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La asesora de imagen Celeste Medero nos acompaña en el programa de hoy para hablarnos acerca de la importancia de nuestra imagen, no solo física, sino de cuerpo, alma y espíritu. Estudiamos la relevancia de la imagen en la vida de Ester y María, mujeres que eligieron poner a Dios en primer lugar. ¡No te pierdas de esta entrevista!


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EA1045 – Entre Amigas –
Creadas a Su imagen



Entrevista a Celeste Medero

Victoria: Amigas, es un gusto estar con ustedes nuevamente, y también es un gusto recibir a Celeste Medero. Ella es asesora de imagen y además es profesora de asesoría en imagen. Es también estudiante de la Academia de la Biblia y tiene mucho para compartir con nosotros. Hoy vamos a hablar, justamente, de la imagen. Celeste, ¿cómo estás?

Celeste: Muy bien, muchísimas gracias nuevamente por la invitación. Estoy muy bien, muy contenta de poder hablar de este tema, que para mí es super importante poder tener en claro cuán importante es el cuidado de la imagen. Así que muchísimas gracias.

Victoria: El tema de la imagen parece algo muy fácil de definir, pero, en realidad, ¿en qué consiste la imagen de una persona?

Celeste: La imagen es la representación visual de algo o alguien. Esa es la definición de imagen, que la podemos encontrar en cualquier diccionario. También se dice que la palabra imagen viene del latín y significa “retrato”. A mi me gusta de hablar de este tema de la imagen con un pasaje en la Biblia que es Génesis 1:26. Este pasaje dice: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”. Cuando este pasaje habla de imagen está hablando de que la imagen porta el diseño de Dios. Es decir, que somos hijas de Dios. Y después habla de semejanza. ¿Qué es la semejanza? Yo a la semejanza la voy construyendo cuando voy conociendo a mi creador, cuando voy teniendo esa relación de hija con mi Padre. Eso es la semejanza. La semejanza es que me quiero parecer a alguien. ¿Cómo me puedo parecer a Dios? Cuando lo voy conociendo. Me puedo parecer a Dios en mis pensamientos, en mi forma de hablar, en cómo estoy actuando, en cómo estoy pensando. Como una hija de Dios, debo tener los mismos pensamientos que mi Padre tiene, que son los pensamientos de Dios. Entonces este pasaje es clave para hablar de imagen.

También podemos hablar de imagen cuando en la Palabra se refiere a esto de cuidar la imagen, en todos sus aspectos. Para mí, cuando yo hablo de imagen, es la visión integral de la imagen: cuerpo, alma y espíritu. No es solamente lo estético, lo que yo aporto, la imagen exterior, sino también es el interior y nuestro cuerpo. Hay un pasaje que también me gusta mucho, que es 1ª Tesalonicenses 5:23. Ahí habla de que todo nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, debe ser guardado hasta que Jesús venga. En ese pasaje hace referencia a que todo nuestro ser, que representa a toda nuestra naturaleza humana, es cuerpo, alma y espíritu. Entonces los seres humanos somos seres tripartiros. Tenemos tres partes que debemos cuidar, y con estas tres partes debemos honrarlo a Él. El cuerpo, que es el estuche, el espíritu que es mi esencia, que es lo que me conecta con Dios, y, por último, el alma, que ahí están los pensamientos, las emociones, ahí está todo lo que tenga que ver con la voluntad. Entonces, ¿cómo yo cuido estas tres partes? ¿Cómo estoy cuidando mi cuerpo? ¿Cómo estoy cuidando el alma, los pensamientos? ¿Qué pensamientos estoy teniendo? ¿Cómo están emociones? Y espiritualmente, ¿estoy alimentando mi espíritu, con la lectura de la Palabra, con la oración, teniendo esta relación y comunión con Dios? Es como un balance, un equilibrio en todas estas áreas. Cuando yo no cuido estas áreas, no cuido mi cuerpo, no alimento mi espíritu buscando, leyendo la Palabra, orando, cuando yo no cuido mis pensamientos, mis emociones, no solamente estoy desobedeciendo a Dios según lo que dice en Tesalonicenses 5:23, que yo me tengo que guardar en estas áreas hasta que él venga, sino que yo tengo una falta de amor hacia mi misma. Entonces qué importante que es tener cuidado en estos tres aspectos de nuestra vida.

Victoria: Tengo otra pregunta para hacerte, Celeste. ¿Qué cosas pueden distorsionar esta imagen de la que estamos hablando?

Celeste: Bueno, en primer lugar, hoy en día estamos siendo bombardeados por muchos pensamientos, sobre todo en las redes sociales, y por muchas ideologías también. Pero yo creo que hay algo que es importante y que puede distorsionar la imagen, que es cuando yo no tengo en claro mi identidad, cuando no tengo en claro que mi identidad siempre tiene que estar puesta en Dios. La palabra identidad significa que hay características mías que se diferencian de otra persona. Po ejemplo mi conducta, mi forma de hablar, mi forma de actuar, mis pensamientos. Si yo soy hija de Dios, si lo entiendo, entonces debo parecerme a Él en todos estos aspectos. Reflejarlo a Él aquí en la Tierra. Cuando yo no tengo clara mi identidad, cuando no tengo claro que yo soy hija de Dios, que soy amada por Él, que soy perdonada, que soy linaje escogido, nación santa, cuando olvido esto es muy fácil que puedan venir otras personas, una ideología que es contraria a lo que Dios dice en su Palabra, y me puede querer enseñar o decirme a mí quién soy. Las ideologías generalmente te dicen cómo tenés que actuar, cómo tenés que pensar. Pero cuando yo entiendo el diseño de Dios para mí, en sí, el diseño tiene propósito. Cuando yo entiendo que soy hija de Dios, ahí encuentro mi propósito. En cambio, la ideología no tiene propósito. La ideología me viene a decir qué tengo que hacer, cómo tengo que pensar, cómo debo ser. Pero qué importante que es entender que mi identidad está puesta en Dios. Ahí no puede venir nadie, otra persona, un movimiento, un “influencer”, a decirme qué tenemos que hacer o quiénes somos. Cuando yo tengo en claro mi identidad no me dejo guiar por estos pensamientos, por estas ideologías. Eso es súper importante. Somos hijas de Dios.

Victoria: Qué interesante que esto que estabas comentando, porque por un lado hay movimientos que dicen que no tenés que ser de determinada forma, pero sí te están poniendo una imagen de lo que tenés que ser en otro sentido. Entonces, no tengo que ser tal cosa, pero tengo que ser todo lo contrario. No hay una libertad, sino que siempre hay un marco que se le pone a la persona, en el que tiene que encajar. Muchas veces la prédica o el discurso es que vos sos libre, podés hacer lo que quieras hacer, y no le debés cuentas a nadie, pero, por otro lado, cuando la persona no se encuadra en distintos patrones, ya aparece el rechazo, el desagrado, la exclusión y el etiquetado de la persona, simplemente por no seguir las nuevas reglas. Es como que una ideología va sustituyendo a otra. ¿En qué áreas podemos trabajar, además de cuidar nuestra identidad, para tener una imagen sana? ¿En qué áreas es importante que nosotros nos centremos y seamos conscientes de trabajar?

Celeste: Como mencionaba antes, es súper importante trabajar en estas tres áreas, cuerpo, alma y espíritu; es importante tener un equilibrio, un balance en estas áreas, porque Dios nos llamó a ser mayordomos, y mayordomos también en esto de cuidar nuestra imagen exterior e interior, sin que la imagen se vuelva un todo en nuestra vida. Porque muchas veces pasa que la imagen se convierte en un todo y pasa a ser como un dios en nuestra vida, y no lo es. En realidad, debemos cuidar nuestra imagen, sentirme bien, verme bien por fuera, hacer las cosas bien, y administrar la gracia de Dios que Él me ha dado. Es un balance, es algo equilibrado. Muchas veces mi imagen pasa a ocupar el lugar que Dios tiene que ocupar en mi vida, y eso no es lo que Dios me está pidiendo, sino que es un equilibrio en todas nuestras áreas, sobre todo en el área espiritual. Cultivar y tener esta relación con Dios es muy importante.

Pero también es importante trabajar estas áreas que a uno a veces le cuenta entregar. Por ejemplo, hay personas que están luchando con el enojo, el orgullo, los celos, la envidia. Todas estas áreas que podemos ver y detectar que realmente nos están perjudicando a nosotras mismas, podemos decirle “Señor, yo te entrego esta área puntual de mi vida, que me está costando y sabés que me está haciendo mal”. Esas áreas yo las tengo que cortar y se las tengo que entregar al Señor, y el Señor se va a encargar de trabajar en esas áreas. A mí me pasó con un área en mi vida que también la tuve que entregar y decirle “Señor, yo tengo esta área que veo que está como una montaña rusa, que sube y baja. Yo te la entrego y estoy dispuesta a pasar por este proceso de transformación, que me enseñes a cómo poder tratar esta área. Creo que todos tenemos un área que tenemos que tratar, entonces qué importante que es detectar estas áreas, entregárselas a Dios y que el Señor empiece a tratarlas en nuestra vida.

Victoria: Sí, qué importante trabajar en esto, y en estos aspectos que, a la larga, terminan saliendo, como aflorando. Cuando una persona vive en enojo, cuando una persona vive en envidia, cuando una persona vive en cualquiera de estos sentimientos o pensamientos, terminan aflorando estas cosas. Hay veces que, en el rostro de la persona, la Biblia dice que el corazón alegre hermosea el rostro. Muchas veces vemos un rostro completamente desnaturalizado, demacrado en algunas personas, y tiene que ver justamente con lo que está pasando en el interior, tiene que ver con lo que está pasando con sus emociones. Te quisiera preguntar, ¿Qué ejemplos tenemos en la Biblia y qué dice Dios con respecto a la imagen? Algo ya hemos escuchado, pero ¿qué ejemplos claros tenemos en la Biblia?

Celeste: En la Biblia me gusta hablar de dos ejemplos. En primer lugar, de la reina Ester, esta judía que fue adoptada por su primo, y si bien en el contexto en el que estaba Ester, que era parecido a un certamen de belleza, ella tuvo que pasar por una formación de 12 meses, junto con otras jóvenes, para embellecerse, para presentarse delante del rey, y para ser elegida después reina. Entonces estos 12 meses fueron meses de preparación, con mirra, con perfumes y cremas, para ponerla bella en su imagen exterior para presentarse delante del rey, porque delante del rey no se podían presentar de cualquier manera, había un tratamiento de belleza para eso. Entonces a mí esta historia me impacta mucho porque Ester, en su momento, no se preocupó solamente por lo estético, que todas las chicas habían pasado por la misma formación, sino que ella se preocupó por algo mucho más, que era por conocer el corazón del rey. Ella ganó la confianza de Hegai, que era el eunuco del rey, entonces en Ester 2:15 nos cuenta que ella, cuando se fue a presentar delante del rey, siguió las instrucciones que Hegai le había dado acerca de cómo se tenía que presentar delante del rey.

Esto a mi me lleva pensar qué importante que es conocer a Dios, qué importante es conocer el corazón de mi papá, cuáles son sus propósitos para mi vida, cuáles son sus planes para mí. Qué importante que es conocer el corazón de nuestro Dios y saber lo que Él tiene para nosotras. Porque por más de que yo tenga una muy buena imagen por fuera, que me vista bien, todo, si yo no conozco a Dios, no llevo una vida como Él dice, de nada sirve tener una buena imagen. Esta historia a mí me impacta mucho, porque justamente Ester vivió una situación en la que su imagen era súper importante para presentarse. Si ella no hubiera pasado por el tratamiento de belleza como las otras, es muy probable que no hubiera llegado a ser reina. Pero más allá de su belleza exterior, ella se preocupó por conocer el corazón de el rey.

Cuando yo voy conociendo a Dios me doy cuenta de que soy valiosa, de que no me tengo que dejar influenciar por otras personas, que valgo mucho, entonces son muchas cosas que Dios va tratando en nuestro corazón y que son importantes. La imagen es muy linda, es muy lindo tener una buena imagen, pero si yo no cultivo mi relación con Dios, de nada me sirve tener una buena imagen. Yo siempre digo, la imagen es integral. Debemos tener un equilibrio en todas estas áreas: cuerpo, alma y espíritu. La historia de Ester es una historia que a mí me encanta, por eso siempre me gusta hablar de esto cuando hablo de imagen. La imagen de ella, en ese momento, era súper importante. Pero ella se preocupó por conocer el corazón del rey. Se preocupó, se fijó en eso. Y ella fue nombrada reina, el rey se enamoró perdidamente de ella, y también, a mi me llama poderosamente la atención que el pasaje decía que ella le era agradable a todas las personas que la conocían. Entonces no era solamente su belleza física sino también su interior. Ella estaba tan preocupada por su relación con Dios, que era agradable a todas las personas que conocía. Entonces qué importante que es, cuando yo conozco a Dios y vos estableciendo esta relación con Él, que Él vaya poniendo, depositando en mí un carácter agradable. La historia de Ester es una historia súper bonita, así que, si no la han leído, léanla, en el libro de Ester. Es una historia hermosa que habla mucho de esto, de la imagen.

Victoria: Muchas veces pasa que, en el caso de nuestras emociones, por ejemplo, o de nuestras reacciones, de cómo reaccionamos frente a determinadas situaciones, es todo un entrenamiento el que debemos tener con la ayuda del Señor. Y eso también forma parte de la imagen. También el testimonio tiene que ver con la imagen. Muchas veces no somos conscientes de que estamos en un proceso, o muchas veces ni siquiera queremos entrar en este proceso de reparar estas cosas que están mal en nuestra vida, o aquellas cosas que quizás afectan nuestra imagen y no nos dejan ganar ese favor que tenía Ester. A veces decimos “bueno, pero ¿por qué no me puedo llevar bien con las personas? ¿Por qué no soy aceptada?” Y no buscamos cambiar áreas en nosotros, sino que buscamos el problema en el otro.

Celeste: Así es, exactamente. Y otra historia de la que a mí me gusta hablar con respecto a esto es en Lucas 10:41 y 42. Ahí se cuenta la historia de cuando Jesús iba a la casa de María y Marta. Llega a la casa de María y Marta y Marta es la que lo recibe, y ella se preocupa por los quehaceres. Se preocupa más por atenderlos, pero María se sentó a escucharlo a Él. Entonces Marta, al ver su actitud, le dice “pero Maestro, ¿no te preocupa que yo esté haciendo las cosas sola y María esté ahí?” Pero Jesús le dice “Marta, Marta, afanada y turbada estás, pero María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada”. Este pasaje a mí me hace ver qué importante que es elegir la mejor manera, que es conocer a Dios, escucharlo. Muchas veces estamos afanadas, obsesionadas con nuestras cosas, pero tenemos que elegir siempre la mejor parte, como María, escucharlo a Él, que no nos será quitado. Esta historia también me gusta mucho porque me hace pensar en qué prioridad le estamos dando a Dios en nuestra vida. ¿Realmente está ocupando el primer lugar? ¿O estamos tan afanadas y turbadas en otras cosas? Esas cosas puede ser nuestra imagen, puede ser los quehaceres del día a día, y nos olvidamos de lo principal, que es lo que eligió María: escucharlo y sentarse a los pies de Él. Así que bueno, esto era lo que quería compartirles y me parece súper importante dejar en claro la importancia de buscar a Dios, pero también de cuidar nuestra imagen.

Victoria: Bien, Celeste, ha sido un gusto tenerte con nosotras para esta entrevista. Les contamos a nuestras amigas que nos están escuchando a través de la radio que estamos haciendo una transmisión en vivo a través del Instagram, que es @entreamigasllamada, así que las que quieran nos pueden seguir por allí. A Celeste Medero también pueden encontrarla en Instagram por @celestemedero.asesoríadeimagen. Muy bien, y te vamos a tener en próximos programas, Celeste, hablando específicamente acerca de tu trabajo, pero ha sido muy bueno tenerte con nosotras en este tiempo. A nuestras amigas les mandamos un gran saludo y las esperamos la semana que viene con un nuevo programa. ¡Que pasen bien!

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