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Todos los días se presentan desafíos frente a nuestros ojos, ya sea en nuestra familia, trabajo, amigos. En todas las áreas, en algún momento, tenemos una muralla que derribar. ¿Cómo obtenemos la victoria en cada desafío?¿hay un secreto?… Elizabeth Kaitazoff nos habla de cómo enfrentar cada una de las circunstancias que se nos presentan en nuestra vida cotidiana.


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EA657 – Entre Amigas –
Victoria en la Vida Cotidiana (2ª parte)



Receta: Berenjenas Rellenas


Entrevista a Elisabeth Kaitazoff

Natalia: Seguimos con nuestra amiga Elizabeth quien trabaja con mujeres en distintas aéreas, pastoreando y guiando. El programa pasado estuvimos hablando sobre la primera parte de este tema que es victoria en la vida cotidiana, un estilo de vida. Y como Dios nos da herramienta, armas para sobrellevar esta vida que no es tan sencilla.

Elizabeth: Si, lo que estuvimos hablando el programa pasado es que todos tenemos luchas espirituales pero a veces no somos consientes. Cuando tenemos un problema debemos mirar más atrás de esa situación y ver quien está operando atrás de ella.  La palabra de Dios dice que no tenemos lucha contra sangre, ni carne. Ósea no contra personas. Sino contra principado y potestades. Pero también la palabra de Dios nos dice que nos dio armas poderosas en El para destruir fortalezas. Asique debemos agarrarnos de esas armas, vestirnos con su armadura y así tener victoria en la vida cotidiana como hijas de Dios. Dios nos dio vida eterna para que comencemos a disfrutar de ella desde el momento que la tenemos. En el programa pasado hablamos sobre el primer principio que es una vida de santidad, el poder vivir este principio cada día. Hoy vamos a hablar sobre el segundo principio que es una vida de oración.

Natalia: Estos tres principios están muy relacionados entre sí. No se puede tener uno y el otro no. De hecho se necesita uno para poder tener el otro. No podemos tener una vida de santidad si no tenemos una buena vida de oración.

Elizabeth: Si por eso pensaba que la oración de una vida limpia, es un modo de protección y nos da victorias en la vida espiritual. Ósea que nos santificamos para poder tener una vida de oración correcta. Si oramos pero tenemos una vida incorrecta ante los ojos de Dios, esa oración está limitada y nos estamos perdiendo de un montón de cosas.

Natalia: Claro estamos limitados, estamos en el “primer” nivel de oración que es esa protección básica que Dios tiene de nosotros, pero no podemos acceder a todas las promesas. Y a lo que la Biblia misma nos dice: La oración eficaz del justo puede mucho. Y un justo es una persona santificada.

Elizabeth: Dios nos llama a orar. Y a mí me llama la atención cuando la palabra de Dios dice que no tenemos lo que pedimos porque no pedimos o porque pedimos mal. Pero también Dios nos llama a que podamos estar orando en todo tiempo.

La Biblia nos dice que hay cosas que no salen si no son con oración y ayuno.

Asique esto nos tiene que llevar a pensar ¿Cómo esta nuestra vida de oración? ¿Nuestra vida de santidad delante de Dios?

Tenemos un ejemplo del Antiguo Testamento. Cuando Moisés tiene que enfrentar a Amelec y manda a Josué que valla al valle a pelear. Y él le dice mientras vos vas al valle, yo voy a ir a la cumbre y voy a levantar mis brazos. Esto nos habla de oración, la Biblia nos dice que cuando Moisés tenía las manos levantadas el pueblo ganaba, y cuando Moisés bajaba los brazos ellos perdían. Como esta batalla era muy larga y a Moisés se le cansaban los brazos, decidieron que dos personas le sostuvieran los brazos a Moisés. La Biblia nos termina diciendo que el pueblo de Israel gana la batalla. Muchas veces las batallas que se ganan en el valle son las batallas que se conquista en el cuarto de oración.

Jesús enseño sobre la oración, el ayuno y la limosna como un estilo de vida en lo secreto pero que tiene repercusiones en el mundo visible. Por ejemplo, la Biblia nos dice: Oran en secreto y tu Padre que ve en lo secreto te va a recompensar en público.  Es muy importante y necesitamos ser intercesores, hombres y mujeres de oración que levanten los brazos. Poder tener registrado esas cosas que Dios nos pide, y poder hacerlas con fidelidad. A veces pienso que sí tendría que pedir ayuda, o poner un cartel de solicitud en una iglesia pondría ¡Se necesitan intercesores! Porque suele faltar en las iglesias, ya la palabra de Dios nos dice en Ezequiel 22:30 Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé. Es muy difícil encontrar personas que se dediquen a esto, pero es muy importante.

Tener una vida de oración como un estilo de vida es muy importante para las cosas cotidianas, por ejemplo los hijos. Cuantas veces nos preocupamos por ¿Con quién están? ¿Qué están haciendo? ¿Dónde estarán? Porque no los podemos acompañar a todos lados. Pero si podemos orar por ellos, de cuantas cosas el Señor los puede cubrir porque hay alguien orando por ellos. El poder orar por ellos es una forma de protegerlos. En el caso de los matrimonios también es importante orar por ellos, alguien una vez dijo -Familias fuertes, iglesias fuertes. Sabemos que hay alguien que no está tranquilo con esta declaración, y es Satanás. Por eso debemos orar e interceder, esto solo fueron dos ejemplos pero es para todas las cosas. Sabemos que hay cosas que la única forma de llegar a protegerlas es con la oración.

Natalia: A veces o lo más común es que dejamos la oración como último recurso. Para cuando ya intentamos todo y no queda más nada por hacer, recién ahí nos acordamos de orar.

Elizabeth: A mí me pesa y me duele mucho cuando una persona me dije ¡Lo único que puedo hacer es orar! Y la verdad que no es así, sino que es lo primero y lo más importante que podes hacer. Tenemos que empezar de la forma que Dios quiere. Orando, marcando vías de oración. En mi vida hubo personas que me marcaron, por ejemplo mi abuelo, él era una persona de oración. Nunca fue un predicador de plataforma, pero si un intercesor. Él se encerraba a orar y salía con la respuesta de Dios. El respaldaba a la iglesia con su oración. También mi madre es una persona de oración, yo sé que ella siempre está orando por todos. Eso es algo lindo y que fortalece. También hoy en día contamos con biografías que nos hablan de grandes hombre y mujeres de oración. Leerlos nos hacen muy bien, porque podemos aprender mucho y fortalecernos.

Natalia: Claro, también debemos ser conscientes de orar por cosas cotidianas como el tener la cena a la noche todos los días. A veces uno dice voy a orar por problemas grandes, o cosas muy importantes, pero Dios está en las pequeñas cosas también.

Elizabeth: Claro, eso es muy lindo también, debemos saber que Dios se encarga de todas las cosas de nuestra vida. Y por eso debemos llevar todo delante de él para que nuestra vida se pueda transformar en un estilo de vida de oración.

Natalia: Me gustaba para seguir con el ejemplo del programa pasado cuando hablabas de Jesús y Pedro. Cuando le dice Jesús que se tiene que limpiar los pies, porque esa era la forma. Jesús también les enseña a orar, y estos tres principios que estamos viendo en estos programas son un resumen básicos sobre lo que Jesús enseño.  En la vida de Jesús aquí en la tierra, la vida de oración fue fundamental.

Elizabeth: Fue tan fundamental la vida de oración de Jesús, que si miramos la Biblia vemos que los discípulos no le piden a Jesús que les enseñen a predicar, sino a orar. ¿Porque? Porque había algo en la vida de Jesús que los impactaba. Siempre en el ministerio de Jesús vemos que cuando va a tomar grandes decisiones. Por ejemplo cuando tiene que elegir a los 12 discípulos, la Biblia nos dice que paso la noche orando. Cuando la carga se le aumentaba, y la gente lo presionaba. La Biblia nos dice que él se apartaba a lugares desierto y oraba.

A veces como mujeres cuando las cargas se nos aumenta, y tenemos más presiones comenzamos a correr, a tratar de resolver todo pronto. Y nos olvidamos que lo más importante es tener un tiempo de oración con Dios.

Creo que es algo que nos pasa a todas como mujeres. Y como Dios nos conoce tanto en la Biblia hay ejemplo de mujeres que estuvieron tan atareadas que Jesús mismo las tuvo que parar. Y decirles -¡Estas muy perturbada! pero déjalo de lado porque hay algo que es mucho más importante y es la comunión con Dios.

Natalia: Que importante es eso. Sería muy lindo que al menos podamos tener unos 15 minutos al día de comunión con Dios, para orar y encaminar el día en El. Esto que Elizabeth nos está compartiendo, es algo que ella aprendió de su propia experiencia, y no algo se sacó de algún libro, o preparo como estudio.

Elizabeth: Si, fue a partir de que me di cuenta que estamos en un campo de batalla. Por ejemplo hubo un periodo en mi vida en el que llego a ver constantes discusiones, por cualquier cosa. Asique me puse a analizar de donde provenía eso, y pude ver que venia del propio infierno. Porque estando atenta descubrí que era un día especifico en la semana, asique tuve que empezar a orar por eso. Hoy le puedo dar gracias a Dios porque él me ayudo en este proceso. La oración no es algo abstracto, sino algo cotidiano. Es importante también el poder detectar cosas, y al detectar que algo no proviene de Dios, nuestra mejor herramienta es la oración. Para destruir esas fortalezas que se van formando y las cosas que parecen pequeñas pero que sabemos que no vienen de Dios.

Natalia: Sin duda eso es importante, sobre todo en las cosas pequeñas. Porque como son pequeñas creemos que las podemos solucionar solos y no oramos.

El tener una vida en santidad nos va a dar la capacidad de discernir de donde vienen. Si es un mal día, si estamos de mal humor o si ya es algo más.

¿Elizabeth esa búsqueda de discernimiento lo haces en cualquier lado? ¿Oras en privado? ¿Tienes alguna estrategia que te ayude?

Elizabeth: Lo primero que debemos ver es que cada uno debe tener una vida de oración constante. Y como amas de casa tenemos el privilegio de poder estar cocinando, u ordenando  y estar hablando con Dios. Pero también es bueno el poder encontrar un tiempo para poder reflexionar y estar a solas con Dios. En mi caso, yo lo hago de mañana. Pero cada uno debe encontrar el momento donde le queda mejor. La idea es poder estar a solas con Dios, orar, meditar, leer la Biblia y pedirle a Dios que te hable. Esto es lo que nos fortalece y nos ayuda a vencer en la vida cotidiana.

Natalia: Dios es sabio hasta con los ejemplos porque El habla de Su palabra como el pan de vida. Y pensaba que la comida más importante es el desayuno, y los médicos nos piden que desayunemos. Asique esa es la dieta de Dios, empezar el día con Su alimento para fortalecernos para el resto del día.

Elizabeth: Dicen que los judíos cuando se despertaban lo primero que hacían era agradecerle a Dios por un día más de vida. Era como una tradición que ellos tenían.

Es lindo poder comenzar el día dejando todo en manos de Dios. Yo recuerdo momentos de oración de mi adolescencia donde le pedía a Dios que controlara ciertas cosa y al llegar la noche podía ver como Dios había hecho cosas maravillosas.

Natalia: Asique amigas eso es muy bueno y tal vez lo podemos empezar a hacer poniéndonos un recordatorio para comenzar a crearnos el hábito y así cada día comenzarlo junto a Dios. Antes de preocuparnos por todo lo de debemos hacer en el correr del día.

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