Viviendo el llamado de servir a otros pueblos

Pedro y Cristina Ramseyer nos cuentan acerca de su preparación y servicio en distintos países: Uruguay, Brasil, Camerún y Suiza. Te invitamos a conocer más sobre las dificultades que enfrentaron al tener que adaptarse a nuevas culturas y servir como misioneros teniendo cuatro hijos. No te pierdas de su testimonio y del ejemplo de servicio incondicional que nos dejan.

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EA0920 – Entre Amigas –
Viviendo el llamado de servir a otros pueblos

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Entrevista a Pedro y Cristina Ramseyer

Victoria: Es un gusto, amigas, estar con ustedes nuevamente en este momento de la entrevista. Hoy nos están acompañando Pedro y Cristina Ramseyer. Ellos son un matrimonio que va a estar compartiendo sus experiencias con nosotros y seguramente tienen muchas historias para cotarnos. Cristina, Pedro, bienvenidos y muchas gracias por estar en este tiempo con nosotras.

Pedro: Muchas gracias.

Victoria: Bueno, quisiera que nos contaran un poco de dónde son y cuál es el trabajo que ustedes están realizando, para después contar la historia y los inicios.

Pedro: Bueno, yo soy suizo y nosotros vivimos en Lausana, la parte francesa de Suiza. Hoy en día trabajo en una empresa que distribuye alimentación para hoteles, restaurantes, cosas así, y también estoy trabajando en marketing y en la publicidad.

Cristina: Y yo ahora estoy trabajando como asistente social en Suiza.

Victoria: Esto es lo que están haciendo actualmente, pero tuvieron un pasaje por aquí, por Uruguay hace muchos años, que marcó un tiempo de trabajo muy especial. ¿Pueden contarnos acerca de eso?

Pedro: Sí, claro. Hace 28 años atrás vinimos aquí, a Montevideo, al instituto bíblico de Llamada de Medianoche a estudiar la Biblia. Después de dos años estudiando me fui a Brasil, donde trabajé 5 años en la imprenta de la misión de Llamada de Medianoche. Fue durante esos años que yo conocí a Cristina y nos casamos allí mismo, en Brasil.

Victoria: ¿Cristina estaba en Brasil?

Cristina: Yo también estuve en Montevideo, en la escuela bíblica, pero nos conocimos después y nos casamos en Brasil. Después de casarnos trabajamos uno o dos años allá.

Victoria: ¿Cómo fue para ustedes el tema de adaptarse a una cultura completamente diferente a la que se habían criado?

Pedro: Lo primero fue que teníamos que aprender el castellano, porque no hablábamos nada cuando llegamos aquí. Además de esto, en el instituto bíblico los cursos estaban en alemán, entonces eso no ayudó mucho para aprender el idioma. Pero con la ayuda de Dios, también, y a través de la comunión con los hermanos y hermanas en las iglesias fue posible aprender un poco el castellano.

Victoria: ¿Y con respecto a la cultura en general, Cristina?

Cristina: Para mí fue y es siempre una alegría trabajar con otras culturas, porque vivir con personas que piensan diferente que uno es una riqueza. Para mí fue siempre así, por eso me gustaba mucho vivir y trabajar aquí, en Uruguay.

Victoria: Y después de estos años en Brasil, ¿cómo siguió el trabajo de ustedes?

Pedro: Después de nuestro casamiento la misión nos preguntó si, porque sabemos hablar francés, estaríamos dispuestos a ir a Camerún, porque la misión tenía el deseo de establecer un trabajo misionero allá. Nosotros aceptamos, así que desde Brasil regresamos a Suiza por dos meses y después nos fuimos a Camerún.

Victoria: Así que fue un trabajo de pionero en lo que refería a la obra, ¿no?

Pedro: Sí, porque estábamos solos, no había otros misioneros allá. Entonces fue un trabajo un poco difícil, como decís tú, de pionero.

Victoria: ¿Y cómo fue la llegada a Camerún, Cristina?

Cristina: Al principio fue complicado, porque la cultura africana es muy diferente a la cultura sudamericana y europea, pero después de meses encontramos hermanos y hermanas que nos ayudaron mucho. Al principio igual fue difícil.

Victoria: ¿En qué consistía el trabajo de esos primeros años y qué fue lo que se desarrolló después?

Pedro: El trabajo consistía en establecer una librería, un salón de lectura para los cristianos africanos en la capital. En el inicio el problema fue que ya había una asociación que existía pero que no funcionaba muy bien, y fue un poco difícil para nosotros realmente hacer progreso en el trabajo allí.

Victoria: Y el hecho de establecerse, porque me imagino que fue un cambio venir de Suiza a Sudamérica y otro cambio bastante importante ir de aquí a la cultura africana.

Pedro: Sí. Hay que decir también que éramos jóvenes y no teníamos mucha experiencia todavía. Tampoco habíamos tenido un tiempo de prepararnos para el cambio de cultura. Eso fue un problema.

Victoria: Si, aunque a veces al ser jóvenes es mucho más fácil adaptarse, ¿no? Tal vez eso fue una ventaja que tuvieron.

Pedro: Sí, pienso que sí.

Victoria: Llegaron a Camerún ya con hijos, ¿no? ¿Cómo fue esta experiencia?

Cristina: Fue una experiencia muy enriquecedora porque las mujeres africanas están muy presentes, y todas las jóvenes querían cuidar de nuestra hija, fueron como una familia para ella.

Victoria: Y siguió creciendo la familia también en Camerún.

Cristina: Sí, dos hijos nacieron allá. Fue también una experiencia muy interesante.

Victoria: Pedro hablaba hoy de la importancia de la comunión con los hermanos para poder adaptarse mejor a la cultura. ¿Cómo fue el encuentro con la iglesia, con los hermanos y con las personas que se iban sumando?

Pedro: Había hermanos que eran muy amables con nosotros porque habían visto que había sido un poco difícil para nosotros acostumbrarnos a la vida y a la cultura allá. Ellos nos invitaron a ir a su iglesia y eso fue muy importante para nosotros, porque fue por este medio que pudimos comprender mejor la cultura y la manera en la que viven su vida cristiana. Es un poco diferente a cómo la vivimos nosotros, pero fue muy importante para nosotros tener a estos hermanos, hermanas, amigos de Camerún para entrar y comprender esta cultura.

Victoria: Para ser parte y no simplemente ir como una visita.

Pedro: Exactamente.

Victoria: ¿Cómo se desarrolló entonces el trabajo en esos 4 años que estuvieron en Camerún?

Pedro: Un acontecimiento clave fue cuando a un amigo de nosotros le quitaron su apartamento y un día llegaron a nuestra puerta junto con sus hijas porque no tenían dónde vivir. Ellos nos preguntaron si podían vivir con nosotros por un tiempo, nosotros aceptamos, y durante dos o tres meses esta familia muy querida vivió con nosotros en nuestra casa. Fue durante este tiempo que pudimos hablar, orar con ellos, y también planificar el trabajo que se hizo después.

Victoria: ¿En qué consistió este proyecto?

Pedro: El proyecto consistió en establecer una librería y también un lugar donde las personas pudieran venir para leer libros cristianos, para hacer cursos bíblicos, para discutir y hablar con personas si tenían preguntas o problemas. Siempre había personas allí que estaban dispuestas a hablar, a orar, a consolar.

Victoria: ¿Cuáles eran las mayores necesidades que se podían ver en Camerún?

Cristina: Es una pregunta muy difícil, porque hay muchos cristianos allá pero ellos precisan crecer en la fe. Necesitan libros y enseñanza para crecer, porque los africanos que nosotros encontramos allí estaban llenos de ese deseo de crecer.

Victoria: ¿Y cómo fue que repartieron la tarea entre ustedes y con el resto de los hermanos?

Pedro: Bueno, por mi parte yo trabajé mucho con los hermanos de allá. Teníamos un hermano y una hermana que nos ayudaban en la librería y muchas veces también salíamos con literatura e íbamos a visitar a las iglesias en la capital y en el interior del país también. Ir al interior era un poco difícil porque los caminos no eran muy fáciles, pero fue posible visitar a muchas iglesias y llevarles una enseñanza.

Victoria: ¿Y tú, Cristina?

Cristina: Yo trabajé mucho con una hermana de Camerún llamada Miriam. Las dos teníamos el mismo deseo de evangelización, por eso hacíamos un muy buen equipo y siempre trabajábamos juntas. Muchas veces dábamos mensajes a mujeres en un grupo que habíamos formado juntamente con ella.

Victoria: ¿En las casas?

Cristina: Sí, en las casas.

Victoria: ¿Cómo es la situación con las diferentes religiones que hay en Camerún?

Pedro: En el centro de Camerún hay principalmente catolicismo, la mayoría de las personas son católicas. Hay también mucho animismo, entonces es un poco una mezcla. También hay varias religiones nativas y en el norte del país son musulmanes.

Victoria: ¿Y hay tolerancia entre las religiones?

Pedro: Cuando estábamos allá sí, pero hoy en día ha cambiado mucho. Ya está un poco más radical.

Victoria: Hablando de hoy en día, nos dijeron que estuvieron cuatro años en Camerún. ¿Cómo está el trabajo que ustedes pudieron comenzar allí? ¿Siguen teniendo contacto con los hermanos?

Pedro: Sí, hoy en día vivimos en Suiza pero tenemos mucho contacto con ellos y también la misión de Llamada de Medianoche manda literatura y Biblias dos veces por año. De vez en cuando tenemos también la posibilidad de hacer un viaje y visitar a los hermanos para hablar con ellos, para animarlos también. Porque no es un trabajo fácil, necesitan nuestro apoyo.

Victoria: Ya para ir terminando, les quería preguntar ¿cómo fue para ustedes volver a Suiza? Porque hay un choque cuando uno sale pero también cuando uno vuelve y encuentra cosas diferentes en el país o tienen que volver a acostumbrarse. ¿Cómo fue para ustedes eso?

Cristina: A mí me pareció muy difícil volver a Suiza porque la cultura africana me hizo mucha falta, la extrañaba muchísimo. También a los hermanos de Camerún, porque habíamos hecho un contacto tan fuerte con ellos que fue difícil irnos.

Pedro: Para mí también fue bastante difícil porque las circunstancias y la cultura en Suiza es tan diferente que comenzar a trabajar de nuevo, por ejemplo, fue un choque. Necesité dos años para acostumbrarme de nuevo a la vida en Europa.

Victoria: Pero sin duda también pudieron llevar un mensaje y experiencias para compartir con quienes estaban en Suiza, ¿no?

Cristina: Sí, muchas veces compartimos con los hermanos y con la gente en Suiza de nuestras experiencias.

Victoria: También con aquellos que tienen un llamado para ir a otro país a trabajar para el Señor, seguramente la experiencia de ustedes sea un ejemplo y una ayuda para ellos también.

Pedro: Nuestro deseo actualmente es ayudar a nuestros hermanos en Camerún pero no vivir más allá. Igual de vez en cuando visitarlos para tener comunión con ellos.

Victoria: Bueno, agradecemos mucho este tiempo con ustedes. Un poquito tiempo nos contaron muchas cosas, seguramente haya mucho más, pero les queremos agradecer.

Pedro: Muchas gracias a ustedes.

Cristina: Gracias.

Victoria: Invitamos a nuestras amigas a que sigan escuchando Entre Amigas y que no se pierdan el próximo programa. ¡Hasta la próxima!