Programa Entre Amigas y Café para el Alma

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Hoy recibiremos a una amiga de la casa, Sonja Maag, una de las fundadora de este programa y del ministerio para mujeres «Café para el Alma». Les invitamos a la charla y qué nos cuenta Sonja de su actual ministerio en Suiza y Alemania.


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EA1036 – Entre Amigas –
Entrevista a Sonja Maag



Victoria: En los próximos minutos vamos a estar hablando con Sonja Maag, una querida amiga y también compañera en lo profesional. Sonja, bienvenida, gracias por estar en contacto con nosotras.

Sonja: Bueno, para mí es un privilegio muy, muy grande, después de un buen tiempo, estar en el programa de Entre Amigas, donde dejé mi alma, mi corazón.

Victoria: Claro, Sonja es integrante de Llamada de Medianoche, está vinculada a la producción de este ministerio que llevamos adelante, más allá de que a todos nos agarra en una etapa distinta, la propuesta es conversar contigo acerca de que tú fuiste la ideóloga de varias iniciativas dirigidas a mujeres. Una ya la conocemos, que es este programa, Entre Amigas, y otra tiene que ver con una propuesta que se desarrolló en Uruguay, que es Café para el Alma. Pero si te parece, vamos a hablar entonces acerca de esta propuesta que ya conocemos, y que además es un programa que durante muchos años llevaste adelante tú junto con Sandra Costabel y Natalia López, un trío muy dinámico, tengo que decir. Contamos cómo surgió la idea y pasados ya unos años cuál es el balance que se hace.

Sonja: Un programa, una entrevista, no da para contar todo. Pero puedo decir que hay dos factores que llevaron a que naciera este trabajo. El primero fue ver la necesidad que tenemos nosotras las mujeres. Ya estaban funcionando en Llamada de Medianoche otros programas, pero el Señor me puso esa carga en el corazón de tener espacio para nosotras, las mujeres. Como tú dices, estuvimos siempre en un equipo. Primero con Lourdez y Julia, después con Sandra y Natalia, y después contigo, Vito, y Victoria, y otros que siempre vinieron para apoyar el ministerio. Entonces ver la necesidad de las mujeres, y después entender que necesitamos buscar juntas la respuesta que nos da la Palabra de Dios. Porque esta respuesta que la Palabra de Dios nos da son respuestas verdaderas y reales a tantas inquietudes y situaciones, muchas veces complicadas, que vivimos las mujeres. Y así nació este programa en el espacio, en la radio, tuvimos recetas, consejos para la casa, pensamientos, poemas, invitamos médicos, pero siempre enfocadas en las necesidades de las mujeres.

Victoria: Decíamos que ya llevamos un poco más de 11 años desde el comienzo de la propuesta, con muchos resultados también, muchas entrevistas, muchos temas, siempre dirigidos a la mujer, pero las ha llevado por muchos lugares, en algunos casos entrevistas a profesionales, en otros, historias muy profundas de mujeres que sin dudas que nos han llevado por un montón de temas y un montón de reflexiones también.

Sonja: Es así. Y ¿sabes que es lo lindo? Que una misma aprendió muchísimo. Conocimos a muchas hermanas y hermanos, entendíamos muchas situaciones desde otro punto de vista porque desde la experiencia de ellos o de ellas nos enriquecimos nosotras, y lo compartimos con la audiencia. No sé si recordás que un tiempo tuvimos el programa en vivo, en Montevideo, los domingos de mañana, con más tiempo, muchas llamadas por teléfono, y eso fue muy lindo porque teníamos la respuesta directa, por teléfono, de los oyentes. Fue muy lindo, muy interesante.

Victoria: Recordamos, entonces, que durante un tiempo funcionó en una emisora local de Montevideo, y también el reto siempre fue extenderlo, y siempre ha sido así desde el principio, pensar las entrevista en calidad de que llegamos a varios puntos de Latinoamérica y también a otras partes del mundo, y eso nos obliga, como comunicadores, a ampliar mucho más el espectro incluso cultural. Por ejemplo los términos culturales intentamos aclararlos porque en cada región uno tiene sus costumbres de decir determinada cosa, y cuando uno, como comunicador, recuerda que la audiencia es un poco más amplia, tiene que aclarar esos términos que, sin darse cuenta, los utiliza.

Sonja: E imagínate que yo, como extranjera, más todavía. Metí unas cuantas veces la pata, pero sé que la preciosa audiencia siempre me perdonó.

Victoria: Claro. Sonja, otra de las iniciativas que vos tuviste tuvo que ver con una propuesta que implementaste junto con un gran equipo, como lo fue Café para el Alma. Tengo entendido también que fueron en varias regiones del interior en Uruguay, en ciudades un poco más alejadas de la capital, Montevideo, pero en este caso fue una actividad dirigida a mujeres, que fue llevada adelante durante varios años, y que, según tengo entendido, replicaste en algunas otras zonas de Europa. Contanos un poco de cómo surgió esta iniciativa, qué resultados obtuvieron, y al día de hoy qué contacto mantienen con parte de las mujeres que conformaron Café para el Alma.

Sonja: Sí. El ministerio, el trabajo en el reino de Dios, todo tiene su tiempo. Y así como se nos abrió una puerta en una radio en Montevideo, Dios nos abrió otras puertas, y siempre tuvimos el deseo de dar un poco más la cara visible a la audiencia en el interior. Y decíamos: “¿Por qué no vamos y visitamos a las mujeres?” Así que fuimos, visitamos en los distintos lugares, primero en la radio misma allí en Vergara, después en otros lugares en la zona, invitamos a las oyentes a venir y para esas oportunidades ampliábamos todavía el trabajo radial y llevábamos entrevistas como filmaciones. Porque claro, un médico, una educadora, un profesional, no podía viajar con nosotras toda la semana. Entonces grabábamos la filmación y el resto de la tarde armábamos todo con el equipo: Elí, Mayka, Julia y otras queridas hermanas de la zona que nos apoyaron. Ahí fue muy lindo ver el intercambio, las reacciones de las oyentes, compartir, reír juntas, llorar juntas, compartir ese tiempo más cerca, de corazón a corazón, directo.

Victoria: Recordamos que eso fue previo a la pandemia, fue una propuesta, como decías vos, una especie de continuación de lo que se hace en el trabajo radial, de llevarlo a distintos lugares, de compartir, seguramente tuvieron mucha retroalimentación en el sentido de que estar en contacto con la audiencia genera insumos para poder saber qué temas les interesan, y no queda solo ahí, porque se forjaron amistades, se forjaron contactos, recuerdo que cuando teníamos alguna columna de ustedes, se comunicaban muchas mujeres porque habían participado en café para el alma, y la reacción de muchas era que al principio no se animaban a participar porque no entendían muy bien de cómo iba la actividad, pero después pasó a ser un espacio que necesitaban tener. Y así fue creciendo este grupo que, al día de hoy, lamentablemente, por distintas razones, no pudo continuar, pero sí tengo entendido que el contacto continúa. Y además está lo que vos mencionabas al principio, que la idea siempre fue llevar adelante el mensaje del evangelio, y ese contacto personal que continúa es también el reflejo de eso que ustedes han sembrado.

Sonja: Sí, es así Victoria. ¿Qué mejor cosa podemos compartir que lo que nos dio a nosotras una vida nueva, que nos da cada día la fuerza para luchar la buena batalla de la fe? Entonces estábamos siempre, y seguimos estando en contacto con estas situaciones, a veces muy problemáticas, pero lo lindo es que lo podemos hacer juntas. No éramos solo nosotras las que íbamos y llevábamos, sino que éramos un grupo y entre todas nos ayudábamos, aprendíamos juntas, abríamos la Biblia, orábamos juntas, y esto es lo que realmente es un dar y recibir. Con el tiempo todas las mujeres lo entendieron. Era un compañerismo, y por supuesto, no faltaba un café y una rica torta. Pero esto era realmente un compañerismo completo que necesitábamos, y seguimos necesitando.

Victoria: Recordamos, para ser un poco más testimoniales, que lo que ustedes hacían no era solo llevar un mensaje, sino que tenían un tiempo previo de compartir algo rico, de café, acondicionar el lugar, además ustedes también se ponían en contacto con la comunidad. Porque muchas veces Café para el Alma se llevaba a cabo en centros comunales o salones que pertenecían a organizaciones con estrictamente cristianas. Lugares de la comunidad que les abrían las puertas y que así se generaba un contacto con las personas de esos centros también.

Sonja: ¡Exactamente! Esa fue y sigue siendo la idea, porque no somos unos extraterrestres, somos gente común y corriente que nos interesábamos en los demás, y tuvimos muy lindo contacto, por ejemplo, con un grupo que trabajaba en el campo con nuevos cultivos y plantaciones, y fue un lindo cambio, conocimos muchas cosas de la zona misma. Estuvimos en casas particulares, casas de cultura, distintos lugares en donde nos abrieron la puerta. Y también los responsables mismos participaron. En una oportunidad pudimos, por el trabajo de Elba, llevar a una escuela la enseñanza del cuidado bucal, de la higiene, llevamos donaciones, cepillos y pasta dental, almorzamos con las maestras, y ahí compartíamos. Eso fue muy bueno, no solo compartir la Palabra, que es lo más importante, pero también una ayuda práctica.

Victoria: Claro, exactamente, acabás de resumir lo que te iba a decir. Además del mensaje, mostrar también con el ejemplo y responder a esa necesidad que se plantea y dar una respuesta, al menos a corto plazo, ayudando en los tiempos más difícil con un abrigo o con lo que se pueda hacer. Y lo digo como un ejemplo porque también la idea de conversar contigo, Sonja, además de recordar esos tiempos y la actividad radial que llevaste adelante junto con todo el equipo, es que no solo sea algo testimonial para las oyentes, sino que también las ayude a tomar impulso. No a replicar, o sí lo pueden hacer, como les parezca, pero que puedan tomar ejemplo, proponer algo parecido, sea para las mujeres, sea para los jóvenes, pero la idea es animarse. Porque a veces podemos llegar a pensar que no lo podemos hacer y la pregunta es ¿por qué no? No tiene que ser una gran idea o algo super elaborado, sino que muchas veces con algo pequeño, que va de menos a más, uno puede estar en una actitud más activa.

Sonja: Claro Victoria, es así, tú me preguntaste cómo comenzó, y comenzó porque vi la necesidad en las mujeres. Yo no sabía dar una enseñanza, un estudio bíblico, no sabía trabajar en las distintas áreas, pero querida oyente, te quiero animar realmente a que si Dios te pone una carga en el corazón le pidas que Él te dé ideas, que te ponga compañeras de trabajo a tu lado, porque Jesús mandó a los discípulos siempre de a dos, entonces trabajá en equipo, y busca un hueco en la zona, en la sociedad, en la comunidad en donde tú vives. Dios te va a mostrar un lugar en donde podés trabajar. Porque le amor de Dios no se rinde, y este amor está derramado en nuestros corazones, entonces tenemos que buscar el camino e intentar entender qué es lo que Dios quiere que hagamos con esto. Pedirle que nos muestre, que nos enseñe, que nos guíe, y Él lo va a hacer. No tengo duda de esto.  

Victoria: Me quedo con esa frase que decís, “El amor de Dios no se rinde”. Es muy bueno porque estamos en un momento de pandemia, y esto obliga a repensar y replantear todo, pero eso no quiere decir que no se pueda seguir planteando nuevas cosas, porque hay personas que quizás hacen grupos de WhatsApp, que es una herramienta que bien utilizada puede permitir llegar el mensaje, pero también hay otros montones de iniciativas, ya sea tecnológicas o de otro modo. Se puede continuar trabajando y aportando porque, como decís vos, el amor de Dios no se rinde.

Sonja: Exactamente. Me encontré con unas amigas por Zoom. Cada una con su café, e hicimos un estudio bíblico. Orábamos juntas también, y eso es muy bueno.

Victoria: Sonja, te agradezco muchísimo por estos minutos, seguramente te contactemos nuevamente para conocer más de tus otras iniciativas, y también sin dudas de otros temas que nos podés traer a través de estudios bíblicos, así que te agradecemos el contacto y esperamos que tengas una buena jornada.

Sonja: Muchas gracias a ustedes, con mucho gusto las acompaño siempre. ¡Chau! ¡Bendiciones!

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