Cuando un Hijo es muy Diferente
26 octubre, 2010
Todo o Nada
26 octubre, 2010
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Síndrome del Mesías

Dios no nos exige mas de lo que podemos hacer, somos nosotros los que nos colocamos mas cosas de las que podemos sobrellevar. El único que es capaz de hacer la tarea de cargar, es el Señor mismo.


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EA414 – Entre Amigas – Cuando un Hijo es muy Diferente



Receta: Tallarines a la Crema de Queso y Nuez


Entrevista con Daniel Montenegro

Sandra: Muy bien, y fuera de estudios si, en un hotel en la ciudad de Montevideo pero con una persona que visita nuestro país nuevamente, Daniel Montenegro, es que tenemos el gusto del traerles al invitado del día de hoy. Daniel es psicólogo, es pastor y ahora está a cargo del Instituto Haggai, y cada vez que visita Uruguay trae temas bien interesantes para la comunidad cristiana, y en este caso hace pocos días escuchando una disertación que el tubo en una cena sobre esto de cuidados al que está a cargo de cuestiones ministeriales, o emprendimiento cristianos ¿cómo llamarlo para aquél que no conoce en la terminología de iglesia? ¿Es que estas personas tienen que dedicarse ciento por ciento Daniel, 24 horas al día, porque total es una vocación de servicio o es que requieren también un cuidado especial? ¿Qué tal, como estas?

Daniel: Hola primero que nada buenas tardes y gracias por la invitación, por lo oportunidad de poder hablar con el público acá en Uruguay y específicamente contigo acá en el hotel. Efectivamente algo que creo que es de interés para todos es el saber, o entender si altamente hemos sido llamados para servirle al Señor pero yo creo que en ese servicio nos tenemos que plantear una pregunta inicial, ¿qué expectativas tiene Dios para nosotros y qué expectativas tenemos nosotros para con Dios?, y esas expectativas luego van a ser las que van a determinar la marcha de tu trabajo, que tan intenso tú trabajes. El asunto está en que Dios no nos exige más de lo que podemos hacer, nosotros mismos nos colocamos muchas veces una agenda bastante apretada, bastante cargada, y cuando nos damos cuenta es que estamos bastante estresados, bastante cansados. A lo largo de estos últimos años y yo he encontrado en diferentes países y en diferentes lugares, en misiones y en iglesias lides que están agotados, sólo darlos no te entusiasma mucho involucrarte en trabajo por qué da pena verles el cansancio.

Sandra: ¿Entonces, cuál sería la solución, o la recomendación, quien es que se cansa hasta agotarse el mismo líder, es la congregación que le pide el pastor que dé hasta nada más, son las autoridades, quizás, que están sobre él; cómo es que funciona todo esto?

Daniel: Sí, son varios factores que se reúnen, digamos que se juntan o confabulan para que esto suceda. Va a estar en la sabiduría del líder por manejar esta situación. Porque ciertamente demanda de parte de la congregación al pastor de la institución cristiana como tal, hay un programa que te lo piden cumplas o que se siguen a las metas, a los objetivos, agregó entre la congregación o la gente que líder tiene a su cargo pues son personas que también tienen dificultades, necesidades y 20.000 cosas que cualquier ser humano las tiene. Y luego a la par de esto también están tus necesidades propias un persona y tu familia. Entonces el asunto es saber priorizar y comprender todo en ese orden, realmente el más importante eres tú. Tenemos un ejemplo muy importante cuando el Señor Jesús dice que habremos de armar a los demás, ¿cómo a quien? como a nosotros mismos, o sea el gran ejemplo del cuidado y de amor es tu persona y nosotros a veces no empezamos en ese orden, empezamos cuidando a los demás amando mucho a los demás pero a veces te dejas a último momento atenderte aquí. Y si tomamos la palabra de Dios tal y como nos muestra el diseño es, aunque suene egoísta y un poco de xenofobia en esto pero es amarte a ti.

Sandra: Eso, mucho pueden tildarlo de egoísmo, pueden decir bueno, aquel drogadicto está necesitado tirado a la cárcel, necesita de tus fuerzas, tú tienes el Señor, tú puedes esperar un poquito más pero él no.

Daniel: Sí, lo que pasa es que tenemos que comprender que nosotros no podemos hacer el trabajo de Dios estamos violando un espacio, estamos violando un lugar cuando queremos tener no solamente acciones sino atribuciones que corresponden a Dios. Yo les decía, si te recordarás en la cena pasada, que hay una palabra que ha hecho mucho daño dentro del gremio evangélico, dentro de los líderes cristianos, se habla mucho de “siento la carga” y cuando la persona dice siento la carga, básicamente se está definiendo como un mártir como alguien que está victimizado, y si vamos a la realidad nadie puede sentir la carga, el único que carga, sigue cargando y ya cargó es nuestro Señor Jesús y violentando nosotros ese lugar porque queremos también cargar lo único que estamos haciendo es dañando la obra y dañándonos nosotros mismos. Dices Gálatas 6: 1 y 2 que si, habremos de sobrellevar las cargas los unos de los otros entonces esto habla también de una óptica corporativa en la cual yo no puedo hacerlo lo solo, si lo puedo hacer contigo porque es una tarea compartida. Pero no estamos llamados a cargar absolutamente a nadie ni nada a solas el único que carga, y sigue cargando, continúa haciéndolo es nuestro Señor Jesús.

Sandra: Seguimos con Daniel Montenegro, y yo le preguntaba antes de ir a la pausa musical que es esto del síndrome del Mesías ¿pastor yo no se a ver si usted me puede explicar?

Daniel: Sí Sandra, lo que sucede es que hace algún tiempo visitamos ciertas comunidades en donde encontramos a muchos líderes cansados, a muchos pastores en la oportunidad de él Señor me ha dado de viajar por Latinoamérica visitado diferentes lugares, países y culturas, ministerios, misiones y comenzó a surgir un común denominador y miramos que entre tanta persona cansada tenía que haber una razón por la cual se agotaban en el ministerio y con otros psicólogo cristianos decidimos iniciar no solamente una tarea de investigación sino dar una respuesta a la investigación. En esa investigación en lo que descubrimos fue que algunos pastores, como tú bien sabes, se excedían en el trabajo básicamente tomaban responsabilidades que no les correspondían y al hacer todo esto esos mismos estaban manifestando lo que nosotros le llamamos el síndrome del mesías, porque sabes que un síndrome es aquello que se manifiesta de una manera muy clara y toda esa sintomatología te va mostrando que la persona está en esta enfermedad.

Yo oponía el otro día el ejemplo de el sida cuando se tiene toda una sintomatología que cuando tú ves a esas personas que pierden peso, están manchados de la piel, el cabello y todo eso, pues la gente ya sabe que podría tener una enfermedad de este tipo, porque todas estas señales están mostrando que la persona es poseedora de ese síndrome. Pues en el síndrome del mesías, así le llamamos nosotros y le decimos el síndrome del mesías porque realmente sabemos que el único que puede cargar y el único que puede hacer la tarea única y diferente es nuestro Dios, es nuestro mesías salvador.

Pero hay quienes quieren hacer el trabajo del mesías hacer la tarea del mesías, violentan el lugar y por eso les amamos el síndrome del mesías porque muestran toda esa sintomatología en la cual ellos se exceden por la atención a los demás se autonombran a sí mismos consejeros, rescatadores, salvadores, caudillos, y todos estos nombres que te estoy dando son diferentes facetas que ellos asumen cuando están trabajando, mientras ellos están en el ministerio. Y de esa cuenta nosotros comenzamos en la investigación, ¿qué es lo que provocaba ese síndrome? y encontramos, que esto originalmente surge incluso desde la niñez, hay mucha gente involucrada en la obra, que su infancia no ha sido una infancia tan apropiada.

Dentro de los que manifiestan una conducta de este tipo, normalmente, no digo que todos son así, pero son personas que en su niñez tomaron responsabilidades muy pronto, tuvieron tal vez un rol disfuncional, cuando fueron niños más bien les dieron responsabilidades de adulto, comenzaron a hacerse cargo de situaciones en casa o de atención es que no les correspondían a ellos tener para con los mayores quizás hacerse cargo de hermanos más pequeños o de situaciones de la familia, y son personas que crecen con la idea de que ellos tienen que hacerse cargo de algo o de alguien la responsabilidad viene siendo para esos, no únicamente un área de productividad, una vía donde puedan desarrollarse vine siendo mas bien un desafío constante en sus vidas, por otra parte los que no son a veces disfuncionales en esa forma también hay otro grupo que tiene una niñez en las que hay mito de una infancia feliz, un niño que ha tenido una familia en donde los padres se congratulan con él, se congracian con él, y el niño o la niña son muy complacientes con sus padres tratan que sus padres estén felices y contentos, estudian carreras que no les gustan, viven vidas que no quieren vivir siguen ordenes todo el tiempo de ellos y crecen con el pensamiento de que nosotros nacimos para hacer felices a nuestros padres, y hacer feliz a los que están cerca de nosotros, cuando estas personas llegan a ser adultos creen que también su misión en la vida es hacer feliz los demás entonces cuando hay oportunidad de servir transigí versan el servicio cristiano.

Los del grupo porque se consideran responsables de todos y son los que aparecen tomando acciones de responsabilidad por la gente, los otros son los complacientes, y son los que creen que ha nacido para que la gente se sienta bien, para que la gente este a gusto, para hasta cierto punto diríamos, complacer a los demás y en esa situación entra mucho cansancio de por medio, porque dejan de atenderse a si mismos, y la línea es muy sutil, no se dan cuenta. Y la Iglesia les ofrece una oportunidad de servir y esa oportunidad de servicio la transforman en una oportunidad para desahogar todo este tipo de emociones que traen desde la niñez. Tergiversando así como te digo, el sentido del servicio y del amor también.

Sandra: Bien, sin duda lo que vamos a tener que hacer es ver qué piensa Dios acerca de todo porque sin dudas quiere lo mejor para nosotros. Así lo dice la Biblia. Daniel hablábamos de la visión de Dios en cuanto al cansancio del líder cristiano, ¿Cuál es la visión de nuestro Señor, ya que es él quien nos encomienda a ser misioneros, de ser aquellos quienes llevamos las buenas nuevas, a reflejar la luz de su amor?

Daniel: Realmente yo no te puedo decir cuál es la visión de Dios, porque es imposible podértela decir, pero si le puedo decir con toda seguridad que es lo que Dios quiere que tengamos de acuerdo a los propósitos específicos de su plan, de lo que nos dice en su palabra. Y entre sus propósitos específicos es que tengamos nosotros sensatez, que tengamos nosotros quietud porque dice, sin te recuerdas, literalmente, mi paz os dejó, mi paz os doy; no la que el mundo da sino la única paz, la verdadera que puede dar el. Entonces en este mundo que está tan violentado, tan expresado, todo tan loco digamos hasta cierto punto, da pena ver que hay líderes cristianos, hombres y mujeres cristianos estresados.

No me negaras en las iglesias encontramos pastores nerviosos; y dije pastores nerviosos producen ovejas nerviosas porque la gente que esta al frente les contagia ese mismo estrés, esa misma actitud, entonces donde queda la , promesa, el legado que nos ha dejado nuestro Dios, porque no es una promesa, promesa es distinto pero el dijo, mi paz os dejo, es un legado que Dios nos ha dado. Y la pasamos muy mal porque a veces leemos las palabras en la Biblia, las palabras directas de Dios para nosotros y en este caso lo tomamos como una promesa, pero es un legado, es algo que tenemos derecho a tomarlo y a colocarlo en nuestras vidas de una manera que cobre vigencia y que sea verdaderamente que cobre vida.

Entonces que cuando hablamos de esto, del Síndrome del Mesías, es principalmente lo que a la gente le hace falta es descanso, es reposo, es tener un poco de paz y lo primero en esto es para poder trabajar ese cansancio que te viene por tanto embrollo de meterte a hacer tantas cosas que Dios no te pide que tu las hagas, pero en tu necesidad o tu ansiedad de probarte que eres capaz de hacerlo o buscar, no la aprobación de Dios, pero probarte a ti misma que puedes llegarlo a realizar, te viene cansancio, ¿Qué hacer con esto? Lo primero es reconocer que nosotros estamos fallándonos a nosotros mismos y fallándole a Dios. Hay un grupo que tu debes haber oído por ahí, los alcohólicos anónimos y los alcohólicos anónimos para corregir una de las grandes adicciones, porque el alcohol además de ser un vicio es una adicción, ellos son adictos al alcohol, entonces el ministerio también el frente adicta al trabajo, incluso me atrevería a decir de la Iglesia viene siendo lo que es el bar para el borrachito. Hay gente que se mantiene en la Iglesia lo más que pueden tiempo, mañana, tarde y noche, porque estando aquí me salgo de este mundo infame, este mundo absurdo, de este mundo en que todo es una locura, y que todas las cosas son malas, y me refugio aquí en la Iglesia, entonces como el borrachito busca tal vez una cantina, un bar para beber algo y olvidarse de que el mundo es perverso, y es sucio, y es oscuro, la misma operación es, me voy y me meto en una Iglesia y me olvido del mundo cruel, pero es un escapismo porque la Iglesia no debe de ser para eso.

La Iglesia para encontrar la relación con nuestro Dios, con nuestro Señor Jesucristo. Cuando la gente se esto, se involucra tanto en la Iglesia en tantas cosas y quiere servir el Señor, pero se vuelve adictiva al trabajo de la Iglesia. Hay adicción en esto, ¿entonces de hacerle? te decía como los alcohólicos anónimos que tienen en su programa, como elemento principal es reconocer que han caído en una adicción. Y nosotros no estamos copiando ningún modelo, pero éste es realmente el mejor paso que se puede dar al inicio, reconocer que has caído en una adicción. Una adicción en la cual estás activa todo el tiempo, involucrada en diferentes tareas que son de la Iglesia, pero que hay mucha actividad pero poca productividad. Tal vez conviene ser un alto y medir los resultados de tu esfuerzo, si realmente se está dando resultado o únicamente está dando cansancio, si únicamente está trayendo dejaste a tu vida. Y si sabemos que la palabra dice, para que vayáis y llevéis mucho fruto, y vuestro fruto permanezca.

Pero eso quiere decir que nosotros tenemos que ser un alto y evaluar, ¿que tan bueno es el fruto que estamos dando comparados con toda la energía y todo lo que está trabajando? entonces conviene hacer un alto. Vemos que el hombre aquel que el Señor Jesús lo sana, lo sana y lo deja sentado, quedó sentando y en su sano juicio. Entonces esa gente no está en su sano juicio, tiene que hacer un alto, tiene que detenerse, por eso él Señor no te va a castigar porque por un momento pares, evalúe su vida y el evalúe sus logros. Eso es lo primero. Lo segundo es reconocer que si ha habido un pasado en su vida en el cual hay un fluido en alguna de tus comportamientos compulsivos, trabajar y estar haciendo, constantemente estar metida en 20.000 cosas, entonces, revisar ese pasado y ver realmente cómo fue tu niñez, como fue adolescencia, o incluso algunos en su juventud madura, entonces en todo esto tener una oración con nuestro Dios para que corrija esta situación que a veces no previenen del corazón sino que está en la mente. Hay gente que tiene en ministerios porque haciendo esto alivió mi dolor, alivio lo que traigo desde mi niñez.

Hay gente en el ministerio con drogadictos, como borrachitos, con gente problema, que ellos mismos fueron problema pero ahora que están en la Iglesia quieren hacer una obra en esa dirección porque como te digo, haciendo esto voy a aliviar un poco mi dolor, voy a pagar un poco mi deuda. Entonces eso como autoexamen es muy valioso hacérselo. Y entonces un tercer punto es evaluar hasta donde uno ha sido un mal ejemplo sin quererlo y hecho daño a otros mostrando el ministerio es así como se debe de llevar. Y digo haciéndole daño a otros y a la misma Iglesia, porque la gente cuando vea a estos líderes así nerviosos, tensos, estresados, con exceso de trabajo los asusta y dice: no, yo no me quiero involucrar, para estar esta manera tan nervioso y tan estresado mejor me mantengo como estoy, y entonces el resultado es que va a haber poca motivación para que la gente se involucre más para servir al Señor. Todo lo contrario cuando ven hombres y mujeres que son tranquilos, gente que tiene verdaderamente paz su corazón, que tienen una vida agradable, y normal, les anima y dicen: bueno, yo quiero vivir así de esa manera y los entusiasma a servir al Señor. Ésos serían algunas de las recomendaciones, hay mucho más pero nos tomaría mucho más tiempo y por el momento esto lo dejaríamos como una introducción para lo que próximamente tendremos en octubre. Gracias Sandra.

Sandra: Nosotros le agradecemos al psicólogo y pastor, Daniel Montenegro por habernos dado estas recomendaciones que se pueden enumerar fácilmente pero que sin duda se van todo un proceso en la vida de alguien, pero qué lindo es poder hacerlo de la mano de Dios y bueno, si tiene consultas se le vamos a dejar los datos para que se comuniquen con nosotros.

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