Adopción, nuestros hijos de corazón

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¿Qué sucede cuando un matrimonio espera un hijo que nunca llega?… ¿la adopción puede ser una opción?… Ligia nos cuenta su experiencia y nos deja tres puntos que son imprescindibles para comenzar en pensar en tener un hijo de corazón…


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EA624 – Entre Amigas –
Adopción, nuestros hijos de corazón



Receta: Zapallito relleno de ricota


Entrevista a Ligia Pérez

(contextualizada)

Sonia: Estamos con una mujer muy especial, estamos con Ligia Perez, una hermana de Argentina. Ligia ha tenido una vivencia muy especial como mujer, y al escuchar su testimonio, sé que nos va a ayudar mucho y ser de ánimo para muchas mujeres que estén viviendo una situación similar. Hoy vamos a estar hablando de la Adopción.

Ligia: Hace 40 años que estoy casada y durante los primeros 13 años de nuestro matrimonio yo perdí varios embarazos, es decir que el Señor no nos daba hijos, y fue una etapa de mucho dolor como mujer. Las mujeres que están pasando por eso saben que puede ser algo muy cruel psicológicamente. Pero Dios nunca abandona a sus hijos. Si alguna mujer esta pasando por esta situación y no conoce a Cristo, le decimos que se acerque a El, que busque alguna iglesia, que busque la Palabra. Porque Dios es el Dios que da consuelo a quien más lo necesita. Cuando una mujer pierde hijos o no puede tener hijos se afecta mucho, la sociedad la mira de otra manera. Desde la antigüedad se discrimina a la mujer que no puede tener hijos, y hay muchos ejemplos. En la sociedad tenemos el pensamiento que la mujer esta hecha para tener hijos. Como mujeres cristianas, que es el enfoque que le queremos dar, sabemos que duele que Dios nos diga un NO a la ilusión de tener hijos.

Sonia: ¿Esto es un castigo?

Ligia: Dios no hace nada para castigarnos. Dios hace todo porque tiene un propósito mucho mejor para nuestras vidas. Lo que sucede es que a nosotros nos cuesta entender los planes de Dios. Hay un texto que me fue como un ancla permanente en mi vida y es Jeremías 29:8. Dios le esta hablando a pueblo de Israel pero a mi me sirvió y dice Porque así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Que no los engañen sus profetas, que están en medio de ustedes, ni sus adivinos, ni escuchen los sueños que tienen”.   Pensemos que nos está hablando el Dios de los ejércitos, no una amiga, ni una psicóloga, es nada más y nada menos el Señor de los ejércitos. Y la parte que mas me llego es…ni escuchen los sueños que tienen… Como mujeres soñamos con tener hijos, con casarnos, con el vestido de novia. Somos muy soñadoras. Desde chicas jugamos con las muñecas a ser mamas, entre otras cosas. Pero a mi Dios me hablo diciéndome – Ligia no le prestes atención a los sueños que tienes – Pero ¿Por qué? ¿Qué quería Dios de mí? Y lo encuentro en Jeremías 29:11 “Por que yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal. Para daros el fin que esperáis.

Como les decía esto fue un ancla en mi vida, porque yo tenia un sueño de tener hijos, pero Dios tenia otros planes. Dios me iba a dar un hijo pero de la manera que El quería, no de la manera que yo soñaba.

Es muy malo pensar que si Dios no nos permite tener hijos es porque nos esta castigando. Pero Dios tiene otro plan para tu vida. El texto que leímos sigue diciendo que Jehová tiene pensamientos de paz, no de mal. Es decir que lo que estas pasando es una preparación para darte lo que Dios quiere darte para tu vida. Que sin duda va a ser lo mejor. Deja los sueños de lado, los sueños son efímeros, los sueños se hacen polvo muchas veces, otros no se cumplen. Los sueños son solo sueños. Tampoco importan lo que digan los demás, debemos estar muy fuertes. Porque Dios esta teniendo un plan maravilloso para nuestras vidas.

Con mi esposo nunca oramos específicamente para adoptar a un niño. Es una decisión muy seria, que hay que tomarla con mucha responsabilidad. Nuestra oración era que si era su voluntad nos diera un hijo. Luego de 8 o 9 años de hacer tratamientos que son muy desagradables dejé de orar por este tema. Y pensé esto ya esta, Dios no me ha dado un hijo, se acabo. Seguiré con mi vida, Dios me había llenado la vida de otras cosas. Hasta que Dios trajo a Mariano a nuestra vida.

Sonia: Cuéntanos sobre ese hijo del corazón que es Mariano.

Ligia: Mariano es un sol de 27 años ahora. Mariano llego a nuestras vidas porque Dios lo trajo. Desde el primer momento que él llegó me di cuenta que ese era el plan de Dios. Entendí los 13 años de silencio de Dios. Entendí como Dios estaba obrando. Yo no conocía a Mariano, ni a nadie de su entorno pero Dios lo trajo a nuestras vidas.

Recordemos que todas las lagrimas que hemos derramado o que tu estas derramando ahora Dios la ve y las junta. En Su tiempo nos da la respuesta.

Muchas veces me preguntan si un creyente debe adoptar. Y yo pienso ¿Acaso Dios no nos adoptó a nosotros? ¿Dios se equivoco en adoptarnos? Claro que no.

Debemos adoptar si Dios trae a ese niño o niña a tu vida. No te muevas ni un centímetro, ni hagas nada si no ves que Dios esta obrando.

Sonia: Hay algunos puntos que debemos tener un cuenta a la hora de la adopción ¿Cuáles son?

Ligia: Así es. Es muy importante la preparación que una debe tener para tomar esta decisión. Podemos ver tres pasos fundamentales. Siendo hijas de Dios lo primero que debemos hacer es orar. En nuestro caso como ya dije no estábamos orando por eso, pero Dios nos lo mostró de una forma tan clara. Que con mi esposo dijimos que ¡Sí! enseguida y sin dudarlo. Algo que es muy importante que el matrimonio este de acuerdo. Que los dos piensen lo mismo. Porque un bebe es muy lindo porque es bebe, pero cuando es adolescente y se porta mal. Puede pasar que la madre le diga al padre “vos lo quisiste adoptar ahora encárgate”. Una vez que adoptas un niño o niña pasa a ser tu hijo con sus virtudes y con sus defectos. Y si Dios lo puso en tu vida es para que lo ayudes a que le conozca como su Salvador y para que le ayudes a que sea mejor persona porque Dios lo eligió para tu vida. Es algo muy importante que el te haya elegido como madre o padre de una criatura. Por lo tanto repasando el primer paso es que el matrimonio este de acuerdo.

La segunda fase de la adopción es la adaptación. Al comienzo es extraño porque el bebe solo come y duerme. Pero el día que el bebe te dice Mama o Papa es muy emocionante y fue sentir que realmente estábamos para el, para ayudarlo. Uno comienza la adaptación y comienza a decir nuestro hijo, pero es necesario la adaptación de el. Osea del niño a los padres. Vemos muchos hijos adoptados que son muy rebeldes con los padres. A veces es porque no se les dice la verdad. Yo humildemente aconsejo que se le diga cuanto antes la verdad. Dos, tres años hay que contárselo. El niño cuando llega a grande debe sentir que tuvo todo lo que necesito de ustedes como padres adoptivos cristianos y de Dios. Tiene que sentirse querido. Porque de esa forma el niño no necesita mirar atrás. Yo creo que un padre que adopta a un niño debe todos los días decirle que lo aman, que es un importante para ellos y que han orado mucho por él. Y que le es la respuesta de muchos años de oración. Entonces el niño o niña se siente importante. No nos olvidemos que un niño adoptado trae el rechazo dentro de él. Por eso los padres adoptivos tenemos que hacer que el niño olvide eso y sienta que esa circunstancia fue un túnel para llegar a una casa donde realmente lo amaban y lo estaban esperando.

Sonia: Y donde el pueda vivir el plan que Dios tenia para el. Además de también cumplir el plan que tenía Dios para los padres adoptivos.

Ligia: Exactamente. Les quiero decir que si están pasando por algo parecido no se desanimen. No todo esta perdido. Cuando Dios esta en silencio es porque esta haciendo algo importante. Un ejemplo claro, es si lo comparamos cuando nosotros nos concentramos en algo y decimos “no me molestes porque estoy concentrado en tal o cual cosa” y decimos a las personas que están a nuestro alrededor que no me molestes que estoy haciendo “x” cosa.

Cuando oramos a Dios y sentimos que El esta en silencio debe saber que no es que no me escucha, sino que el esta ocupado haciendo algo muy importante para mi vida.

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