Langham, un método de estudio bíblico

Wilfredo Weigandt, coordinador del cono sur de Langham Predicación, un ministerio que está comprometido con la predicación fiel a la Palabra, clara y actual, nos acompaña en esta entrevista para contarnos acerca de este ministerio y cuáles son sus pilares fundamentales.

---

DESCARGARLO AQUÍ:
EA 1109 – Entre Amigas –
Langham, un método de estudio bíblico

---

---

Entrevista a Wilfredo Weigandt

Victoria: Bienvenidas, queridas amigas, a un nuevo programa de Entre Amigas. En los próximos minutos vamos a hablar del ministerio Langham Predicación, un ministerio fundado por John Stock, quien está comprometido con los predicadores y la predicación. Creemos que la Iglesia crece a través de la Palabra de Dios y que su Palabra llega a las personas, principalmente a través de la predicación. Esto es lo que sostienen. Tenemos aquí en estudios al coordinador para el cono sur de este ministerio, Wilfredo Weigandt, es argentino y arquitecto. Wilfredo, muchas gracias por estar con nosotros, bienvenido.

Wilfredo: Muchas gracias por la invitación, es un disfrute estar acá.

Victoria: Bueno, primero que nada, vamos a hablar del ministerio. ¿Cuál es el significado de este nombre, “Langham”?

Wilfredo: La persona que soñó y que vio la necesidad de la formación de predicadores fue John Stock, un teólogo anglicano del siglo pasado que no quiso personalizar el nombre del ministerio, no quiso que se llame John Stock, pero la calle donde se encontraba la oficina del ministerio se llamaba Langham, entonces le pusieron el nombre de una calle en Londres.

Victoria: Bueno, Langham Predicación entonces es el ministerio en el cual ustedes están enfocados. Ustedes señalan que está más bien trabajando en países en vías de desarrollo, ¿en qué países están presentes? ¿Cómo ha sido hasta ahora esa experiencia? ¿Hace cuánto tiempo que funciona ese ministerio?

Wilfredo: Bueno, John Stock empezó a visitar América Latina con la intención de generar un proyecto aquí a principios del 2000. Visitó varios países, tenía contactos en Latinoamérica, y hubo iniciativas en varios países que se fueron consolidando con el tiempo. Comenzó en Colombia, argentina, luego Perú, Bolivia, y así se fue extendiendo. Hoy en día estamos en todos los países de América Latina, con el proyecto recién entrando en Venezuela, que era el único que nos faltaba, y también hay lo que nosotros llamamos ciertas diásporas de Latinoamericanos en lo que es Canadá, Estados Unidos y África. Gente que por distintas razones están allí, pero son de habla hispana, conectadas con iglesias y movimientos de Langham en América Latina, que al irse también siguen desarrollando esta práctica, porque básicamente uno encuentra compañeros de ruta en esto, predicadoras y predicadores que nos juntamos a compartir lo que Dios nos dice y nos ayudamos a compartir nuestras predicaciones con revoluciones amorosas, con cruza de impresiones. El trabajo, una vez que uno hace el seminario, es juntarse en grupos y desarrollar esta tarea en grupos, porque tiene un valor impresionante poder compartir entre pastores o entre predicadores aquello que Dios nos dice y cómo vamos aprendiendo con la mirada, la ayuda, la impresión del otro. Es algo muy rico.

Victoria: Antes de profundizar en eso que estás hablando, que da la sensación de una comunidad que va evolucionando y va compartiendo conocimientos, ustedes se basan en un movimiento que es muy concreto, de elegir un pasaje bíblico y dejar que en ese pasaje se base toda la predicación. ¿Por qué eligen ese método? ¿Qué es lo ventajoso de ese método? Yo me imagino que tiene que ver con algo más concreto, más básico. ¿Por qué se elige esa forma?

Wilfredo: En principio hay varios tipos de predicación. Uno puede predicar o enseñar acerca de la historia de la iglesia, por ejemplo, en qué nos puede ayudar lo que tuvo que enfrentar Lutero. Uno puede sacar una enseñanza para la vida, para la fe, para la Iglesia, puede aprender de Dios, de lo que es el ser humano, a través de una predicación que tenga que ver con un hecho histórico. También uno puede hacer una predicación temática, por ejemplo, qué es lo que se dice acerca de la santidad en el Nuevo Testamento. O sea, se toma un tema. También pueden, y se hace mucho en América Latina, que la base de la predicación se concentra en un testimonio de vida de alguien, del pastor, de alguien de la comunidad, de toda la comunidad, lo que sea. Otras prédicas pueden ser más exhortativas, de lo que la comunidad necesita. Nosotros pensamos que la Palabra tiene un lugar insustituible en la predicación. Entonces, puede ser que un testimonio sirva, pero sirve en tanto se conecte con la Palabra. Creemos que la historia de Lutero, de la comunidad, sirve, siempre y cuando se conecta con la Palabra. Creemos que tener un tema es algo bueno, siempre y cuando ese tema no fuerza un texto bíblico.

Entonces de cierto modo pensamos que el texto bíblico es lo que manda. Entonces predicando el texto bíblico nos estamos asegurando de que Dios está vehiculizando su voz a mí, a la congregación, no importa la situación, a un estudio en grupo, lo que sea. Por eso decimos que lo que hay que hacer es tomar un pasaje bíblico completo, una narrativa completa de cualquiera de los evangelios, una narrativa del libro de hechos, tomar una enseñanza completa de Pablo, o lo que sea, pero tomar un texto bíblico completo, desde que inicia hasta que termina, no un pedacito. No un versículo fuera de contexto, y ese versículo vincularlo a otro versículo que está en otro contexto, y en otra situación histórica y destinado a otros interlocutores, porque si no, cuando uno hace esto de picotear en diferentes versículos bíblicos fuera de contexto, crea como un Frankenstein, digamos: un pedazo de un ojo en un lado, un pedazo de boca en otro, una ceja de aquí, un pedazo de oreja de allá entonces maltrata, en cierto modo, el texto bíblico. El texto bíblico tiene un contexto y todo pasaje está dentro de un bloque o de un libro, y ese libro tiene una coherencia intrínseca, así como tu persona tiene una coherencia intrínseca. O sea, vos, desde el pelo del cabello hasta la uña de tu pie tenés una identidad. Eso también es la Biblia, los libros de la Biblia y los bloques que hay dentro de la Biblia. Por eso pensamos en la exposición bíblica de un texto completo, una narrativa completa, una poesía completa, un discurso completo, una poesía completa, lo que sea, pero completo, que se desarrolla en un contexto pero que al final se termina aplicando en el contexto de vida de quienes nos escuchan. Esa es la idea.

Victoria: A modo personal, ¿cuánto considerás que debe durar una predicación? ¿Cómo valorás eso?

Wilfredo: Bueno, te planteo dos escenarios para la respuesta. La pandemia ha cambiado todo, entonces prepandemia uno pensaba ciertas cosas, postpandemia uno piensa otras. Dicho esto, hay predicadores que me tienen 45 minutos con la boca abierta, expectante, y no se me mueve una pestaña. Después hay otros que a los 15 minutos ya miro la hora para ver hace cuánto que está hablando, porque quiero que termine. Entonces un poco tiene que ver con eso también. Cada uno tiene que saber, y esto es lo que a veces practicamos juntos como predicadores. A veces lo que no se dijo en 15 minutos no se va a decir en 30, ya está, no había más que decir de eso, entonces a los 13 uno se tendría que haber bajado. Por otro lado, las experiencias y lo que nos ha enseñado la pandemia nos llevan a apuntar a algo más corto. ¿Conocés las charlas TED? Te dan 18 minutos, porque consideran que lo que vos no decís en 18 minutos no lo vas a decir ni en 2 horas. Entonces allí hay un principio que parte desde las ciencias sociales, del lenguaje y del aprendizaje. 18 minutos es un tiempo en el que el auditorio va a poder captar lo que vos querés decir con claridad, aunque puede variar el tiempo, obviamente, y hay algunos privilegiados que se pueden dar 45 y uno sigue ahí, digamos.

Victoria: Ustedes tienen un sitio web que es langhampredicacionla.org ¿verdad? En lo personal estuve mirando un poquito estos días el sitio, está muy bien presentado, mucho contenido práctico, tienen un blog, también podcasts, muchas predicaciones e indicaciones para saber cómo armar las predicaciones, tienen mucho contenido didáctico para quienes quieren aprender a predicar ¿no?

Wilfredo: Sí. Lo que se ve en la web tiene que ver con la formación básica. Nosotros consideramos que hay 3 pilares. Un pilar es fidelidad, o sea hay que ser fiel al texto bíblico y entender el texto bíblico en su contexto. Pero eso no es lo único. Hay que ser actual. De alguna manera el texto bíblico tiene que impactar la vida del que está escuchando. Si no, es mera academia, y no puede quedar en algo que simplemente explica lo que el texto bíblico dice, tiene que poder aplicarlo a la realidad. Y el tercer punto es claridad, porque de nada sirve que uno sepa un montón de la Biblia, pueda trazar los puentes con la realidad, si lo hace de manera muy confusa. Entonces fidelidad, actualidad, claridad son los tres pilares. Evaluar todo eso es parte de lo que nosotros hacemos siempre, parte del método. Por eso los consejos de cómo tomar un texto, cómo hacer que ese texto dialogue con nuestra realidad, etc. Estos pilares atraviesan todo lo que presentamos.

Victoria: ¿Cómo han evaluado el trabajo en Latinoamérica en estos 20 años? ¿Cómo valoran ustedes la sensibilidad de la personas?

Wilfredo: Bueno, el desarrollo de cada país ha sido muy diferente por la situación previa a que Stock viniera a Latinoamérica. En Colombia, por ejemplo, se ha desarrollado un movimiento muy vigoroso, en Argentina también, en Chile, en Bolivia, y en otros lugares está comenzando recién. Diría que hemos logrado alguna certeza de qué es lo que queremos en la predicación, es decir, reconocer un poco el modelo, la manera de predicar, que no es la más común. La más común es la temática, o la testimonial. Entonces la predicación más expositiva que se hace de un texto bíblico no es tan habitual, pero en algunos países hay un sellito Langham, hay una manera de entender y practicar la predicación que está reconocida. Nosotros soñamos con que haya referentes de predicadores en cada país de Latinoamérica, porque creemos que nuestra sociedad necesita la voz de Dios para una vida abundante, esto es irremplazable. Más allá de nuestros gobiernos, lo bueno o malo que hagan, sería bueno que cada sociedad, cada país reconozca la voz de Dios en ciertos predicadores o ciertas comunidades de fe que encarnan un tipo de predicación que pone al alcance de todos la voz de Dios, o sea, que Dios hable en nuestra realidad. Entonces bueno, en algunos lugares esos modelos y esas personas están visualizadas ya, en otros lugares estamos en camino. Nos queda mucho por delante, pero también entendemos que hay un modelo que estamos dejando en claro y proponiendo a las iglesias y a los creyentes para que aquellos que se interesen en ese modelo y forma de concebir la predicación puedan construir junto con nosotros.

Victoria: Para la gente que esté escuchando y esté interesada en llevar la Palabra, ¿de qué manera se pueden vincular con ustedes? ¿Tienen lugar físico, hay una comunidad en línea, cómo se contactan?

Wilfredo: Nosotros hemos presentado acá en Uruguay, por ejemplo, en Sociedades Bíblicas, tenemos vinculación con varios pastores, y comenzamos en Montevideo porque había un grupo de interesados. Así que ese ha sido nuestro primero abordaje de Uruguay. Como referentes tenemos Sociedades Bíblicas, la Comunidad Bíblica Universitaria también, son movimientos hermanos con los cuales hacemos cosas juntos, y allí cualquier contacto podría ser capitalizado para que llegue a mí, así que pastoras o pastores que estén interesados, una llamadita a Sociedades Bíblicas les va a permitir comunicarse conmigo, o sino directamente a través de la página web.

Victoria: Antes de cerrar esta entrevista quería detenerme en un blog que se llama El arte de la vida, ¿De qué va ese sitio? Porque me llamó mucho la atención.

Wilfredo: Bueno, sí. Escribo desde chico, es algo que me gusta mucho, después estudié arquitectura, estudié teología, he tenido compromisos pastorales por más de 20 años, y todo eso fue como dando un combo de vincular la fe, los escritos, la Biblia, la predicación, así que armé este sitio, El arte de la vida, porque allí confluyen varios de mis llamados. Me gusta mucho, disfruto del arte, de la arquitectura, de los escritos, de la predicación también, de todo lo que tiene que ver con elaborar contenido. Y creo que también es un llamado a integrar la vida, no tener diferentes cajoncitos. Yo creo que esos cruces son muy interesantes. Es más, ayer fui al Museo de la Memoria y encontré unos cuadros de un pintor desaparecido, y me quedé impactado porque de 20 cuadros que hay en una sala, 2 de ellos eran de crucifixión, y otro decía lo que la Biblia dice. Fue una persona asesinada, pero esa persona, artista, ha podido integrar su fe a todos los ámbitos de la vida. yo creo que hay que estar abiertos a mirar, cuando uno está abierto a mirar encuentra esos puentes, esas vinculaciones entre la vida común, la fe, qué es la muerte, qué es la resurrección.

Todo eso está en nuestra cultura, solo hay que tener ojos abiertos para verlo. Muchos de los gemidos de nuestra sociedad actual tienen que ver con profundas búsquedas de Dios. El ser humano se sigue preguntando dónde esta Dios, y lo sigue expresando a través de lo escrito o del arte. Uno tiene que estar atento a esas expresiones porque son signos de las necesidades que tiene nuestra cultura. Entonces tal vez por mi formación he aprendido a tener abiertos algunos sentidos a esas manifestaciones del arte, de lo escrito, en donde las búsquedas humanos siguen conectando con Dios. Yo la verdad que me sorprendí al ver estos cuadros en Uruguay, el país más secularizado de América Latina, en el Museo de la Memoria, que ya te habla de una crisis, de lo que le pasó a Uruguay y a todas las naciones Latinoamericanas, y acá está Dios presente, está el crucificado presente. ¿Cómo se entiende eso? ¿De dónde sale? Sale de la búsqueda humana.

Victoria: Wilfredo Weigandt, coordinador para el cono sur de Langham Predicación, te quiero agradecer muchísimo por la amabilidad de haber conversado aquí en el programa y contarnos un poco del ministerio. Deseamos que sigan creciendo y sin duda estaremos en contacto para conocer un poquito cómo siguen.

Wilfredo: Gracias a ustedes por la oportunidad.