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El presagio – Un asunto de discernimiento crítico
(3ª parte)

Autor: T.A. McMahon

El Presagio es un trabajo de ficción, que invita o provoca a una crítica subjetiva, hace muchas demandas o afirmaciones
en lo que respecta a señales verdaderas o presagios provenientes de Dios, y los intenta justificar citando pasajes de las Escrituras.

 


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PE2085 – Estudio Bíblico
El presagio – Un asunto de discernimiento crítico (3ª parte)



Hola amigos! En el programa anterior, habíamos dicho que: Las declaraciones del autor Jonathan Cahn, no están de acuerdo a la Palabra de Dios, sino que ha aplicado erróneamente las Escrituras en un intento de respaldar, apoyar y dar significado a sus propias ideas en el tema principal de El Presagio.

La manera en que Cahn decide qué eventos de la historia contemporánea Dios usa para Sus propósitos específicos, es inquietante y preocupante. ¿Son estos los puntos de vista proféticos de Cahn, o son solamente sus especulaciones? Si son sus profecías, él está en arena movediza.

“Cahn juega con el antiguo error de decir que la similitud significa identidad”. Los nueve presagios son selectivamente (y erróneamente) tomados de las Escrituras y se les da cierta vida cuando son comparados con los eventos del 9/11, y después son identificados con Isaías 9:10. Eso en un método deficiente. Fisher explica que: “Similitud no es identidad.

Aunque existe una similitud, se requiere una gran cantidad de manipulación de parte de Cahn para intentar conectarlos con la profecía de Isaías. El contexto no ofrece justificación para las aseveraciones de Cahn.

Otro presagio o advertencia a América es lo que se refiere a “La Torre”. A Cahn aparentemente le cuesta trabajo hacer una conexión bíblica con una torre, excepto a una referencia vaga que el personaje principal hace, cuando él es preguntado acerca de cómo él podría saber la representación gráfica de la Torre de Babel. Él contesta: “No sé cómo lucía la torre de Babel, pero he visto ilustraciones de tal torre”. Pasando por alto esa ridícula declaración, Babel no era una torre Judía. Pero aún así, Cahn encuentra una torre Judía, que él cree puede acomodarla en su narración. Pero, él ha tenido que ir a la “Versión de los Setenta”, traducción de las escrituras Hebreas al idioma Griego, para lograrlo. Isaías 9:10, en el griego, es traducida de esta manera:
“Los ladrillos han caído, pero vamos, nosotros construiremos otros, y los haremos de piedra, y cortemos higueras y cedros, y edifiquemos para nosotros una torre.”

Así, de ésta manera, Cahn tiene su “torre”, pero no sin ciertos problemas inherentes que salen a la luz en los “presagios seis y siete”. Estos presagios sólo tienen sentido si el cedro reemplaza a la higuera. La traducción griega dice que “higueras y cedros” son “cortados”; el idioma hebreo dice que las higueras (plural) serán cambiadas por los cedros (plural). Al parecer, Cahn no puede tener ambos, su “torre” de la “Traducción de los Setenta” y su (singular) “cedro de reemplazo” del idioma hebreo. Estos se contradicen el uno al otro.

Existen muchos otros problemas con los presagios, aunque hayan sido seleccionados subjetivamente y selectivamente por Cahn.
También se puede decir que el autor hace referencia a una información muy intrigante relacionada con los eventos del 9/11, cuando trata de conectar el “Shemitah” judío, la ley de la Torá que se refiere a permitir que la tierra descanse y a la eliminación de deudas durante el séptimo año, al término del ciclo de siete años, como una advertencia a los Estados Unidos. No importan realmente las conjeturas que uno pueda hacer en lo que se refiere al significado de la caída de la Bolsa de Valores, ocurrida el primer día del “Shemitah”, ya que el “Shemitah” en sí no tiene ninguna aplicación con nada ni con nadie, excepto con la nación de Israel. Nunca el “Shemitah” fue aplicado a las naciones gentiles, ya sea en la práctica o en forma figurada en las Escrituras. El sobreponer una conexión con América es solamente eso, una sobreimposición.

Otra imposición de la imaginación de Cahn, es su sugerencia de que la inauguración que realizó George Washington, en la ciudad de Nueva York, fue una “consagración” de América a Dios, similar a la consagración de Salomón, del Templo en Jerusalén. Solamente el comparar estos dos eventos está al borde de la blasfemia, especialmente porque la historia revela que algunos rituales masónicos fueron parte de la inauguración de Washington, así como también la doctrina de la “salvación por obras”, que fue parte del discurso que presentó Washington. Era más apropiado para el dios de la Logia Masónica, el Gran Arquitecto del Universo, que para el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de la Biblia.

Parte del dilema de la crítica de El Presagio es que, si el error fundamental del libro no es reconocido (que América tiene alguna clase de convenio con Dios, y que existe una correlación directa entre Israel y los Estados Unidos en los eventos de 9/11 y después de ellos), eso abre la puerta a la aceptación de las muchas ideas erróneas del libro. Esto crea una percepción de “credibilidad”, simplemente al entrar en una discusión acerca de tales errores en el libro. De todas maneras, muchos de estos errores son tan obvios, que el llamarle la atención de tales errores a alguien que está cautivado con este libro, puede ser de mucha ayuda para esa persona.

Una nota final: todos nosotros sabemos que “uno no debe juzgar al libro por su portada” y eso es una declaración razonable. Pero yo, por lo general, escudriño las portadas de los libros para saber quién o quienes están endosando tal libro o tal publicación. Esto no es necesariamente una prueba sin fallas, pero sí me da una indicación y una “alerta de discernimiento”, si lo que yo descubro produce cierta alarma. En el caso de El Presagio, una alarma muy ruidosa sonó cuando vi quién era el editor. Aunque la portada del libro dice “Front Line” (Primera Línea), es realmente un seudónimo de “Charisma Media / Carisma House Book Group”, que es una organización que publica la revista llamada “Charisma”(Carisma).

Para aquellos que no están familiarizados con la revista “Charisma”, podemos decir que no existe ninguna otra publicación que haya apoyado, promocionado tanta cantidad de falsas doctrinas y falsos maestros, al igual que de pastores que publican o promocionan enseñanzas falsas y contrarias a la verdad bíblica, como por ejemplo los llamados avivamientos espirituales de Toronto, de Brownsville, de Lakeland, de los Manifiestos Hijos de Dios etc.

Existe una cierta ironía al saber que en el capítulo 9 de Isaías, el capítulo clave de El Presagio, Dios hace descender Su sentencia, Su juicio sobre Israel, por su “profetas mentirosos”. Charisma, a través de los años, ha presentado y promocionado a muchos individuos que corresponden a esta descripción. Esto no quiere decir que arrojemos a El Presagio en un barril de manzanas podridas, pero por lo menos esto le debe provocar a uno el examinar su fruto muy cuidadosamente. Jesús dijo que: “un árbol corrupto no puede dar buen fruto” y que “por su fruto uno los conocerá”.

Estos son días de una apostasía declinante y seductora. Necesitamos, por lo tanto, escudriñar todo en base a las Escrituras para que no nos desviemos de la Verdad de Dios (como nos exhorta Hebreos 2:1). También necesitamos orar y apoyar a nuestros hermanos y hermanas en Cristo, para que todos podamos discernir bíblicamente cuando seamos confrontados o se nos presenten nuevas agendas, o movimientos o tendencias, o el último libro que ha salido y que es muy popular, para así poder saber lo que está influenciando adversamente a las multitudes en el cuerpo de Cristo.

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