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No Perdonado, Pero Sí Amado
(3ª parte)

Autor: Marcel Malgo

El mensaje del profeta Oseas es el del increíblemente paciente amor de Dios. Usted quedará asombrado con los aspectos personales, que tienen que ver con nuestra vida, que serán mencionados en este estudio. Se tratarán temas específicos que nos conducirán, cada vez, a un nuevo desafío.


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PE1547- Estudio Bíblico
No Perdonado, Pero Sí Amado (3ª parte)



Terminando el programa anterior nos preguntamos:

¿qué puede hacer caer a un creyente hoy en día? ¿Qué le lleva a prostituirse espiritualmente?

Citamos, luego, tres versículos bíblicos, y dijimos que nos concentraríamos en cuatro puntos que están contenidos en esos tres versículos:

Primero: Preocupación por lo temporal

Segundo: El engaño de la riqueza

Tercero: Preocupación por la alimentación

Cuarto: Negocios para la subsistencia.


Comenzamos, entonces, hoy, con el primero: Preocupación por lo temporal

Mi padre, Wim Malgo, (dice Marcel) conoció en su época a cristianos que se lamentaban de tener que llegar a fin de mes con poco dinero, disimulando con su temor el hecho de que en realidad poseían una abultada cuenta bancaria. ¡Esto no es otra cosa que la preocupación por lo temporal! Por supuesto, a veces hay que ahorrar con el propósito de hacer alguna adquisición, o tal vez pensando en el porvenir de nuestros hijos. Pero cuando se llega a dimensiones donde uno se ocupa únicamente del dinero, llegando a ser lo más importante de su vida, y cuando la máxima atención está en el bienestar de los ahorros, como en los casos mencionados, éstos cristianos van por mal camino. Más bien, deberíamos ayudar a propagar el mensaje: ¡Jesús vuelve pronto!

Aun teniendo un buen ingreso, uno debería considerar si realmente es necesario estar al tanto del mercado bursátil para poder aumentar las ganancias. De ser así, deberíamos dedicarle tiempo a diario. Caso contrario, ¡pobre de aquel que pierde de vista sus acciones! Perderá dinero rápidamente. ¿Y cuánto tiempo pasará hasta que lo pierda todo? Respecto a esto, existe un consejo interesante en Proverbios 23:4-5: “”No te afanes por hacerte rico; sé prudente, y desiste. ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas como alas de águila, y volarán al cielo’’.Y en Efesios 4:20 leemos: “”Mas vosotros no habéis aprendido así de Cristo’’.

Estas palabras, por cierto, fueron sacadas de otro contexto, con el propósito de transmitirle lo siguiente: ¡no se deje tentar, haciendo todo lo que el mundo hace! El mundodebecorrer tras el dinero, y ocuparse intensamente en todo lo que esto implica, ¡pero un cristiano no! La Palabra es clara en este sentido:“”Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición’’ (dice 1 Ti. 6:9).

Piense en la esposa de Oseas. Estaba tan preocupada por lo temporal; con el propósito de conseguir pan, agua, lana, lino, aceite y bebida, que se dirigía por su propia elección al nivel de los no perdonados, precipitándose así a la ruina y la perdición.

También en nuestros tiempos, algunos cristianos se preocupan por las cosas temporales, como si aún fueran parte de los “no perdonados’. Si éste es su caso, vuélvase hoy mismo. Jesucristo quiere que forme parte de sus “”amados’.

El segundo punto es: El engaño de la riqueza

En el Salmo 62:10 encontramos las siguientes palabras: “”Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas’’. Aquí se declara que poseer riquezas no es un acto pecaminoso. El peligro inmediato existe únicamente si ponemos nuestra confianza en las mismas. Ya más de un creyente, que había pertenecido a los amados de Dios, se desvió por un mal rumbo. ¿Y por qué? La respuesta está en que comenzaron a fiarse de sus riquezas. El que hace esto abandona concientemente la gracia. Éste también fue el gran error en el razonamiento de la esposa de Oseas. Abandonó voluntariamente el lugar protegido de la gracia, ya que confiaba más en los bienes de sus amantes que en el amor de su marido. Por este motivo, cayó de la alta posición de un ser amado, al bajo nivel de un ser no perdonado.

Cuando el pueblo de Israel huía de Egipto reclamando las ollas de carne que les brindaba este país, se alejaban del círculo de gracia y del amor de Dios; ¡porque confiaban más en las riquezas de Egipto que en su Señor!

Sin embargo, con Moisés no fue igual. Leemos en Hebreos 11:26 que tuvo “”por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía la mirada puesta en el galardón’’.

¿Es usted rico? Disfrútelo, pero no permita que su corazón se pierda con las riquezas.

El tercer punto es la: Preocupación por la alimentación

Cuando digo “”preocupación por la alimentación’’, no me estoy refiriendo a personas ricas, ni tampoco a aquellas que lo pretenden ser, sino a los cristianos sencillos que lamentablemente viven afanados por sus vidas. ¡Esto puede desarrollarse a tal punto que sus vidas parecerían pertenecer a los no perdonados – cuando sin embargo, pertenecen a los amados!

Que los hombres del mundo se preocupen por su vida cotidiana es bastante normal, pero un cristiano no debería hacerlo. No lo necesita. En Ef. 4:20 , la Palabra dice: “”Mas vosotros no habéis aprendido así de Cristo’’.

Por supuesto, todos tenemos debilidades en esta área (¡también yo!), ¿pero no nos dijo nuestro Salvador claramente : “”Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal’’?(Así lo leemos en Mateo 6:34).

Si observamos detenidamente la acción de la esposa de Oseas, veremos que la “”preocupación por la alimentación’’ dio su fruto. Estaba preocupada ya que no sabía si quedándose con Oseas tendría lo que creía suficiente. ¿A qué (lamentable y falsa) conclusión llegó en sus razonamientos? Creyó que Oseas no le daría suficiente sustento; por eso se dice:“”Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida’’. Observemos en Oseas 2:8 cuando dice: “”Y ella no reconoció que yo (Dios) le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal’’.¡Estas palabras fueron escritas tanto para la esposa de Oseas como para el pueblo de Israel: la esposa del profeta recibiría de todo y en abundancia por parte de su esposo, todo lo necesario para un sustento adecuado; de la misma forma que Israel sería un pueblo bendecido junto a su Dios!

Pero ninguno de los dos creyó esto, sino que concluyeron que en otro sitio la pasarían mejor. De esta manera la esposa de Oseas abandonó su hogar al igual que Israel a su Dios.

¿Qué significado tiene esto para nuestras vidas? Si nos ocupamos constantemente de la alimentación, es decir, si nos embarcamos en una búsqueda enfermiza por las cosas cotidianas, entonces nuestra vida no reflejará que somos amados de Dios. Por ende, daremos la apariencia de pertenecer a los no perdonados; ¡cuando no debería ser así!

El Señor vela por nosotros. Pensemos en las palabras de Mateo 10:30, donde dice: “”Pues aun vuestros cabellos están todos contados’’.¿No es ésta una poderosa declaración? ¡Vivamos acorde a esto como amados del Señor y no como no perdonados!

Y, finalmente el punto número 4 es: Negocios para la subsistencia

Por lo general, muchas personas en todo el mundo trabajan día y noche para conseguir un adecuado estándar de vida. ¿Para qué?

En Ec. 2:22 y 23, y 3:9, Salomón dice estas acertadas palabras: “”Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y de la fatiga de su corazón, con que se afana debajo del sol? Porque todos sus días no son sino dolores, y sus trabajos molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad. ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?’’.

A veces surge la pregunta: ¿Realmente es necesario obtener más ganancias? ¿Para qué trabaja usted día y noche? ¿Todo esto no influye finalmente de forma negativa en su vida espiritual?

“”Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado’’,le escribió Pablo a Timoteo (en 2 Ti. 2:4).

Como hijos de Dios somos llamados a ocupar la primera línea en el ejército del Señor. Es el primer deber en nuestra vida.

¡Viva esta relación, confíe en su Señor y espere Su bendición en todos los “negocios para la subsistencia’! ¿Qué queda al final de lo que hemos juntado con arduo trabajo? – ¡Nada! En Ec. 2:11, Salomón confiesa: “”Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol’’. ¡Vivamos como seres amados y perdonados!

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