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Quien permanece en mí, este lleva mucho fruto

Sonja Maag, nos entrega el penúltimo programa y estudio sobre permanecer en Él, la vid. Trata específicamente el tema del carácter definiendo sí cada uno de los frutos del Espíritu Santo y planteándonos preguntas a modo de desafío.


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EA549 – Entre Amigas –
Quien permanece en mí, este lleva mucho fruto



Receta: Fideos de Remolacha caseros


Entrevista con Sonja Maag

Sandra: Llegó el momento de la entrevista, con una amiga de la casa, ¡Sonja Maag! Y hemos estado hablando acerca de Llevar mucho fruto.

Sonja: Hemos estado hablando de Permanecer en él. Permanecer en el estudio de la Palabra, de la lectura bíblica, sobre fortalecer el vínculo de ese pámpano con la vid (Un ejemplo que Jesús usa en el capítulo 15 del evangelio de San Juan) La pregunta planteada ahora es: Llevar mucho fruto: ¿De qué habla el Señor Jesús con esto? Enseguida podemos pensar en los Frutos del Espíritu Santo ¿no? Es como un resultado de tener una relación directa con el Señor. Gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza.

Esto se enfoca más bien en nuestro carácter, en en nuestro ser. Se trata de llevar fruto a nuestro ser y por otro lado a nuestro hacer. Para poder hacer conforme a la voluntad de Dios, también tenemos que ser conforme a la voluntad de Dios.

El diccionario, define a la palabra CARÁCTER de esta manera: Modo habitual de pensar y obrar en una persona. Todo va primeramente por nuestra mente y luego en nuestro actuar. 2ª Timoteo 3:5 dice: Tener apariencia de Piedad pero negar la eficacia de ella. que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella. Aparentar ser una cosa pero mi conducta lo destruye lo desmiente.

Los cristianos no somos solamente desafiados a pensar, meditar y disfrutar de la riqueza que tenemos en Jesucristo en su palabra, en comunión íntima, sino que también involucrar esto a nuestra vida diaria. Nuestra vida debe ser digna de una cristiana en actitudes y acciones para glorificar al Señor Jesús

Esto es muy práctico. Ya que Jesús quiere transformarnos más y más a su imagen. Si permitimos que el Espíritu Santo obre en nosotros, entonces, el fruto de su Espíritu se va a poder manifestar cada vez más.

Justamente, el Apóstol Pablo, escribió a los Colosences, que estaba orando por eso:“… para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de DIos”Una cristiana es como una vidriera: la gente para y mira lo que hay adentro, lo que tiene a ver cuánto cuesta, a ver cuánto sale. La gente tiene que ver o quiere ver qué es lo que hay y qué sale de nuestra vida. Y la pregunta que nos queda es:¿Qué es lo que ellos ven cuando miran?¿Ven el fruto del Espíritu Santo? Queda un desafío muy grande.

¿Cómo podemos hacer para andar en el Espíritu? A veces nos parece muy complicado. La Biblia nos da un imperativo, pero, a la vez nos da la solución. En primer lugar,no podemos satisfacer los deseos de la carne.Este fruto lo leemos en Gálatas 5 en los versículos 22 – 23 y los versículos 19 – 21 nos explican cuáles son los deseos de la carne que no debemos satisfacer. De manera resumida lo podemos ver en el libro de Efesios, en el capítulo 4, en el versículo 31 dice: “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia”.Tengamos en cuenta que el Apóstol Pablo le escribe esto a creyentes. Y, estos deseos de la carne no deben tener lugar en nuestra vida. Y así la Biblia, la Palabra de Dios es que lo pide. Entonces podemos decir que Andar en el Espíritu es no satisfacer los deseos de la carne. En segundo lugar,debemos vestirnos con el sentir de Cristo. Y, ¿Cómo es esto? Dice la palabra: “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”Es así de fácil. No satisfacer los deseos de la carne. Y, luego, vestirnos con el sentir de Cristo. De esta manera, se va formando este carácter, este fruto del Espíritu que Cristo quiere ver en nosotros.

Muchas mujeres de la fe, hermanas dicen: ¡ESTE ES MI CARÁCTER, YO SOY ASÍ NO PUEDO! Pero la palabra dice que ésto, éste carácter Dios lo quiere transformar.

Lo hace a través de la unión con el pámpano con la vid y lo hace también a través de las convicciones que recibimos orando y escuchando al Señor.

En el diccionario busqué los componentes del fruto del Espíritu Santo. Es muy interesante lo que dice el Diccionario en cuanto a cada uno de estos.

AMOR: afecto por el cual el ánimo busca el bien verdadero del otro.

GOZO: Emoción causada por la contemplación de algo que nos gusta.

PAZ: Virtud que pone en el ánimo, la tranquilidad y sociego no turbado por molestias, trabajos etc.

PACIENCIA: Espera o sosiego. Es una virtud que se opone a la ira.

BENIGNIDAD: La calidad de Benigno, templado, moderado.

BONDAD: Calidad de bueno, inclinación a hacer el bien.

FE: Creemos firmemente por la autoridad de la Palabra de Dios todas las verdades que él nos ha revelado y lo que la Biblia nos enseña.

MANSEDUMBRE: La suavidad, benignidad, apacibilidad, tranquilo, suave.

TEMPLANZA: todas las cosas con moderación.

Nos queda la pregunta:¿Qué tal tus actitudes?Si tú eres una cristiana íntegra, frente a todas estas enseñanzas de la Biblia vale la pena meditar en esto y pensar porque la integridad significa: Semejanza a Cristo. Es una semejanza, en la unión de la vid con el pámpano.

¿Es el fruto del Espíritu Santo visible en todas las áreas de tu vida?Podemos pensarlo en cuanto a nuestra vida personal, en cuanto a nuestra vida matrimonial en las relaciones interpersonales, en todas estas áreas, de nuestras vidas. También lo podemos pensar en el área ministerial. Y no tenemos que desanimarnos, porque en este capítulo 15 de Juan: “Lo limpiará para que lleve más fruto” Y en la carta de Juan, dice: “si confesamos nuestros pecados él es fiel y Justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”

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