"Hijitos, ya es el último tiempo."

1 Juan 2:18


Me preocupa mucho que nosotros, como Iglesia de Jesús, no notemos con claridad lo difícil de la época en que vivimos, o sea, que ya estamos en la última hora. ¿Por qué será que no obramos en forma más acorde a esta realidad? Respuesta: porque las tentaciones del engaño y los intentos del enemigo para hacernos dormir son más fuertes en este último tiempo. Dentro de este contexto, la Palabra del Señor Jesús es puesta vehementemente delante de nuestros ojos: "Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad."


¡Hermanos, ésta, en realidad, es la última hora! Es decir, estamos delante de la puerta del tiempo del cual dice la Palabra profética que: "Será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces." Satanás, en forma de hombre, abrirá su camino con un esfuerzo tan violento que casi se lo puede sentir físicamente.


La hora de la tentación que viene sobre la Tierra, antes del comienzo de la Gran Tribulación, ya comenzó. Por eso, le pido, a todos los que leen estas líneas, que le digan no, en forma fervorosa y decidida, a cualquier compromiso con el espíritu del mundo.


El Señor quiere conducirnos, a cada uno de nosotros, sin contaminación, a través de esta tentación, ya que vamos al encuentro más glorioso, el encuentro con Jesús. Le veremos como El es. "Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro."