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Titulo: “Cómo resuelve Dios el conflicto palestino-israelí”(parte 1).

Autor: Norbert Lieth
  Nº: PE877
Locutor: Gerardo Rodríguez

El conflicto palestino-israelí es una continuación de las discordias que desde el inicio tuvieron los judíos y los filisteos.

La lucha de los palestinos por Jerusalén e Israel se convertirá en un conflicto mundial que culminará en una guerra mundial, tal como se puede ver en el libro de Apocalipsis y en otras porciones de la Biblia.


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“Cómo resuelve Dios el conflicto palestino-israelí” (parte 1).

Estimado amigo, si miramos un poco al pasado, vemos que los ataques terroristas que con el tiempo han adquirido dimensiones mundiales, los atentados suicidas y muchos más, han comenzado hace apróximadamente 40 años.

Desde hace mucho tiempo existen conflictos entre las naciones árabes y los judíos que regresaban de la dispersión, pero se hicieron especialmente intensos después del 14 de mayo de 1948, cuando Ben Gurion proclamó el Estado de Israel. Pero desde la fundación de la OLP en el año 1964 como una organización puramente terrorista, con la meta de liberar a toda “Palestina'' de los judíos, las medidas de fuerza se volvieron cada vez más violentas. Por lo menos 6 subgrupos (grupúsculos) integran la OLP: Hamas, Hisbollah, Fatah, FPLP (Frente popular por la liberación de Palestina) entre otras. En definitiva la lucha de los palestinos por Jerusalén e Israel se convertirá en un conflicto mundial que culminará en una guerra mundial, tal como se puede ver en el libro de Apocalipsis y en otras porciones de la Biblia.

Tras la derrota de los estados árabes por parte de Israel en 1967 (Guerra de seis días), las organizaciones palestinas anunciaron que tomarían cartas en el asunto a fin de liberar su patria. Parecería que pasó al olvido (¿o será que no se quiere recordar?), que la organización radical pro liberalización palestina FPLP fue responsable en 1970 del hasta entonces peor ataque terrorista de la historia de la aviación civil. En aquel entonces la FPLP cubrió a Israel, Jordania y Europa Occidental con una ola de atentados. Se habló de una ola terrorista de dimensiones nunca antes vistas. Setiembre de 1970 pasó a la historia como el “Setiembre negro''. En ese entonces se produjeron casi simultáneamente cinto secuestros de aviones: el 6 de Setiembre se secuestró del aeropuerto holandés Schiphol en Amsterdam un Boeing 707 de la compañía aérea israelí EL AL. Al mismo tiempo terroristas de la FPLP se apoderaron a la fuerza de una máquina TWA con 158 pasajeros que se encontraba en vuelo desde Frankfurt por Tel Aviv hacia Nueva York. Desde Zurich una unidad DC-8 de la Swissair con 141 pasajeros y doce tripulantes fue secuestrada en dirección al cercano oriente. Un flamante Jumbo-Jet de Pan Am también fue secuestrado en su ruta desde Bruselas a través de Amsterdam hacia Nueva York por un comando de la FPLP. El 9 de Setiembre terroristas de la organización pro liberación de Palestina capturaron una nave de la compañía británica de aviación BOAC con 114 pasajeros y la secuestraron en dirección a Beirut. Únicamente el secuestro de la máquina EL AL no resultó exitoso para los piratas aéreos ya que pudieron ser sometidos por la valerosa intervención del personal de a bordo, de un pasajero y por una riesgosa maniobra del piloto. Tres de los otros aviones secuestrados fueron detonados por los terroristas en el desierto jordano. El Jumbo de Pan Am era demasiado grande para un aterrizaje en Jordania de manera que lo hicieron estallar en el Cairo. Pero todos estos ataques y muchos otros igualmente sangrientos parecen haber sido olvidados por el mundo, cuando Yassir Arafat hace años ganó el premio Nobel de la Paz. Cuando en realidad lo único que le interesa a este “as” del terrorismo y a sus radicales seguidores es borrar a Israel del mapa. A continuación citaré algunos hechos del muy recomendado libro “Apocalipsis sobre Jerusalén'' de Fritz May: 

– En la constitución de la OLP el artículo 21 expresa: “La destrucción de Israel es una necesidad.'' Arafat prometió reiteradas veces invalidar la constitución de la OLP. Pero en su representación de la OLP en Sudán escribió, que no cambiaría ningún párrafo de la carta. La cláusula sobre la destrucción de Israel recién se tacharía cuando Israel reconociese la soberanía palestina sobre todos los territorios ocupados y sobre Jerusalén.

– El 28 de enero de 1995 Arafat, a través de un video que él mismo preparó, publicó una propaganda que fue transmitida a través de la televisión palestina de Gaza en la cual proclamó: “No existe ningún estado de Israel y por ello no es necesario que se cumpla con Israel el tratado de Oslo.''

– De Achmed Jassin, predicador del terror y de otros líderes de Hamas provienen las siguientes declaraciones: “El destino de los judíos es ser asesinados por nosotros. Nosotros hemos asumido esta tarea.'' – “Asesinar a los judíos es un mandamiento que nos ha dado dios.'' – “Israel permanecerá hasta que sea destruida por el islam.''

– El jeque Akrima Sabri expresó: “Para nosotros una Jerusalén internacional sería aún peor que la Jerusalén sionista.''

– En la transmisión televisiva de CNN Arafat anunció que más de 800 millones de árabes o bien mil millones de musulmanes nunca le perdonarían si él cediera “Al Kuds” (Jerusalén) la tercera ciudad más santa del islam y la capital de Palestina. Por eso intransigentemente continuó exigiendo “sin ningún compromiso'' la absoluta soberanía sobre Jerusalén y el Monte del Templo.

Después de una década de idas y venidas e innumerables cumbres sin promover soluciones verdaderas ni duraderas al conflicto del cercano oriente y en especial al “conflicto por Jerusalén'', los políticos y poderosos de este mundo están desconcertados. Pero a pesar de todos estos hechos los medios de comunicación mundiales y los políticos en su mayoría apoyan a los palestinos. El diario israelí “Jerusalem Post'' por ejemplo publicó que el embajador francés en Londres expresó lo siguiente en relación a Israel: “Este maldito país amenaza la paz mundial.'' ¿Pero quién está del lado de Israel? La Palabra de Dios y con ella Dios mismo. Seguramente no todo lo que Israel hace es correcto. A veces también los israelíes yerran al blanco. Pero una cosa es segura: Israel es el pueblo de Dios. Debemos respetar eso. Dios está de parte del pueblo judío, pues irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios (Romanos 11:29).

Algo más de tres décadas después de los cinco secuestros de aviones por parte de terroristas de la FPLP volvimos a estar ante un “Setiembre negro''. Y otra vez volvió a ser terrorismo. Y otra vez se secuestraron aviones. Pero los resultados de los comandos suicidas que el 11 de Setiembre del 2001 arremetieron contra las dos torres del World Trade Center arrastrando a miles a la muerte, son mucho más terribles que en 1970 y han adquirido dimensiones mucho más peligrosas, es decir para toda la tierra. Este terrorismo sanguinario tiene sus raíces en el fundamento de las organizaciones terroristas palestinas. Con el correr de las décadas se han sumado más agrupaciones a la OLP, todas ellas persiguiendo un mismo propósito: ¡Israel tiene que ser borrada del mapa! El mundo árabe no puede soportar que en medio del vasto territorio árabe exista un pequeño estado judío. Para ellos es como una bofetada, pero a su vez es una prueba de la existencia del Dios verdadero que es fiel a sus promesas. Para los seguidores del Corán es algo insoportable.

A mi entender el conflicto palestino-israelí es una continuación de las discordias que desde el inicio tuvieron los judíos y los filisteos. Cuando Abraham llegó por primera vez a la tierra prometida de Gerar (Gaza), tuvo grandes dificultades con los filisteos (Génesis 20:1 en adelante). Muchos años después su hijo Isaac volvió a entrar a la tierra de Gerar donde los filisteos lo trataron a él y a sus siervos con odio, envidia y confrontación (Génesis 26:1 en adelante). Esto se siguió arrastrando a través de la historia de Israel.

¿Cómo solucionará Dios el conflicto entre Israel y Palestina?

Por un lado, a través del juicio (antes de la venida de Jesús) y, por otro lado, a través de la gracia (tras la venida del Señor). De estos puntos vamos a hablar – Dios mediante – en el próximo programa.

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