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Entrevistamos a la psicóloga Graciela Gares acerca del rol cambiante de la mujer en los últimos años. Analizamos este tema a partir de la sociedad latinoamericana y contemplamos las causas de estos cambios, y las consecuencias, tanto positivas como negativas. Te invitamos a conocer más de este tema tan interesante.


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EA781 – Entre Amigas –
El rol de la mujer y sus cambios – Parte 1



Entrevista a Graciela Gares

Victoria: Es un gusto recibir a la psicóloga Graciela Gares para estar dialogando de un tema bastante complejo y extenso, pero vamos a intentar compilarlo en este programa. Tiene que ver con lo que es el rol de la mujer, y cómo este ha cambiado en los últimos años, un proceso que se ha acelerado. Lo vamos a estar estudiando a partir de lo que es el punto de vista de la sociedad occidental y específicamente la mujer latinoamericana. Así que Graciela, muchas gracias por estar aquí hoy. ¿Cómo estás?

Graciela: Estoy muy bien, es un gusto acompañarlas en este programa.

Victoria: Es un tema muy amplio, muy difícil compilarlo en tan poco tiempo, pero vamos a estar intentando abordarlo. En cuanto al rol de la mujer, estos últimos años han implicado muchos cambios, ¿no es así?

Graciela: Nosotros decimos que la sociedad es algo cambiante que está evolucionando continuamente porque está compuesta por seres vivos, y donde hay vida hay cambio. Pero es bastante curioso ver cómo se han acelerado los cambios que tienen que ver en particular con el rol de la mujer. Si nosotros pensamos en generaciones anteriores, la generación de nuestras abuelas, por ejemplo, el rol de la mujer estaba reconocido como algo circunscripto fundamentalmente a las tareas hogareñas, a procrear, criar hijos, atender la casa, todo lo que estaba en la intimidad del hogar, ese era el mundo de la mujer. Había pocas mujeres que trabajaban, quizás por alguna necesidad, pero fundamentalmente lo que estaba reconocido como el territorio de la mujer era todo lo que tenía que ver con el hogar.

Eso fue cambiando a partir de cambios no necesariamente buscados por la propia mujer sino por eventos que ocurrieron a nivel de las sociedades y a nivel del mundo. Por ejemplo, se dice que después de la revolución industrial la mujer comenzó a ser más requerida para trabajar en las fábricas. La pauta que se daba era que la mujer ganaba menos que el varón, pero trabajaba fuera de su casa, y comenzó a compartir la tarea del hogar con la tarea fuera del hogar, en esos ámbitos fabriles donde había exigencia de producción y demás. Después se reconoce como otro segundo mojón que provocó cambios en el rol de la mujer a las guerras mundiales. Después de la Primera Guerra Mundial, la mujer comenzó no solo a estar en el ámbito laboral sino también se le comenzó a permitir el acceso a las universidades, al plano académico, algo que antes era impensable para la mujer. Después de esta guerra se abrieron brechas como para que las mujeres pudieran acceder a esos territorios, pero se sabe que fueron pocas, especialmente de sectores privilegiados.

Esos cambios fueron paulatinos, pasaron lentamente y empujados por estos eventos. Sin embargo, el siglo XX nos trajo cambios mucho más acelerados. Quizá en las sociedades en general hubo una concientización de que esta mujer que estaba trabajando en fábricas, que estaba accediendo a otros niveles educativos, era alguien con capacidades para desarrollarse fuera del hogar, y aspirar desarrollar mucho más su potencial. El siglo XX fue un siglo que nos hizo presenciar ese tipo de cambios y transformaciones. Se incrementó el trabajo de la mujer fuera del hogar, ya no solo en fábricas, sino también a nivel de empresas, pequeños emprendimientos, negocios, todas tareas que la mujer seguía compartiendo junto con la tarea del hogar que siempre estuvo asignada a la mujer, tanto la crianza de los hijos, como el mantenimiento y sostén del hogar. El acceso de las mujeres a la formación académica se generalizó, aumentó la oferta de propuestas académicas, y la mujer fue, dentro de los dos sexos, la que más se prendió a esa propuesta, la que más accedió a la educación, y hasta hoy se conoce que las universidades tienen una población femenina mayor que la masculina.

La mujer pasó también a tener mayor participación social. Antes la mujer no tenía ni siquiera derecho al voto, mientras que en pleno siglo XX, en la mayoría de los países latinoamericanos, la mujer comenzó a tener mayor participación social y mayor visibilidad social, es decir que dejó de estar recluida en el ámbito hogareño para tener una mayor participación pública, en paralelo con el varón. Empezaron a haber mujeres empresarias, mujeres gerentas, y mujeres presidentas. Se empezó a ver entonces una mayor independencia de la mujer. La mujer cuando no trabajaba y estaba recluida al ámbito hogareño, dependía exclusivamente del ingreso de su esposo y lo que él quisiera pasarle o compartir con ella. Esta mujer que salió al ámbito público, a trabajar, comenzó a tener sus propios ingresos, sus propios recursos, y a manejarse con una visión de mayor independencia que cambiaba un poco los papeles. Inclusive llegamos a ver en el siglo XX y ahora en el siglo XXI situaciones en el hogar en los cuales ante una enfermedad del esposo o ante desocupación del esposo, la mujer es quien sostiene el hogar, quien aporta los recursos, quien trae el dinero al hogar. Una situación absolutamente impensada si se lo contáramos a nuestras bisabuelas, ¿verdad? Hubo muchos cambios, mucha movilidad en el rol de la mujer, y eso vamos a ver después que ha tenido repercusiones bastante interesantes.

Hoy, en el siglo XXI y en sociedades como la nuestra, como la sociedad uruguaya, muchas mujeres pasaron a ocupar el rol de jefas de hogar. Esto no como algo buscado por la propia mujer, sino porque las circunstancias comenzaron a darse así, debido a que junto con todos estos cambios, no solo la mujer accedió a todos estos roles distintos en el escenario de su vida, sino que movilizó las bases de la propia célula familiar y empezamos a ver, por ejemplo, cosas como la aprobación de la ley de divorcio. Por ejemplo en nuestra sociedad, tenemos el divorcio por la sola voluntad de la mujer, otro cambio absolutamente insólito si se piensa desde una perspectiva desde lo tradicional. Ante la fragilización de los vínculos de la familia, muchas veces el esposo salía del hogar, ese hogar quedaba sin jefatura masculina, y la mujer pasa a ocupar el rol de jefa del hogar. Entonces esta mujer va a tener toda la tarea tradicional de ella, como es la crianza de los hijos, y además va a tener que estar proveyendo para el sustento del hogar. Estos son dos cambios que han movilizado mucho lo que era lo tradicional, lo esperable en lo que es el papel, el rol de la mujer latinoamericana.

Victoria: Exacto, cambios que sin duda han generado consecuencias también y eso lo vamos a estar dialogando.

Graciela: Sí, la verdad que sí. Todo cambio dentro del núcleo familiar, cualquier movimiento en sus roles, en sus cometidos o en sus desempeños trae repercusiones. Por ejemplo, la mujer conquistó muchos espacios, y espacios interesantes en cuanto a su desarrollo personal, a lo que en nuestras sociedades se lo llama realización personal, y podemos ver une mujer que se siente más plena, mostrando su potencial y desempeñándose en algo más que la tarea tradicional de la mujer. Una mujer de mayor educación, que tiene sus propios recursos económicos, que puede relacionarse más hacia afuera del hogar, y eso hace crecer más la personalidad del individuo. Es una mujer que viaja, que se relaciona, que negocia, y eso sí son cambios que han traído, que tienen su veta positiva y no correspondería negarlo. Pero, esta mujer sumó cometidos a los que ya tenía, entonces vemos a una mujer que, desde un análisis elemental más básico, diríamos una mujer que vive más estresada, una mujer que tiene que cuidar de sus hijos, atenderlos cuando están enfermos, vigilar los deberes, ir a reuniones en los centros educativos, y además de eso, la tarea que demanda el hogar: cocinar, limpiar, etcétera. A eso se le suma el ámbito fuera del hogar donde se le exige responsabilidades, donde tiene que cumplir, donde se produce un poco de colisión entre lo que le demandan, sus funciones tradicionales básicas como madre, y lo que le puede estar demandando un jefe o un patrón. Entonces vemos mujeres que se sienten muy tironeadas porque de repente dejaron al hijo medio enfermo y tuvieron que ir a una reunión de negocios porque eso estaba dentro de sus responsabilidades. Podemos decir, por lo tanto, que aumentó significativamente el estrés en la mujer latinoamericana, esta mujer que trata de cumplir en todas las esferas, porque en eso es muy loable y merece reconocimiento la mujer que procura cubrir ambas esferas con eficacia, pero es una mujer muy tensionada.

Victoria: Vamos a continuar con entra entrevista en el próximo programa, y vamos a analizar las consecuencias positivas y las negativas en los cambios en el rol de la mujer. Nos vemos en el próximo programa, amigas.

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