Derecho y Educación Sexual – Parte 2

Continuamos hablando con Grisel Pereyra, Doctora en Derecho y Ciencias Sociales. En este programa Grisel nos da herramientas legales para defender los valores cristianos en contraposición a los que se imponen hoy en día. Nos informa acerca de los tratados internacionales que defienden el derecho de los padres de educar a sus hijos de acuerdo con sus valores y creencias, y nos habla acerca del derecho a la objeción de conciencia. Te invitamos a conocer más de este tema tan actual.

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EA0865 – Entre Amigas –
Derecho y Educación Sexual – Parte 2

Entrevista a Grisel Pereyra

Victoria: Queridas amigas, es un gusto estar con ustedes nuevamente. Hoy continuamos conversando con la Doctora Grisel Pereyra, les recordamos que ella es Doctora en Derecho y Ciencias Sociales egresada de la Universidad de la República, posee un diplomado de Estudios Legales Internacionales y tiene un curso de postgrado en Derecho y Religión en la Universidad de Montevideo. Grisel nos ha estado explicando muchas cosas en el programa anterior. Grisel, te agradecemos por este tiempo. Quisiera que nos nombraras cuáles son aquellos pactos a los cuales la mayoría de los países están adheridos que tengan que ver con este tema de la educación sexual o de la educación en general, en vistas de los derechos de los padres.

Grisel: Cómo no. Una vez más, estoy encantada de poder estar y compartir con todas las amigas. Qué bueno este medio para poder, desde aquí, llegar a tantos países. Realmente es una bendición poder conectarnos y comunicarnos de esta manera. Sobre lo que tú me preguntabas, existen determinados tratados internacionales sobre los cuales hablábamos en el programa pasado. Son tratados que fueron aprobados por prácticamente todos los países de América Latina y también por otros países en diferentes latitudes. Podemos nombrar, por ejemplo, un tratado que tiene que ver con todo lo que es la parte de relación entre padres e hijos, que es la Convención sobre los Derechos del Niño. Esta Convención expresa todo lo que tiene que ver con los derechos, como dice el nombre, del niño, pero a su vez expresa el derecho que los padres tienen a la educación de sus hijos. En ese caso, por ejemplo, es importante decir que este tratado internacional dice que los estados se comprometen a asegurarle al niño la protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus padres, tutores u otras personas responsables de él ante la ley. Además dice que los estados tendrán que respetar el derecho del niño a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, y que los estados respetarán los derechos y deberes de los padres de guiar al niño en el ejercicio de su derecho, conforme a la evolución de sus facultades. O sea, de lo que realmente los padres entiendan que está conforme a las facultades del niño.

Victoria: También respetando los tiempos del niño y no adoctrinando.

Grisel: Exacto, no adoctrinando desde la temprana edad, como se está haciendo con esta ideología de género. Pero también es importante mencionar que esta propia convención, este propio tratado internacional dice algo más que es muy interesante: Que la libertad de manifestar la propia religión o las propias creencias, estará sujeta únicamente a las limitaciones prescriptas por la ley que sean necesarias para proteger la seguridad, el orden, la moral o salud pública, o los derechos y libertades de los demás. Esta ley está diciendo que los padres tienen la libertad de manifestar su propia religión, su propia creencia, y que no está limitado por nada salvo por alguna ley que viole el derecho de los demás. Pero cuando estamos hablando de que los padres están educando a sus hijos en sus valores, en sus creencias, en su religión, no están violando el derecho de ninguna otra persona, y por lo tanto están haciendo uso del derecho que le otorga esta ley. También, esta misma Convención de los Derechos del niño dice en el Artículo 21 que los estados que reconocen o permitan el sistema de adopción cuidarán de que el interés superior del niño sea la consideración primordial. Esto es muy importante, porque se tiene en cuenta en todos los países el interés superior del niño, es decir, qué es lo mejor para el niño, para no lesionar o no vulnerar su derecho.

Victoria: Muchas veces se busca, en pro de la tolerancia, el no ofender o el incluir a determinado sector de personas, cuando de lo que estamos hablando es que en la educación lo que prima, o lo que debe primar, es el bienestar del niño.

Grisel: Exactamente. Eso es lo que ha de tenerse en cuenta. Y eso lo indica la ley, así que es clarísimo.

El otro tratado internacional, que es el conocido Pacto de San José de Costa Rica, precisamente porque se aprobó en Costa Rica, pero que ha sido ratificado por otros países. Este pacto dice algo clarísimo. El Artículo 12, que habla de la libertad de conciencia y de religión, dice que los padres o tutores tienen derecho a que sus hijos o pupilos reciban la educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones. Es muy claro en el Artículo 12 de este tratado que se le está dando ese derecho a los padres. Apropósito, quiero hacer rápidamente una distinción que sirve para todos los países en todas las latitudes, y es el concepto de la diferencia entre enseñar y educar. Porque el concepto enseñar significa transmisión de conocimiento, significa impartir conocimiento, impartir información o una práctica de habilidades técnicas. Cuando hablamos de enseñar nos referimos a impartir conocimientos de historia, de geografía, de informática, etcétera. Eso es lo que corresponde a los estados, eso es lo que el estado debe hacer en cualquier país democrático. Otro concepto es educar. Educar significa dirigir, encaminar, formar la personalidad del ser humano. En otras palabras, educar es transmitir valores, es transmitir principios, porque se está formando a esa persona. Ese concepto de educar es lo que en todos estos países corresponde a los padres. Son los padres los que tienen derecho a educar en este sentido. Dentro de la educación, que es muy amplia, también entra el tema de la educación sexual.

Victoria: Así que hacemos esta división entre lo que es educar y enseñar, que son conceptos que van bastante de la mano, pero en realidad son conceptos distintos. En el ámbito de la enseñanza, quizás tenemos a varios docentes que nos están escuchando y quisiera aprovechar para que rápidamente nos hablaras de uno de tus trabajos, que es la objeción de conciencia en el ámbito educativo. ¿Qué es lo que pasa cuando lo que tengo que enseñar va completamente en contra de lo que yo pienso, creo, o de cómo estoy viviendo mi vida?

Grisel: Eso es tanto para los docentes que están escuchando como para los propios padres, porque este derecho, como tú mencionas, que es el de objeción de conciencia, es un derecho que es precisamente internacional. Existe en muchas de las constituciones en el mundo. La objeción de conciencia es la posibilidad que tenemos como ciudadanos, como docentes, como padres, de no cumplir con una ley, un mandato, un decreto o una norma que es impuesta por el estado, cuando esa norma atenta o viola nuestras creencias, nuestra religión, nuestros valores o nuestros principios. Así que no aplica solamente cuando se viola la religión o la creencia, ya sea cristiana o de otras religiones, sino que también cuando viola nuestros valores. Hay personas que sin ser creyentes, igualmente tienen valores o principios. Cuando hay una norma en sentido genérico que emana de un estado, de un gobierno o de un sistema legal, cualquiera que sea, que lesione las creencias, principios, valores de una persona, esa persona tiene derecho a no cumplirla. Obviamente tiene que fundamentar por qué no la cumple, basado en qué decide no hacerlo. Si es un cristiano podrá decir, basado en la Palabra de Dios, que esto atenta contra sus principios. Por ejemplo, en el caso de la enseñanza de la educación sexual, tanto los padres como los docentes que no están de acuerdo con que se le enseñe a un niño que aunque nazca hombre o mujer puede elegir su sexualidad, mientras que nosotros sabemos que la Palabra de Dios dice que Dios creó al hombre y a la mujer, pueden decir que eso está atentando contra nuestros principios. Además sabemos que la Palabra de Dios habla de la familia, y cuando habla de la familia nos habla de la familia modelo. Cuando el Señor habla de que el hombre dejará a su familia, se unirá a su mujer y serán una sola carne, está hablando de un hombre y una mujer. Todos estos son fundamentos para que los padres o docentes que están frente a esta imposición de la enseñanza de la educación sexual puedan decir que esto atenta contra sus valores, contra sus principios y contra la Palabra de Dios.

Victoria: Grisel, me gustaría que nos contaras un poco acerca de tu experiencia y de qué es lo que te ha sostenido y te ha mantenido firme en todos estos años de trabajo, de intentar informar a las personas. Muchos de los conceptos o los valores que estás defendiendo van en contra de la corriente de lo que el mundo piensa que es su avance. ¿Qué es lo que te mantiene en pie? ¿Qué es lo que te hace seguir? Contanos un poco acerca de los distintos logros o satisfacciones que has tenido en el correr del tiempo.

Grisel: Realmente tengo una convicción absoluta de que lo que estoy haciendo desde mi lugar modesto, todo lo que estoy compartiendo, los talleres y las charlas, lo estoy haciendo porque tengo la seguridad total de parte de Dios. Desde que acepté a Jesús como mi Señor y salvador y que entendí que la Biblia es la Palabra de Dios, que es un manual de instrucciones para mi vida, estoy tratando que todo lo que ella dice se cumpla en mi vida personal. Por supuesto que todos cometemos errores y tenemos nuestros momentos de debilidad, pero siempre tengo la seguridad de que Dios está en el camino, que va delante y que lo que estoy haciendo viene de parte de Él. Estoy convencida que el poder compartir, poder llevar este camino, es el plan de Dios para mi vida. Y realmente he tenido muchas satisfacciones, como tú decías, porque a lo largo de tantos años de hacer lo mismo, tanto aquí en mi país como en otros países, mucha gente ha reconocido y me ha dicho que lo que aprendió le sirvió y le ha ayudado a lograr determinadas cosas. Realmente eso me llena de alegría. Doy gracias a Dios, primeramente, porque eso fue el objetivo por el cual estuve y estoy trabajando. También en el área sobre la cual estamos hablando de la educación sexual, yo redacté una carta para que los padres presenten ante las autoridades de la enseñanza pública. Así que los animo a todos los que escuchan a que continúen adelante y que luchen por obtener el resultado que buscamos. Porque yo redacté esta carta donde hablé de todos estos fundamentos legales y de lo que significa verdaderamente la laicidad, y ha sido exitoso. Muchos padres me dijeron que han presentado la carta en la escuela, en la UTU o donde sea, y que han logrado un resultado favorable. Fundamentando en la ley, les han permitido que el niño o la niña no entre a la clase o que esté eximido de lo que se les está enseñando en la clase sobre la ideología de género. Esa es una satisfacción muy grande.

Es más, ahora me acuerdo de algo que pasó el sábado pasado: yo estaba dando una charla de este tema en Ciudad del Plata, que es acá en el departamento de San José, en Uruguay, y tuvo una resonancia más allá de fronteras. Un papá vino y me dijo: “Sabe que yo, como estaba enterado de que había redactado esta carta, la solicité”. Era un argentino que vivía en Buenos Aires, y a su hijo de tres años ya se le estaba impartiendo la ideología de género. Entonces dio el testimonio delante de todos los que estaban allí de que con esa carta había ido a hablar con la maestra, y que ella le había dicho que era una ley así que lo tenían que enseñar. Pero él dijo que se paraba en esas leyes y citó el Pacto de San José de Costa Rica y la Convención de Derechos del Niño, y luego de hablar con la directora y examinar y leer toda la carta, hicieron un acta, el padre la firmó y el niño no tuvo que escuchar lo que estaban enseñando. Así que fue una experiencia satisfactoria porque trascendió más allá de nuestra frontera.

Victoria: Y también es satisfactorio porque estamos hablando de ayudar a pequeñas vidas que van a ser el futuro. Grisel, nuevamente te damos muchísimas gracias por tu tiempo, gracias por la claridad con la que nos has hablado. Invitamos a todas nuestras amigas a que puedan seguir informándose, y que no piensen que da lo mismo lo que les enseñen a nuestros hijos, siempre tenemos que estar atentos a lo que ellos aprenden y a lo que escuchamos nosotros también. Las invitamos a que continúen escuchando Entre Amigas. ¡Hasta la próxima!