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Continuamos hablando con Mercedes Martínez acerca de “cuando mi hijo se casa”. Mercedes nos cuenta de este proceso que no comienza cuando mi hijo ya se casó, sino que requiere un trabajo previo. Te invitamos a conocer los consejos que trae para nosotros acerca de la preparación, el uso del tiempo libre, la relación con las nueras y los yernos, y la dependencia de Dios en todo el proceso.


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EA823 – Entre Amigas –
Cuando mi hijo se casa – Parte 2



Entrevista a Mercedez Martinez

Victoria: Buenas amigas, hemos llegado al momento de la entrevista en Entre Amigas. Está con nosotros Mercedes Martínez en esta segunda parte de “Cuando mi hijo se casa”. En el programa anterior, Mercedes nos contó su experiencia y también cómo es ese camino previo. No es solo ese momento en el que el hijo está en el altar por casarse, sino que hay todo un trabajo previo de la mamá y del papá también. Antes de continuar te queremos agradecer, Mercedes, por estar con nosotros nuevamente.

Mercedes: Bueno, muchas gracias. Si, llega el momento en el que hay que dejar ir a los hijos, en el que hay que soltarlos. Estábamos hablando de cómo criarlos e instruirlos, pero llega un momento en el que ellos también quieren formar su propia familia. La Palabra de Dios dice en Génesis 2:24 que el hijo dejará a su padre y a su madre, y será una sola carne con su esposa. En mi experiencia personal, yo aprendí recién después de muchos años, lo que quería decir este versículo verdaderamente, que significaba dejar totalmente. Nuestra experiencia personal con mi esposo fue que nos ayudaron con una casa que estaba al lado de la de mis padres. Éramos independientes, pero nos veíamos los domingos para comer. Aún así, el consejo que puedo dar es que puede ser que uno desee estar con sus padres, y los disfrute, pero para el cónyuge no es tan así, y a la larga tiene cosas buenas pero también tiene sus contras. No es tan sano tener demasiado contacto. Por eso la Biblia dice irse, apartarse totalmente. Que haya visitas, sí, pero debe haber una distancia razonable como para que el nuevo matrimonio forme su camino independientemente. Esto es lo más sano.

Victoria: Hay un dicho que dice “el que se casa, casa quiere”. Muchas veces, no por el hecho de no querer a los padres, sino porque es una familia aparte, y es un camino aparte. En este caso el rol de los padres es el de dejar ir, dejar caminar.

Mercedes: Sí. A veces hay situaciones especiales que considerar. Cuando se están cuidando abuelos, por ejemplo. Pero allí ya han transcurrido años del nuevo matrimonio, y es una etapa diferente. Cuando un matrimonio comienza, lo más saludable es que comience lo más independiente posible.

Victoria: No es un abandono, es un dejar ir.

Mercedes: Ahí está. Es una vida nueva que comienza, un camino nuevo, y hay que darle espacio a eso.

Victoria: ¿Qué pasa entonces cuando vemos que el hijo se prepara para irse?

Mercedes: Esto yo primero lo viví como hija, dejando a mis padres para casarme, y ahora llegó el momento en el que mi hijo se ennovió, y se casó.

Ya desde antes de que llegara el momento en el que él se iba a mudar a su nueva casa con su esposa, me fui preparando. Fui razonando lo que iba a suceder, para que después los sentimientos acompañaran eso. Porque si lo dejamos para el último momento, puede ser bastante duro para una mamá, si ha tenido una buena relación con sus hijos, soltarlos. Hay que darse cuenta de que va a estar feliz, que es lo importante. Si ha elegido a alguien que también ama y sirve al Señor, si lo ha hecho con el consentimiento de los padres, si busca la voluntad de Dios, entonces va a estar más que bien. El tema de consultar con los padres es algo que hoy en día está muy desvalorado, porque se da eso de la independencia, del “hago lo que quiero”, y se han dejado de lado los viejos valores, que los consejos de los padres son buenos, que deben de respetarlos y deben de pedir su opinión.

Victoria: Muchas veces se confunde el consejo del padre para bien, con otra cosa. Muchas veces he escuchado cosas como “es mi vida”, o “vos no querés que yo sea feliz”, y justamente en estas áreas en las que los sentimientos están tan a la vista, qué importante que es tener la confianza y, como hablábamos en la primera parte de la entrevista, saber que están haciendo las cosas por convicción y no por obligación. Una de las cosas de las que estuvimos hablando también es acerca del tiempo, y tú nos hablabas de que se resume todo en el tiempo que pasé, o no pasé, con mi hijo, y en qué es lo que voy a hacer cuando mi hijo ya no esté.

Mercedes: Así es, justamente. Depende del tiempo que le dedicamos a nuestros hijos cuando estuvimos juntos. Luego cuando los hijos ya no están viviendo en el hogar, queda todo ese tiempo libre. Ese es justamente el asunto. Que no sea un tiempo ocioso en el que solo nos dediquemos a sentir nostalgia. Nos tenemos que preparar antes, a ese cuarto que queda vacío quizás darle un destino diferente, o que se cambian los muebles. No debe de ser una tristeza, sino que debemos dedicar ese tiempo que nos queda a cuidarnos a nosotros mismos, podemos hacer ejercicio, manualidades, dedicare más tiempo a nuestro trabajo, a buscar formas para ayudar a los demás, buscar cosas que ocupen nuestro tiempo.

Victoria: O mismo especializarse en algún área, por ejemplo en algún trabajo, que nunca es tarde para eso tampoco.

Mercedes: Exactamente, todo eso que quedó relegado, que como mamás no teníamos tiempo para hacer, ahora lo podemos hacer y podemos ocupar ese tiempo. Porque a ellos tenemos que darles su propio tiempo. Y nosotros los podemos criar de tal manera de mantener el vínculo por más de que ya no se comparta tanto con ellos.

Victoria: Mercedes, hablabas de lo importante que es mantener el vínculo, no solo con el hijo, sino que también con la hija que se ganó, ¿verdad?

Mercedes: Es verdad. Mantener el vínculo con un hijo es haber sido amigos, confidentes, es haber logrado que esa relación sea algo que se deseó tener y no una obligación. Por ejemplo, mis hijos me llaman, y aunque no nos podamos ver siempre, mediante una llamada podés ponerte al día, o seguir aconsejando o compartiendo a la distancia. Los hijos son prestados. El Señor nos los ha dado para criarlos pero luego ellos van a servir a Dios por sí mismos.

Al casarse, traen nueras y yernos que vienen a ampliar la familia. En nuestro caso ha sido una bendición, el Señor nos ha bendecido con la nuera y con el yerno que nos ha tocado. Qué importante que es estar atentos a cómo los recibimos, que los tratemos con cariño, no haciendo diferencias, que ellos sientan que están siendo respetados y que aportan.

Victoria: Porque además, ahora esa hija o hijo nuestro es nuera o yerno de alguien más, entonces es importante verlo desde ese lado también.

Mercedes: Sí, es verdad.

Victoria: Después viene otra etapa que es muy importante. Muchos hablan de lo gratificante que es cuando llegan los nietos, ¿no? Se disfrutan de otra manera.

Mercedes: Sí, todos nos dicen continuamente que es maravilloso, que es incluso más lindo que tener hijos. Aún no lo hemos experimentado personalmente, pero confío en que si todos opinan igual, es así. Se dice que como no tenés la responsabilidad de criarlos, entonces el disfrute es total. Podés compartir tiempo con ellos, darles cariño, los podés cuidar, y conforme a cómo se hicieron las cosas antes, también va a poder ser disfrutable la experiencia de tener nietos

Victoria: Hablábamos al principio de que Dios dio ese modelo de familia y mandó a que nos multiplicáramos. Qué lindo como está todo entrelazado, ¿no? Porque los nietos también muchas veces son esa conexión nueva con la familia materna, con la familia paterna, y vemos lo lindo de esa cadena, de ese árbol genealógico. Dios lo hizo de tal manera que todo se conjugue. ¿Qué le podemos decir a nuestras amigas que nos están escuchando y que tal vez hoy estén pasando por la partida de un hijo, ya sea porque se casó o porque se ha ido a vivir solo? ¿Qué consejo le podemos dar a esa amiga?

Mercedes: Bueno, que esté en otro lugar no quiere decir que esté lejos nuestro. Porque si hemos trabajado para que su corazón esté apegado al nuestro, siempre lo vamos a tener con nosotros. Hoy en día tenemos muchos medios tecnológicos, están los mails, los mensajes de texto, el teléfono, entonces la conexión no tiene por qué perderse. No tenemos que atarnos al pasado, extrañando y queriendo repetir situaciones que ya no se pueden dar. Podemos disfrutar, aún cuando no estén físicamente, porque lo importante es tener esa conexión de corazón, que haya respeto, cariño, trabajar para que eso permanezca. Esa alegría de tener un hijo, esa bendición de compartir la vida puede seguir perdurando en el tiempo.

Victoria: También en el caso de los consejos que les damos, qué importante que es tener una fuente segura de la cual sacamos esos consejos, además de ser un ejemplo en las experiencias que uno va viviendo. Qué importante que es tener al Señor como guía y como una palabra sólida que pueda servir para aconsejar y para mostrarle a nuestro hijo o hija que vivimos de acuerdo con lo que decimos también.

Mercedes: Sí, es exactamente como tu decís, Victoria. Yo agradezco haber conocido al Señor un día, a este Dios maravilloso que nos creó, que nos ama, que nos da todo para que podamos tener gozo. Este todo no quiere decir cosas materiales, sino que quiere decir la bendición de tener familia y de tenerlo a Él, a quien podemos recurrir en cualquier dificultad. Nos dio su Palabra, también, con todos los consejos que necesitamos. Así que las mamás o quien sea que tenga a cargo estas vidas que Dios nos presta, si siguen estrictamente los consejos de la Palabra de Dios y los aplican, entonces es una receta que no va a fallar. Lo maravilloso es que cuando aplicamos al pie de la letra la gran receta del Señor, su Palabra, sus consejos, tenemos la garantía de que no va a haber falla. Que el resultado va a ser bueno, y ese árbol que se planta derecho no se va a torcer. Después vamos a tener un disfrute muy grande al poder ver que la obra estuvo bien hecha por habernos sostenido de los consejos de Dios.

Victoria: Muchas gracias, Mercedes, por estar con nosotros nuevamente. Ha sido un gusto. Seguramente vamos a estar conversando nuevamente en algún otro programa. Amigas, a ustedes las esperamos en el próximo programa de Entre Amigas con una nueva entrevista para seguir aprendiendo juntas.

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