El último mensaje de Jesús a su Iglesia 1/6

El Último Mensaje de Jesús a su Iglesia

(1ª parte)

Autor: Norbert Lieth

«He aquí, yo estoy a la puerta y llamo.» Estas palabras no son de comprender en primer lugar de manera evangelística, aunque ciertamente se pueden aplicar de esta manera. Pero debemos ver que se tratan en primer lugar de un mensaje del Señor a Su Iglesia

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PE1148 – Estudio Bíblico
El Último Mensaje de Jesús a su Iglesia
(1ª parte)

Estimado amigo, para empezar a hablar de este tema quiero leerles Apocalipsis 3:14-20. Dice así la Palabra de Dios: 

«Escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: El Amén, el testigo fiel y verdadero, el origen de la creación de Dios, dice estas cosas: Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, porque eres tibio, y no frío ni caliente, estoy por vomitarte de mi boca. Ya que tú dices: Soy rico; me he enriquecido y no tengo ninguna necesidad, y no sabes que tú eres desgraciado, miserable, pobre, ciego y desnudo, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado por el fuego para que te hagas rico, y vestiduras blancas para que te vistas y no se descubra la vergüenza de tu desnudez, y colirio para ungir tus ojos para que veas. Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Sé, pues, celoso y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él, y él conmigo».

Como introducción, algo acerca de las palabras de Jesús en el versículo 20a: «He aquí, yo estoy a la puerta y llamo.» Estas palabras no son de comprender en primer lugar de manera evangelística, aunque ciertamente se pueden aplicar de esta manera. Pero debemos ver que se tratan en primer lugar de un mensaje del Señor a Su Iglesia.

Pero aquí nos asustamos y preguntamos: «Bueno, pero ¿será posible que el Señor esté delante de la puerta de Su Iglesia? Sí, esto es muy bien posible, y especialmente en los tiempos postreros, cuando el Señor ya no es el centro en una iglesia local, en otras palabras: cuando El, que se llama «Amén», ya no es todo el contenido de una iglesia.

Queremos retener bien que el Señor Jesús, en los mensajes a las siete iglesias, se dirige exclusivamente a Su Iglesia, y que el Apocalipsis se trata de los tiempos postreros, es decir, de la última etapa de la Iglesia antes de la segunda venida de Jesús.

Los mensajes a las siete iglesias nos muestran tanto la situación en aquel entonces como lo que iba a tener un futuro profético, pues dice en Apocalipsis 1:19-20: «Así que, escribe las cosas que has visto (= pasado), y las que son (= presente), y las que han de ser después de éstas (= futuro). En cuanto al misterio de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha, y de los siete candeleros de oro: Las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros son las siete iglesias.»

Ahora estimado amigo, queremos hablar de tres cosas fundamentales.

Cuando leemos los mensajes a las siete iglesias, debemos tener presente los siguientes tres hechos:

1.Se trata de siete iglesias locales que realmente existieron en aquel entonces: «…las cosas que has visto…»

2.Se trata también de prototipos de iglesias que siempre han existido durante todo el tiempo de la historia eclesiástica, durante cada época: «…las que son…» Esto significa que todos los siete comportamientos pueden estar presentes simultáneamente en una iglesia.

3.Encontramos en los mensajes a las siete iglesias también un desenvolvimiento cronológico de las épocas de la Iglesia, lo que es confirmado por la historia eclesiástica: «…las que han de ser después de éstas…»

Cada uno de estos tipos de iglesias ha desempeñado un papel especial en la época de la Iglesia:

– Efeso designa la iglesia apostólica y pos-apostólica (de 30-100 D.C.). Es la iglesia que dejó el primer amor.

– Esmirna ilustra la iglesia bajo la persecución romana (100-313 D.C.): «Yo conozco tu tribulación y tu pobreza…el diablo va a echar a algunos de vosotros en la cárcel…» (Ap. 2:9-10).

– Pérgamo simboliza la época constantina (113-600 D.C.). En aquella época, el cristianismo llegó a ser la religión del Estado en el Imperio Romano. En ese tiempo hubo una mezcla total, penetraron falsas doctrinas, los sacrificios a los ídolos y la prostitución (ante todo espiritualmente) estaban al orden del día. Por eso, la Biblia dice de esa iglesia que se encontraba «donde está el trono de Satanás» (Ap. 2:13).

– Tiatira nos muestra la iglesia del oscuro tiempo medieval (600-1517 D.C.). Aquí aparece la «mujer Jezabel» (la doctrina católica tiene como símbolo una mujer). Miles y miles de judíos y cristianos renacidos fueron «liquidados» / eliminados por la inquisición de la iglesia católica-romana. La carta a Tiatira habla de una doctrina oscura y de las «profundidades de Satanás» (Ap. 2:24).

– Sardis nos muestra la subsiguiente época de la Reforma (1517-1648 D.C.). Bajo los reformadores (Martín Lutero, Ulrich Zwingli, Juan Calvino etc.) hubo vida nueva, la cual, sin embargo, pronto empezó otra vez a morir. Por eso, el Señor dice: «…tienes nombre de que vives, pero estás muerto» (Ap. 3:1b). Según mi entendimiento se muestra aquí proféticamente el tiempo de la iglesia reformada, cómo se desarrolló posteriormente.

– Filadelfia nos ilustra proféticamente el tiempo de los grandes movimientos misioneros (1648-1900 D.C.). Acerca de aquella época oímos decir al Señor: «He aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza…» (Ap. 3:8; R/V60). Los padres de la fe de aquel tiempo (Carlos H. Spurgeon, Hudson Taylor, Guillermo Booth etc.) eran hombres que tenían «poca fuerza», o sea, casi no tenían medios a su disposición, pero a pesar de esto hicieron grandes cosas. Aunque en aquel entonces aún no había aviones como medios de transporte y aunque no disponían de los muchos medios de comunicación como nosotros hoy en día, se manifestaban por todos lados avivamientos causados por el Espíritu de Dios.

– Laodicea nos muestra la iglesia de los tiempos postreros y de la apostasía, de la tibieza y del materialismo (1900 hasta el presente). Laodicea ilustra la situación actual de la Iglesia. Laodicea significa traducida «derecho del pueblo» (democracia). Justamente los países del llamado Occidente cristiano se caracterizan por esto. Pero la gran pregunta es: ¿Le damos la razón al pueblo o Le damos la razón a Dios? Nunca hubo tanto derecho de intervención en la Iglesia de Jesús como hoy. Pero también aquí debemos actuar según la Escritura, para que no sea cualquier persona, sino los ancianos los que dirigen una iglesia local. Las iglesias que son dirigidas democráticamente, ya no se encuentran en suelo bíblico. Ya no están sobre una base bíblica.

El hecho de que Laodicea se refiere a la última época de la Iglesia, también se demuestra por lo que acontece inmediatamente después del último mensaje de Jesús a Laodicea. Pues luego leemos, de manera directa y sin interrupción, en Apocalipsis 4:2: «Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo. La primera voz que oí era como de trompeta que hablaba conmigo diciendo: ¡Sube acá, y te mostraré las cosas que han de acontecer después de éstas!» Este versículo nos describe cuatro acontecimientos, que señalan todos el arrebatamiento:

1.«Después de esto…» Esto se refiere al acontecimiento que sucederá inmediatamente después del último mensaje del Señor glorificado a Su Iglesia: el arrebatamiento de la Iglesia de Jesús.

2.«…una puerta abierta en el cielo…» Esta es una representación profética del arrebatamiento en el momento del regreso de Jesús para Su Iglesia, pues entonces se abrirá la puerta del cielo. Jesús vendrá otra vez para buscar a los Suyos y hacerlos entrar, figuradamente hablando, al cielo por esta puerta abierta, para tener eternamente comunión con ellos.

Leamos al respecto el pasaje paralelo en la parábola de las diez vírgenes. ¿Cuándo se abrió la puerta del cielo? Cuando el Novio llegó: «A la media noche se oyó gritar: ¡He aquí el novio! ¡Salid a recibirle!» (Mt. 25:6.) Aquí se describe la llegada del Novio para buscar a los Suyos y hacerlos entrar al cielo por la puerta que ahora está abierta. Las cinco vírgenes prudentes están listas. Pero las cinco insensatas no tienen aceite. Quieren comprar aún rápidamente aceite para también tener entrada. Pero leemos en Mateo 25:10: «Mientras ellas iban para comprar, llegó el novio; y las preparadas entraron con él a la boda, y se cerró la puerta.»

3.«La primera voz que oí era como de trompeta que hablaba conmigo diciendo…» ¿En qué momento de la historia de la salvación se oirá una voz poderosa y una trompeta? En el momento del arrebatamiento. Al respecto leemos en 1 Tesalonicenses 4:16-17: «Porque el Señor mismo descenderá del cielo con aclamación, con voz de arcángel y con trompeta de Dios; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos y habremos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes, para el encuentro con el Señor en el aire; y así estaremos siempre con el Señor.» Este es nuestro aliento: «Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras». ¿Por qué? Porque ningún cristiano renacido debe temer los tiempos postreros, o sea, la Gran Tribulación. Pues antes que ésta comience, la Iglesia de Jesús entrará con El al cielo por la puerta abierta.

Estimado amigo, ¿está usted preparado para cuando venga Jesús a buscar su Iglesia, Sus hijos? Antes de terminar la predicación de hoy le ruego cordialmente que se examine delante del Señor Jesucristo. ¡»Hoy es el día de salvación»! ¡Acepta al Señor Jesús como tu Salvador personal, vive una vida de santificación!