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Autor: William MacDonald

Desde los manuscritos originales la Biblia ha tenido ediciones tanto de puntuación como de división de capítulos y versículos. Además muchas palabras del original tienen variados usos o significados. En este programa hablaremos de ellos y comenzaremos a ver la diferencia entre Israel y la Iglesia, que pueden considerarse una de las tres claves para el entendimiento de las Escrituras.


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PE2534 – Estudio Bíblico
Comience a disfrutar de su Biblia (15ª parte)


 


Ediciones de la Biblia y Claves para el entendimiento

En los manuscritos antiguos de los cuales se tradujeron nuestras Biblias, no existía puntuación. Todos esos signos fueron agregados más tarde por los copistas y luego por traductores y editores. De esto surge una pregunta respecto a 2 Corintios 5:19 parte A que sin puntuación dice: “Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo” o “Dios estaba, en Cristo, reconciliando consigo al mundo”. De acuerdo con la primera lectura, se observa cierto misticismo o manera misteriosa en la cual Dios estaba dentro de Cristo cuando logró la reconciliación. La segunda lectura, y preferida, sugiere que Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, y lo estaba haciendo en la Persona y obra del Señor Jesús.

Del mismo modo, no existe diferencia entre las letras mayúsculas y las minúsculas en los manuscritos más antiguos de la Biblia. Con frecuencia tenemos que juzgar por el contexto si debería ser espíritu o Espíritu, refiriéndose éste último al Espíritu Santo.

También podemos estar agradecidos de que la numeración de los capítulos y versículos de nuestras Biblias fue agregada por antiguos eruditos para poder facilitar la ubicación de un pasaje. Sin embargo, las divisiones de capítulos a veces interrumpen u oscurecen el fluir del pensamiento.

OTRA ÁREA INTERESANTE DE OBSERVAR ES LA QUE TIENE QUE VER CON SINGULAR Y PLURAL EN LA BIBLIA. En la versión Reina Valera de la Biblia, las palabras tú, tu y tuyo son singulares mientras que vosotros y vuestro son plurales. En todas las versiones, estas palabras no siempre aparecen, pero sí se suponen cuando se utiliza un verbo. Por ejemplo, en 1 Corintios 12:31, Pablo dice, “Procurad, sin embargo, los dones mejores”. Aquí el sujeto es omitido, pero es supuesto. La forma griega del verbo desear es plural. Así que se refiere a toda la congregación, no a un individuo. No tiene sentido para un individuo desear un don, puesto que recibe uno o más en el momento que es salvo. El Espíritu los distribuye soberanamente, es decir, como Él quiere según leemos en 1 Corintios 12:11. Pero si una congregación siente que necesita a alguien con un don de enseñanza, puede orar para que el Señor envíe a esta persona para ayudar.

Es importante prestar atención a que muchas palabras tienen diferentes variaciones de significado. Por ejemplo, la palabra “perfecto” es usada de diversas maneras. En Mateo 5:48 se nos insta a ser perfectos así como nuestro Padre celestial es perfecto. Aquí significa que debemos distribuir nuestros favores imparcialmente, como Dios mismo lo hace. Frecuentemente quiere decir ser espiritualmente maduros. Generalmente el contexto determina el significado. Sin embargo, cuando perfecto se aplica a los creyentes aquí en la tierra, nunca significa sin pecado.

Éste es el último tramo en nuestra serie de estudios ya que sólo nos queda un programa más. Nos enfocaremos en lo que pueden considerarse las tres claves más importantes para el correcto entendimiento de las Escrituras. Estas son: La diferencia entre Israel y la iglesia; las dispensaciones; y la interpretación literal de la Biblia.

Una de las claves más importantes para entender correctamente la Biblia es la distinción entre Israel y la iglesia. Dejar de reconocer dicha diferencia lleva a todo tipo de contradicciones y confusión. En 1 Corintios 10:32, Pablo separa a la raza humana en judíos, gentiles, y la iglesia de Dios. Claramente separa al judío incrédulo y a la iglesia. Santiago también marca una línea entre la iglesia e Israel en Hechos 15 la iglesia se menciona como “un pueblo para su nombre”, e Israel como “el tabernáculo reedificado de David”. Israel era el pueblo terrenal escogido por Dios. La nación comenzó con Abraham en Génesis 12, y una persona era parte de la misma mediante el nacimiento natural. A causa de su incredulidad, Israel fue apartado por Dios por un tiempo como leemos en Romanos 11:15a.

Al hablar de la La iglesia, entendemos que es el pueblo celestial escogido por Dios, según 1 Pedro 2:9. Comenzó el día de Pentecostés y uno es parte de la misma por el nuevo nacimiento. No es una continuación de Israel sino una sociedad completamente nueva, una que nunca había existido antes. Cuando el Señor Jesús estuvo en la tierra, habló de Su Iglesia en futuro “Edificaré mi iglesia” dijo. En el tiempo que Pablo escribió su primera carta a los Corintios, la iglesia ya había sido formada.

El sacerdocio de Israel estaba confinado exclusivamente a una tribu, la de Leví según Deuteronomio 18:1, 5, y a una familia que es la de Aarón de acuerdo a Éxodo 28:1. En la Iglesia todos los creyentes son sacerdotes tanto santos como reales. “Israel” no fue un “misterio”, es decir, una verdad desconocida para el hombre, imposible de conocer excepto mediante revelación divina, pero que ahora es dada a conocer a los hijos de los hombres. La Iglesia es un misterio, un plan secreto que no se menciona en el Antiguo Testamento pero que es dada a conocer por los apóstoles y los profetas de la era neotestamentaria (Ef. 3:5, 9; Col. 1:25-26; Rom. 16:25-26).

Estando bajo la ley, era preciso marcar una estricta separación entre judíos y gentiles. Los gentiles eran los que no tenían Mesías, forasteros en la comunidad de Israel, ajenos a los pactos de promesa, sin esperanza y sin Dios. En la Iglesia, el creyente judío y el creyente gentil son como uno solo en Cristo. Son compañeros, coherederos, comparten la promesa de Dios en Cristo a través del evangelio. Tal unidad era impensable en el Antiguo Testamento.

Aunque los creyentes judíos que estaban bajo el antiguo pacto tenían una esperanza celestial, las bendiciones prometidas a ellos eran mayormente bendiciones materiales en lugares terrenales como encontramos por ejemplo, en Deuteronomio 7:12-16. Los miembros de la Iglesia son bendecidos con toda bendición espiritual en los lugares celestiales de acuerdo a Efesios 1:3. Israel continuará en la tierra hasta la culminación del reinado de Cristo, cuando los nuevos cielos y la nueva tierra sean establecidos. La Iglesia continuará en la tierra hasta el rapto, cuando Cristo venga y lleve a Sus miembros a la casa del Padre de acuerdo con Juan 14:13 y 1 Tesalonicenses 4:13-18.

Existen muchos otros contrastes entre Israel y la iglesia, pero estos son suficientes para mostrar que nunca deberían confundirse. Hay uno o dos versículos que han sido usados para sugerir la identidad de Israel y la iglesia, por tanto agregaremos los siguientes comentarios. En Gálatas 6:16, Pablo dice, “A todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios”. Se está refiriendo a la regla de la nueva creación en el versículo anterior. En este pasaje los judíos creyentes son señalados como contraste de aquellos falsos maestros que estaban intentando mezclar la ley y la gracia para justificarse. Los falsos maestros afirmaban ser los verdaderos israelitas, pero el apóstol dice, “No es así. Los verdaderos israelitas son aquellos judíos que fueron salvos por gracia a través de la fe, no por las obras de la ley”.

Esteban se refirió a Israel como la iglesia o congregación en el desierto y podemos encontrarlo en Hechos 7:38. La palabra traducida “iglesia” ekklésia quiere decir cualquier compañía, asamblea o reunión de personas. ¡En Hechos 19:32 la misma palabra describe a una turba de paganos! El contexto determina cuándo se refiere a la Iglesia de Dios.

La iglesia no se encuentra en ningún momento en el Antiguo Testamento, excepto en forma de figuras, imágenes, o símbolos. No se encuentra en el Sermón del Monte de los Olivos, como se explicó en programas anteriores. Y la iglesia no se ve en la tierra en ningún momento después del capítulo 3 del libro del Apocalipsis. La última trompeta en 1 Corintios 15:52 suena para la Iglesia; es una trompeta que anuncia el rapto de la iglesia. La séptima trompeta de Apocalipsis 11:15 señala el fin de la Tribulación y el inicio del reinado de Cristo sobre la tierra.

Los elegidos en Mateo 24:22 son los judíos escogidos por Dios durante la Tribulación. Y no son los mismos elegidos que constituyen la iglesia de la que se habla en 1 Pedro 1:2 o 2:9.


Si desea puede adquirir el libro sobre el que está basada esta serie de programas.


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