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El rico pobre

Autor: Herman Hartwich

Demasiada gente es dueña de muchas posesiones terrenales en comparación con tanta gente necesitada. Existe gente que nada en la riqueza, que confía en la riqueza, no obstante, no le sirve de nada. Son pobres emocionalmente, moralmente, espiritualmente.


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PE1784 – Estudio Bíblico – El rico pobre



“Amigos quisiera invitarles a meditar en la palabra de Dios. Efectivamente vamos a dirigirnos al evangelio de Mateo, capítulo 19, versos 16- 22.

 “Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.”

He querido titular esta audición: El rico pobre. Se debe reflexionar que también se le puede titular el Pobre Rico. Enfocándonos a la oportunidad que él perdió al no seguir a Jesús, pero, es claro que esta es una verdad importante, pero, saben que el Rico era pobre en otras esferas tamibién.

Entre nuestros oyentes puede haber gente adinerada, puede haber gente rica, y que no necesariamente pueden ser de cosas materiales sino que también pueden ser otro tipo de cosas también. Ahora, cuales son las cosas en las que este hombre que se acercó a Jesús, era realmente pobre.

Tenía POBRES PENSAMIENTOS. En los versículos 16 y 17 vemos esta pobreza. Él pensó que podía hacer una buena obra para merecer la salvación. Esta fue la primera cosa. ¿Qué puedo hacer para entrar a la vida eterna? Realmente no hay nada que nosotros podamos hacer. El hombre siempre ha querido como ganarse por sus propios méritos, la vida eterna. Este hombre también no supo que hay uno solo que es bueno. Jesús le dijo: solo uno hay bueno y ese es Dios.

Aparentemente él no tenía claras las cosas. No tenía clara la bondad, superior, magnífica de nuestro único Dios. También el rico no conoció el claro significado de guardar los mandamientos. Cuando Jesús le dijo: tienes que guardar todos los mandamientos dijo: “ahhh yo los he guardado” todos. La mayoría de nosotros dice que todo lo hacemos bien. Ninguno de nosotros nos creemos demasiado pecadores como para no merecer la vida eterna. Mucha gente dice: bueno, yo creo que me he ganado un lugarcito en el cielo. Generalmente la gente se ataja y dice: “yo no he hecho esto, yo no he hecho lo otro” pero la gente no se da cuenta de que hay que hacer otras cosas.

Aquí en los versículos 8 al 20, encontramos que este hombre tenía OBRAS POBRES, porque el rico podría obedecer algunos, pero no todos los mandamientos. Porque, él preguntó ¿Cuáles mandamientos? Él tenía catalogados algunos más importantes que otros. En realidad, no es así, no hay tales cosas como distintos grados. El rico observó los mandamientos como una cosa superficial. No fue de corazón, como los interpretó el Señor Jesucristo. Jesús, en el Sermón del Monte, habla de la profundidad de estos mandamientos. El rico no podía ver su propio orgullo. Él todavía decía: “Todo eso lo he guardado desde mi juventud”

Otra pobreza de este hombre rico eran las POBRES DECISIONES. ¡Qué pobre fue en sus decisiones!

En los versículos 21 y 22, Jesús le dijo: “Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.”Pero el rico no vendió las riquezas que le esclavizaron y quedó, pobre sin las posesiones eternas. Quedó con las cosas materiales, pero, quedó despojado de los valores eternos. El rico no gozó del servicio a otras personas en el nombre del Señor.

Esta es una carencia tremenda que tienen otras personas. La pobreza del gozo de servir a otras personas. Yo tengo un lema: si no vivo para servir, no sirvo para vivir. Para mí, es una gran riqueza el servicio. El gozo del servicio en el reino de Dios. Pero, había otro aspecto. El rico se fue triste aunque era dueño de muchas posesiones. Demasiada gente es dueña de muchas posesiones terrenales demasiada gente en comparación con tanta gente necesitada, hay gente que nada en la riqueza, que confía en la riqueza, no obstante, no le sirve de nada. Son pobres emocionalmente, moralmente, espiritualmente.

Cuando viene la prueba, cuando viene la angustia, cuando viene la ansiedad, sucumben. Aunque tienen todo el dinero, toda la disposición, nada les puede sacar de la angustia, nada les puede sacar del pozo de la depresión, nada les puede sacar del pozo del intento del suicidio. Solo la fe en Jesucristo es lo único que puede ayudarte en esta hora.

En todos los aspectos, su vida fue trágica. Lo más trágico sería que nosotros sigamos su ejemplo hoy día. Cuando leemos en el evangelio esta historia, lo juzgamos, lo criticamos, pero, ¿no será que tú estás en la misma actitud? ¿No estás despreciando el amor de Jesucristo, despreciando su llamado de seguirle a él? Esto no quiere decir que tengas que despojarte de todos tus bienes. Sino que debes ubicar las cosas en sus lugares.

Jesús afirmó que nadie puede servir a Dos señores. Servir a Dios y a las riquezas, porque ama a uno y desprecia a otro. Nunca puede compartir el Señor con un contrario. Esto no puede conciliarse. El Señor demanda la prioridad en todas las cosas. Si uno se agarras de esas riquezas no te salvarás a tí mismo. El pobre rico se fue triste y vacío. No te dejes el lujo de vivir en tristeza. Que Dios te bendiga y que te conceda la oportunidad de pedirle perdón y de encaminarte en el camino del Señor.

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