Preguntas y Respuestas (prog. Nº 436)
2 abril, 2013
Preguntas y Respuestas (prog. Nº 438)
2 abril, 2013
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2 abril, 2013
Preguntas y Respuestas (prog. Nº 438)
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Contestamos a la luz de la Biblia la siguiente pregunta: 

  • Deshonramos a Yeshua si le llamamos Jesús?
  • Cuatro copas de vino de la historia de la salvación, ¿una interpretación equivocada?
  • Datos contradictorios de la Biblia con respecto al Rey Joacim?

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PR437– Preguntas & Respuestas
Algunas preguntas de los oyentes



Silvia: Jorge: En cuanto a Yeshua, las fiestas judías y los mandamientos, tenemos varias preguntas: ¿Deshonramos a Yeshua si le llamamos Jesús? Debemos nosotros como creyentes no-judíos, ¿también celebrar las fiestas judías? Además, ¿es más grato a Dios si comemos comida kosher, en lugar de ignorar esos mandamientos? Y finalmente: ¿Está mal festejar la Pascua o Navidad, porque estas fiestas se remontan a un origen pagano y contienen, también, elementos paganos?

Jorge: En primer lugar, no, no deshonramos a Dios cuando llamamos Jesús a Yeshua. Dios no está tan interesado en cómo pronunciamos el nombre, sino más bien en que reconozcamos lo que ese nombre significa y cómo aplicamos ese significado a nosotros mismos. Esto se muestra claramente en la forma en que Dios utiliza Su nombre en el Nuevo Testamento. Mientras que el nombre hebreo de Su hijo claramente era Yeshua, Dios nos trasmitió el Nuevo Testamento en griego, y no en hebreo. A causa de los diferentes sonidos disponibles en el griego, el nombre era pronunciado “Ieisous”. Más no era posible acercar la lengua griega al hebreo. En diversos idiomas, Su nombre es pronunciado de diferentes maneras, pero las mismas no presentan un problema para Dios.

En cuanto a la segunda pregunta, usted, estimado oyente, no está obligado a cumplir con las fiestas judías, y si se fija cómo deberían ser cumplidas, en todos sus detalles, se daría cuenta que hoy ni siquiera le sería posible hacerlo. En todas las fiestas se exigía, por ejemplo, la presentación de sacrificios de sangre. Tres de esas fiestas solamente podían ser celebradas en Jerusalén, en relación con el templo, etc. Por esta razón, los rabinos simplemente han cambiado el sistema, para poder cumplir con las fiestas de alguna otra manera. Pero, a la manera bíblica, ya no pueden ser realizadas esas fiestas en la actualidad. Con la muerte del Mesías, la ley llegó a su fin, y hoy en día ya ni siquiera para los creyentes judíos es una responsabilidad cumplirlas. Los creyentes no-judíos, de todos modos, nunca tuvieron que cumplir la ley.

Estimados amigos, refiriéndonos a la tercera pregunta, sin duda que comer kosher tiene algo que ver con la ley mosaica. Ésta, sin embargo, ya no es la regla de vida de los creyentes de hoy. Usted es libre para comer kosher si lo desea, pero no está obligado de ningún modo a hacerlo.
Por último, no existe ningún tipo de indicación en la Biblia de festejar el nacimiento del Mesías (Navidad) o Su muerte (Pascua). Por otro lado, tampoco encontramos ninguna prohibición al respecto. Originalmente, ambas fiestas contenían elementos paganos, pero ningún creyente verdadero en la actualidad celebra esas fiestas de aquella manera. De ahí, que sea un asunto de libre decisión personal si uno quiere celebrar esas fiestas o no.


Rodrigo: Cuatro copas de vino de la historia de la salvación — ¿una interpretación equivocada? Con respecto a un artículo de Llamada de Medianoche “Cuatro copas de vino de la historia de la salvación”, un lector de nuestras revistas nos dice lo siguiente: Es correcto que, como está escrito en el artículo usted escribe, la Biblia no dice directamente que Jesús con Sus apóstoles festejara la “Noche del Seder”. Por otra parte, se deduce del texto del evangelio de Juan, que en el momento del interrogatorio y la subsiguiente condenación, el cordero de la Pascua aun no había sido comido: “De Cajafas llevaron a Jesús al Pretorio; era temprano en la mañana. Ellos mismos no entraron al edificio para no quedar impuros, sino poder comer el cordero de la Pascua” (Jn. 18:28). De eso se desprende que Jesús, la noche anterior, no realizó la celebración del Passah con sus apóstoles (sino otra ordenanza judía – Chabura), ya que los corderos de Pascua fueron preparados en el tiempo en el cual Cristo, el verdadero Cordero de Pascua, como escribe Pablo, estaba siendo crucificado. Ya tan solamente esta asignación temporaria, más allá de Juan 18:28, da como resultado el sentido profético más profundo del verdadero Cordero de la Pascua, que es Cristo. Como consecuencia, sus interpretaciones de las cuatro copas son equivocadas, ni más ni menos. ¿Qué pueden decir sobre esto?

Jorge: Con respecto a su observación, quisiera exponer, según mi comprensión, la secuencia de la semana de la pasión. La secuencia de los días: sábado, 9 de Nisán; domingo de palmas, 10 de Nisán; lunes, 11 de Nisán; martes, 12 de Nisán (discurso en el Monte de los Olivos); miércoles, 13 de Nisán; jueves, 14 de Nisán (celebración del Pessaj y de la Cena); viernes, 15 de Nisán (crucifixión); sábado, 16 de Nisán; domingo, 17 de Nisán (resurrección).

Los acontecimientos:
— El 14 de Nisán debían ser sacrificados los corderos de la Pascua (según Éxodo 12:6). De modo que el jueves ya comenzaba el Pessaj.
— A continuación de Su discurso del Monte de los Olivos, Jesús dijo el martes, o 12 de Nisán, que ahora faltaban dos días para el Pessaj (Mt. 26:1-2), o sea hasta el 14 de Nisán (jueves).
— En dicho jueves (14 de Nisán), Jesús celebró el Pessaj con Sus discípulos. Esto Él sólo puede haberlo celebrado el 14 de Nisán (jueves), porque así era la ordenanza de la ley de Dios. En esa noche, después del Pessaj, comenzó también el sufrimiento de Jesús en el Getsemaní (Mt. 26:26,30,36).
— A tempranas horas de la mañana (Mt. 27:1) Él fue interrogado y torturado, y

— en la misma mañana del viernes, a las 9:00 horas, fue crucificado (Mc. 15:25).

Aquí hay que tener en cuenta que, según Flavio Josefo y la Mishna (o “Repetición”; una colección de tradiciones relacionadas con la religión y la ley), y otras fuentes judías antiguas, los judíos residentes en el norte (en Galilea) calculaban el tiempo en forma diferente que los del sur. En el norte se calculaba el comienzo del día desde la salida del sol hasta su puesta, en el sur, al contrario, de puesta en puesta. De este modo, el 14 de Nisán se alargaba hasta el viernes. Por esta razón, tanto el jueves como el viernes podían ser carneados todos esos corderos de Pascua.
Jesús, como galileo, celebró la Pascua el jueves, los de Jerusalén la celebraban el viernes (Jn. 18:28; 19:14). En Juan 18:28 se habla de la celebración del Pessaj de los judíos de Jerusalén (fariseos y escribas). Jesús y Sus discípulos ya la habían celebrado.

El evangelio de Marcos es considerado como el evangelio más cronológico, de ahí que en el mismo fácilmente se pueden seguir los días de la Semana de la Pasión:

  • Marcos 11:1ss.: Domingo de Palmas (entrada en Jerusalén como Mesías)
  • Marcos 11:12: lunes
  • Marcos 11:19: noche del martes
  • Marcos 11:20: martes
  • Marcos 14:1: miércoles
  • Marcos 14:12: jueves
  • Marcos 14:17: noche del jueves
  • Marcos 14:27,30,66: noche del jueves
  • Marcos 15:1: mañana del viernes
  • Marcos 15:42: noche del viernes
  • Marcos 16:1: sábado
  • Marcos 16:2,9: domingo

Que el domingo (de palmas) cayó en el 10 de Nisán, queda claro a través del siguiente cálculo: El “primer día de la semana” (domingo) fue el día de la Resurrección (Mr. 16:2ss). Si a esto le restamos tres días, llegamos al viernes (Lc. 24:21). El jueves era el 14 de Nisán, con lo que comenzaba el Pessaj (vea explicaciones anteriores). De modo que seis días antes (Jn. 12:1) era sábado, el 9 de Nisán. De modo que el siguiente día (Jn. 12:12) tenía que ser el domingo 10 de Nisán.

De modo que si partimos del domingo, como domingo de palmas, entonces el 14 de Nisán tiene que haber sido el jueves, en el cual Jesucristo realizó la celebración del Pessaj y la Santa Cena.

El viernes tiene que haber sido el Viernes Santo de Su crucifixión, y el domingo, obligadamente, el día de la resurrección.
Vamos a una pausa y enseguida regresamos!


Silvia: ¿Datos contradictorios de la Biblia con respecto al Rey Joacim?
En 2 Crónicas 36:6, está escrito que el Rey Nabucodonosor habría llevado al Rey Joacim a Babilonia. Pero, eso se encuentra en contradicción con Jeremías 36:30, donde dice que el cuerpo del Rey Joacim habría sido echado ante las puertas de Jerusalén.

Jorge: Joacim fue un rey impío (2 Cr. 36:5-8). Él reinó once años en Jerusalén (609-598 a.C.). Porque era impío y malo, Dios permitió que cayera en manos de Nabucodonosor. Frente a éste, Joacim al principio se mantuvo leal pero, luego, volvió a apartarse de él – en contra de los consejos de Jeremías (Jer. 27:9-11). Como consecuencia, Nabucodonosor vino nuevamente contra Jerusalén (597 a.C.), tomó consigo algunos utensilios del templo, y también deportó a Joacim como prisionero a Babilonia (2 Cr. 36:5-10). Según parece, Joacim más adelante fue liberado o pudo escapar del cautiverio. El hecho es que, luego, regresó a Jerusalén, donde finalmente murió. Acerca de su sepelio, Jeremías profetizó: “Por tanto, así ha dicho Jehová acerca de Joacim hijo de Josías, rey de Judá: No lo llorarán, diciendo: ¡Ay, hermano mío! y ¡Ay, hermana! ni lo lamentarán, diciendo: ¡Ay, señor! ¡Ay, su grandeza! En sepultura de asno será enterrado, arrastrándole y echándole fuera de las puertas de Jerusalén” (Jer. 22:18-19). De este modo, los pasajes bíblicos se complementan y no están en contradicción. Joacim llegó a Babilonia como prisionero, pero luego regresó a Jerusalén y murió allá.

Después de muerto, su cuerpo fue echado delante de las puertas de Jerusalén, y finalmente enterrado como un asno, es decir sin honores. La Palabra de Dios es verdad, a veces sólo tenemos que cavar un poco más hondo para descubrirla.

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