"Y Elías le dijo: Te ruego que te quedes aquí, porque Jehová me ha enviado al Jordán. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Fueron, pues, ambos."

2 Reyes 2:6


El río Jordán tiene un profundo significado en la Biblia. Representa la muerte, la muerte a la voluntad propia. Eso es un secreto espiritual. Dentro del misterio del Jordán también está incluido el secreto de poderlo todo.


Cuando el Señor decide llevar al profeta Elías al cielo, Eliseo sigue a Elías porque quiere conseguir, a todo precio, el poder para la penosa tarea que le espera. El ya había sido escogido por el Señor para ser el sucesor de Elías, y el camino hacia el poder lo conduce al Jordán y a través de él, ya que Elías le dice: " Jehová me ha enviado al Jordán." El enemigo hace de todo para que Eliseo no siga decididamente a Elías a través del Jordán.


Otros profetas quieren desviar a Eliseo, pero él responde dos veces: "Sí, yo lo sé, callad." ¿Ya te has dado cuenta cómo el enemigo intenta, en forma piadosa, desviarte del camino angosto? ¿Ya notaste cómo él intenta, con todo tipo de artimañas y astucias, desviarte de tu firmeza espiritual e impedirte ir lado a lado con el Elías celestial, que es Jesucristo, pasando con El por el Jordán de la muerte?


Haz como Eliseo. Ordénale al tentador que se calle inmediatamente y afírmate en el Señor, pese a que eso implique que los otros ya no te acompañen. Elías y Eliseo estaban ambos delante del Jordán y pasaron por él. Muchos se paran a lo lejos, pero el verdadero creyente sigue al Elías celestial, Jesucristo, a través del Jordán, identificándose totalmente con El en su muerte.