Lo que ocurrió, lo que ocurre y lo que ocurrirá 2 de 4

Lo que ocurrió, lo que ocurre y lo que ocurrirá 1 de 4
21 febrero, 2008
Lo que ocurrió, lo que ocurre y lo que ocurrirá 3 de 4
21 febrero, 2008
Lo que ocurrió, lo que ocurre y lo que ocurrirá 1 de 4
21 febrero, 2008
Lo que ocurrió, lo que ocurre y lo que ocurrirá 3 de 4
21 febrero, 2008

Título:”Lo que ocurrió, lo que ocurre y lo que ocurrirá “

Autor: Thomas Lieth  PE1245

Se tratan 3 referencias restantes del Mesías, encontradas en el Salmo 69 y también, se descubren 12 puntos importantes donde reconocemos una sorprendente cronología, que ya se cumplió y se cumplirá todavía en forma exacta en la historia de la salvación.


Descargarlo GRATIS a su propio pc para tener o

compartírcon otrosPE1245.mp3



Sigamos querido amigo revisando las referencias del Mesías en el salmo 69.

La quinta referencia la encontramos desde el versículo 13 al 20:“Pero yo a ti oraba, oh Jehová, al tiempo de tu buena voluntad; oh Dios, por la abundancia de tu misericordia, por la verdad de tu salvación, escúchame. Sácame del lodo, y no sea yo sumergido; sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas. No me anegue la corriente de las aguas, ni me trague el abismo, ni el pozo cierre sobre mí su boca. Respóndeme, Jehová, porque benigna es tu misericordia; mírame conforme a la multitud de tus piedades. No escondas de tu siervo tu rostro, porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme. Acércate a mi alma, redímela; líbrame a causa de mis enemigos. Tú sabes mi afrenta, mi confusión y mi oprobio; delante de ti están todos mis adversarios. El escarnio ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado. Esperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo; y consoladores, y ninguno hallé”(Sal. 69:13-20).

Para esto no encontré ninguna referencia en el Nuevo Testamento.

Pero hay intérpretes que opinan que el Señor Jesús en el Huerto de Getsemaní habría orado el Salmo 69, o bien las partes de él citadas. Cuando Jesús estaba en ese lugar en una fuerte lucha de oración y Su sudor caía como gotas de sangre sus amigos y colaboradores más cercanos, cansados y desanimados, se habían dormido y Él no encontró en ellos ni compasión ni consuelo, por lo que habría sido más que posible que Él hubiera orado los versículos antes citados.

También podría, de hecho, haber sido así, porque inmediatamente, a continuación, dice en el Salmo 69:“Me pusieron además hiel por comida, y en mi sed me dieron a beber vinagre”. Y a los acontecimientos en el Huerto de Getsemaní le siguió la captura y, a continuación, la crucifixión de Jesús, antes de la cual aconteció con exactitud lo siguiente:“Y cuando llegaron a un lugar llamado Gólgota, que significa: Lugar de la Calavera, le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; pero después de haberlo probado, no quiso beberlo”. Y poco antes de Su muerte en la cruz, cuando Jesús sufría una gran sed, una vez más le dieron vinagre para beber:“… y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber”.

Sexta referencia:“Sea su convite delante de ellos por lazo, y lo que es para bien, por tropiezo. Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, y haz temblar continuamente sus lomos. Derrama sobre ellos tu ira, y el furor de tu enojo los alcance”(Sal. 69:22-24).

Los superiores del pueblo judío fueron quienes entregaron a Jesús a los romanos para la crucifixión, y la consecuencia inmediata fue la ceguera espiritual del pueblo y la ira de Dios sobre toda la generación judía de aquel tiempo, que culminó en la destrucción de Jerusalén y del templo en el año 70 dC, en la matanza de muchos judíos y en la dispersión de los sobrevivientes por todo el mundo. Que las antes mencionadas palabras de juicio realmente se refieren a Israel, lo constatamos en la carta a los romanos:“… como está escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy. Y David dice: Sea vuelto su convite en trampa y en red, en tropezadero y en retribución; sean oscurecidos sus ojos para que no vean, y agóbiales la espalda para siempre”.

Estimado amigo continuemos con la Séptima referencia:“… sea su palacio asolado; en sus tiendas no haya morador”. En el Nuevo Testamento esto es aplicado a Judas Iscariote, ya que en Hechos 1:20 dice:“Porque está escrito en el libro de los Salmos: Sea hecha desierta su habitación, y no haya quien more en ella; y: Tome otro su oficio.”Y Matías recibió el llamamiento en lugar de Judas:“… Matías;… fue contado con los once apóstoles”. Más adelante también fue añadido Pablo, que sin embargo fue el“apóstol de los gentiles”.

· En el Salmo 69 también encontramos referencias indirectas, como por ejemplo:“Derrama sobre ellos tu ira, y el furor de tu enojo los alcance. Sea su palacio asolado; en sus tiendas no haya morador. Porque persiguieron al que tú heriste, y cuentan del dolor de los que tú llagaste. Pon maldad sobre su maldad, y no entren en tu justicia. Sean raídos del libro de los vivientes, y no sean escritos entre los justos”. Eso podría referirse a la destrucción de Jerusalén en el año 70 dC, a la destrucción del templo y la caída de la generación judía de aquel tiempo, la cual había desechado a Jesús y cometido el pecado contra el Espíritu Santo. No encontramos el pecado contra el Espíritu Santo en la enseñanza de las epístolas neotestamentarias, y a mi manera de ver, un cristiano nacido de nuevo, ya no lo puede cometer. Más bien fue la mayoría de las personas de aquella generación judía de los tiempos de Jesús los que cometieron ese pecado contra el Espíritu Santo, generación que, en las señales y los milagros que Él realizó, debería haberlo reconocido como Mesías y como Hijo de Dios, pero que no Le creyó, y que incluso adjudicó Sus obras al diablo.

·“Mas a mí, afligido y miserable, tu salvación, oh Dios, me ponga en alto. Alabaré yo el nombre de Dios con cántico, lo exaltaré con alabanza. Y agradará a Jehová más que sacrificio de buey, o becerro que tiene cuernos y pezuñas”. Después de Su muerte y de Su resurrección, el Señor Jesús ascendió al cielo. Desde entonces Él está con el Padre, e intercede allí por nosotros como nuestro sumo sacerdote. El derramamiento de Su propia sangre, sacrificio con el cual Jesús ascendió a Dios el Padre en las alturas, vale más que todos los millones de sacrificios judíos en el templo.

·“Lo verán los oprimidos, y se gozarán. Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón, porque Jehová oye a los menesterosos, y no menosprecia a sus prisioneros”.

Después de casi mil novecientos años, una nueva generación del pueblo judío que salió del holocausto, que estuvo prisionero, es vivificada por Dios y llevada de regreso a su tierra. ¿Por qué? Porque Él no desprecia a Sus prisioneros. Porque el reino mesiánico se avecina. Y eso lo señalan los siguientes versículos: 

“Alábenle los cielos y la tierra, los mares, y todo lo que se mueve en ellos. Porque Dios salvará a Sion, y reedificará las ciudades de Judá; y habitarán allí, y la poseerán. La descendencia de sus siervos la heredará, y los que aman su nombre habitarán en ella”.

Querido oyente para finalizar, en todo esto descubrimos una sorprendente cronología, que ya se cumplió y se cumplirá todavía en forma exacta en la historia de la salvación, lo podemos descubrir en 12 puntos importantes con los que quiero que se queden: 

1. El odio sin causa de la clase alta de Israel hacia Jesús, y la enemistad infundada de ellos.

Eso ya comenzó en Lucas 6:11.

2. El rechazo de parte de Su propia familia.

3. La purificación del templo.

4. La difamación de Jesús.

5. La oración en el Huerto de Getsemaní.

6. La crucifixión de Jesús, durante la cual Le alcanzaron hiel y vinagre.

7. La ceguera de Israel y la ira de Dios sobre el pueblo obstinado.

8. Judas, desechado y sustituido.

9. La destrucción de Jerusalén en el año 70 dC., el pecado contra el Espíritu Santo.

10. La misión de Jesús como sumo sacerdote en el cielo.

11. El regreso de Israel a la tierra prometida.

Dios primero hizo regresar al pueblo judío en impiedad, para luego regresar a Él, para que los israelíes que quedan nazcan de nuevo y Sion sea salvado.

En Ezequiel 37:7 leemos del regreso de los judíos que aún viven en incredulidad, los cuales sobrevivieron al holocausto:“Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso.”De repente, los judíos que estaban dispersos en las “tumbas de las naciones”, volvieron a la vida y Dios los guió de entre muchas naciones a la prometida tierra de Israel. Esta multitud heterogénea que aún no podía ser identificada con exactitud, se convirtió en una comunidad, recibió un “cuerpo”, un “rostro”. Otra vez fue reconocible como nación: Eso ocurrió el 14 de mayo de 1948 en la fundación del Estado de Israel. Dios usó el movimiento sionista para eso, pero dice:“… no había en ellos espíritu”.Ellos aún no tenían el “espíritu”, y la mayoría de ellos aún no han llegado a una fe viva. Dios todavía junta a los judíos de la dispersión en incredulidad en la tierra de Israel, para luego hacer que ellos lleguen a creer.

Punto 12, estimado oyente, y con este terminamos: El reino mesiánico. Nos encontramos en la próxima audición querido amigo para continuar con nuestro estudio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Elija su moneda
UYU Peso uruguayo