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Sylvia Plock, formadora de consejeros, escritora y maestra, nos enseña sobre la consejería cristiana. Sylvia nos cuenta cuáles deben ser las características de un consejero y cómo podemos ayudar a alguien que está sufriendo. También nos anima a llevar la mirada a Jesús, nuestro salvador que sufrió por amor a nosotros. Te invitamos a conocer los pasos de la consejería y cómo Dios da sanidad y restaura a los que le buscan.


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EA0957 – Entre Amigas –
Consejería – Parte 1



Entrevista a Sylvia Plock

Victoria: Queridas amigas, es un gusto estar con ustedes. Gracias por acompañarnos en este momento de la entrevista. Hoy nos acompaña Sylvia Plock, una hermana que es de Austria. Ella es oradora, maestra, da talleres para las mujeres y para la familia, es autora de varios libros y es formadora de consejeros. Es un gusto tenerte hoy con nosotros. Muchas gracias, Sylvia, por estar aquí, y gracias también a Isabelle que va a estar traduciendo del alemán al español.

Sylvia: Muchas gracias a ustedes.

Victoria: Vamos a estar hablando de lo que es la consejería cristiana. ¿Cómo puede ser esto de que tengamos que aconsejar o ayudar a sanar a personas que son cristianas?

Sylvia: También los cristianos tienen problemas, por más de que conocen al Señor Jesucristo y lo han recibido en sus corazones, pero viven en un mundo caído, así que un cristiano puede tener también problemas emocionales.

Victoria: ¿Qué es entonces, Sylvia, la consejería cristiana?

Sylvia: La consejería cristiana utiliza como libro de terapia la Biblia y el verdadero terapeuta o el médico es Cristo. Algo que diferencia fundamentalmente a la consejería cristiana de la terapia mundana es la imagen del ser humano bíblica y las metas que nosotros proseguimos, las metas que tenemos para la persona que viene a la consejería. El deseo de la consejería cristiana es que un cristiano aprenda a vivir para la honra de Dios.

Victoria: ¿Quiénes están capacitados para hacer consejería o cuáles son las características que debe tener un consejero o una consejera?

Sylvia: Hay varios criterios, cosas que tendría que cumplir un consejero cristiano. Un consejero cristiano, en primer lugar, tiene que amar a Jesucristo y por lo tanto vivir en una unión estrecha con el Señor Jesús. Su sentir debería ser un sentir espiritual orientado a las metas que Dios tiene para nuestras vidas, y también es necesario que aprenda a amar a la persona que busca consejo. Para que la consejería sea realmente fructífera es muy importante que la consejera ore por la persona y que también oren juntas. Otro criterio muy importante es que ame la verdad, y también debe tener cierta tolerancia a la frustración porque habrá decepciones que tendrá que soportar. Hay un versículo bíblico que expresa este principio y es el de Romanos 15:14, que dice: “Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad,” es decir, llenos de amor, “llenos de todo conocimiento,” y llenos de la verdad, “de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros”.

Victoria: Aquí reside la gran diferencia entre la consejería cristiana y la terapia, ¿verdad? Porque mientras un terapeuta queda del lado de afuera y trata de no involucrarse, el consejero cristiano trata de orar, trata de amar a la persona que está aconsejando y tiene que estar preparado justamente para las frustraciones que pueda llegar a tener.

Sylvia: Sí, es así. Lo que está haciendo una consejera cristiana es en realidad practicar el amor al prójimo, el amor cristiano. Su meta es que la otra persona pueda realmente entrar en una relación de vida con Jesucristo.

Victoria: Sylvia, ¿Cuáles son las características de una persona herida?

Sylvia: Es muy variado porque depende mucho de la personalidad de cada uno, y de la situación que esté viviendo, pero por lo general la persona viene con un corazón cargado, vienen, por ejemplo, porque se están autolesionando, vienen personas que tienen depresión o que están experimentando ataques de pánico. A veces vienen mujeres cuyos esposos las engañaron o las dejaron, y en general los problemas matrimoniales traen a muchas mujeres a la consejería.

Victoria: ¿Se dan cuenta de que necesitan la ayuda de otro hermano o, en este caso, de otra hermana que las aconseje? ¿O muchas veces tienen que venir impulsados por alguien más?

Sylvia: La mayoría de las veces estas mujeres están experimentando tanto dolor que vienen por sí mismas, porque ya no pueden solas.

Victoria: Claro, intentan manejarlo por ellas mismas pero llega un punto en el que ya no encuentran la forma. Me gustaría adentrarnos en lo que es el proceso en sí de sanación. ¿Cuáles son las distintas etapas? ¿Cuál es el trabajo del consejero? ¿Y del aconsejado? ¿En qué consiste este proceso de sanación del que estamos hablando?

Sylvia: Yo he desarrollado un concepto, un modelo, y experimenté que este concepto se puede aplicar a los problemas emocionales más diversos. En primer lugar, dejo que la persona que está buscando el consejo me cuente toda su vida. En esta narración están implicadas todas estas lesiones, todas estas heridas que la persona ha sufrido y está sufriendo todavía.

Victoria: ¿La persona se abre desde el primer momento? ¿O a veces se resiste, se reserva determinadas cosas?

Sylvia: Cuando una persona busca ayuda normalmente viene con una disposición abrirse. Sin embargo, he experimentado que cuando la persona es traída, ya sea por el esposo, alguno de los hijos u otro familiar, puede pasar que no tenga esa disposición a abrir su corazón. Me pasó una vez con una mujer que fue traída al consultorio. Traté durante 5 horas hacerla hablar sin éxito.

Victoria: Además de escuchar, ¿cómo continúa este proceso de consejería?

Sylvia: Después viene una parte muy importante, y es que yo quiero tratar de mostrarle a la persona cuáles estrategias ha implementado hasta el momento o cuáles han sido sus reacciones a su problema o su dolor. Dibujamos un sol con rayos y en este modelo del sol anotamos en cada rayo la reacción que ella ha tenido a su problema, para que ella pueda ver cómo es que reacciona a su herida. Dios nos ha creado con una necesidad de amor, de aceptación de amor, de significado. Ahora, juntas, vamos a tratar de ver, por medio del modelo del sol, de qué manera esta persona ha tratado de saciar sus necesidades de amor. Porque muchos de estos métodos que muchas veces se aplican para satisfacer las necesidades no son saludables para el alma de la persona y en lugar de ayudar, fortalecen los síntomas, los hacen más profundos, hasta llegar a tener síntomas psicosomáticos.

Otro punto muy importante en el análisis es la imagen que la persona tiene de Dios. Muchas personas heridas, incluso personas cristianas, tienen la impresión de que Dios es un Dios lejano, severo, frío, castigador. Una vez que se termina este análisis, que es todo un proceso, ahí si llega la verdadera terapia.

Victoria: Así que después de tener un panorama de cuáles son las heridas de la persona, de por qué viene, tal vez en el mismo proceso descubrir otras heridas que la persona puede tener, cómo ha reaccionado ante ellas y cómo concibe a Dios, se comienza con la etapa de la terapia que, como hablábamos, tiene que ver con la Biblia, tiene que ver con el amor y tiene que ver con la verdad.

Sylvia: Sí. Y porque Jesucristo es nuestro médico y también nuestro salvador, me gusta dirigir la mirada de la persona a los sufrimientos de la Jesucristo. Nadie sufrió jamás tanto como el Señor Jesucristo, y por eso, cuando me ocupo de sus sufrimientos, me puede dar mucho consuelo. Yo animo a la persona que aconsejo a que lea los cuatro evangelios y que profundice un poco en el tema del sufrimiento de Jesucristo. Luego hacemos una escala del 1 al 10 y la animo a que se compare con su sufrimiento con Cristo en su sufrimiento, y al poner el sufrimiento del Señor Jesucristo en el nivel 10 de la escala preguntarse ¿dónde pondría yo mi sufrimiento?

Victoria: En este punto ya estamos entrando en lo que sería la consejería en sí, y tenemos otros puntos para desarrollar que los vamos a estar viendo en el próximo programa. Pero Sylvia, ¿podrías nombrarnos brevemente cuáles son los pasos que siguen?

Sylvia: El segundo punto sería conocer la naturaleza de Dios, después nos vamos a ocupar de las metas que Dios tiene para la vida, el cuarto punto se centraría en que la comunión con Jesucristo contribuye mucho a la sanación, en el quinto punto la cristiana herida tiene que llegar a conocer su valor en Cristo, en el sexto punto veremos que las reacciones espirituales a la herida contribuyen a la sanidad, el punto siete será cómo tratar de una manera saludable los propios sentimientos y las propias emociones, y después vemos que es parte de la sanación aprender a cómo comportarse frente al culpable de la herida. En el noveno punto busco mostrarle a la persona aconsejada que ya durante el proceso de sanación, en medio de este proceso, puede recibir muchas bendiciones de Dios. Para terminar dirijo su mirada a la gloria, porque recién en la eternidad, en la gloria celestial habrá una sanidad completa.

Victoria: Muchas gracias, Sylvia. En medio de estos tiempos en los que vivimos en los que hay tantas personas heridas, estresadas, depresivas, cargadas, qué bueno que es poder ver este proceso de Dios con cada uno. Vamos a continuar hablando de estos temas en el próximo programa, las invitamos que nos acompañen y que continúen escuchando Entre Amigas. ¡Hasta la próxima!

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