Zaqueo, un pequeño hombre arrepentido de corazón

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Titulo: “Zaqueo,un pequeño hombre arrepentido de corazón”.
  

Autor: HermanHartwich 
Nº: PE1201

En este programa veremos como Zaqueo aquel pequeño hombre de la historia bíblica, tiene grandes paralelismos con nuestra vida.

 


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“Zaqueo,un pequeño hombre arrepentido de corazón”

Un saludo grandote en el nombre del Señor Jesucristo para toda la audiencia de este programa. Mis queridos amigo quiero comenzar en esta oportunidad diciéndoles que hace un tiempo llego un señor a nuestra casa, un hombre joven, muy joven, treinta y pocos años, pidiendo alimento para sus hijos y yo conocí a este hombre muchos años atrás cuando solamente tenia un hijo, y ahora me dice ya tengo siete.

En estos diez años había aumentado su familia notoriamente y deambulando por todo el país siempre pidiendo a los demás. Entonces yo le dije, ¿y que andas haciendo?, yo vivo afuera de la ciudad y el se fue en bicicleta algunos Km. hasta mi casa y entonces le digo, ¿y hasta aquí has venido?, y el me dijo, Yo voy hasta el Congo a buscar comida para mis hijos.

Que interesante, yo le dije, tu irías hasta el Congo a buscar alimentos para tus hijos, pero que raro es que no irías hasta el Congo porque ni aquí aun tu pides trabajo para obtener los recursos para alimentar a tu hijos. Este hombre como nosotros comúnmente decimos era un avivado, una persona que vivía sin trabajar, siempre mirando su televisión, y pasando su tiempo de ocio, y dependiendo de la misericordia de los ajenos, y usando aun a uno de sus hijos enfermos.

Es interesante que muchos dicen, yo iría hasta el Congo a buscar comida para mis hijos, pero no trabajo. Muchas personas viajan, y pagan altos precios para hallar la paz, la tranquilidad de espíritu, y también invierte tiempo, dinero, esfuerzo, para el placer temporal y así podríamos con una larga lista seguir, pero lo lamentable es que no se ocupan de lo mas grande de la vida, que es su salvación eterna. Mis queridos amigos quiero invitarles a leer en el evangelio de Lucas capítulo 19, un conocido relato que nos deja el evangelista, habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la cuidad, y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico procuraba ver quien era Jesús, pero no podía a causa de la multitud pues era pequeño de estatura, y corriendo delante subió a un árbol Sicómoro para verle, porque habría de pasar por allí. Cuando Jesús llego a aquel lugar, mirando hacia arriba, miro y le dijo, Zaqueo, date prisa, desciende porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.

Entonces el descendió, a prisa y le recibió gozoso. Al ver esto todo murmuraban diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. Entonces Zaqueo puesto en pie dijo al Señor, ha aquí Señor, la mitad de mis viene doy a los pobres y si en algo he defraudado alguno se lo devuelvo cuadruplicado. Jesús le dijo, hoy ha venido la salvación a esta casa, por cuanto también el es hijo de Abraham, porque el hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Que maravilloso es que tenemos este relato en la Biblia, este hombre que estaba buscando desesperadamente a alguien, conocer a alguien importante que el no había logrado, conocer a alguien que tenia esa fama, esa atracción que el con su posición económica no había logrado. Aquí tenemos un pecador necesitado que va a encontrarse con Cristo, va a encontrarse con Cristo en busca del perdón y de la dicha, de la felicidad.

Ahora los obstáculos que los pecadores encontramos en la búsqueda; miremos lo que le pasó a Zaqueo. Obstáculos, la gente no le permitía acercarse a Jesús, la aglomeración, la sociedad que siempre está allí levantando, o tratando de ocultar a Cristo de nuestras almas. Es posible mi estimado amigo, mi estimada amiga que tu tengas deseo profundo de conocer a Jesucristo, de encontrar la paz que él puede ofrecerte, el amor….pero sin embargo el entorno en que te mueves, en que te desenvuelves, la aglomeración, la sociedad, la familia, trata de ocultarte a Cristo. También tenemos el miedo, el miedo es otra barrera, la cobardía, y la pequeñez como en el caso de Zaqueo también llegan a ser un obstáculo. Cuantas personas tiene miedo, miedo a encontrarse consigo mismo, miedo de reconocerse tal como son , miedo a que sea descubierto su ser interior y se vean tal como son y la gente llegue a conocer tal como son. Miedo a decepcionar a la familia, miedo a decepcionar a los amigos, a los colegas, a los compañeros de trabajo, la cobardía, la cobardía. En realidad Jesús dijo que los cobardes nunca entraran en el reino de Dios.

Pero también tenemos la riquezas, el dinero, son una tentación, que estorban, en este caso quizás también Zaqueo padeció el problema, el obstáculo del dinero, porque en su avaricia comenzó a robar inclusive el cobro de los impuestos, comenzó a robar. Cuanta gente tiene avaricia y en ese vicio por obtener dinero por malas maneras, mal procedimiento ocasiona un obstáculo muy grande para llegar a la salvación plena a esa relación maravillosa con Dios. Pero Cristo sale al encuentro nuestro cuando lo buscamos reconociendo nuestra necesidad, que maravilloso es y además esto fue sorprenderte, porque lo que menos soñaba Zaqueo, es que el, escondido en las ramas de un árbol para no caer en evidencia o no ser visto quizás por sus conciudadanos, Jesús se detuvo debajo del árbol y le habla por su nombre. Que sorpresa y media como decimos vulgarmente, sorpresa y media. Un hombre que anhelaba conocer a Jesús, lo que menos soñaba es que Jesús ya lo conocía a el.

Quiero que sepas que Jesús te conoce a ti en forma personal, te conoce por tu nombre, te conoce por lo que eres no exteriormente solamente sino interiormente. Cristo pide y te ofrece su entrada en nuestro hogar, en nuestra vida, en nuestro corazón, para calmar las necesidades, para cambiar todo, yo se que en este momento, tu estas luchando con este llamado de Dios, es posible que tu sabes que el Señor quiere entrar a tu vida, y a tu hogar, pero estas resistiendo, estas mirando los obstáculos, estas temblando por los que pueden decir otros, o puede reaccionar tu familia, pero Cristo te esta pidiendo entrar a tu corazón, Cristo da el arrepentimiento y la fe, haciendo que nosotros actuemos en dirección al cielo. Si tu le permites y actúas por lo que el quiere hacer en tu vida, obedece la palabra de Dios, actúa. Dile Señor, te abro mi corazón, no tengas miedo por lo que el se va a encontrar, él lo sabe todo, pero él te ofrece el perdón si tu te dueles por lo que has hecho, por lo que has sido, el te ofrece el perdón y la paz, además Cristo ofrece la dicha y la salvación a todas las personas, no hace discriminación. Si tu te has sentido discriminado, si tu te has sentido dejado de lado, quizás por tus compañeros, por tu familia, Cristo viene a tu encuentro y te quiere dar un corazón nuevo, una vida nueva y un lugar nuevo en este mundo, Zaqueo lo obtuvo.

Zaqueo era un hombre que prácticamente estaba lleno de dinero, tenia un buen trabajo, pero lamentablemente no era amado por nadie, por su trabajo, cobrador de impuestos y aparte ladrón, ladrón con titulo y por eso no tenia a nadie. Pero Jesús, entró a su casa y ante la murmuración de todos los demás, de los sacerdotes, de lo religiosos, de los escribas, Jesús entró a su casa, porque vio en el un futuro, y este hombre obtuvo, la bendición, la dicha del perdón, de la restauración y fue transformado y el resultado o la evidencia de esto fue que el se levanto en medio de la reunión y dijo la mitad de mis vienes doy a los pobres y a quienes yo he robado le voy a devolver cuadruplicado, fruto del arrepentimiento. Es posible que tu tiembles ante la posibilidad de tener que reconocer y reparar tus errores, pero el Señor te va a ayudar, pruébalo. Te puedo asegurar que es una gran bendición que tu anhelas y que mereces tenerla.

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