Tu eres importante en las manos de Dios

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Título: Tu eres importante en las manos de Dios

Autor: Samuel Pérez Millos
  NºEA366

Samuel Pérez Millos Pastor de la igleasia de Pi y Margal en Vigo, España, visita nuestrass tierras y nos comenta la importancia de la mujer en la Iglesia.


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Receta:  Crema Nevada



Entrevista con Samuel Pérez Millos

Sandra: muy bien amigas se viste de fiesta nuestra casa en esta oportunidad en donde recibimos las visitas, porque está con nosotros Samuel Pérez Millos, y es un privilegio para nosotras recibirlo Samuel, porque hemos sentido hablar tanto de usted, de su materiales, de sus escritos, su conferencias. Tenemos amigos que van a su Iglesia en España también, y ahora que visita Uruguay, usted sabe que las cosas buenas hay que compartirlas con los amigos, entonces lo trajimos acá y es una forma de compartir con todas nuestras amigas su presencia en Uruguay. Muy bienvenido.

Samuel: muchas gracias encantado por colaborar con este programa de radio, es un privilegio muy especial visitar nuevamente Uruguay. Me siento como en casa.

Sandra: Qué lindo que habrá los españoles. A mí me gustan los acentos, el chileno me gusta también, así que va hacer muy bien escucharlo este rato. Samuel, un programa para mujeres, muchas mujeres que nos escuchen algunas cristianas otras no, con deseos de servir a Dios, este fuego que pone Dios en nuestro corazón de querer servirle. ¿Cómo hace una mujer, o como descubre cómo servir a Dios?

Samuel: bueno todo aquel que ha recibido a Cristo como Señor y Salvador personal, todo aquel que ha rendido su vida a Jesús y ha recibido una transformación íntima, personal, con el nuevo nacimiento no tiene otra opción sino servir. En la carta primera a los Tesalonicenses capituló 1, versículos 9 y 10, el apóstol Pablo da testimonio de los cristianos de entonces y dice: todos testifican de cómo los habéis convertido de los ídolos a Dios para servir al Dios vivo y verdadero. No se puede vivir a Cristo servir. Por tanto la primera disposición que tiene que tener una mujer, o un hombre, pero en este caso una mujer es el deseo, el compromiso de servir. Y decir al Señor como dice Pablo en Romanos 12:1, presentad vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo quieres vuestro culto racional. Pero tanto primeramente, yo entrego mi vida a Cristo y estoy dispuesta a servir. El Señor va a abrir los cauces, los parámetros de servicio porque la Iglesia tiene una multiplicidad grande de ministerios y de dones. En el ejercicio de dones, pero fundamentalmente creo el primer paso que hay que dar es el concepto claro de que como Cristo fue siervo, yo no puedo ser sino siervo. Nunca puede ser Señor, sino siervo y mi privilegio específico es servir. De ahí que Pablo en la primera carta a los Corintios capituló cuatro dice que: tengan nos los hombres por servidores de Jesucristo.

Sandra: ahora sin embargo vemos en diferentes países, lugares e iglesias actitudes diversas. Entre ellas el servicio para el hombre y la mujer debe quedar allí sin servir, en actitudes más pasivas, por una cuestión de costumbres. Sin embargo no vemos esto en la Biblia. ¿Cómo podemos juntar estas dos cosas?

Samuel: bien, a lo largo de la historia el hombre ha tomado ciertas iniciativas no bíblicas, porque le benefician en cierta medida lo que cuando el hombre peca, la mujer peca, cuando caemos en el pecado en el huerto de Edén una de las cosas que dice Dios a la mujer, que como consecuencia de lo que hizo su deseo será para su marido y enseñoreará de ella. Esto no es la voluntad de Dios, ésta es la consecuencia del pecado pronto

Sandra: ¿ahí nace el machismo?

Samuel: ahí nace el machismo, de manera que de ahí en adelante el hombre dice yo soy el dueño, y aquí mando yo.

Sandra: a la fresca.

Samuel: aquí comienza el problema, y ese problema indudablemente, porque problema genético espiritual trasciende a la Iglesia. De manera que a veces nos interesa a los hombres mantener ciertos parámetros para no vernos afectados en nuestras áreas de servicio que queremos propias y personales. Ahora cuando vamos a la Biblia encontramos que la mujer sirve a Dios a lo largo y a lo ancho de la Biblia y que Dios la acepta en servicio al mismo nivel encuentro al servicio que el hombre.

Sandra: es interesante con el Señor Jesucristo viene a restituir esta relación, a hacer ese nuevo pacto y establece esta nueva comunión entre Dios y los hombres a través de Cristo muestra en diferentes oportunidades que la mujer es valiosa para el servicio.

Samuel: tan valiosa que el ministerio de Jesús se puede llevar a cabo, claro estamos hablando del punto de vista humano, él vino para un servicio y los iba a realizarlo. Pero el ministerio de Cristo se puede llevar a cabo porque hay un grupo de mujeres que ofrenda entre ellas están mujeres de sociedad, de alta sociedad, la esposa del intendente de Herodes, y otras mujeres están ofrendando permanentemente para que Jesús pueda llevar a cabo su ministerio. Cuando tú pasas a Hechos de los apóstoles encuentras que la primer expresión de relación comunitaria de la Iglesia antes del descenso del espíritu Santo eran reuniones de oración, en donde se dice que estaban los apóstoles, estaba la madre de Jesús, las mujeres y los hermanos de Jesús. Si es adelante en Hechos de los apóstoles encuentras ya en la Iglesia organizada mujeres en servicio activo dentro de las congregaciones. En Romanos 16 aparece una mujer Febe, diaconisa de la Iglesia en Sencreas el apóstol Pablo hace referencia a Ebodia y a Sitique y les dice a aquellos hombres, a aquellos líderes de aquella Iglesia, le dice que las cuiden, que las busquen, que las animen, están peleadas estas dos mujeres, pero el dice han sido colaboradoras mías, al mismo nivel dice él que otros de mis colaboradores. Por tanto la mujer en el nuevo testamento tiene una área de servicio muy grande dentro de la Iglesia que no tienen limitación ninguna, sino todo lo contrario como espiritual tiene que ofrecer sacrificios y como siervo tiene que servir.

Sandra: que bueno, qué bueno que el Señor vino a poner las cosas ahí para que las tengamos presentes, las cosas en orden. Vamos escuchar también ahora a una mujer cantar porque el servicio de alabanza es muy bonito y creo que se disfruta a no solamente que encanta sino también quienes escuchamos.

Sandra: continuamos luego de esta preciosa canción y estamos conversando amigas con Samuel Pérez Millos él está trabajando en el ministerio en España y también recordé algunos países en diferentes oportunidades por ejemplo ahora, está presente en un Uruguay, en Latinoamérica y queremos agradecerle su visita. Samuel hablábamos de la mujer, del ministerio de la mujer cómo desarrollarlo, como encauzarlo y quería preguntarle ¿qué mujer ha impactado en su vida? me supongo que alguna, si, cristiana, alguna que otra.

Samuel: si, si. Muchas mujeres a parte de mi propia esposa que ha sido y es un ejemplo muy especial para mi. Y el ministerio mío, y la formación mía creo que se debe mucho a su responsabilidad de servicio dentro de la obra. Pero a parte de mi esposa hay mujeres que han impactado mucho mi vida. Concretamente mi abuela materna fue una mujer que tuvo ocho hijos, mi abuelo estaba dedicado a pleno tiempo el servicio del Señor en España en la misión de colportorado vendiendo Biblias en todo los pueblos de España y esta abuela mía quedo paralítica por un problema cerebral después del parto de su octavo hijo que además nació mongolico profundo y esta mujer estuvo paralítica, sentada en una silla de mimbre sin poder moverse de medio cuerpo abajo pero esta mujer estaba siempre que yo la recuerdo con una Biblia y un himnario en sus rodillas. Esta mujer escribió en notas y dejo subrayado un himno que habla del cielo y que era su esperanza y yo recuerdo que cuando era un niño pequeño, la abuela me llamaba, yo iba adjunto de ella y la ella me retenía contra sí es a veces decía ¿por qué ver a estos abrazos la abuela? yo como niño quería salir corriendo pero eso estaba orando por mi y ésta fue una mujer que con todo sufrimiento con todas las cosas nunca le he oído, jamás le he oído una palabra de queja por que ella creía y descansaba en el Señor. Esta mujer me impactó muchísimo.

Sandra: y que importante ejemplo para nuestras amigas, que a lo mejor están viviendo situaciones difíciles, quizás enfermedad, no se, diferentes pruebas que puedan tener este tipo de experiencia de servir en el contacto con los otros y a través de que el ejemplo también.

Samuel: claro, es una mujer pero ejemplo es válido yo conocí un hombre dedicado a pleno tiempo a la obra misionera en España, un hombre de tremendo conocimiento bíblico, se movía por toda España en conferencias y más, y un día se le descubrió un cáncer, y éste hombre estaba con un cáncer terminal, y éste hombre estaba en su casa, no podía ya ministrar ni nada. Fui a visitarlo y yo iba con alguna palabra de aliento y el que salió alentado fui yo. Y él me dijo, mira tienes que entender que esta situación de su paso ahora mismo, es un ministerio distinto que Dios me da, y se dije ¿cómo es esto?. Y él me enseñó, y abrió su mesa donde él podía trabajar en su casa, porque no podía salir de la calle y sacó una gran libreta que era su lista de oración diaria. Y él me decía mientras yo estoy aquí, que no puedo hacer otra cosa esperando que el Señor me lleve, Dios me ha dado el ministerio de intercesión y estoy orando por todos vosotros, por la obra en España y este en mi ministerio, y de modo que tomando como un cambio en el ministerio. Esto indica que el creyente real, hombre o mujer tiene una esperanza cierta en Cristo y la gracia de Dios lo sostiene.

Sandra: Entonces hablando del ministerio en las mujeres podemos hablar de ministerios de oración, recién hablábamos de la alabanza, porque hay mujeres que cantan hermosísimo y pueden bendecir que no solamente lo que ellos sienten sino también a otras personas a través de la alabanza y estimular otros. Algunos hablan del ministerio de los niños, otros con las mujeres a hay un montón.

Samuel: hay multitud de servicios. No hay duda que los dones en la Biblia no son para hombres y para mujeres diferentes, son dones que Dios da tanto para hombres como a mujeres. El ministerio descansa en el ejercicio del don. Luego la Iglesia, los líderes de la Iglesia tienen que saber cuál es el don, o al menos procurar descubrirlo que cada uno de los miembros de la Iglesia tiene forma porque Dios ha dado los dones para edificación del cuerpo pronto pero tanto cuando tú descubres que una mujer tiene un don, un carisma especial para testimonio por ejemplo, que no es un don del espíritu pero es un carisma especial, un talento especial que el Espíritu Santo capacita, utilízala para testimonio bien en canciones, en fin en lo que la Iglesia pueda, abrirle un cauce para qué esa pueda ministrar en esta área. Puedes organizar a las mujeres de la Iglesia para que oren, en un programa específico para mujeres en donde haya una cadena de oración, las amas de casa en su casa con malas mujeres que trabajan en la oficina o en algún momento del día, y tienes un grupo de mujeres que están orando. Cuando la mujer está orando es un soporte espiritual muy importante para el Iglesia. Por tanto hay que buscar a días de ministerio donde la mujer pueda desarrollar sus virtudes y facultades personales y también sobre todo los dones que el Espíritu Santo le haya dado.

Sandra: ahora, usted Samuel me está hablando todo el tiempo de buscar, que la Iglesia busca, descubre, ofrece y abre posibilidades. ¿Qué pasa cuando la Iglesia, el liderazgo de la Iglesia está pasivo en estas cosas pero la mujer tiene ganas, ganas y no sabe cómo abrirse ese camino, que le podemos sugerir?

Samuel: sugerirle, en primer lugar oración. Yo quiero servir Señor, tú sabes que soy tu cierva, por tanto abre puertas. Porque cuando Dios abre una puerta nadie la cierra y cuando la cierra nadie la abre. Primeramente oración. Yo diría que la mujer puede comenzar a ejercer su ministerio orando por ella, orando por su familia, orando por los líderes de la Iglesia y orando por la situación de su iglesia, donde ella está. Segundo, plantearle al liderazgo de la Iglesia el deseo de servir y decirle a los líderes de la Iglesia mira yo quiero servir en la Iglesia ¿que puedo hacer? a lo mejor la respuesta que recibe el primer día es bueno, todo está cubierto. Tranquila sigue orando plantearle a los cuatro días otra pregunta a los líderes ¿si todo está cubierto yo soy una espectadora dentro de la Iglesia? porque si soy cristiana tengo que participar en la Iglesia, ¿en qué puedo participar?. Si bien esa mujer alguna idea concreta, decir yo por ejemplo podré estar enseñando un grupo de niños, esté poniendo el ejemplo, cuyo ministerio no se está cubriendo. Voy a dar una clase especial semanal para niños. Plantearlo al liderazgo y decir ¿por qué no puedo hacerlo?, ¿o cuáles son las limitaciones?, todas estas cosas teniendo en cuenta no crear un cisma dentro de la Iglesia por un capricho personal. Yo estoy hablando de asunto bíblico. Cuando los líderes de la Iglesia están recibiendo preguntas o repuestas de una mujer en este sentido tienen que dar una contestación. Entonces yo sugiero que esta es la mejor vía para comenzar a restaurar un ministerio dentro de la Iglesia y a veces está descuidado, olvidado o pasa desapercibido

Sandra: como hacen los niños con nosotros los padres, que nos desafían a través de preguntas y tenemos que encontrar las respuestas, y no dejan pensando muchas veces. Y la última pregunta es ¿qué pasa con las mujeres muy ocupadas, también es una cosa de este tiempo? aquella mujer que tiene la oficina, la casa, los niños, el esposo y bueno, y el servicio, y la participación se va transformando casi sin darse cuenta en espectadora.

Samuel: sí, con todo a veces la sociedad de nuestros días ha invertido los valores cristianos. De manera que las mujeres tienen que trabajar, porque tienen que alcanzar una posición social en un mundo competitivo como el nuestro y descuidan áreas concretas de santificación, por ejemplo sus hijos. Estamos en una sociedad donde los niños son las grandes víctimas del consumismo y del desarrollo. La mujer cristiana debe valorar que prefiere tener en su casa el televisor de plasma de 32 pulgadas o la atención de los niños. El consumo va traer estas consecuencias. Y sobre todo la mujer y el hombre pero sobre todo la mujer tiene que pensar que Cristo no la compró para que sea algo aquí más que testigos suyo, la comprado para que le sirva. Hemos sido comparado por un precio, la sangre de Cristo para que sirvamos al Dios vivo y verdadero. La prioridad en la vida cristiana es servir y la mujer tiene que plantearse ¿qué cosas debe a lo mejor eliminar de su programa para poder dedicar un tiempo? ahora, no hay duda que si tenemos que trabajar durante toda la semana por necesidad, no tenemos tiempo para asistir a la congregación, el domingo no hay duda que algo puedo hacer en cuanto al servicio. Por tanto debe buscar una puerta a ser lo que soy realmente, siervo de Jesucristo. Y como dice Pablo ténganlos pues los hombres como servidores de Jesús.

Sandra: ha sido un gusto tenerlo nuestro programa Samuel y le vamos invitar para otro, hay que aprovechar que está de visita en nuestro país y bueno, muchas gracias y nosotros seguimos con Natalia para dar la dirección y los contactos a todas nuestras amigas.

Samuel: gracias a ustedes.

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