COVID-19: Prioridad en la crisis

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Sonja Maag nos da consejos en cuanto a cómo enfrentar este tiempo de crisis causada por la enfermedad del COVID-19. Vemos en la Biblia cuál debe ser nuestra prioridad: amar al Señor con todo nuestro corazón, mente y fuerzas, y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Encontramos en la Palabra promesas de fortaleza y ánimo para estos momentos difíciles a los que nos enfrentamos, ¡no te pierdas de los consejos y desafíos de Sonja en este programa!


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EA0985 – Entre Amigas –
COVID-19: Prioridad en la crisis



Entrevista a Sonja Maag

Victoria: Muy bien amigas, llegamos al espacio de la entrevista. Hoy, gracias a la tecnología, podemos estar conversando con una amiga de la casa, alguien que ha estado desde los comienzos vinculada a este programa, que es Sonja Maag. Sonja nos va a estar compartiendo sobre este tiempo de Covid-19, sobre los cuidados especiales y sobre cómo este tipo de vida diferente al cual muchos de nosotros no estábamos acostumbrados deja ver cuáles son las prioridades en nuestra vida. Vamos a estar conversando sobre eso y mucho más con Sonja, así que le damos la bienvenida. Gracias, Sonja, por estar con nosotras.

Sonja: Queridas amigas, es tan lindo poder saludarlas nuevamente, desde otro continente pero viviendo la misma realidad. Pienso que la gran mayoría de las amigas que nos escuchan también la están viviendo. El Coronavirus causa miedo, inseguridad y la cuarentena nos lleva al aislamiento. Está bien, porque nos protege del contagio, pero nos lleva a la soledad. En medio de esta crisis mundial, algo que no hubo desde la Segunda Guerra Mundial, me alegro de que puedo dirigirme a ustedes, aun en una situación así. Seguramente la situación personal de cada una de nosotras ha cambiado muchísimo, debe ser muy distinto a lo que estábamos acostumbradas. En mi caso, por ejemplo, estoy en casa, no puedo viajar, lo que cambió por completo mi trabajo y mi ministerio, no puedo ver a mis hijos y mis nietos, lo que muchas veces duele, pero gracias a Dios estoy juntamente con mi esposo, así que podemos animarnos y acompañarnos mutuamente. También hay otras realidades, yo sé de amigas que viven solas, y ahora están muy solas, sin contacto social personal, lo que causa inseguridad y miedo. Muchas de las amigas que nos escuchan quizás son madres con niños chicos o escolares, lo que significa otra realidad, porque ahora tienen que ser mamás, maestras, educadoras físicas e inventoras de nuevos juegos. Además, claro, hay que atender la casa, a veces salir a trabajar, o incluso cumplir con el trabajo desde casa. Manejar todo esto nos puede llevar al punto de un agotamiento físico y emocional.

Por esta razón es importante establecer prioridades, porque si no, no podemos con todo esto. Hay consejos, hay recetas y manuales de cómo debemos manejar la situación, que según nuestro carácter y situación pueden ser útiles. Pero yo, como cristiana, en este tiempo de crisis que estamos viviendo me pregunté: ¿Qué es lo que dice Jesús? ¿Qué es lo que piensa él acerca de las prioridades que tengo que poner en mi diario vivir, justamente en este tiempo de crisis? Debemos responder esta pregunta tomando en cuenta las instrucciones y reglamentos del país en donde vivimos, claro, pero ¿saben, amigas? lo que estoy pensando va mucho más allá de la situación que vivo o de los reglamentos establecidos del país en el que vivo. Porque pensando y leyendo mi Biblia, nuevamente me llamó la atención algo que leí en Marcos 12:29-31. Se los voy a leer, dice así: “Jesús contestó: —El mandamiento más importante es: “¡Escucha, oh Israel! El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. El segundo es igualmente importante: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Ningún otro mandamiento es más importante que estos” Escuchen amigas, tu corazón, tu alma, tu mente, tus fuerzas, deben estar enfocadas en nuestro Señor Jesucristo. El resultado será que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Este prójimo con el que vivimos muy cerca, muy apretados, y también a este prójimo con el cual tengo que mantener distancia pero que necesita de mi ayuda, de mi atención, de mi amor.

Me imagino que varias amigas deben estar pensando “Ay, otra cosa más que tengo que hacer, ¡ya tengo suficiente!”. Pero mira, amiga, es todo lo contrario. Yo veo un círculo bendecido en esta enseñanza del Señor Jesús. El círculo bendecido es: concentro mi corazón en Jesús, abro mi alma para que Jesús me la llene de su plenitud, podemos tomar gracia sobre gracia, y en mis pensamientos, en mis planificaciones, me dejo guiar por el Señor. Yo me alineo con sus pensamientos, con su voluntad, y su fuerza entonces será mi fuerza. Amigas, muchas veces nos sentimos tan débiles y sentimos que llegamos al límite de nuestras fuerzas, pero sus fuerzas serán nuestras fuerzas. Entonces sí, puedo amar a mi prójimo como a mí mismo. Puedo servirle porque Dios me da la fuerza necesaria, incluso en situaciones como las que estamos viviendo. De todo corazón, con mi alma que tiene la paz que Dios me da, con estos pensamientos de los que brotan buenas ideas porque están enfocados en Él, y con esta fuerza que el Señor promete dar a los cansados.

Victoria: Amigas, las invito a que nos evaluemos, que pensemos en cuáles están siendo nuestras prioridades, qué es aquello que nos guía, cuáles son las cosas que nos dan fuerza, en qué es en lo que nos estamos apoyando. El Señor es la roca eterna e inamovible sobre la cual podemos apoyar, no solamente nuestras vidas, sino que también todo lo que tiene que ver con ellas.

Sonja: Saben, queridas amigas, yo me imagino que alguna estará diciendo “muy lindas palabras, Sonja, pero tú no tienes ni idea de lo que es mi realidad diaria”. Y la verdad es que no, no tengo ni idea, no conozco la realidad que estás viviendo, pero sí conozco la mía, y vez tras vez experimento lo que leemos en la Palabra de Dios. Por ejemplo, Santiago 1:5 dice así: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”. O la invitación de Proverbios 1:5b, que dice así: “Y el entendido adquirirá consejo”. Querida amiga, ¿dónde puedo yo, dónde puedes tú adquirir consejo y sabiduría? ¡En Jesús! Es en él en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. Es una práctica muy bendecida, por eso tenemos que ponernos día a día en acción y pedir en oración de forma concreta a nuestro Señor. Después tenemos que actuar basándonos en lo que él nos ha mostrado, en el consejo que nos ha dado y conforme a la sabiduría que él nos da.

Es una experiencia realmente hermosa, la de vivir estos cambios concretos al confiar y obedecer a Jesús, al seguir sus consejos que encontramos en la Palabra. Encuentro allí una ayuda para mi vida, especialmente en estos momentos complicados que estamos viviendo. Qué lindo que sería si pudiéramos orar las unas por las otras así como Pablo oraba por los colosenses. En su oración en Colosenses 1:9-10 dice: “no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios”. Querida amiga, Dios ha derramado su amor en el corazón de quien confía en Jesús. Es urgente, amigas, es urgente que destapemos los canales que son tapados por frustraciones, pecados, falta de paz, ustedes saben muy bien qué es lo que está tapando su canal, evitando que el amor de Dios fluya sin obstáculos. Una vez que nos despojamos de todo eso, este amor fluye nuevamente. En primer lugar hacia Dios, y también llega a mi prójimo, a mi familia, y a todas las personas con las que pueda tener contacto y que necesitan una mano, un abrazo virtual, en este tiempo, y que necesitan sentirse amados y aceptados.

Antes de despedirme les quiero decir que en un momento me acordé de Ezequías. Él había vivido una crisis personal importante y después de su recuperación escribió su testimonio que encontramos en Isaías 38:17. Dice así: “Sin duda, fue para mi bien pasar por tal angustia. Con tu amor me guardaste de la fosa destructora, y les diste la espalda a mis pecados”. Querida oyente, mi deseo es que Dios te bendiga mucho y que a pesar de pasar por cierta angustia puedas sentir que el Señor te envuelve en su amor, que te guarda y que, si tú se lo pides, Él perdona todos tus pecados. Que Dios te bendiga.

Victoria: Muchas gracias, Sonja, gracias por este tiempo de reflexión juntas. Qué bien que nos hace leer del ejemplo de Ezequías. Espero que nos quede este pasaje a cada una de nosotras para tenerlo a mano en tiempos de dificultad y, como decía Sonja, que podamos acercarnos al Señor para que Él perdone, que no mire nuestras maldades, sino que nos limpie de todo pecado. Agradecemos a Sonja por tomarse este tiempo a pesar de la diferencia de horario y de la distancia. A ustedes, amigas, también les agradecemos por estar con nosotras y las invitamos a que puedan continuar en la escucha del programa, ¡Hasta la próxima!

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