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La adolescencia… querida por muchos, y no tanto por otros. Hoy nos visita Mabel Asenjo que ya hace muchos años, junto a su esposo, trabajan con adolescentes. Aprenderemos sobre las características, problemáticas y algunas pautas de como abordad esta edad tan especial.


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EA660 – Entre Amigas –
Abordemos la adolescencia (1ª parte)



Receta: Quita hambre (comida rápida)


Entrevista al Mabel Asenjo

Victoria: Estamos con Mabel, ella es de Argentina. Es concejera espiritual junto a su esposo hace muchos años y tienen su ministerio en el barrio de Lanús, Argentina. Hoy vamos a estar hablando sobre los adolescentes y cómo educarlos. Un tema complejo pero satisfactorio para los padres. Este tema lo hemos llamado cuatro claves para estar educando a los adolescentes. Y lo hemos separado en varios puntos. Dos de ellos son la oración y los limites. Mabel cuéntanos un poco sobre ellos.

Mabel: La adolescencia es compleja principalmente en las grandes ciudades porque se prolongó demasiado. Antes la adolescencia era un periodo muy breve, duraba un año como mucho. Era un periodo de rebeldía, donde se cortaba los vínculos y los lazos afectivos. Pero a través de toda nuestra cultura se promueve a que la adolescencia se prolongue cada día más.  Veamos sintéticamente cuatro claves que nos pueden ayudar. Arranquemos por el principal recurso que es la oración. Usted se preguntará ¿Para qué le sirve la oración? Usted piense que su hijo está en la etapa en donde no puede hablar con el cómo usted quisiera. Ya que está en la etapa en la que se aísla, se siente más cómodo con sus amigos que con usted. Por ejemplo: con sus amigos pueden hablar una hora por teléfono y con usted hablan dos minutos y salen corriendo. Nos cuesta llegar a ellos, entonces es un buen recurso pedirle a Dios guía, sabiduría, y una oración eficaz por sus necesidades. ¿Qué necesitan nuestros hijos? Definir aspectos en cuanto su futuro, como que carrera van a seguir, tomar decisiones sobre sus amigos, sobre su pareja futura y entre otras. En 1° Tesalonicenses 5:17 el Señor nos dice orar sin cesar, eso es que debemos orar continuamente. Una de las cosas que yo hacía cuando mis hijos se iban y trataba de ordenar sus habitaciones era aprovechaba para orar.  O cuando lavaba su ropa pensaba ¿Dónde estará? ¿Con quién estará? ¿Qué le estarán proponiendo? Así que tenía esas oraciones específicas. El Señor en Lucas 18 nos dice refiriéndose a una palabra sobre la necesidad de orar siempre y no desmayar. El Señor tiene gran piedad de padres temerosos a él, que le claman por la vida y el futuro de sus hijos. La Biblia nos enseña que ejercemos un sacerdocio espiritual al interceder por nuestros hijos. Ya desde cuando nacen, debemos entregárselo a Dios. Orar sin cesar para que si Dios quiera puedan ser sus hijos y le sigan, y si eso no pasa que Dios haga lo que tenga que hacer.

Pero también es bueno el segundo punto que es poner límites.

Esto es algo que a los padres nos cuesta muchísimo. Pero tenemos que entender que hay límites naturales. Por ejemplo al ir en la calle hay señales de tránsito que las debemos cumplir, y si no las cumplimos y pasa un accidente hay consecuencia.

Es muy importante que nuestros hijos adolescentes entiendan que si no hay límites hay consecuencias.

Con mi esposo colaboramos mucho en una escuela cristiana y vemos como les cuesta a los papas colocar límites. Un punto puede ser que no saben que limite colocar, otro punto es extralimitarse al poner los límites y que no se puedan cumplir.

Les doy un ejemplo de un límite excesivo y exigente ¡No vas a ir nunca a un cumpleaños! Otro punto es que no lo hemos consensuado con el padre de nuestros hijos, sea que este viviendo junto a el o no. En el caso que la familia esta separado con más razón hay que lograr una comunicación y un acuerdo en cuanto a los límites hacia nuestro hijo. Porque si no nos transformamos en los roles de policía bueno y policía malo. Cuantos casos vemos que el adolescente dice que el papá le dice todo que si, y que la mamá le dice todo que no, o al revés. Para que no pase esto, debemos conversar que necesitan nuestros hijos y colocar límites. La Biblia nos dice en Hebreos 12 que el padre cuando ama a su hijo lo disciplina, lo corrige.

La palabra disciplina deriva de la palabra pedagogía, que quiere decir enseña, corrige. Le enseña a través de las consecuencias.

Hace un tiempo asistí a una charla en una universidad en Buenos Aires donde tuvimos una consigna, y era colocar las 10 principales características de los adolescentes. Coincidieron una cuantas entre los que estábamos allí. Asique les quiero preguntar a ustedes mamá o papá si coinciden con alguna de estas características.

Una de las características de los adolescentes es el desorden. Esto ocurre porque ellos también tienen un desorden físico, hormonal, mental, psicológico. Ellos tienen que ponerse en orden y nosotros debemos ayudarle a transitar esa etapa.

Otras características son la impuntualidad, el mal humor, no acepta los límites, la música fuerte todo el tiempo. En este punto algunos interpretan como que la música fuerte es para aturdir las voces interiores, las voces que le dicen tenes que crecer. Otras características son no estudiar y llevarse materias libres. O son sucios o se bañan por dos horas. No quieren comprarse algo sino es de marca. Charlan con sus amigos mucho tiempo y con sus padres casi nada. No quieren escuchar la voz de los mandatos paternos.

Pero también veamos las cosas buenas que tiene esta etapa. Una de ella es que son idealistas, se rebelan contra las injusticias, son los primeros en ayudar al otro.

Asique esto es muy lindo y debemos hacer aprovecharlas con un objetivo, una meta.

Lo cierto es que los límites, lo primero que hacen son preservarlos, los necesitan para sentirse seguros para crecer. Cuando suceden estas cosas como el desorden tenemos que ayudarles a entender que hay un espacio común en la casa, y debe ser respetado. Si el adolescente quiere tener su cuarto desordenado, que lo tenga. Pero debe respetar los espacios comunes. En el caso de llevarse todas las materias, ¿Cómo hacemos para que ellos entiendan que tienen que ser responsables? ¿Haciéndole todos los resúmenes? Creo que no, porque facilitamos mucho la tarea. Lo correcto sería buscar ayuda, lo importante es no hacer todo el o por ella porque si no, no aprende que hay consecuencias. Por ejemplo las vacaciones se acortan porque el o ella debe dar exámenes en febrero, y toda la familia se ve afectada por ello. Otra forma puede ser, si le damos una mensualidad económica por mes, explicarle que ese dinero ahora se va a utilizar para pagar un profesor que le ayude. Porque lo que está pasando en nuestras sociedades es que a veces no hay castigo. Y lo que queremos lograr con nuestros hijos es que sean adultos autónomos y responsables. Cuando decimos autónomos hablamos de personas que se sostengan económicamente, no dependan emocionalmente, enfrenten la vida, tomen decisiones y se hagan cargo de ellas.

En el caso de la música fuerte debemos pautar un horario o un volumen adecuado para todos. Debemos enseñarles que todo tiene un costo, enseñarles a ahorrar. A que no podemos comprar lo que quiere cuando quiere porque detrás de todo lo que tiene hay un sacrificio. De modo que necesitan aprender que hay límites que obedecer, que hay necesidades, que deben ser colaboradores. Y nosotros no debemos tener miedo a poner estos límites.  La Biblia nos dice en Proverbios 15:5 El necio menosprecia el consejo de su padre, mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente. Y en el mismo pasaje también se nos dice: el que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma, mas el que busca la corrección tiene entendimiento. Fíjense lo que nos dice, aprende la prudencia, aprende a desarrollar el entendimiento hacia los valores bueno. En Proverbios 29 nos dice que la vara y la corrección dan sabiduría, mas el muchacho consentido vergüenza a su madre.

Cuantas veces vemos por ejemplo en un restorán que hay chiquititos corriendo entre las mesas, gritando y sus padres no hacen nada. Pero todo el resto de la gente comenta ¡Qué vergüenza! Imagínense a esos niños cuando sean más grandes, a medida que van creciendo. Imagínense la necesidad que tienen de estos topes, estos muros de contención que son los límites. Proverbios nos dice que enseña la prudencia, el entendimiento y la sabiduría. Pero cuidado porque la Palabra también nos dice que no provoquemos a irá a nuestros hijos.  A veces los anulamos con sobreprotección, sobrecarga, sobre exigencia, con límites excesivos, con castigos. Ellos necesitan principalmente de nuestro cariño, amor y respeto sobre todas las cosas. Pensemos ¿En qué punto estamos fallando?

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