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Entrevistamos a Juliana Carla de Almeida, fisioterapeuta y misionera en Camboya. Juliana nos cuenta acerca de cómo fue su llamado, su adaptación a una cultura tan diferente, el trabajo que realiza en Camboya y los principales problemas que enfrenta este país: la pobreza, la esclavitud y la prostitución infantil. Te invitamos a conocer más sobre este país y sobre el servicio que están realizando nuestros hermanos allí.


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EA0855 – Entre Amigas –
Trabajo misionero en Camboya



Entrevista a Juliana Carla de Almeida

Victoria: Queridas amigas, es un gusto estar con ustedes compartiendo nuevamente en este espacio que tenemos para nosotras. Hoy de nuevo, a través de la tecnología, podemos estar hablando con una amiga más. La invitada de hoy es Juliana Carla, quien se encuentra actualmente trabajando con Camboya. Te agradecemos mucho, Juliana, por este tiempo que podés estar con nosotras.

Juliana: Gracias Victoria.

Victoria: Contanos un poco, ¿hace cuánto tiempo que estás en Camboya? ¿En qué ciudad estás?

Juliana: Estoy viviendo en Camboya hace un año y siete meses. Actualmente vivo en la capital de Camboya, en Nom Pen.

Victoria: ¿Cómo podés describir al país de Camboya?

Juliana: Camboya es hoy el país más pobre de Asia. Pero a pesar de que han sufrido mucho después del genocidio que sucedió aquí, es un pueblo lleno de esperanza y muy feliz.

Victoria: ¿Cuál es el trabajo que estás realizando en Nom Pen?

Juliana: Soy misionera, trabajo a través de la misión Adore. Tenemos una escuela que se llama One Hope International School en una villa y yo soy coordinadora y profesora de un curso de inglés allí. También estamos iniciando los planes para abrir una clínica de fisioterapia en esta misma villa.

Victoria: Juliana, ¿cómo fue la preparación para este tiempo de trabajo en Camboya?

Juliana: Antes de llegar a Camboya, cuando todavía vivía en Brasil, me dediqué a mis estudios para que pudiese usarlos para ayudar a las personas. Entonces hice facultad de Fisioterapia, postgrado y maestría. Cuando llegué a Camboya, hice un curso de misiones de Jucum. Fue un tiempo de mucho aprendizaje porque viví 5 meses con muchos camboyanos, y esto me ayudó en la adaptación a la cultura.

Victoria: Además de ir a Camboya, les contamos a nuestras amigas que estuviste visitando los países vecinos, ¿no?

Juliana: Sí, me fui a Vietnam.

Victoria: ¿Cuáles son las características de la mujer camboyana?

Juliana: La mujer camboyana es una mujer muy fuerte, una mujer que trabaja para ayudar en el sustento de la familia, hace trabajo pesado así como los hombres, pero desafortunadamente no es muy respetada por ellos.

Victoria: Dentro de la población, dentro de los habitantes, ¿cuáles son las problemáticas más frecuentes?

Juliana: La pobreza extrema, que favorece el trabajo de esclavismo infantil, y el turismo sexual infantil. Muchas familias entregan a sus hijos para la prostitución a cambio de dinero.

Victoria: Es una realidad bastante difícil, ¿no? La que nos contás. Además es una sociedad que está bastante lastimada por las distintas situaciones que les ha tocado vivir. ¿Qué fue puntualmente lo que te motivó a ir a Camboya?

Juliana: En el año 2006 yo sentí fuertemente que Dios me hizo ver que Camboya precisaba urgentemente ayuda. Entonces busqué orientación de Dios y capacitación profesional para poder venir. Puedo afirmar que lo que me motivó fue la necesidad que el ser humano tiene de ayudar a otro. Yo creo que fue por eso por lo que Dios nos creó, para servir a otras personas.

Victoria: Juliana, hablamos de tu preparación académica y todo eso. Pero ¿cómo fue el proceso emocional para ir, cómo fue el tema económico, cómo fue el tema con tu familia? Porque tu sos de Curitiba, de Brasil, y te fuiste al otro lado del mundo.

Juliana: Sí. Desde el 2006 me preparé, además de mi formación, buscando siempre la dirección de líderes y pastores de mi iglesia en Brasil. Lo esencial para mí era tener la aprobación de mis padres. Yo sabía que si conseguía la aprobación de ellos sería más fácil para mí vivir tan lejos, al otro lado del mundo. Mi venida a Camboya fue bien preparada y tengo el apoyo de muchas iglesias en Brasil, incluyendo la mía. Nuestro trabajo aquí es totalmente voluntario y vivimos integralmente del apoyo de las personas y de las iglesias.

Victoria: Contanos, ¿cómo fue tu adaptación a una cultura tan diferente? ¿Hubo alguna sorpresa que te llevaste?

Juliana: La adaptación fue muy buena, pero mi comida de bienvenida fueron larvas e insectos.

Victoria: Como para probar si estabas preparada.

Juliana: Sí. Pero puedo decir que no tuve grandes problemas para adaptarme a la cultura. Hasta hoy existen muchas cosas que van apareciendo y que aprendemos a lidiar con ellas. Lo esencial para mí fue vivir con los camboyanos cuando llegué. Eso facilitó mi adaptación y preparación para vivir las 24 horas con ellos.

Victoria: Juliana, contabas que hace un año y siete meses que estás viviendo en Camboya. ¿Qué cosas podés ver que han sido logros en este tiempo?

Juliana: Sin duda, la alegría de saber que estamos siendo parte en la transformación de vidas, que estamos influenciando una nueva generación en la que se están aprendiendo valores y se están formando personas.

Victoria: ¿Hay más gente que trabaja contigo en la escuela?

Juliana: Sí, tenemos a 4 brasileros más.

Victoria: ¿Cuáles son los proyectos a futuro?

Juliana: En lo personal, tengo programado un viaje a Brasil. En octubre volveré a Camboya y al regreso pretendo iniciar los proyectos para la clínica de fisioterapia.

Victoria: Para cerrar, ¿cuál sería tu consejo para nuestras amigas que nos escuchan en distintas partes del mundo? Muchas veces sabemos que tienen algún deseo, algo que sienten que Dios les está llamando a hacer, o que pueden servir a otros en algún área y el proceso a veces no es fácil. ¿Cuál sería tu consejo para esas amigas que están escuchando y que tal vez están desanimadas en medio de lo que tienen enfrente, en medio de lo que tienen que hacer hoy, que tal vez no sea un viaje alrededor del mundo pero sí algo que les está desafiando y que tal vez no creen que es posible?

Juliana: Mi consejo es que se preparen, que inviertan tiempo en la preparación, en la oración y en los estudios. Dios nos concede sueños grandes que a nuestros ojos pueden ser imposibles. Pero en el tiempo correcto, en el tiempo de Dios, los proyectos que Él soñó para nosotros se van a cumplir. Así que inviertan en ustedes, cuiden todas las áreas de su vida, la emocional, la física y la espiritual, y, un último consejo muy importante es que le pregunten a Dios qué quiere para sus vidas, y estoy segura de que Él se los va a mostrar. Que Dios las bendiga.

Victoria: Muchas gracias, Juliana, por tu tiempo. Ha sido un gusto conversar contigo y sin duda en otras oportunidades vamos a poder conversar más con nuestras amigas acerca de tu profesión como fisioterapeuta y del trabajo que hacés en Camboya. Ha sido un gusto tenerte con nosotras y gracias por este tiempo. Sabemos que es bastante tarde allá en Camboya a la hora en la que nosotros grabamos acá. Pero bueno, ha sido un gusto e invitamos a nuestras amigas que sigan escuchando Entre Amigas.

Juliana: Muchas gracias.

Victoria: ¡Hasta la próxima!

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