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Titulo: “Señor ¿Cuánto tiempo aún? 2/4
 

Autor: NorbertLieth 
Nº: PE1084

Norbert Lieth nos muestra a través de la Parábola de ” la perla de gran precio” el gran amor que tiene por su pueblo Israel, pero también por la Iglesia donde Jesucristo es la piedra angular.


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“Señor ¿Cuánto tiempo aún? 2/4

Estimado amigo, terminamos el programa anterior con la pregunta: ¿Por qué deja escondido el tesoro? La respuesta la encontramos en la siguiente parábola: 

La parábola de la perla de gran precio, una figura para la iglesia.

Podemos leer en Mateo 13:45-46: “Además, el reino de los cielos es semejante a un comerciante que buscaba perlas finas. Y habiendo encontrado una perla de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró''. El Señor del campo y del tesoro, aún mantiene escondido el tesoro (la redención de Israel), porque se dirige ahora, primeramente, al mar de las naciones, y encuentra allí una perla preciosa y la compra por el precio de todas Sus pertenencias.

Si el “campo'' es sinónimo para el Israel de Dios, entonces el mar es sinónimo para el mundo de las naciones, de donde viene la perla. Jesucristo a través de Su preciosa sangre primeramente compró a Israel, pero después también una “perla de gran precio'' del gran mar de las naciones: Su Iglesia. Cuando el Hijo de Dios colgaba en la cruz, en primer lugar llevó sobre sí la “maldición de la ley''. Pero Sus dos brazos extendidos también muestran, que en una mano tenía la redención de Israel y en la otra la redención de la Iglesia. Y toma primero en posesión a esta última, la “perla'', mientras que aún mantiene escondido el “tesoro'', Israel. Si observamos el desarrollo de una perla, entonces algunas cosas nos llaman en especial la atención. Y también en esto vemos la inconmensurable sabiduría de nuestro Señor, en que mencione, justamente, la parábola de la perla de gran precio.

En primer lugar,un mercader que busca buenas perlas

Así es el Hijo de Hombre, Jesucristo, salió o, más bien, “ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido''.

En segundo lugaruna perla se forma con dolor.

Si un cuerpo extraño (p. ej. un grano de arena) se introduce en la ostra, roza su carne y la hiere, la ostra activa una secreción, por la cual el objeto extraño es rodeado y, poco a poco, se torna en una preciosa perla. Así la iglesia surgió de los dolores de Jesús en la cruz del Gólgota: “”En él tenemos redención por medio de su sangre, el perdón de nuestras transgresiones, según las riquezas de su gracia''.

En tercer lugar, podemos ver quela perla fue comprada.

La Iglesia fue comprada por la preciosa sangre de Jesús. Pablo recuerda a los creyentes este precio tan alto, cuando dice: “Pues habéis sido comprados por precio''. Así como el mercader dio todo lo que poseía para adquirir esta perla preciosa, así también lo hizo Jesucristo. De El está escrito: “Existiendo en forma de Dios, él no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse; sino que se despojó a sí mismo (de su gloria), tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres; y hallándose en condición de hombre, se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte (en Getsemaní), ¡y muerte de cruz'' (Fil. 2:6-8). En las terribles horas antes de Su crucifixión, Jesús fue tratado brutal y cruelmente, empujado, azotado y maltratado también en otras formas. Y en la cruz por la corona de espinas, por los clavos que perforaron su carne temblorosa, y por el subsiguiente tormento de la crucifixión, donde cada nervio y cada músculo se tornaba en una “llama de martirio''. La insoportable angustia de los sufrimientos del alma se multiplicaban de tal forma, que Su rostro fue tan desfigurado y alterado que ya no parecía el de un hombre. Este horrendo hecho es casi increíble, sin embargo, así es manifestado muy claramente en el Antiguo Testamento, acerca del Mesías, y también muy claramente es citado en el Nuevo Testamento en el relato de los sufrimientos y de la muerte de Jesucristo: por ejemplo, podemos encontrarlo en Juan 19:1-2 que dice: “Entonces Pilato tomó a Jesús y le azotó. Los soldados entretejieron una corona de espinas y se la pusieron sobre la cabeza''.

“Entonces le escupieron en la cara y le dieron de puñetazos, y otros le dieron bofetadas…Después de desnudarle, le echaron encima un manto de escarlata. Habiendo entretejido una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza…Y escupiendo en él, tomaron la caña y le golpeaban la cabeza'' lo leemos en Mateo 26:67; 27:27-30.

Así, querido amigo, ya antes de la crucifixión Su rostro fue transformado. En la cruz Su físico fue desfigurado. Y así el cumplimiento de las profecías en los libros de Moisés, los profetas y los Salmos fue completo. El sudor de sangre, las marcas de la corona, la saliva sobre Su rostro y el resultado de habérsele golpeado en el rostro, todo esto alteró Su semblante; mientras que los azotes, el maltrato con los puños, los clavos, que fueron pasados por Sus manos y Sus pies, el peso del cuerpo, por el cual los miembros se dislocaban, y finalmente la lanza en Su costado, desfiguraron Su cuerpo. Si a esto se le agrega el tormento espiritual y el sufrimiento del alma, da como resultado una imagen tan desfigurada, que Jesús ya no se parecía a un hombre. ¡Cuánto El amó! ¡Cuán alto fue el precio que El pagó por ti y por mí, la “perla preciosa'', la Iglesia!

Querido amigo, veamos ahora el 4º punto,la perla no es visible durante su proceso.

Fuera del Señor nadie ha visto realmente a la Iglesia. Ella no es una organización visible, sino un organismo invisible para el ojo humano, que se compone de todos los renacidos desde Pentecostés hasta el arrebatamiento. A los verdaderos cristianos dice Colosenses 3:3: “porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios'', tal como una perla en la ostra.

En quintolugar la perla se forma lentamente por acrecentar.

Según una enciclopedia la formación es descrita así: 

Perlas: (del lat. pirula = pequeña pera), formación redonda de nácar, que se forma en el interior de una ostra marina o de agua dulce como consecuencia de un tumor epitelial. En la excrescencia de células de la piel estas segregan, como en la construcción del caparazón, primero una sustancia queratina (Conchin) y luego sobre la misma nácar (Aragonit), en capas redondas concéntricas.

Todo este proceso, este continuo acrecentar del nácar, puede durar de 10 a 50 años. De forma similar se formó la primera iglesia: cerca de 120 creyentes la componían al comienzo. Después con la predicación de Pedro en Pentecostés, se añadieron “cerca de tres mil almas'', y dice a continuación: “Y el Señor añadía diariamente a su número los que habían de ser salvos''. Así continuó y prosigue continuando, hasta que la Iglesia sea completada, esto quiere decir, hasta que se haya alcanzado la plenitud. Jesucristo es la piedra angular, “En él todo el edificio, bien ensamblado, va creciendo hasta ser un templo santo en el Señor'' (Ef. 2:21).

El sexto punto, es elsignificado especial que tenía la perla en la antigüedad

Mientras que los judíos no apreciaban la perla, para los gentiles era el símbolo de la pureza y de la victoria sobre toda impureza. Así también la Iglesia es un prototipo de victoria y pureza y de la victoria de la pureza sobre la impureza. La Biblia dice en 2 Corintios 2:14: “Pero gracias a Dios, que hace que siempre triunfemos en Cristo…'' Pronto llegará el día, en el cual, El colocará Su Iglesia delante de sí “que no tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que sea santa y sin falta''. Querido amigo, no pierda el hilo conductor de esta serie, en el próximo programa veremos el séptimo punto acerca de la parábola de “la perla de gran precio.”

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