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La Vida De Fe 

Autor: William MacDonald

  La palabra discípulo ha sido por demás utilizada, y cada usuario le ha dado el significado de su conveniencia. El autor de este mensaje nos lleva a examinar la descripción de discipulado que presentó Jesús en sus enseñanzas, la cual se halla también en los escritos de los apóstoles, para que aprendamos y descubramos más acerca de este concepto.


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PE2000 – Estudio Bíblico  – La Vida De Fe



Estimados amigos, los cristianos son llamados a vivir por fe. La oración,“El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”(de Mt. 6:11) supone que vivimos en una constante dependencia de la provisión del Señor.

Aquellos que tienen una ocupación secular reciben ingresos regulares. Para ellos la cuestión no es de dónde vendrá su dinero, sino qué harán con él cuando lo reciban. Para ellos la vida de fe es trabajar duro para obtener el sustento para las necesidades actuales y para las de su familia, poner todo el excedente en la obra del Señor, y confiarle el futuro a Dios.

Sin embargo, para el que está comprometido a trabajar tiempo completo para el Señor, vivir por fe es depender de Él para la satisfacción de sus necesidades. Él cree que Dios lo ha llamado y que Dios le responde cuando pide. Él sabe que el trabajo de Dios, hecho a la manera de Dios, nunca carecerá de la provisión de Dios. Él no tiene que pedir dinero porque Dios le proveerá.

Tristemente, este patrón neo testamentario es altamente rechazado en los círculos cristianos hoy en día. La petición bien organizada es una regla, no una excepción. Ha alcanzado una proporción tan atrevida que el mundo lo ve y dice: “Todo lo que la iglesia quiere es tu dinero.” El principal argumento contra esta práctica es que no tiene ningún precedente o sostén bíblico. Los apóstoles nunca hicieron saber a otros sus propias necesidades, sino las necesidades de los demás. Pablo, por ejemplo, publicó las necesidades de los creyentes en Jerusalén (en 2 Co. 8:10 al 15). Pero, en cuanto a sí mismos, ellos esperaban la provisión para sus necesidades sólo del Señor.

Todo este tema está vinculado a la vida de fe. Dios quiere que lo busquemos sólo a Él. Cuanto más ponemos la mira en Él, mayor gloria recibe; y cuanto más intentamos manipular nuestro destino, Él recibe menos gloria y nosotros más.

G. H. Lang nos ofrece una valiosa perspectiva acerca de la vida de fe: “Debido a que la fe es una cualidad apropiada y moralmente indispensable en un hombre para que Dios le otorgue Su aprobación, esos métodos que desarrollan verdadera fe en nosotros, y en los convertidos, son los únicos métodos correctos y bendecidos. Es entonces que obstaculizar la fe se convierte en uno de los principales objetivos del diablo, para lo cual usa varias trampas. Entre las más efectivas está el inducirnos a adoptar métodos que nos prometen falsos buenos resultados que no demandan mucha fe, que no demandan contar con Dios únicamente en todo tiempo y para cualquier situación.

Existe un gran poder en las organizaciones. Lo vemos en las revistas que informan acerca de los obreros y sus necesidades, para que los conozcan algunos corazones benevolentes; lo vemos en las listas de obreros que proveen información personal; lo vemos en grandes caudales en los que se anuncian sus ingresos y distribución. Nadie cuestiona que tales métodos tengan poder para servir a ciertos fines; pero no demandan una persistente, directa y enérgica fe en el Dios viviente. Los hombres del mundo pueden, y de hecho lo hacen, emplear estos métodos para sus propios fines. Tienden a necesitar desviar su corazón de Dios hacia sí mismos; al principio dividiendo su atención entre Él y ellos, para luego interponerse entre el alma y Él… Esta es la razón básica por la que algunos se oponen a tales métodos; esta es una razón suficiente por la que el Señor nunca los adoptó. De estos métodos se apartaron deliberadamente hombres como Groves y Müller, para dar una prueba fresca de la realidad y fidelidad de Dios, y el poder y suficiencia de la fe y la oración a un mundo y una iglesia incrédulos.”

Si yo realmente dependo sólo de Dios, entonces es Él quien me provee, siempre y cuando sea para Su obra. Cuando Él quiere que una obra se detenga, simplemente detiene también los suministros. Esto le evita al obrero la desventura de continuar después que el Espíritu se ha apartado de la obra. Sin embargo, utilizando diferentes solicitudes y pedidos, podríamos perpetuar una obra aun después que el Señor ha escrito Ichabod (“sin gloria”) sobre ella, aun después que la gloria se ha apartado.

Tan pronto como usted comienza a pedir, también introduce una nueva medida de éxito en el trabajo cristiano. Aquel que es más astuto en público, es el que se lleva la mayor parte del dinero. Y puede suceder que las obras que realmente valen la pena, sufran a causa de la alta presión que las campañas para recaudar fondos ejercen al sorber el dinero. Entonces, esto comienza a producir celos, competencia y desunión.

¿QUÉ SUCEDE CUANDO SÓLO SE DEPENDE DE LA ORACION?

“Dios es todopoderoso en cualquier territorio. Él puede obrar de variadas maneras, pero una de las formas en que lo hace es al ‘moverse’ en el territorio de la mente del hombre. Dios puede depositar un pensamiento en la mente de una persona. Puede hacer que alguien sienta un fuerte ‘impulso’ o ‘convicción’ de hacer algo. Es así que cuando oramos por cierta cantidad de dinero, Dios puede hacer que una persona tome una chequera y envíe esa cantidad, o que una docena de personas envíe diversas fracciones de esa cantidad, y como resultado se obtiene un total exacto. Quizá usted no crea que Dios haga esto, pero simplemente estoy diciendo que cuando hablo acerca de orar por dinero, esto es realmente lo que quiero decir.”

Sólo aquellos que han experimentado la profunda conmoción de ver a Dios proveer cantidades exactas en respuesta a la oración, en el tiempo exacto, sin hacer saber a nadie cuál es la necesidad, pueden apreciar la delicia de la experiencia. Cuando la obra de Dios depende de incentivos humanos, a menudo sucede que esos atractivos pierden su efectividad. La gente se va haciendo inmune a ellos, y es así que deben hacerse más fuertes y más sensacionalistas para producir el resultado invocado. Allí nos encontramos hoy en día. La versión moderna de Filipenses 4:6 y 7 dice:“… sean conocidas vuestras peticiones delante de los hombres en toda publicidad y cartas de solicitud, con exageración. Y la incertidumbre de las finanzas, que sobrepasa toda permanencia, mantendrá vuestros corazones y vuestros pensamientos en continuo suspenso.”Existe una diferencia entre información y solicitud. Yo creo que es legítimo informarle a la gente sobre lo que Dios está haciendo, pero nuestros motivos deben ser puros. No debemos buscar a las personas de forma secreta o indirecta en lugar de buscar a Dios. El lenguaje de la fe dice:“En Dios solamente reposa mi alma, porque de él viene mi esperanza.”Hacer saber mis necesidades a un ser humano, directa o indirectamente, es apartarme de la vida de fe, y una gran deshonra para Dios. De hecho, es como traicionarlo; es igual a decir que Dios me ha fallado y es por eso que tuve que buscar ayuda en mi prójimo. Hacer esto significa apartarme de la fuente de vida y volverme a una cisterna rota; es poner a la criatura entre mi alma y Dios, y así robarle a ella una rica bendición y a Dios la gloria que se merece.

No hay ninguna duda que Dios está usando a varios de estos grupos que recaudan fondos, pero creo que ellos se están perdiendo de mucho. Existe una mejor forma de hacerlo. “La verdadera vida de fe es una maravillosa realidad. Dios se deleita en ella, y además es glorificado a través de ella. No existe nada en todo el mundo que gratifique y glorifique a Dios más que vivir por fe.”

Vale la pena recordar las palabras de Hudson Taylor: El dinero mal ubicado o dado con motivos equivocados debería ser muy temido. Podemos permitirnos tener tan escasamente como el Señor elija darnos, pero no podemos permitirnos adquirir dinero no consagrado… ¡Que podamos mantener a Dios ante nuestros ojos; que andemos en sus caminos y busquemos complacerlo y glorificarle en todo, en lo grande y en lo pequeño! Dependamos de eso, la obra de Dios, hecha a la manera de Dios, nunca carecerá de Su provisión.

Corrie Ten Boom dijo: “Más preferiría ser la hija confiada de un Padre rico, que mendigar a la puerta de hombres mundanos.” Y alguien más lo puso de esta forma: “Los hijos del Rey no se conducen como los mendigos del diablo.”

 

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