer, que ahí sea donde conozcan a sus primeros amigos, donde hagan sus primeras travesuras, donde saben que tienen que comportarse, como en cualquier otro lugar, porque es parte de los valores que se les enseña.

En la casa de Dios se les enseña, ellos tienen la oportunidad de crecer como personas, de comunicarse con otros, de cantar, de vencer los temores, los niños en la casa de Dios aprenden a danzar, aprenden instrumentos de música, aprenden muchas cosas. Que ellos vean que ir a la casa de Dios, ir a la iglesia, es parte de su vida y es algo que los hace felices, que hace felices a sus padres, y que lo disfrutan.

Es bueno crear espacios para los niños, no que todo sea un gran pelotero, pero que tengan su tiempo para cantar, para jugar, y todas esas cosas que son lindas. Es importante que ellos sepan que la casa de Dios es un lugar natural, a donde pueden ir, no solamente el domingo, sino cualquier día de la semana, a aprender la Biblia, y a aprender otras cosas. Hay muchas que pueden hacer. Y nosotros podemos aplicar distintas cosas, como por ejemplo la tecnología, para enseñarles las verdades bíblicas de una manera diferente, más dinámica, que ellos puedan saber sobre todos los temas. Y que en la Iglesia se hablen todos los temas. No solo las historias bíblicas en sí, sino que asocien esa historia con algo más que les está pasando y con las situaciones que están a su alrededor. Hay muchas cosas que ellos viven diariamente, como por ejemplo el bullying. Estaría bueno que esas cosas no estén separadas de lo que aprenden en la casa de Dios. No es que la Palabra no tenga que ver, sino que el que la enseñe tiene que ayudarlos a aplicar la Palabra. De repente se habla de la historia de David, y queda ahí, y el niño no lo puede aplicar a los problemas y situaciones que tiene en su vida. No hacer algo tan rígido, no darles una enseñanza formal sin darles lo que ellos necesitan de la palabra.

Victoria: Muy bien. Muchas gracias, Sandra por compartir este tiempo con nosotros, y nos vamos con ese mensaje: no algo rígido, sino involucrar la Palabra de Dios en nuestras vidas para poder enseñársela a los niños.

Sandra: Bueno, gracias por la invitación.

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