"...con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo."

Filipenses 2:3


Por medio de la comunión que tenemos con otros se manifiesta si, en verdad, tenemos la naturaleza de Jesús. Te pido que examines esta comunión de acuerdo a los principios bíblicos que se manifiestan en el carácter de Jesús:


1. Humildad. La humildad no es una virtud, sino que es el mismo fundamento de la naturaleza de Jesús. El dice: "Soy manso y humilde de corazón." Solamente tenemos y conservamos una verdadera humildad cuando nos encontramos en la presencia del Dios santo. Sólo así somos capaces de considerar al hermano o a la hermana como superiores a nosotros mismos. Aquel que se examina a la luz de la majestad de Dios, siempre considera la calidad espiritual del prójimo como superior a su propia vida de fe. Por eso, el orgullo espiritual es el engaño más grande con el cual llenamos nuestra mente.


2. Amor fraternal. Este principio de la naturaleza de Jesús está íntimamente relacionado con el primero: "Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros." Aquel que practica este amor, honra al Señor en la persona de su prójimo. Como ya no conoce a nadie según la carne, prefiere a cada hermano y a cada hermana en honra, ve y honra al Señor en la persona de su prójimo. Este respeto y esta consideración hacia otros, también se manifiesta en el hecho de que no hablas demasiado de tus experiencias espirituales.