Las palabras proféticas de Jesús acerca de Jerusalén 5/5

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Titulo: “Las palabras proféticas de Jesús acerca de Jerusalén” 5/5
 

Autor: FrediWinkler 
Nº: PE1071

Dios ha encomendado a aquellos que confían en Él. Él y nadie más que Él, nos traerá la verdadera paz.

Saber esto nos guarda de poner, equivocadamente, nuestras esperanzas en los esfuerzos humanos, y nos ayuda a confiar solamente en el evangelio de paz y en la palabra de Su verdad.

 


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“Las palabras proféticas de Jesús acerca de Jerusalén”  5/5

Estimado amigo, ¿Será que los judíos tendrán que volver a huir de Jerusalén y de Judea?

El evangelio de Lucas nos habla de la exhortación de Jesús a huir de Jerusalén y de Judea. Esta profecía se ha cumplido en el año 70 d.C.. Contrariamente a los informes que nos han sido trasmitidos por Mateo y Marcos, en Lucas la señal para la huida no es la abominación de la desolación, sino el hecho de que la ciudad sería rodeada por un ejército. Marcos escribe que la abominación de la desolación estaría puesta en un lugar en el cual no debería estar. De acuerdo a Mateo, la misma se encontrará en un lugar sagrado. El lugar más sagrado de Jerusalén todavía sigue siendo el Monte del Templo, el lugar en el cual estuvo el templo, aun cuando éste ya no exista.

Los acontecimientos de los últimos años han mostrado claramente como ese lugar se ha convertido en un punto neurálgico en Israel, e incluso en el mundo entero. Cuando ese lugar esté terriblemente desolado, entonces será el momento en que aquellos que se encuentran en Jerusalén deberán huir con urgencia. Mateo y Marcos, en sus relatos, mencionan solamente la exhortación a huir a las montañas. En Apocalipsis 12:13-16, sin embargo, se habla de otra huida, la cual, no obstante, en realidad es una acción divina de salvataje, ya que Israel será literalmente arrancado de las garras de Satanás, y será llevado al desierto como si fuera sobre alas de águila. Allí Dios protegerá a Su pueblo durante tres años y medio.

En vista de este escenario bíblico, llama la atención que Israel, paulatinamente, esté estableciendo campamentos militares y cuarteles en el sur del país, es decir en el desierto del Neguev. Esta medida no es tomada por razones estratégicas, sino porque los centros de aglomeración urbana, donde dichas instalaciones se encontraban hasta entonces, están, entretanto, densamente poblados. Aparentemente, Dios ya está haciendo provisiones para la futura huida de Israel, sin que los israelíes lo sepan. Además, en el Neguev se encuentran los grandes aeropuertos militares, que fueron trasladados a ese lugar durante la evacuación del Sinaí.

Y, más allá de eso, allí también están los depósitos de bombas nucleares (cerca de Dimona). Humanamente hablando, todo eso es un potencial de disuasión que no puede ser subestimado. Pero, a pesar de eso, la protección del remanente de Israel en el desierto será un milagro divino, ya que Satanás hará todo lo que está en su poder para aniquilar a Israel.

Si miramos todas las declaraciones de la Biblia acerca del tiempo anterior a la segunda venida de Jesús, podríamos pensar que la mayoría de los juicios apocalípticos vendrían en primer lugar sobre Israel. Pero, es justamente Israel quien, para esos terribles últimos tiempos, tiene la promesa de Dios, y Él será quien salvará y protegerá a Su pueblo, a pesar de todo.

Estimado amigo, la angustia y confusión van en aumento

Los acontecimientos apocalípticos no solamente llevarán a Israel a donde Dios quiere que esté, sino que también servirán para juzgar a las naciones y para quitarles su poder, como ya lo había visto Daniel en su interpretación del sueño de Nabucodonosor. La piedra que vendrá desde el cielo de parte de Dios, se convertirá en un reino que comprenderá al mundo entero, del cual se dice luego en el versículo 44:“Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre.”En el Nuevo Testamento, Jesús dice acerca de ese tiempo:“Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierraangustia de las gentes, confundidas…”Ocurrirán cosas que, de verdad, nunca se han visto desde que hay seres humanos sobre la tierra. La humanidad tendrá que reconocer que, después de todo, la Biblia es verdad y que vendrá aquello que Dios, a través de los profetas, ha estado advirtiendo desde hace mucho tiempo. En ese tiempo, ya solamente reinarán la angustia y la confusión, porque la gente, anteriormente, ha echado al viento todas las advertencias de Dios, no ha aceptado Su oferta de gracia, y no se ha dirigido a El. Esta angustia también se expresa en el pasaje paralelo de Apocalipsis 6:15-17:“Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”

“Naciones Unidas” según la voluntad de Dios

Aunque en muchos textos bíblicos habla de un juicio nunca antes visto sobre las naciones, y aun sobre toda la tierra, no es que Dios quiera destruir a la humanidad, sino que El la quiere sanar. Eso lo ilustra en forma muy clara el ejemplo de Sofonías 3:8. Allí habla del fulminante juicio de la ira de Dios. En el próximo versículo, sin embargo, dice:“En aquel tiempo devolveré yo a los pueblos pureza de labios, para quetodosinvoquen el nombre de Jehová, para que le sirvan decomún consentimiento.”Eso, y no la aniquilación de las naciones, es la gran visión de Dios para el futuro que encontramos en las Sagradas Escrituras.

El intento de reunir a las naciones a través de organizaciones, como lo fue en su momento la Sociedad de Naciones, y actualmente las Naciones Unidas, u otras asociaciones como la Unión Europea, en definitiva no es más que un intento sin Dios. Eso también se ve claramente en la lucha por la legislación de la UE, en la cual ya no se quieren referir a Dios. En realidad, ese tipo de intenciones provienen del mismo espíritu que imperaba en el tiempo de la construcción de la Torre de Babel, cuando las personas se decían unos a otros:“Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo;y hagámonos un nombre…”. Detrás de tales aspiraciones se esconde el delirio de grandeza de los seres humanos y no el deseo de formar comunidades de naciones que vivan de acuerdo a la voluntad de Dios. Pero Dios dice “no” a todos los esfuerzos humanos que lo excluyan a El y que excluyan Su verdad. El está ocupado en reunir a las naciones a su manera. En ese contexto es que se dice en Jeremías 25:31:“… porque Jehová tiene juiciocontra las naciones…”Todo lo que es en contra de Dios, El lo tiene que destruir primero y tiene que atar a Satanás antes de establecer Su reino, en el cual gobernarán el derecho y la justicia. Recién entonces llegará la paz que la humanidad, una y otra vez, quiere establecer sin Dios, como lo profetiza Isaías:“Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra”(Is. 2:4). Ese es el poderoso y exuberante mensaje que Dios ha encomendado a aquellos que confían en Él. Él y nadie más que Él, nos traerá la verdadera paz.

Saber esto nos guarda de poner, equivocadamente, nuestras esperanzas en los esfuerzos humanos, y nos ayuda a confiar solamente en el evangelio de paz y en la palabra de Su verdad.

Lo que acontece en y alrededor de Israel es para nosotros una advertencia y una exhortación al mismo tiempo, recordándonos que el tiempo de la segunda venida de Jesús se acerca más y más. En vista de estas cosas venideras, el profeta Isaías le dice al pueblo de Israel:“Venid, oh casa de Jacob, y caminaremos a la luz de Jehová”(Is. 2:5). Ese también debe ser nuestro clamor: ¡Ven, pueblo del Señor, caminemos a la luz del Señor!

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