Enfrentar la muerte de un hijo

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EA604 – Entre Amigas –
Enfrentar la muerte de un hijo



Receta: Tarta gallega


Entrevista con Melva y Mario González

Sandra: Estamos con Melva y Mario, la entrevista de hoy no es nada fácil ya que es un tema difícil. Pero ellos hoy nos quieren contar su experiencia para poder ayudar a otros. En el caso de ellos, su hijo Ramiro fallece a causa de una enfermedad ¿Cómo se siente un padre cuando le comunican esa noticia?

Melva: Lo más importante antes de comenzar, queremos decir que nosotros sabemos que nuestros hijos son de Dios, pero en un momento así uno se olvida de eso y piensa que nuestros. Uno siente como si algo se le escapa, como algo que se rompe dentro de nosotros.
A nuestro hijo le diagnosticaron Leucemia y ya estaba en una etapa muy avanzada. Fueron varios meses desde que fue diagnosticado hasta su fallecimiento. Ya pasaron cuatro años desde ese momento y si miramos para atrás lo más importante es poder ver la providencia de Dios en esas instancias.

En el momento del diagnostico tuvimos el primer shock. Uno piensa que se le ha salido el piso de debajo de sus pies. En ese momento antes de ir a mi casa, fui a la iglesia porque no me animaba a dar esa noticia a mi familia. En la iglesia me dieron ánimo y tomé fuerzas para poder contar lo que los médicos me habían dicho. Al enfrentar la situación comenzamos a ver la mano de Dios obrando en pequeñas cosas, casi no lo podemos explicar, pero Dios estaba allí. Desde lo que necesitábamos económicamente, porque lo tratamientos eran muy caros, hasta la fortaleza que nos daba. Vivíamos el día a día, sin tener nada para el otro día.

Sandra: ¿Ocurre que uno quiere buscar soluciones mágicas ante un diagnostico tan triste?

Mario: Hay mucha gente que te dice que hagas distintas cosas, pero cuando uno tiene la convicción que Dios nos da, se apoya solo en él. Dios mando a su único hijo sabiendo que en determinado momento él tenía que dejar esta tierra. Cuando me dieron la noticia de que Ramiro tenia Leucemia tuve la convicción de que no había marcha atrás.

Sandra: ¿Qué pasa por la cabeza de los padres cuando un hijo fallece? ¿Es natural enojarse con Dios?

Melva: Si claro, pero uno debe darse cuenta que en ese momento, a pesar de la tragedia que implica para un padre perder a su hijo, estábamos dando testimonio del Señor. Cuando Ramiro estaba muriendo, junto a su padre estaban cantando y fue un momento glorioso de despedida. A pesar de la tristeza, al tiempo he podido hablar con las enfermeras y ellas me han contando que lo vivieron como una experiencia de vida aunque fue una situación de muerte.

Sandra: ¿Y para un papa? Donde fallece su hijo varón, su primogénito.

Mario: Es difícil. Pero el día del velatorio antes de llevarse el cajón yo les dije a todos lo que allí estaban que no creían en Jesús, si querían volver a ver a Ramiro que aceptaran a Jesús como su salvador personal, para así poder un día en el cielo volver a verlo. Tal vez suene un poco egoísta lo que estoy planteando como creyente, pero es real. Sé que a mi hijo lo voy a volver a ver en el cielo y también sé que, a pesar de ese momento tan triste, muchos escucharon que Jesús es quien nos da vida eterna.

Sandra: Sabemos que es una experiencia muy triste y fea, pero también sabemos que hay una esperanza de vida, así como nos decía Mario.

Melva: Si, así como Mario decía muchos escucharon del amor de Dios en ese momento. Por ejemplo, allí había un medico que trató a Ramiro en su enfermedad y siempre recuerda que el velatorio fue muy distinto a los velatorios de personas que no conocen a Dios. Nosotros sabemos que Ramiro ya no estaba allí, que su cuerpo era solo un envase y que lo volveremos a ver en el cielo.
Les quería compartir un versículo que está en 1ª de Corintios 13:13 “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”. Pensando en que en las situaciones de dolor, de ausencia, de pelea con Dios o con la vida. Debemos recordar que la fe tiene que permanecer en nosotros, que tiene que permanecer la esperanza y el amor entre las personas que quedamos para poder vivir, poder seguir adelante a pesar del dolor. Y un versículo más que les queremos compartir es Apocalipsis 21:4 “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”, ésta tiene que ser nuestra esperanza.

Sandra: También es lindo mencionar que no solamente en ustedes como actores de esta experiencia Dios obró, sino también en la vida del hermano de Ramiro.

Mario: Si, su hermano fue consiente en todo momento que Ramiro lo iba a volver a ver en el cielo. Y les quería comentar un versículo más que está en 1ª de Corintios 15:19 “Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres”. Por lo tanto tenemos que saber esperar en Dios y tener la convicción que nuestros hijos no son nuestros, sino que son una mayordomía que Dios nos da y de ellos deberemos dar cuenta. Porque es una vida a la que tenemos que testificarle con nuestra vida.

Sandra: Es muy importante lo que nos decía Mario, porque hay muchos padres que aún tiene a sus hijos y tienen que aprovechar el tiempo para poder hablarles, predicarles con el ejemplo de su propia vida.

1 Comment

  1. Abigail dice:

    entiendo la experiencia de estos padres, pero es la convicción de mi esposo Roger y la mia, que pronto veremos a Ramiro, pronto veremos a nuestro bebe Juan Pedro que ahora duerme en el Señor el pasado 20 de octubre del 2015.
    El Señor sigue obrando en nosotros trayendonos consuelo, y que reconfortante es seguir escuchando su voz por medio de LLAMADA DE MEDIANOCHE.
    Un abrazo
    lima PERU

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