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Autor: William MacDonald

Sin dudas el libro de la Biblia que genera más intriga, controversia y en ocasiones desconcierto es Apocalipsis. Pero ¡No es imposible de estudiar! En este programa vemos algunos datos e ideas que pueden ayudarnos a un mejor estudio de éste libro y algunas áreas que pueden presentarnos desafíos a la hora de disfrutar la Palabra de Dios.


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PE2530- Estudio Bíblico
Comience a disfrutar de su Biblia (11ª parte)


 


Apocalipsis y áreas problemáticas de estudio

El libro que abordaremos hoy es uno de los más difíciles de la Biblia. Hablamos de Apocalipsis o “Revelación” que raramente es una de las primeras opciones de los nuevos creyentes. Su aprehensión es fascinante, intrigante, y hermosa a la vez. No es de asombrarse que a la gente le guste tanto. Aquí ofrecemos algunas bases sencillas de un libro que no tan sencillo:

En primer lugar notemos que el libro es principalmente un libro de juicios, aunque estos están entremezclados con otros tantos hermosos pasajes de adoración, como los capítulos 4 y 5. Además en los primeros tres capítulos tenemos a Cristo como Juez, escudriñando a las iglesias. Esto cumple con el dictamen que cita que el juicio debe comenzar en la casa de Dios.

En este punto es importante detenernos en que las cartas a las siete iglesias deben entenderse de múltiples formas como por ejemplo: Siete iglesias reales de los días de Juan, lo cual es cierto. También se interpretan como etapas o épocas sucesivas en la historia de la iglesia desde Pentecostés hasta el Rapto. Esto parece adecuarse al fluir general de la historia del cristianismo. Éstos mensajes hablan de atributos que existen en la iglesia mundial en cualquier punto de su historia en la tierra. Estas son perspectivas muy útiles. Y cabe destacar que después del capítulo 3 nunca se menciona que la iglesia esté en la Tierra.

Por otro lado vemos que la parte principal del Apocalipsis, desde el capítulo 4:1 al capítulo 19:5, tiene que ver con los juicios de Dios en la tierra durante el período de la Tribulación. Estos juicios están descritos bajo diversos símbolos:
• siete sellos
• siete trompetas
• siete cálices
El séptimo sello, la séptima trompeta, y la séptima copa llevan al final de la Tribulación y a la inauguración del reino de Cristo.

Entremezclados con los juicios hay numerosos paréntesis narrativos por ejemplo en el 7:18 encontramos a los 144,000 judíos santos sellados, y en el mísmo capítulo en la extensión de versículos del 9 al 17 se habla de los creyentes gentiles durante este período. Un poderoso ángel con un librito ingresa en el capítulo 10. Y la primer aparición de los dos testigos se describe en el capítulo 11:3-12. Los capítulos 12 y 13 hablan de Israel y el dragón por un lado y las dos bestias por el otro.

En el siguiente capítulo se presenta a los 144.000 con Cristo en el Monte Sion en el verso 15, pero previamente encontramos a: El ángel con el evangelio eterno, el anuncio preliminar de la caída de Babilonia y la advertencia a los adoradores de la bestia. Posteriormente se habla de la cosecha y la vendimia. Podemos encontrar también la destrucción de Babilonia entre estos paréntesis.

Querido amigo, tenga por lo tanto en cuenta que la narrativa no siempre es cronológica en Apocalipsis. Los últimos capítulos que van del 19:6 al 22:21 relatan eventos que continúan a la Tribulación. Encontramos la Segunda Venida de Cristo, el Milenio o Reinado de Cristo por mil años, el Juicio del Gran Trono Blanco y el Estado Eterno.

Sobre Apocalipsis podemos decir que en términos generales, es mejor tomar un pasaje literalmente a menos que sea interpretado como simbólico en el contexto inmediato o en otras partes de la Biblia. A veces el significado se explica en el mismo contexto. Como por ejemplo en el 1:20 de Apocalipsis, queda claro que las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias y los siete candeleros de oro son las siete iglesias. Mientras que en el 12:9 se nos dice que el gran dragón es el diablo o Satanás.

En otros lugares, el significado es aclarado desde el contexto, por eso sabemos que el jinete en el caballo rojizo del capítulo 6 representa las guerras y el tercer sello es el hambre. Algunas veces el significado se explica en otra parte de la Biblia. Por ejemplo, el leopardo, el oso y el león del capítulo 13 verso 2 son identificados en Daniel 2 y 7 como los reinos mundiales de Grecia, Persia y Babilonia. Los crueles atributos de estos reinos se describen en la bestia que sube del mar.

Algo fundamental para tener en cuenta a la hora de estudiar el libro de Apocalipsis es que existe la probabilidad en la profecía bíblica de que algunas cosas no son absolutamente explícitas hasta que ocurren. Por eso cuando se hace imposible dar luz escritural a un pasaje, es mejor dejarlo sin explicación hasta que los eventos se cumplan.

Vamos a quedarnos por aquí en nuestras recomendaciones para el estudio del libro de Apocalipsis y nos dedicaremos a algunas áreas problemáticas al momento de estudiar la Palabra.

APARECEN POR AQUÍ LOS ANTROPOMORFISMOS. Muchas veces, a Dios se le atribuyen características humanas o de otras criaturas. Por ejemplo en el Salmo 34:15 encontramos que “Los ojos de Jehová están sobre los justos y atentos sus oídos al clamor de ellos”. Y en el 91:4 “Con sus plumas te cubrirá y debajo de sus alas estarás seguro”. Debemos resaltar aquí que Dios, al ser Espíritu, no tiene ojos u oídos, ¡y ciertamente no tiene alas y plumas! Tener un alma poética ayuda al estudiar pasajes como estos. El nombre técnico es antropomorfismos, que quiere decir “formas humanas” y zoomorfismos que habla de “formas de criaturas vivientes”.

En ocasiones, la Biblia usa un lenguaje de apariencia humana, es decir, un lenguaje que expresa cómo las cosas se ven para nosotros. Cuando menciona que Dios se arrepiente, por ejemplo, no significa que Él haya cometido un error y se esté lamentando por ello. Su “arrepentimiento” significa que cuando el hombre cambia la obediencia por la desobediencia, por ejemplo, el carácter de Dios le requiere cambiar la bendición por el juicio. En otras palabras, Él responde a los cambios en el hombre de acuerdo a sus propios atributos. Para nosotros, eso se ve como arrepentimiento.

Muchos de estos pasajes son traducidos en otras versiones como ceder, lo que probablemente sea una palabra más adecuada para hoy. Una teofanía es una manifestación visible de Dios, quien en Su esencia es invisible a los ojos mortales. Una Cristofanía es una apariencia pre encarnada de Cristo. Cuando el Ángel del Señor es mencionado en el Antiguo Testamento, se está refiriendo al Señor Jesús.

HABLEMOS AHORA DEL LLAMADO “PERMISO DIVINO”. ¡Ésta es otra útil interpretación! A menudo se menciona que Dios hace algo que en realidad sólo permitió que fuera hecho. Esto nos ayuda a entender algunos versículos difíciles como 1 Samuel 16:14 que dice: “…un espíritu malo de parte de Jehová lo atormentaba”. Ningún mal puede venir del Señor, pero Él puede permitirlo. Satanás le robó a Job casi todo lo que tenía, y aun así Job dijo, “Jehová quitó”. Isaías cita al Señor diciendo, “hago la paz y creo la adversidad” en el capítulo 45 verso 7. Como Él permite la adversidad, se le atribuye también su creación.

En los relatos bíblicos existe lo que se llaman Agentes Secundarios. Esto se refiere a situaciones en que se le atribuyen acciones a personas, que en realidad las hace un agente en su lugar. Podemos ver que Josué leyó todas las maldiciones y bendiciones al pueblo de Israel en Josué 8:35, pero también vemos en Deuteronomio 27:14 que fueron en realidad los Levitas quienes lo hicieron como sus agentes.

A medida que estudie las Escrituras, se dará cuenta que hay una curiosa mezcla de lo divino y lo humano. A esto le llamamos interacción divino-humana. Dios hace Su parte, pero el hombre también debe hacer la suya. Siempre asegúrese de estudiar ambas partes de la combinación. Encontrará esto en varios temas fundamentales de la palabra como la elección y la responsabilidad humana. Dios elige, pero el hombre también debe hacerlo.

Lo encontrará en la salvación. Es el Señor el que salva, pero tanto las Escrituras como nuestra experiencia nos indican que hubo un momento en la vida en que tuvimos que aceptar a Jesucristo en un acto de fe. Por otro lado, vemos en el tema del servicio que “Si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican” (Sal. 127:1). Aquí es fácil ver que Dios y el hombre están involucrados. La lección en todo esto es esta, “No intente armonizar la tensión. Acepte ambas partes de la paradoja”.


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