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Las 7 Dispensaciones de la Historia

de la Salvación

(6ª parte)

Autor: Norbert Lieth

La Biblia tiene una división estructurada que debería tomarse en cuenta a la hora de leerla o exponerla. Y deja en claro que en el pasado Dios actuó de diversas formas, pero siempre con el propósito de brindarnos la salvación por medio de Jesucristo.


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PE1505- Estudio Bíblico – Las 7 Dispensaciones
(6ª parte)


 


Queridos amigos comenzamos en el programa anterior con: La sexta dispensación de la salvación: la dispensación de la gracia (o la dispensación de la iglesia)

Vimos que: El nuevo pacto muestra cuán universal y perfecta es la obra de nuestro Señor Jesucristo, llevada a cabo en la cruz del Gólgota. No existe algo más sublime. Las cartas doctrinales del Nuevo Testamento no nos llaman a guardar el pacto del Sinaí, sino el mandamiento de Cristo, el mandamiento del Espíritu. No alcanzamos la salvación por buenas obras, sino que llegamos a las buenas obras por medio de la salvación. Y que: Por la gracia tenemos un nuevo fundamento para la obediencia. La ley de Cristo es mayor que la ley del Sinaí. Y: La prueba de una fe verdadera es una vida cambiada. Es la consecuencia de la salvación en Cristo. En lo que refiere a la salvación, no hay diferencia entre judío y gentil, ni tampoco entre hombre y mujer. Hay diferentes disposiciones, como por ejemplo el orden en la iglesia, en la creación, la sociedad o la familia, las cuales hay que contemplar y seguir, pero delante de Dios todos son iguales. De este modo, surgió un nuevo pueblo: entre judíos y las naciones, ahora también está la iglesia – la iglesia, escogida antes de la fundación del mundo. Dijimos que: Todas las naciones están bajo la bendición de Abraham, así como Dios lo prometió. Y, finalmente, que Romanos 10:12 nos dice que quien crea en Jesús e invoque su nombre, será justificado por la gracia de Dios.

Vamos a ver ahora que: Ya no existe un santuario central como lo era el tabernáculo o el templo. El hombre ahora puede encontrar a Dios en cualquier lugar (lo vemos en Juan 4:21 al 24). Puede clamar al Señor en cualquier lugar, a cualquier hora del día o de la noche, y está al instante en el lugar santísimo. La nueva dispensación de la gracia es un misterio de Dios (así leemos en Efesios 3:4 al 6). Su culminación será cuando la plenitud de los gentiles haya sido alcanzada para la iglesia y ésta sea arrebatada (como está escrito en Romanos 11:25).Hablemos de: La posición única del creyente en JesucristoTodo aquel que crea en el Señor Jesucristo nacerá de nuevo (será nacido de Dios, lo podemos ver en 1 Juan 5:1) y recibirá el Espíritu Santo (según Gálatas 3:2; y Efesios 1:13). Dicha persona esperará la nueva venida de Jesús, la resurrección de los muertos (1 Corintios 15) y tendrá vida eterna (Juan 3:16). D.L. Moody dijo antes de su muerte: “Pronto leerán en los diarios que estoy muerto. No crean eso ni por un segundo. Estaré más vivo que nunca”. Todo aquel nacido de nuevo queda libre del poder de Satanás y de la oscuridad, y es colocado en el reino del Hijo de Dios (lo leemos en Colosenses 1:13). Todos los pecados del pasado, presente y futuro le serán perdonados (Colosenses 1:14; y Hebreos 10:14). Cuando un hijo de Dios peca, su comunión con Jesús es perturbada. Es como los padres y sus hijos. No importa lo que el hijo haga, sigue siendo el hijo de sus padres. Si un hijo es desobediente, puede perder, en cierta forma, la comunión con su padre y su madre, pero igual seguirá siendo su hijo. Y si el hijo pide perdón, la comunión es restaurada. Así es también entre Dios y sus hijos. Pero si alguien se aferra conscientemente al pecado y vive en él, hay que poner en duda su nuevo nacimiento. Quizás se trate meramente de un cristiano nominal.

Los que creen en Jesús son hijos de Dios (así dice en Juan 1:12 y 13), coherederos con Cristo (en Romanos 8:17), así como miembros del cuerpo (Efesios 1:22 y 23; y 1 Corintios 12:13) y de la esposa de Cristo (2 Corintios 11:2). Ahora son hijos de Dios bendecidos con toda bendición espiritual en los lugares celestiales (según Efesios 1:3; y 2:6). A ellos les es dada la promesa de ser resucitados o arrebatados (1 Tesalonicenses 4:13 al 18; y 1 Corintios 15). Y son parte del misterio de Dios (Efesios 3:4 al 6). Veamos: El fracaso del hombre en la dispensación de la gracia Cada dispensación termina con el fracaso del hombre. No será distinto en el caso de la dispensación de la gracia. La Biblia nos dice claramente que: la mayoría de los hombres de este mundo rechaza el evangelio de Jesús y el señorío de Dios (2 Corintios 4:4; y 2 Tesalonicenses 2:9 al 12). Las caídas, las tentaciones y la impiedad se acrecentarán al final de la dispensación de la gracia (así está escrito en 2 Tesalonicenses 2; en 1 Timoteo 4:1; en 2 Timoteo 3:1; en 2 Pedro; y en Judas). La tibieza de Laodicea marcará el final de la dispensación de la gracia (de eso leemos en Apocalipsis 3:14 al 22). El amor a la verdad será rechazado. La injusticia abundará. La burla y las palabras en contra de Jesús crecerán drásticamente (como vemos en Judas 15). Los pecados rompen todas las barreras y récords, en cualquier forma y manera.

El actual anhelo de autorrealización, la tendencia a la auto exaltación, a auto imponerse, a la desmedida sobreestimación, a la caza de las ganancias y a la acrecentada criminalidad juvenil seguramente lo podemos asociar con 2 Timoteo 3:1-4:“También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios”.

Peter Scholl-Latour afirmó hace poco en ese sentido: “El ateísmo actual se convirtió en una nueva religión”. Es la caída de las creencias bíblicas antes aceptadas en el mundo occidental, caracterizado por el cristianismo. La Biblia describe esta caída de los tiempos finales en muchos lugares, por ejemplo en 1 Timoteo 4:1, y dice así:“Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”(al respecto también podemos leer en 2 Timoteo 3:1 en adelante; en 2 Tesalonicenses 2:3 en adelante; en 2 Pedro 3:3; y en Judas 18 y 19). Analicemos ahora: Las consecuencias de la caída en la dispensación de la gracia La iglesia es arrebatada. Dios se inclina hacia el remanente de Israel (lo leemos en Romanos 11:25 al 28). El Apocalipsis, la ira de Dios viene sobre este mundo (como lo podemos ver en Romanos1:18; y 5:9; en 1 Tesalonicenses 1:10; y 5:9; y en Apocalipsis 6:16 y 17; y 11:18), y Satanás es expulsado a la Tierra (Apocalipsis 12:7 al 12). Se lleva a cabo la denominada Gran Tribulación. Un reino anticristiano se levanta, con el señorío de las dos bestias (2 Tesalonicenses 2; y Apocalipsis 13). Finalmente, llega la batalla de Armagedón entre Israel y las naciones (Apocalipsis 16:16; Zacarías 12:3; Joel 4:1 y 2) y la segunda venida de Jesús en poder y gloria (Mateo 24:30; Apocalipsis 19). Dios juzga a los de Israel y las naciones (Ezequiel 20; Mateo 25). El dictador anticristiano y el falso profeta (Anticristo) son destruidos (2 Tesalonicenses 2:8; Apocalipsis 19:20 y 21; y Zacarías 11). Ésta es: La última dispensación antes de la segunda venida de Jesús La Biblia dice claramente en 1 Corintios 10:11, que la dispensación de la iglesia es la última antes del regreso de Jesús:“Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos”(y podemos ver también 1 Pedro 4:7). El próximo suceso que espera la iglesia de Jesús es el rapto. La “Nueva Traducción Vida” de la Biblia dice en Hebreos 9:26 al 28:“Se presentó una vez para siempre para quitar de en medio el pecado por el sacrificio de sí mismo. … y aparecerá por segunda vez, no por nuestro pecado, sino para salvar a los que le esperan”.

¿Vemos con suficiente claridad que no tenemos que esperar otro suceso más que la segunda venida de Jesús? ¡La iglesia como tal puede esperar el regreso de Jesús en cualquier momento! Pero ¿en qué generación sucederá? Esa ya es otra historia.

El fin de la dispensación de la gracia alcanza su última hora. Ésta está vinculada con el engaño del anticristo, así está escrito en 1 Juan 2:18:“Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo”. Debemos partir de la base que Juan escribió proféticamente, más allá de su época, para el último tiempo. Esto ya podría haber sucedido en aquel entonces. Los cristianos esperaban en cualquier momento el regreso de Jesús. Ya en el tiempo de Juan existían las primeras señales de la última hora. Pero la última hora recién vendrá cuando el anticristo mismo se levante y engañe a todo el mundo, como deja entrever Apocalipsis 3:10 y 11:“Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaréde la hora de la pruebaque ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona”.

Tenemos muchas razones para creer que la iglesia será arrebatada antes de la hora de la prueba del anticristo. Sí, el Señor vuelve pronto. Está a la puerta, la dispensación de la gracia, o la iglesia, está terminando.

Querido amigo, amiga, Dios le ha abierto la puerta del cielo en la forma más amplia posible. Si aún no ha entrado, aproveche la oportunidad antes que sea demasiado tarde. La puerta es Jesús. Pase ahora. Está invitado a un gran banquete, al cual no necesita llevar nada más que su presencia…

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