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Titulo: “Israel , El Mesías y la Iglesia” 2/3
  

Autor: DaveHunt
Nº: PE1170

Satanás trata de provocar a los enemigos de los judíos para lograr la destrucción de los mismos, y obstaculizar la venida del Mesías


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“Israel , El Mesías y la Iglesia” 2/3

Luego del breve repaso de la introducción le invito a volver a apocalipsis12.

Querido amigo, el dragón, quien no logró destruir al niño, odia y persigue a la demás simiente de la mujer, es decir a los cristianos y a los judíos. En el transcurso de la historia de la humanidad, con las persecuciones de judíos a nivel mundial, domina un elemento inconfundiblemente satánico. Sin lugar a dudas, Satanás trata de provocar a los enemigos de los judíos para lograr la destrucción de los mismos, y obstaculizar la venida del Mesías. El hecho de que los judíos, a causa de su especial conexión con el Mesías, son protegidos hasta en los “últimos días” y llevados de regreso a su patria, es el corazón de la mayoría de las profecías bíblicas. Pero lamentablemente los profetas, unánimemente advirtieron que, a pesar de su sobrevivencia hasta nuestro tiempo, a los judíos en todo el mundo aún les esperaba lo peor. El tiempo de“la angustia de Jacob”será aún más terrible que el holocausto en la Alemania de los nazis. Solamente un remanente sobrevivirá.

Apocalipsis 12 nos muestra una imagen de la protección divina del remanente, por “un tiempo, dos tiempos y medio tiempo” (es decir, por tres años y medio) durante la segunda mitad de la semana 70ª, o de la gran tribulación. En Daniel 7:25 se menciona el mismo espacio de tiempo, diciendo que en éste el Anticristo ejercerá el mandato del mundo. Pero en realidad será Satanás quien tendrá todo bajo control, ya que es él quien le da el poder a la bestia. Supongamos que Satanás hubiera logrado destruir a los judíos. ¿No podría Dios, en ese caso, haber hecho un nuevo comienzo con un pueblo diferente? No, eso habría sido imposible. Pues, en ese caso, los poderes de las tinieblas se habrían quedado con el poder sobre esta tierra.

Dios se había comprometido traer el Mesías al mundo a través de los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob, a través de la tribu de Judá y de la línea del Rey David. Los profetas proclamaban que debía suceder de esta manera. Si estas profecías no se hubieran cumplido, Dios sería un mentiroso. Además, en ese caso, se habría encontrado la prueba de que Dios habría perdido el control sobre la historia y también sobre el universo, y Satanás habría salido de todo ese asunto como vencedor. De ahí que no es ningún milagro que los judíos, no solamente por Hitler, sino también en otras épocas de la historia una y otra vez han sido perseguidos en el intento de proceder a su aniquilación. En acontecimientos pasados y presentes es fácil darse cuenta que Satanás continúa firmemente decidido a destruir a Israel. ¿Por qué es así? ¿Qué podría producir eso todavía, después que Cristo ya vino, venciendo en la cruz a Satanás? También en esto se encuentra uno de los muchos motivos por los que uno no puede proclamar simplemente, como ocurre con cada vez mayor frecuencia, que Dios haya terminado Su obra de salvación con Israel, y que la Iglesia de Jesús haya tomado el lugar del pueblo judío.

Ahora bien, Israel tiene que sobrevivir.Cristo regresará, porque eso es lo que Él prometió. Pero si Dios hubiera concluido Su obra de salvación con Israel, ¿en qué consistiría entonces el sentido de Su regreso a la tierra? Si Él prometió arrebatar a la Iglesia, de este mundo al cielo, ¿qué interés tendría Cristo entonces en volver a la tierra, en el caso de que Israel ya no jugara ningún rol en la profecía? Por supuesto que Cristo viene para vencer y destruir el reino del Anticristo y para establecer Su dominio de mil años. Pero, ¿por qué? ¿Dónde se encontrará Su trono? ¿En Nueva York, en Washington D.C., en Londres, París, Berlín o Moscú? No, estará en Jerusalén. Desde allí Él reinará sobre el pueblo de Israel, desde el trono de su padre David.

El pueblo judío, que se encuentra disperso por toda la tierra, tiene que sobrevivir como grupo étnico identificable, y ser reunido nuevamente en la tierra de sus antepasados cuando el Mesías regrese. No puede ser de otro modo. Los profetas lo han proclamado inequívocamente y repetidas veces. La sobrevivencia de los judíos como grupo étnico en su tierra, en los últimos días, es una condición básica para la segunda venida de Cristo, y por eso sucederá. Los judíos, de acuerdo a la promesa divina, han sido guardados de la ruina. Hitler no pudo dar una “solución final al asunto judíos”. Los árabes, después de numerosas guerras, tampoco pudieron borrar a Israel del mapa. Los intentos proseguirán, porque si Satanás logra la aniquilación de los judíos, por lo menos habrá logrado una situación de empate. Las profecías bíblicas más importantes que se relacionan con la segunda venida del Mesías y con Israel en su tierra, no podrían cumplirse. En ese caso Dios habría demostrado ser un mentiroso, y habría perdido el control sobre Su universo. Por esta razón, para Dios, en su lucha con Satanás, el cumplimiento de las profecías sobre Israel es de suma importancia.

A pesar de las claras declaraciones en las antes mencionadas profecías, actualmente existe, aun entre los cristianos evangélicos, un movimiento cada vez más influyente que niega que Israel aun tenga que jugar un rol en la profecía bíblica. De acuerdo a ese movimiento, los judíos pueden venir a Cristo y pertenecer a su Iglesia al igual que los no cristianos, pero como nación ellos ya no tendrían ningún lugar ni valor en el plan divino de salvación. Ellos serían desechados y “cortados” por haber crucificado a su Mesías. Así dice esta teoría diabólica. En esta fundamentación no se le da ni la más mínima importancia al hecho de que Israel exista nuevamente como nación en su propia tierra, y que los judíos estén regresando a ese lugar, desde todas partes del mundo, en números nunca antes vistos. Con eso se nos roba una importante y demostrable prueba de la existencia de Dios y de la Biblia como Palabra de Dios. Las demás consecuencias son igualmente terribles. Miles de versículos bíblicos tienen que ser sacados de su contexto y desfigurados. Cuando se “espiritualizan” las profecías sobre Israel para aplicarlas a la Iglesia de Jesús, tampoco es mucho mejor que eso, porque se le quita a la Biblia su significado literal y con eso su poder.

Casi todas las profecías sobre la segunda venida de Cristo están directamente relacionadas con Israel como nación, y con la tierra que ese pueblo tiene que habitar cuando el Mesías venga por segunda vez. En aquel entonces, los ángeles dijeron que Jesús regresaría sobre el Monte de los Olivos, pero seguramente no para el arrebatamiento. Él no vuelve a ese lugar para buscar a Su novia, o sea a los redimidos de entre todas las naciones de la tierra. Ni el Monte de los Olivos, ni la tierra de Israel tienen un significado de especial importancia para la Iglesia de Jesús. Cristo no tendría ninguna razón para regresar a Israel si Su pueblo no estuviera allí, ni tendría la intención de subir al trono de David y de gobernar desde Jerusalén. Esa solemne promesa fue repetida constantemente por los profetas, y esas profecías deben cumplirse cuando Cristo venga otra vez, porque las mismas no tienen nada que ver con el arrebatamiento.

Estimado amigo, veamos el significado de la tierra para Israel.Aquellos que dicen que la Iglesia de Jesús ha tomado el lugar de Israel, a menudo hacen uso del argumento que en el Nuevo Testamento no habría indicios de que Israel regresaría a la tierra de sus antepasados, y que por eso las promesas del Antiguo Testamento con respecto a la tierra habrían perdido su vigencia. Esa tesis, sin embargo, carece de todo fundamento. Cuando el Ángel Gabriel anunció a la joven María que ella daría a luz al Mesías, también mencionó que éste reinaría sobre el trono de Su padre David. Este texto neotestamentario habla expresamente de un Israel que ha regresado a su tierra. A la vez, se vuelve a confirmar la promesa que David recibiera con respecto al reino mesiánico. Otros textos neotestamentarios sobre el futuro de Israel en su tierra se refieren a Armagedón y a la salvación de Israel a través de Cristo. Además, Jesucristo prometió a Sus discípulos, quienes lo reconocían como “Rey de Israel”, que ellos reinarían juntamente con Él sobre las doce tribus de Israel.

El mensaje ya mencionado, que los ángeles dieron durante la ascensión de Cristo, contiene otro indicio neotestamentario acerca de la tierra, ya que ellos proclamaron que Él regresaría sobre el Monte de los Olivos en las cercanías de Jerusalén. Esta declaración confirma la profecía de Zacarías 14:4, en la cual también se trata de la tierra de Israel. ¡También otras promesas, difícilmente necesiten ser reconfirmadas.! ¿Por qué será que Jesús regresará a la tierra de Israel? ¡Con toda seguridad eso no sucederá porque la Iglesia de Jesús esté habitando esa tierra! Él irá a ese lugar para salvar a Israel en la batalla de Armagedón. Pero para que eso pueda suceder, el pueblo del pacto de Dios nuevamente tiene que morar allí.

Estimado amigo, la palabra de Dios no se equivoca y aquí podemos ver la fidelidad de lo que Dios dice.

Lamentablemente, se nos ha acabado el tiempo. Deseo que se halla sentido cómodo y que realmente haya podido comprender más la veracidad de la Biblia.

Nos despedimos pero no por mucho tiempo, sino hasta el próximo programa en donde estaremos compartiendo la tercer y última parte de ” Israel, el Mesías y la Iglesia”

Hasta entonces.

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